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El hermano famoso de mi novia (III)

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En el relato anterior: Mi novia de 22 años invita a su medio hermano famoso, recién conocido, un medio hermano perdido por las tropelías de su fallecido padre.

Yo coloco cámaras en casa para ver lo que sucede, ella lo invita a casa, cuando casualmente yo tengo una noche de pesca con mis amigos.

Luego de cenar, ella le pide que se ponga el bóxer que uso para una sesión de fotos de ropa interior, la cual ella ya estuvo presente, tocando de más.

Continuaron desde el punto en el cual fueron interrumpidos en el salón donde hacían las fotos, pero esta vez desde casa, desde nuestro cuarto, desde nuestra cama.

Ella sentada en la punta de la cama, con sus piernas abiertas recibiendo a las piernas musculosas y bronceadas de su hermano. Ella prueba el miembro de su famoso nuevo hermano, se la come entera, hace el esfuerzo de comerse esos 22 centímetros.

Pasan 30 minutos donde solo hay sexo oral por parte de ella para con su hermano, mama los huevos, sus manos prueban sus muslos, la dura y masculina cola del nuevo familiar. Miden el largo del falo, el peso de los huevos, la dureza de los abdominales. Y todo acompañado por la lengua y los labios de mi jovial novia.

Es tal el desastre, que las arcadas, hacen lagrimear a mi novia, el rimmel se corre, la saliva cae por todos lados, el rouge se desparrama por la cara. Hasta que explota la eyaculación de su medio hermano famoso.

La cantidad y la potencia de leche, invade su boca, cae por el costado de su boca, salpica hacia arriba, en una instintiva tos, que trata de expulsar el exceso de líquidos y carne en su pequeña boca.

La leche caliente y espesa cae por la barbilla de ella, cae en sus tetas, y en su vestido rojo, parte también cae por el miembro de su hermano, ella al separar sus labios de la cabeza de la pija puede percibir como un gran hilo blanco queda uniéndolos.

Ella tiembla, mira sus pechos, mira su vestido rojo manchado, mira a su hermano a los ojos, mira la pija nuevamente, observa que la mano derecha que sostenía la base del tronco de la pija está llena de saliva y leche.

La leche se escurre entre sus dedos, y cubre el anillo de compromiso.

Tiembla con más fuerza, empuja con sus manos el abdomen de su hermano hacia atrás, cierra sus piernas, lo mira a los ojos con lágrimas que están a punto de brotar.

Le dice que está todo mal, lo que hicieron es terrible. Se siente culpable. Le pide a su nuevo medio y famoso hermano que se vista y se vaya, que la deje sola.

Lo que sigue después es el hermano vistiéndose y saliendo por su cuenta, mi novia llora desconsoladamente, se saca la ropa y se va a duchar como por 1 hora.

Sale y mira la mini roja y su remerita, toda manchada, le pone productos para quitarle las manchas y lo manda a un lavarropas. Limpia el piso del cuarto que también tenía su saliva y leche.

Se pone un piyama holgado y se acuesta en la cama tapándose por completo.

Ese viernes no pasó nada más. Siguieron los días y por más que me inventaba salidas, o reuniones de trabajo, ella no volvió a invitar a su medio hermano.

Una mezcla de alivio y decepción tengo, en el fondo quería que ella se cogiera a su hermano, pero a la vez me alegraba que pudiera mantenerse fiel por lo menos hasta ese punto.

Yo no sé si hubiera tenido la fortaleza para parar si de repente una supermodelo quiere coger conmigo.

Unas semanas antes de nuestro casamiento es el cumpleaños del nuevo hermano de mi novia.

EL nos invita a su mega casa en un country exclusivo, ella no quiere ir, dice que está cansada, que le duele la cabeza etc. yo insisto y haciéndome el boludo le digo que hay que ir en agradecimiento por el vestido de novia que nos está regalando.

Ella se viste de manera discreta, un jean común, holgado, una camisa leñador. Le digo que no puedo creer que ella se vista así, la lleno de halagos, le digo que quiero que todos esos chetos vean lo hermosa que es mi futura esposa.

Logro convencerla, se pone un pantalón elastizado blanco al cuerpo, y una blusa negra que se transparenta, dejando ver un corpiño azul oscuro.

Llegamos al cumpleaños del nuevo famoso hermano de mi novia, pasamos la seguridad, llevamos un vino caro para no ser menos.

Saludamos a los otros familiares, nos fundimos en un abrazo con el medio hermano famoso de mi novia, ella lo saluda nerviosa, no lo mira a los ojos.

La fiesta pasa como siempre, tragos, canapés, bandejeo por todos lados. La medianoche llega y la música se pone más fuerte, un Dj invitado pasa música y las luces simulan un boliche.

Modelos del ambiente rondan por la pista, todos nos babeamos y nos la ingeniamos para contemplarlas sin que nuestras novias, esposas nos vean como pajeros.

Mi novia baila tímidamente con una prima, su hermano está cerca, pero no llegan a verse porque hay chicas modelos rodeándolo, algunas proyectos de famosas tratando de conseguir una foto que le dé un poco de fama.

Mi novia queda al lado de una de las chicas que coquetea con su hermano, la chica era una modelo de 1.75, unos tacos de 10 cm, unas piernas finísimas y larguísimas, un vestido carísimo dorado muy corto, unos pechos operados de la medida justa. Un pelo lacio con extensiones rubias que combinan con ojos celestes.

Mi novia la mira de arriba a abajo, ella se compara con su 1.65, sus plataformas de 5 cm, la dejan 15 cm por debajo de la modelo. Sus piernas más cortas, y más rellenas, agradece haber venido con pantalón para no tener que tapar la celulitis.

Sus pequeños pechos, no pueden competir con la redondez y el escote de la modelo. La cintura de mi novia es acorde a sus caderas, pero queda en desventaja con la de avispa que ostenta la supermodelo que está jugando muy cerca de su hermano.

El dj pone reggaetón increíblemente, corta con el glamour del lugar, la música popular deja en mala posición a la modelo.

La popular hermana baila frenéticamente, mostrando como su carnoso culito está hecho para esos bailes, su hermano famoso la elige para seguir el baile, ella comienza a desplegar todo su historial de salidas de barrio, todos festejan ese momento. Ambos hermanos bailando como en la fiesta de un club barrial cualquiera.

Ella perrea, él se le acerca, sus manos tocan sus caderas, ella parece disfrutar de su victoria, le gano un mano a mano a una supermodelo. Sabiendo de que ella ya tuvo la pija de su hermano y trago buena parte de su leche.

Bailan pegados, la mano de su hermano disimuladamente roza cuando puede el culo de ella, la blusa de ella se sacude y deja el corpiño y su pecho natural a la vista de su hermanito.

El baile provoca que ambos transpiren, el pecho de ella brilla por las gotas de transpiración.

Las luces de colores del dj disparan para todos lados, dejándolos casi en oscuridad, nadie puede ver que hacen, salvo que fijes la vista y puedas divisar algo. Todos bailan y se mueven alrededor como cubriéndolos sin querer.

En un momento los pierdo, no los veo más. Me meto en la pista improvisada, busco de un lado al otro, hasta una modelito hermosa cree que quiero bailar y me toma las manos para que disfrutemos del momento. Increíblemente desperdicio el momento, porque me importa más saber dónde se fue mi novia.

Me voy hacia un pasillo y en medio del ruido escucho un ruido detrás de una puerta. Me acerco sigilosamente y escucho movimientos.

Es un lavadero, la puerta no está cerrada completamente, cada tanto se golpetea.

Me asomo, no puedo ver mucho, pero mis temores están en lo cierto. Escucho el jadeo de mi novia.

Escucho besos, se siente el manoseo en un espacio reducido con muchas cosas, se escucha el collar de mi novia sacudiéndose. Se escuchan las respiraciones agitadas, como cuando se están besando dos amantes, succionando el aire del uno del otro, todo lengua y boca.

Se escucha un cinturón desabrochándose, un cierre bajando, y una frase lapidaria para mi "me encanta tu pija, me encanto comértela el otro día hermanito"

Evidentemente la tiene otra vez en la mano, se escucha un segundo cinturón, es el dorado cinturón del pantalón blanco de mi novia. Se escucha como cae en el piso, se oye bien claro que su culo está desnudo, como lo es? unas nalgadas que parecen ser más fuertes que la música se escuchan.

"Ahora me toca a mi hermanita" se escucha del famoso nuevo hermano de mi novia, ella parece morderse los labios, porque se le escapan gemidos sordos, trata de contenerlos cerrando su boca, mordiéndose para que no se escape el grito que merece el placer que está recibiendo.

En ese lugar puedo sentir el olor de concha caliente de mi novia, ese olor de los líquidos que largan cuando quieren sexo a pleno.

Se escuchan los lengüetazos y los besos contra la concha y el culo de mi novia, cada tanto ella pega grititos y se escucha como choca su mano contra la pared de azulejos, se escucha como intenta sostenerse de la pared, el sonido de su anillo de compromiso raspándose contra los azulejos muestran el poder del placer que le está haciendo sentir su hermano con su lengua en su clítoris.

DE repente escucho ruidos en el pasillo, salgo despedido hacia el otro lado, y puedo divisar que es la supermodelo que perdió contra mi novia.

Ella parece haber escuchado también el ruido en el lavadero, empuja la puerta y se tapa la boca al grito de "no te la puedo creer", sale caminando hacia la fiesta. Por detrás sale el hermano de mi novia, subiéndose los pantalones, subiéndose le cierre y cerrando su cinturón.

Por detrás se asoma tímidamente mi novia, puedo ver su silueta, tiembla mientras se sube el pantalón blanco, se acomoda la blusa, que le faltan dos botones, no sabe cómo taparse. Se abanica tratando de aliviar el bochorno, vuelve al lavadero por un segundo, vuelve a salir. Esta nerviosa.

Finalmente toma valor y vuelve a la fiesta, es tiempo de que yo vuelva también.

Allí la encuentro en un sillón, tratando de cubrirse con sus brazos las tetas que están libres, le pregunto si la está pasando bien, nerviosa me dice que sí, pero que ya deberíamos volver a casa.

Le pregunto por el hermano para despedirnos, dice que no sabe dónde está.

Nos despedimos de toda la familia, no entienden porque nos vamos en el medio de la fiesta.

El hermano no aparece por ningún lado, tampoco la supermodelo que los descubrió.

El camino a casa es casi en silencio. Mira por la ventana, no quiere hablar mucho, no quiere hablar del hermano, tiene la culpa y el miedo de que se pudra todo un par de semanas antes del casamiento.

Al otro día vemos que en las revistas del corazón y en las redes sociales hablan de la noche desenfrenada que paso el medio hermano famoso de mi novia con la supermodelo. Fotos exclusivas de un paparazzi en su fiesta de cumpleaños, de ellos amaneciendo abrazados en el balcón de su casa.

La cara de ella es de odio, esta celosa. Y cuando está a punto de llorar de bronca, se levanta y se va al baño. Va a ducharse para sacarse la bronca y ocultarla de mí.

Pero esto no terminara acá

(Continuará)

 

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