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Mi esposa con el vecino
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Tiempo de lectura: 2 minutos

Este es otro de mis relatos, este digamos que es la continuación del relato de la aventura sexual de mi esposa con otro hombre.

Poco a poco mi obsesión y perversión fue creciendo, después de escuchar que no era la primera vez que le ponía con el coronel, decidí checarla en todo momento, así que puse cámaras en los puntos principales de mi casa, en la entrada, en la sala, en mi baño y en mi recamara, algo me decía que ahí tenia encuentros con sus detalles.

Y dicho y hecho pasaron unas semanas y revisando las grabaciones cierto día vi que se estaba arreglando, pensé que saldría pero no fue así, unos minutos después llego Klebber, ese era su apodo, él es el vecino, un tipo alto, negro como africano y que tenía entendido había salido con ella antes de que fuera mi novia.

Observé como él llevaba cerveza y comenzaron a beber, eran alrededor de las 11:00 am, pasó un rato y ella se le encimó y comenzó a besarlo, para no hacerlo más grande, la muy cabrona fue por la colchoneta que tenemos la acomodó en el piso de la sala y comenzó a desnudarse, y él también.

Le puso el condón con la boca, bueno al menos esta vez lo usó, después de darle placer un rato el bajó a hacer lo mismo. Se la chupaba como todo un perro, la cara de ella mostraba una satisfacción…, después de un rato de estar mamándose mutuamente ella se puso de perrito y el comenzó a penetrarla…

Empezó a darle fuerte y despacio, le jalaba el cabello y le daba de nalgadas, ella gozaba eso, después cambiaron. Ella se puso abajo y él en una posición extraña, se sentó en ella y se la metió.

Esa pose nunca la había visto pero al parecer estaba buena ya que ella gozaba de lo lindo. Él se acostó en el piso y ella comenzó a hacer su rico movimiento de cadera, al mismo tiempo se metía los dedos en su vagina, lo que me dejaba ver que no estaba tan caliente y es que los otros weyes la destrozaron y el Klebber parecía novato, vaya que tener tremenda vieja y no hacer nada si que es tonto.

Se recargó sobre el sillón y él la penetró de espaldas, después de unos minutos él se vino, ella parecía seguir caliente, así que tomó las manos de él y permitió que la dedeara. Después de un rato ella probablemente se cansó y decidió que era todo, le dio su ropa y lo sacó de la casa.

Pero eso no terminó ahí, ya que sacó un vibrador y comenzó a autocomplacerse, solo vi que un chorro salió de ella y mojó todo…

Jaja, la dejaron con ganas, se lo merecía, pero eso generó que buscara a algo o alguien y en mi siguiente relato erótico les contaré lo que hizo.

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