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Los inicios de mi relación sexual con mi madre (Parte 2)

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Continuación del relato ‘Los inicios de mi relación sexual con mi madre’.

Después de lo acontecido esa mañana, todo ocurrió normal, no nos dijimos ni hicimos nada más porque mi hermana ya se había despertado, sólo intercambiábamos miradas como pensando en lo sucedido. Aunque cuando mi madre ya se iba a ir, bajé a despedirme de ella, mi hermana se quedó arriba y aproveché para darle un beso en la boca mientras le tocaba sus nalgas, lo cual le pareció bien ya que se dejó y sólo me dijo "Te adoro, mi hijo, mi amante". Eso me excitó demasiado, quería coger otra vez ahí mismo, pero no sucedió, simplemente se fue y yo subí a masturbarme para quitarme eso de la cabeza y poder llegar temprano.

Me alisté, salí de la casa y en el camino a la escuela regresó eso a mi mente, no podía dejar de revivir el recuerdo y las sensaciones que sentí, cómo estaba todo nervioso casi temblando, cómo me "dolió" cuando se lo metí y sobre todo cuando eyaculé adentro de ella.

Pero bueno, en fin, llegué a la escuela y se me fueron esas ideas por un tiempo pero luego regresaron cuando tuve clase con la maestra que tiene el cuerpo un poco más perfecto que el de mi madre, cuando ocurrió esto sentía tantas ganas de poderle decir a alguien que me había cogido a mi mamá pero me contuve, afortunadamente no hice alguna estupidez. Conforme fueron pasaron las horas yo esperaba más y más que ya se terminara para poder llegar a mi casa con mi madre (que a partir de ahora le diré mi novia, ya que así la considero), también empezaba a ya no recordar los momentos sino a fantasear con cómo serían los que están por venir, eché a volar mi imaginación y me imaginaba cómo se cumplían cada una de mis fantasías con mi novia.

Llegó la hora de la salida y en el camino venía pensando cómo iba a ser cuando llegara a la casa, cómo me la iba a encontrar y si mi hermana ya se habría dormido para que quedáramos sólo nosotros dos en paz. Mi fantasía era la siguiente: Encontrarme con mi madre desnuda o con lencería justo al entrar, en el sillón esperando a que sólo me quitara la ropa para darnos placer e irnos a dormir (ya que recuerden que tengo horario de la tarde y llego casi en la noche a la casa).

Pero subí demasiado mis expectativas y nada de eso pasó, pues al parecer mientras yo pensaba en tener más sexo con ella, ella pensaba justo lo contrario, en mí predominó el lado animal y en ella el racional. Entré a la casa y en efecto, me la encontré en el sillón, pero vestida obviamente, aunque traía su pijama puesta que consiste en unos shorts y una playera pegadita, sin ropa interior, entonces igual se veía muy bien.

Me pidió que me sentara a platicar, y me empezó a decir que lo que habíamos hecho le había gustado pero que no era para nada correcto, que está prohibido, que le iba a hacer daño a los dos, que no nos podíamos tomar el riesgo de que quedara embarazada y más cosas, a las cuales yo trataba de refutar con algunos argumentos, unos más buenos que otros, le dije que a partir de ese día usaríamos condón, que nadie le diría a nadie, no habría evidencia, todo entre nosotros y más cosas que le iba diciendo para calmarla un poco a la par que iba haciendo poco a poco contacto físico, tocarle sus manos, sus hombros su cara... Y eso como que la convenció un poco más, aceptó y me dijo que estaba bien, pero que solamente lo haríamos discretamente, sin penetración, que si había algo que nos gustara paráramos, que esto debía afectar mi rendimiento en la escuela, etcétera. A lo cual yo accedí sin refutaciones, pensaba proponerle ir más allá para que aceptara que hubiera penetración pero decidí no jugarme mi suerte porque sí la noté firme en ese aspecto.

Luego de que los dos estuvimos de acuerdo, se acercó, me dio un abrazo y me dijo que era por el bien de los dos, sólo le dije que estaba bien, puse mis manos en su cintura y le pregunté si la podría tocar de vez en cuando, me dijo que sí pero que no en frente de nadie. Así que le toqué y apreté sus nalgas un poco, nos separamos, se levantó del sillón y me dijo que me fuera a dormir, que si quería me podía dar una masturbada rápida. Así que me levanté también y la seguí un poco confundido, ya que hace unos minutos estaba en contra de esta relación pero me acababa de decir justo lo contrario, pero bueno ya no pensé más en eso, sólo adentro de mi cabeza dije "Mujeres! ¿Quién las entiende?".

Subimos las escaleras, yo atrás de ella para admirar su trasero, llegamos a su cuarto y me pidió que me acostará, eso hice, me quité el pantalón, ella no se quitó nada, sólo se acostó y me empezó a masturbar muy rico, como nunca!, yo usualmente me masturbo un poco "lento" y ella empezó así pero después su velocidad aumento demasiado, me empezó a dar mucho placer pero también un poco de dolor en los testículos ya que cada vez que bajaba pegaban o con mi piel o con su mano, pero era un dolor un poco de placer y terminé muy rápido pero no eyaculé con mucha fuerza, la mayoría del semen se quedó en su mano y lo que hizo a continuación me excitó muchísimo, llevó su mano a su boca y limpió todo mi semen con su lengua, luego se lo pasó y me dijo que ya me fuera a dormir.

Le pregunté que a qué sabía mi semen y me dijo que rico y que ya me fuera a dormir, tomé mi pantalón y calzón, no me los puse, salí de su cuarto así y me dio una nalgada (no como regaño) y me dijo que me los pusiera. Llegué a mi cuarto, me puse mi pijama y me fui a dormir.

Y eso fue lo ocurrido al día siguiente, yo sé que a lo mejor no tiene tanto sexo o erotismo que el primero pero tomen en cuenta que es real y en la vida real no se van a cumplir tus fantasías, créeme lee el relato, jaja, pero lo bueno es que después de eso el sexo y erotismo sí ha incrementado así que tal vez los relatos posteriores les gusten más.

De todas formas gracias por leer y comenten por favor qué les pareció, eso me motiva para escribir lo que suceda, ya que recuerden que al publicar esto estoy rompiendo parcialmente la promesa con mi madre y tal vez algún día le enseñé sus comentarios para saber qué opina, me da morbo saber.

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