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Una travesura en casa con mi cuñado
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Esta ocasión les contare de un día que mi hermana y mi cuñado (mi bebe) se pelearon en mi casa y yo tuve que consolar a mi cuñadito.

Ese día mi cuñado había ido a la casa para ver un partido de la selección mexicana de fútbol era el año de 1993, a mi no me gustaba el fútbol pero por estar con él me empezó a gustar, estaba buena parte de la familia reunida y para variar mi hermana estaba enojada, al terminar el juego mi cuñado y ella se metieron a su cuarto para platicar, aunque yo sabía que terminarían peleando peor, tal como yo imagine, después de una hora salió mi cuñado y se despidió de todos, yo le pedí que me acompañara a la tienda antes de que se fuera lógicamente el acepto, ya les he comentado que siempre ha tratado de complacerme y consentirme.

En el camino de la tienda me platico que ya estaban casi reconciliados, pero que mi hermana se volvió a enojar cuando él quiso hacerle el amor en mi casa, yo le dije que no se preocupara, le entregue una llave y me pregunto qué de donde era, le dije que era del corredor trasero de mi casa, que entrara y la ventana de mi cuarto estaría abierta y yo lo estaría esperando, que solo esperara una media hora. Se fue y yo regrese a mi casa, argumente que tenía un fuerte dolor de cabeza y que me metería a dormir a mi cuarto que por favor no me molestaran, mi mama me respondió que para evitar problemas pusiera el seguro a la puerta por dentro, en mi mente le agradecí a mi madre el consejo y así lo hice y me recosté a esperar, espero 20 minutos que se me hicieron eternos.

Exactamente a la media hora, mi bebe entro por la ventana y se recostó junto a mi, me dijo lo linda y tierna que me veía vestida así, usaba una falda de tablas, calcetas blancas a la rodilla y una blusa blanca de manga corta, mientras charlábamos un poco el no dejaba de acariciar mis piernas, me excitaban sus dedos recorriendo lentamente mi cuerpo, mi boca ya estaba pegada a la suya cuando oímos que tocaban la puerta, él quiso levantarse, pero le dije que estaba cerrada con llave, en eso oímos la voz de mi mama diciéndole a mi hermana que me dejara en paz que me sentía mal, oímos los pasos retirarse y seguimos en nuestros besos.

Nuestras lenguas ya eran una sola y su mano ya jugaba con mi pequeña tanga de hilo dental, el simple roce de sus dedos con mi prenda logro que mi vagina estuviera súper mojada y deseando ser complacida, empecé a sentir sus besos en mi cuello y sus manos sacándome la tanga, sus dedos jugaban con mis labios y mi clítoris dándome un placer fantástico, seguía tocándome, mientras que con su mano libre desabrochaba mi blusa y su lengua mojaba mi brassier, después de despojarme del bra, sus labios se apoderaron de mis senos, mientras sus dedos entraban y salían rápidamente de mi cálida y muy mojada vagina, yo tenía que morder la sabana para no gritar y ser descubiertos, mi respiración estaba acelerada, cuando pude soltar la sabana fue solo para pedirle que me penetrara que ya no aguantaba más que quería ser poseída por él, tenía escasos 5 días en que no teníamos relaciones.

Se apartó de mi para desnudarse, se acercó de nuevo, pero sus planes no eran penetrarme aun, ya que deposito su cabeza entre mis piernas y ahora fue su lengua la que entraba y salía de mí, me estaba volviendo loca de placer, mi falda se hacía bolas en mi cadera debido a mis movimientos, intente quitármela y él no me lo permitió, y siguió chupándome hasta que ya casi fuera de mi lo tome del cabello y lo jale hacia a mí ya no soportaba y quería ser penetrada, cuando sentí la punta de su pene en mi vagina me empuje de golpe para que me lo metiera completa, yo era quien me movía de una forma salvaje y candente, le pedí que cambiáramos y se acostó el, yo me acomode y me senté sobre su lindo y candente pene, esa posición me gustaba estando en mi cama, ya que como tiene la cabecera con barrotes de metal me agarro de ellos y doy grandes brincos sobre mi bebe, así que mientras el acariciaba o mordisqueaba mis pezones, yo me daba gusto metiéndome ese fabuloso pene, él estaba excitado como después me lo dijo, de verme con la falda y las calcetas de colegiala mientras me bombeaba, antes de que el terminara en mi me regalo dos fabulosos orgasmos y el aun no terminaba.

Cambiamos de posición, me puso de rodillas y agarrándome del barandal de la cama el detrás mío y poniendo su pene en la entrada de mi ano, el solo sentir su cabeza me estremeció, poco a poco me lo fue metiendo muy despacito hasta que lo tenía por completo dentro de mí al principio nos movíamos lentamente para el placer que sentía me obligaba a moverme cada vez más rápido volví a tener tres orgasmos fabulosos en la casi hora y media que me estuvo penetrando el ano, les digo del tiempo porque en mi mueble de noche tengo un reloj, casi cuando eyacularía mi bebe, me puse delante de el para chupar su pene y tomarme su leche en cuanto saliera, no tarde mucho chupándolo cuando sentí en un boca y garganta varios chorros de semen que esta vez no me trague, los deje salir para llenarme el cuello y los pechos.

Descansamos un rato, se vistió y así como entro por la ventana salió sin levantar sospechas, yo me cambie de ropa y volví a salir a la reunión de la familia, todos me decían que si ya me sentía bien y cosas por el estilo, yo les comentaba que sí que ya me había tomado mi dotación de vitaminas y mi jarabe, que estaba como nueva.

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