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A escondidas con mi prima
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Tiempo de lectura: 4 minutos

El destino hizo encontramos más seguido, o tal vez no era el destino si no que nosotros forzábamos todo, aquella ocasión Lety y yo ya habíamos llegado a un acuerdo, ella podía estar con quien quisiera siempre y cuando yo estuviera con quien quisiera y me dejara verla coger con otros.

Pero ese día mientras todos estaban en el patio en la posada del año 2014, le había subido su faldita y su tanga a un lado, mi lengua entraba y salía con mucha fuerza, ella revisaba por la ventana que nadie nos viera.

T: ¡Luis, así, que rico!

L: ¡Me encanta tu conchita!

T: ¡Nos van a descubrir!

L: ¡No importa bebe!

Tonantzin se había vuelto mi amante favorita y yo aprovechaba cada momento para disfrutar de ella!

Mi esposa estaba en el patio al igual que el papa de su hija, todas las tías y tíos también estaban, pero ella ese día decidió usar una minifaldita roja entallada, así que cuando pude, ¡me la llevé al cuarto de escobas y la empecé a ser mía!

L: ¡Te toca bebe, ahora yo reviso!

T: ¡Luis, que grande y dura esta!

L: ¡Es lo que ocasionas nena!

T: ¡Jajá, todo yo!

Comenzó a chupármela majestosamente, sabía que teníamos poco tiempo, pero quería sentir su boca devorarme como solo ella lo hacía.

Sus deliciosas lamidas por momentos me hacían olvidarme de vigilar, a lo lejos estaban ellos, riendo y divirtiéndose, nadie había notado nuestra desaparición, ¡fue entonces que la tome de la cabeza y le folle la boca con fuerza!

Solo podía escuchar gemidos, observe como su saliva escurría y caía al suelo, sus ojos estaban en blanco, pero en lugar de aventarme me apretaba las nalgas para que no se la sacara.

L: ¡Así nena, que rico!

T: ¡Agh!, me ahogas Luis!

L: ¡Pero te gusta nena!

Mi prima lejana era una experta mando y no quería desaprovechar la oportunidad de que me hiciera un buen oral, como teníamos el tiempo encima, la puse de pie frente a mí, le levante una piernita y ene s apose la empecé a penetrar, la besaba muy apasionadamente, pasaba mi boca por encima de su blusa para sentir sus tetas, ella gemía por la adrenalina, ¡la tome de las nalgas para empujarla hacia mí y penetrarla más rico!

T: ¡Así Luis, métemela así, uf!

L: ¡Eres muy caliente, me pones a mil!

T: Míralos bebe, ¡no se dan cuenta de lo que hacemos!

L: ¡Eso te prende verdad!

T: Si, ¡mucho uf!

L. Muévete, mueve tu pelvis nena!

Me senté en un bote que estaba ahí, con el que lavaban el piso, ella se levantó su falda hasta su cintura y se quitó la tanga y empezó a meterse mi verga mirándome de frente, yo como podía seguía revisando que nadie viniera, ella se movía riquísimo, ¡sentía sus tetas pegaban en mi pecho y abrazándome se dejaba caer en mi verga!

T: ¿Te gusta rey?

L: ¡Eres magnifica nena!

T: ¡Que dura, me encanta tu verga!

L: ¿Más que la suya?

T. Mas! El solo es el papa de mi hija, uf, ya no cogemos, ¡creo que nos vamos a separar!

L: ¡Que triste, pero ya sabes, si necesitas ayuda, aquí estoy primita!

T: ¡Que excitante que me digas así!

¡La besaba muy apasionadamente, Lety y el ex de Toni, estaban ahí, como preguntándose por nosotros, yo sabía que mi esposa si podía empezar a sospechar y la verdad, aunque ya había un acuerdo no quería una escena de ella o del otro tipo así que tome a Tonantzin y apoyándola n el bote la puse en cuatro para dejarme venir en ella en esa pose!

T: Métemela papacito, apúrate, ¡ya la quiero dentro!

L: ¡Que ricas nalgas!

T: ¡Tu esposa tiene un cuerpazo, mejor que el mío, porque la engañas!

L: ¡No lo sé, así se dan las cosas y ya!

T: ¡Pues si yo fuera hombre me la cogería todo el tiempo!

L: ¿Y así siendo mujer, te la cogerías?

T: ¡Solo para complacerte bebe!

Su declaración me prendió más, así que la embestí con fuerza imaginando como sería el sexo entre ellas, mientras la embestía con fuerza, ella miraba la venta y me decía que Lety la prendía, que le encantaba su trasero y que siempre había querido tener sexo con otra mujer o hacer un trio, ¡yo miraba también a mi esposa y solo podía imaginarme esa escena!

T: Así bebe, cógeme rico, ¿te imaginas como cogeríamos los tres?

L: Toni, que rico, ¡por favor cúmpleme eso!

T: ¡Así papi, cógeme, cógeme rico, cógeme como si fueras ella, hazme gritar!

L: Uf, si nena, ella te cogería riquísimo, ¡es una experta en el sexo!

T: Uf, y no se le nota, ¡se ve que es muy sumisa!

T: ¡Solo se ve, pero te haría venir riquísimo!

¡La charla era tan excitante, yo ya me había olvidado que estábamos pegados en la ventana vigilando que nadie viniera y ahora ambos observábamos a mi esposa deseando que estuviera ahí con nosotros!

Acelere mis movimientos y ella también acelero los suyos, me pedía más y más, me decía que su marido aun, ¡no le cumplía y por eso necesitaba una buena verga como la mía!

T: ¡Que rica verga, métemela, me haces gozar mucho!

L: ¡Y tú a mi hermosa!

T: ¡Primo, cógeme, cógeme!

L: Si prima, tómala, ¡tómala!

T: ¡Así, no pares, uf, no pares!

L: ¡Me vas hacer venir nena!

T: ¡Vente bebe, termina dentro, ya los quiero!

L: ¡Dios, creo que ya nos están buscando!

T: ¡No importa, tu cógeme!

Me moví como bestia, metí mis manos en su blusa y apreté sus tetas con mucha fuerza, le empujaba fuerte mi verga, sentí como me inflaba y como globo exploté dentro de ella, ella también lo hizo y se movió riquísimo, le encantaba sentir mi manguera chorrear dentro de ella, mi semen salía de su vagina y escurría en el piso, ¡los gemidos eran opacados por el ruido navideño y pronto el orgasmo se alargó de más!

L: ¡Que rico Toni, me encantas nena!

T: ¡Hay que apurarnos, primero salgo yo y luego tú!

L: ¿Oye y si convenzo a Lety, cogerías con los dos?

T: Jajá, abusado eres, pues tal vez, ¡depende como me sienta!

L: Pues espero te sientas bien y te animes.

Ella tomo su tanga y me la guardo en la bolsa, me dijo que era un regalito para mí, nos besamos y ella salió rumbo al baño. Yo medio limpié el cuarto y salí unos minutos después.

En el pasillo me encontré a Lety, me miro un poco molesta, pero al final solo me miro y me dijo:

Le: Eres canijo, en serio con ella, ¿que no es tu prima?

L: No lo sé, ¡solos e que te tiene ganas a ti también!

Le: ¡Jajá, eso quisiera!

Lety no lo vio muy bien primero, pero no se imaginaba lo que se venía entre los tres.

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