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A mis 40 años, Andy, el amigo de mi sobrino me sedujo

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En la piscina tomando el sol sobre un inflable, con sus gafas de sol y un short rojo, Andy robaba mi atención. Yo desde una de las mesas cercanas no podía evitar mirarlo, incluso estando con mi familia, su torneado cuerpo y piel brillante me atraían haciendo volar mi imaginación.

Hola! me llamo Luis, tengo 40 años, casado, con un hijo y un excelente trabajo, y hoy quiero contarles cómo un chico de 23 años me saco del closet.

Todo comenzó cuando mi familia organizó un viaje de verano donde nos reencontraríamos mis hermanos y unos primos en una casa vacacional en la playa y uno de mis sobrinos llevo a dos amigos, Andy era uno de ellos.

Por cosas de espacio a mi esposa, hijo y a mi nos tocó compartir la habitación con Andy y mi sobrino. Desde el primer momento que lo vi llamo mi atención de una manera que tenía años no sentía, mi corazón se aceleraba cuando lo tenía cerca e incluso llegue hasta tartamudear, él me ponía muy nervioso.

Yo nunca había tenido nada con hombres, en mi adolescencia un chico llamo mi atención, pero luego conocí a mi esposa y eso quedó olvidado y pensaba que enterrado.

Durante los dos primeros días lo evite lo más que pude, cosa que resultó ser muy difícil puesto que dormía en la misma habitación con nosotros y además era un chico muy simpático y extrovertido.

Andy tenía 23 años, de piel blanca, poco vello y cuerpo de gym (una delicia), 1,76 de alto, ojos grandes cafés con mirada traviesa, abundante cabello rizado color castaño, sonrisa de galán, piernas perfectas y un culo esculpido por los mismos dioses.

Verlo caminar en short y sin camisa era un espectáculo pero también una tortura para mi, en más de una oportunidad tuve que escapar para que no se notara cómo lo devoraba con la mirada.

Ese día en la piscina mi sobrino y su otro amigo lo llamaron para salir a comprar cerveza, y yo al verlo entrar a la casa pensé que por fin calmaría mis hormonas al quitar su presencia de mi vista.

Unos 15 minutos después ya más relajado mientras hablaba, por accidente derrame mi bebida sobre mi ropa, me levante y les dije que me iría a cambiar.

Cuando estoy entrando a la casa escucho cuando el carro de mi sobrino sale del garaje y me dispongo a subir a mi habitación.

Una vez allí cierro la puerta, me quito la camisa y el pantalón manchados quedando únicamente en bóxer.

Soy un hombre de buen ver, mido 1,80 de piel blanca algo velludo, barba completa con algunas canas y unas libras de más pero bien distribuidas.

Mientras estoy buscando en el equipaje ropa para ponerme veo en la cama de Andy una toalla y seguido escucho:

“Señor Luis esta su esposa aquí?... Tiene la puerta cerrada?...”

Cuando volteo era Andy!!!.

Mi gran sorpresa fue que al verlo él estaba totalmente mojado y semidesnudo, intentando taparse con una pequeña toalla de manos que estaba en la ducha y que solo cubría parte de una pierna y su abultado paquete, dejando todo la demás a la vista!

Yo casi tartamudo le respondí:

“Disculpa... No sabía que estabas en el baño... Estoy solo... La puerta está cerrada” mientras inconscientemente recorría su cuerpo con la mirada de arriba abajo.

“Ni se preocupe... pero qué bueno que no hay nadie aparte de usted, no quería avergonzarme más!” Y mientras me responde deja caer la pequeña toalla pequeña para ir a la cama a buscar la grande.

Yo quede con la boca abierta y mis ojos se clavaron por todo el contorno de su cintura!

Se había estado duchando minutos antes de yo entrar a la habitación y olvido llevar su toalla al baño.

Mientras él secaba su cabeza pude admirar su apetecible miembro y su hermoso y gran culo que junto a sus muslos me hicieron delirar y me tenían congelado.

“Sr Luis tenemos un problema” me dice Andy secándose sus fuertes pectorales y con una sonrisa de picardía en la cara.

Y yo le respondo volviendo en mí: “cuál problema, no entiendo”

“Su erección me está calentando” dice señalando mi paquete.

No lo podía creer, estaba tan idiotizado disfrutando la vista, que ni me di cuenta que tenía una erección completa marcada en mi bóxer delatándome!... y me avergonzó muchísimo!

Yo trataba de taparme con la playera que tenía en la mano antes de que él apareciera y entonces Andy me dice:

“Tranquilo... a mi también me gusta lo que veo...!” acercándose y parándose frente a mi.

Yo realmente en ese momento no podía pensar, mi corazón latía muy rápido, estaba nervioso y no podía hablar, pero mi calentura comenzó a controlarme y llevé mi mano a su ya duro pene!!!... de unos hermosos 21 cm, con pocas venas y la cabeza rosadita que movía para provocarme y para que comenzará a masajearlo.

Su pene estaba durísimo y lo comencé a masturbar rápido y despacio, cerró los ojos y podía escuchar su respiración como pequeños gemidos mientras se pellizcaba los pezones. Era irreal para mí, hasta antes de este viaje jamás pensé disfrutar masturbar a otro hombre y me encantaba verlo disfrutar!

Andy me tomo de la cabeza con ambas manos y me dio un beso mordiendo cada labio muy despacio, para luego meter toda su lengua en mi boca provocando un juego donde casi nos tragábamos el uno al otro muy apasionadamente... liberándome y despertándome a un mundo de deseo totalmente nuevo para mí.

Todas las ganas acumuladas que le tenía reaccionaron y lo pegué a la pared tomando el control!, me arrodille frente a él para llevar ese enorme manjar húmedo a mi boca, mientras aprieto sus perfectos muslos y el marca el movimiento con sus manos en mi cabeza.

Abro los ojos y veo la cara de placer de este delicioso chico mientras juego con mi lengua alrededor de su glande en mi boca

“Ohh... Sr Luis... lo haces muy bien... no pares!!!” Susurra Andy al tiempo que acelera los movimientos de mi cabeza.

Estaba usando mi boca para masturbarse y yo estaba deseando probar su leche, así que le apreté con una mano el culo y con la otra comencé acariciar su ano que estaba muy caliente “sigue... sigue... estoy por acabar” vuelve a decir Andy tratando de controlar sus gemidos, entonces le metí dos dedos directo en su ano sin contemplaciones,

“Ahhh... ahhh... ohhh... trágatela... trágatela... voyyy!!! Y pude sentir como bombeaba chorros de leche en mi garganta mientras observaba contraer cada músculo de su abdomen, tragándome todo su néctar caliente.

De pronto suena su celular y en pleno éxtasis me dice:

“Es Marcos (mi sobrino)!!!, él fue a comprar las cervezas y me llamaría cuando estuviera regresando para volver a salir!”

Mientras Andy responde yo me levanto y me coloco detrás de él para besar su espalda y recostarle mi erección porque ahora quiero su divino culo!

“Luis... ahora te puedo tutear verdad? (Entre risas)... creo que terminaremos esto después, ya los chicos están doblando la esquina” me dice al tiempo que saca una playera y un pantalón deportivo de su equipaje para vestirse rápidamente.

Yo estaba muy caliente, apunto de explotar pero era mucho el riesgo así que intercambiamos números y me fui a duchar no sin antes decirle:

“Te voy a reventar ese culo” y le doy un beso en sus carnosos labios.

En la ducha aún con el sabor de su rica leche en mi boca, no podía creer lo que acababa de pasar, estaba loco para hacer esto!... Y con mi familia en la casa! Pero no me arrepiento y más después de lo que pasó luego... que les contaré en la segunda parte!

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