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Algunas confesiones de un homosexual (cortito)
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Tiempo de lectura: 3 minutos

En la época en la que viví las aventuras que conté hasta hoy, la homosexualidad no estaba bien vista, era reprimida por la sociedad, y la policía nos hostigaba y en algunos casos nos perseguía.

Dar vueltas por la zona rosa, era algo peligroso, la policía solía parar para pedir documentos y si sospechaban que uno era gay, el trato podía no ser agradable, no estoy seguro que sustento legal tenían para detenerte y llevarte a una dependencia policial, pero podías pasar un mal rato si eso sucedía, en una oportunidad levanté un tipo con el auto y lo llevé a mi departamento, ya había logrado irme a vivir solo y tenía mucha más independencia con respecto a mi familia, y tenía un lugar cómodo para llevar a mis amantes, además me sentía más seguro, que entrando a casas o departamentos de desconocidos, siempre existía el peligro de toparse con un loquito vengador de heteros.

Pero este tipo, ni bien entramos a mi casa, dejó que yo me quite la ropa, y él me miraba y no se sacaba la suya, cuando estuve desnudo, saco una identificación policial y me dijo que quedaba detenido y debía acompañarlo a la comisaría, la verdad es que me asusté mucho y le pedí por favor que se olvide del asunto y entonces me dijo que podía dejarme a cambio de una suma de dinero, yo no tenía esa suma en ese momento, pero podía conseguirla en 24 horas, bueno la cuestión es que bajo amenaza de volver para detenerme, arreglé que le pagaría lo que me pedía, y me dejó seguir en paz con mi vida. No sé qué hubiera pasado si no le pagaba, quizás nada grave, pero quise evitar que el tema trascienda entre mi familia y amistades. Un mal momento del que pude salir sin consecuencias, más que la económica, porque no fue poco lo que me sacó.

Después de ese episodio, estuve alejado de los levantes callejeros un buen tiempo, porque había quedado obsesionado, y una buena solución era ir al sauna, allí no corría ningún peligro y además no sufría pérdidas de tiempo, era muy sencillo para mí conseguir alguien con quien estar siendo tan joven, tenía bastante éxito, no por ser una belleza, simplemente porque era pendejo y no tenía mayores pretensiones, me bastaba que los hombres fueran limpios, no demasiado obesos, y si eran maduros mucho mejor, eran los que más me buscaban y los que más me gustaban, era suficiente que un tipo me deseara, no era importante para mí la belleza física, claro que no iba acostarme con un monstruo, pero no buscaba actores de cine.

Por eso, empecé a ir más seguido al sauna, era muy sencillo encontrar un tipo que me coja, solo tenía que ir, entrar, desnudarme, insinuarme un poco, o quizás ni eso, con acostarme desnudo en una colchoneta y cerrar los ojos, nunca faltaba el que se acercaba a manosearme, o en un gabinete privado dejando la puerta abierta, algunos no encaraban en las salas comunes porque no querían exponerse, entonces para esos servía esperar en un privado, siempre entraba alguno y cerraba la puerta.

Así tuve cientos de experiencias bien variadas, con uno, con dos, con tres, hasta con 6 en una oportunidad, un tipo me llevó a un privado y allí dejo la puerta abierta y cada uno que se acercaba lo hacía pasar para que se la chupe primero y después me cojan, no lo había consensuado conmigo, pero obviamente tenía el morbo de entregar un puto y vislumbró que podía hacerlo conmigo, y no se equivocó.

También tuve varias experiencias en las salas comunes, donde tenía sexo con uno o dos, pero siempre con tipos que miraban, a veces me buscaban después para llevarme a un privado o los menos directamente me encaraban ahí mismo, pero en realidad, en esa época eran más los tipos que buscaban cuidar su privacidad, cada uno es como es.

También hubo un par de historias en las duchas, ahí se estaba más expuesto y muchos no se prendían en un lugar tan abierto, un espacio muy común donde se armaban tipo orgías entre muchos eran las salas donde se veían películas porno gay, ali era muy normal que hubieran encuentros descontrolados, todos contra todos, eso ya era más peligroso por los contagios, porque era difícil controlar lo que pasaba, yo evitaba esa parte.

Una sola vez tuve una relación fuera del sauna, con un tipo que había conocido en uno, (digo uno, porque no solo iba al que conocí primero).

fui cambiando de lugar, había varios, en uno que estaba en la Avenida Pueyrredon, en la zona rosa, ( el primero al que fui con el maduro que me llevó, había cerrado) en ese lugar conocí un médico muy lindo hombre muy atractivo, la pasamos muy bien durante toda una tarde, el tipo no acababa y estuvimos como 4 o 5 horas cogiendo, al despedirnos me dio su teléfono y me dijo que lo llame que podíamos hacer algo en su consultorio antes de que empiece a atender pacientes, me dijo que le gustaría jugar conmigo a que era el médico de una empresa y se encargaba de revisar a los postulantes para un trabajo, y ya se imaginan lo que sucede, pero mejor, eso lo cuento en un nuevo relato.

Espero no haberlos aburrido con mis confesiones.

Si quieren pueden dejarme un comentario aquí o escribirme a mi correo [email protected]

Besos.

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