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Amanda y la cámara web (Parte II)

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Debía de haber sido una tarde tranquila tras volver del trabajo. Tendría tiempo para preparar la noche de aniversario con Amanda, pero un mensaje de un amigo lo había cambiado todo. Mi amigo había descubierto una cámara erótico donde aparecía una chica muy parecida a mi novia. No podía creérmelo, entré y comprobé para mi estupor que era Amanda quien estaba con el chico latino.

Amanda estaba de rodillas, sus mechones pelirrojos caían cubriendo sus tetas desnudas. Allí estaba siendo follado por un hombre al cual desconocía mientras lo emitían por el cam. Esa tarde, debería haber estado con sus amigas, pero parece ser que tenía un amante. Una amante que exhibía ante un grupo de tíos que no dejaban de escribir guarradas sobre ella, y gastar sus monedas en hacer funcionar el vibrador que lleva en su coño.

La acción se detuvo. Ambos se sentaron en el sofá. Se besan. Las manos de Amanda recorrían el pecho del chico, mientras las de él jugaban entre sus tetas y la minifalda aún llevaba. La escena mostraba el contraste entre sus dos pieles. La piel de Amanda era blanca y resaltaba sobre la piel morena de Gabriel. Si, en un momento, entre beso y beso, ella dijo su nombre. Recordé que me había hablado de Gabriel. Lo conoció uno de los primeros días que empezó a ir al gimnasio, y hace un mes, quedaron para ir de compras. ¿Sería ese el día donde empezó todo?

Un pitido me sacó de mis pensamientos. Otra vez en el mismo nickname de antes, marcopolo, que antes había canjeado los pollazos en la cara de Amanda volvió a pedir algo. Esta vez unos azotes en el culo.

Amanda se puso en cuatro apuntando a la cámara. Gabriel se coló detrás. Levantó con cuidado la minifalda mostrando su culo y el tanga que aún llevaba. Sonó el primer azote. Ella se estremecía por el vibrador el cual desde esa posición se ponía ver cómo sobresalía. Sonó la segunda, la cual vino acompañada de un gemido seco de Amanda. Manoseó durante un momento sus dos nalgas, para azotarse por tercera vez. La piel comenzaba a ponerse roja. Le dio un cuarto azote de propina y Amanda sonrió de forma burlona. Cuando quise volver a sentarse de nuevo, él no la dejó. La empujó con el brazo contra el sofá y le puso el culo en pompa para que la cámara lo viera. Gabriel comenzó a azotar sin piedad el culo de Amanda mientras jugaba con el vibrador que llevaba ella metido. Los golpes de los azotes, el zumbido del vibrador y los gemidos se mezclaban. Gabriel aumentaba el ritmo de los azotes y de las sacadas y metidas del vibrador lo que hacía enloquecer a Amanda. Una de las veces que lo tenía fuera, aprovechó y cambió de agujero. Lo fue empujando por el culo de Amanda mientras no dejaba de vibrar. Vi como Amanda dejaba caer la cabeza sobre el sofá y ahogaba sus gemidos en unos de los cojines. Gabriel la siguió torturando de placer con los comentarios del chat hasta que alguien pidió un baile caliente de Amanda y que se quitara el resto de la ropa.

Amanda se repuso. Se levantó y comenzó a contonearse frente a la cámara. Gabriel la agarraba de la cintura desde atrás. Aprovechaba para besar su cuello, a susurrarle al oído. Sus manos iban desde sus pechos hasta debajo del tanga. A ella no le importaba, sentía el miembro de Gabriel entre sus piernas mientras bailaba mirando a cámara. Sonriendo. Dejó caer su minifalda y el chat se volvió loco de nuevo. La situación me enfadaba pero también me parecía morboso. Veía como el chat se llevaba de comentarios lascivos, de cosas que alguna vez le quise decir a Amanda pero que nunca me atreví. Me gustaba ver cómo se exhibía, como después de los besos y susurros dejaba escapar un suspiro o un gemido. Siguió moviéndose delante de la cámara mientras Gabriel comenzó a bajarle poco a poco el tanga. Aprovechó el movimiento para pasar la mano por su coño húmedo y obligarla a chupar sus dedos. Ella los lamió uno por uno, sin dejar de seducir a la cámara con cada uno de sus gestos. Me quedé embobada mirando su lengua jugar entre sus dedos, como entraban y salían de su boca, sin saber si lo hacían más secos cuando entraron que cuando salieron.

Cuando salí de mi fantasía, el tanga de Amanda ya había caído por completo. Las manos de Gabriel apoyadas sobre el vientre de Amanda dejaban ver un coño que conocía muy bien pero que ahora más que nunca me excitaba. Las manos de Gabriel empezaron a jugar con su coño húmedo y pequeño. Un coño completamente depilado que no dejaba ver ninguno de sus pelos pelirrojos. Se lo había depilado la noche anterior y no me había dejado saborearlo. Se podía ver la rosez entre los dedos morenos de Gabriel. Sus dedos iban jugando con los labios de Amanda. Muy suavemente con las yemas de los dedos los separaba y los sacaba hacia fuera. Amanda dejó caer la cabeza sobre el hombro de Gabriel y sus labios hacia su cara, ofreciéndose completamente a su amante.

La escena se trasladó al sofá. Amanda completamente abierta de piernas, con el vibrador asomando y Gabriel sentado a su lado. Comenzó a jugar con sus dedos sobre mi coño. Subía y bajaba con delicadeza mientras la besaba. Le buscó el clítoris para enseñárselo a la cámara y seguir masajeando su coño que poco a poco se iba enrojeciendo. Amanda le susurró algo de forma entrecortada, él se rio y metió con cuidado un primer dedo. Entró suavemente para volver a salir y repetir el proceso. Amanda con los ojos cerrados, disfrutaba. Primero fue uno, luego dos y tres. Aumentó el ritmo y la lengua de Gabriel comenzó a chupar el clítoris. El ritmo desenfrenado de sus dedos entrando y saliendo junto con su lengua lamiendo con imputo el clítoris de Amanda, produjo que ella gimiera más que antes. Ella entrecortaba frases: “Házmelo rico” o “Más, dame más”. El placer de Amanda se completaba por el vibrador que seguía metido en su culo y que no dejaba de vibrar cada vez que lo accionaba los hombres que estaban en el chat. Llegado a ese punto y con Amanda completamente entregada al placer decidí compartir parte del suyo.

¿Cómo seguirá la historia? Comenta qué le pondrías en el chat de Amanda o quién te gustaría ser en la historia. Dime que pedirías que le hicieran en comentarios y espera a la siguiente historia de Amanda.

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