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Anécdotas sexuales (Parte 6)

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La vida se ha encargado de darme increíbles amigos que he tenido prácticamente toda mi vida. Creciendo siempre éramos cuatro.

Manuel, el galán del grupo, amante de los autos, moreno, fornido, cuerpo cuadrado y dueño de un verbo increíble con las mujeres.

Omar, el chico que no consiguió ser popular pero seguía siendo una increíble persona. Deportista, amante del fútbol y de los videojuegos. Con las chicas era algo torpe. Moreno, cabello rizado, bromeabas y le decíamos que tenía genes brasileños, ya que su apariencia parecía de futbolista pampero.

Me pondré a mi primero, porque quiero dejar a mi último amigo para el final.

Yo, Ram, como me han llamado toda mi vida. Siempre me han descrito como alguien de "sangre ligera" capaz de llevarse bien con todos. Mido 1.81, con las mujeres siempre fracasé en mi adolescencia, un suceso (que abordare en otro relato) me marcó fuertemente y mermo mi autoestima y aunque yo consideraba a Manuel, como el galán del grupo, mis tres amigos me consideraban a mi el galán.

Y por último José, o peluchin, como le llamamos por su amplia cantidad de vello corporal. Peluchin es un tipo de 1.75, tez blanca, al borde de lo rosado y era lo que todos llamábamos friki, otaku u otro sinónimo. Amante del anime y siempre actuando como personaje de anime en la vida real. Era increíblemente burdo con las mujeres, pero su respeto y su ternura atraían de vez en cuando a varias damas. Por allá del 2010, José, con mucho trabajo y esfuerzo, consiguió una beca en una universidad en Japón, se fue y no lo vimos hasta dos años después, que es cuando pasó esta historia.

De los cuatro, yo fui el único que no cambió de ciudad para ir a la universidad, problemas económicos y familiares me forzaron a perder varios años y entre hasta el 2011 a universidad. En el 2012 yo tenía 23 años, José nos avisó que vendría de vacaciones por dos semanas y en privado me mencionó que había estado picando piedra con otra amiga de nuestra infancia, Brenda.

Brenda siempre fue bonita, rasgos delicados, pómulos pronunciados, ojos verdes y tez blanca, delgada y con un culito parado que antojaba y unos pechos regulares que en cada ocasión que podía los lucía en un escote. Era la típica niña "goth" en la escuela y eso la hizo un poco marginada, José siempre estuvo enamorado de ella, pero nunca se animó a decirle algo. Le dije que la invitara al cumpleaños de otro amigo de la infancia, Jaime, ya que ahí estarían muchos de nuestros amigos con los que habíamos estado en primaria, secundaria y preparatoria. Me dijo que le parecía gran idea y así lo hizo. Llegó el día. Yo pase por José, fuimos por algo de cerveza y después pasamos por Brenda a su casa. Ella salió y llevaba puesta un vestido floreada que apenas tacaba sus nalgas. Su piel tersa y blanca y un cabello cobrizo que le quedaba muy bien, me sorprendió al verla así, se veía hermosa.

Subió al auto y nos dirigimos a la fiesta, fue en un fraccionamiento de gente de dinero. Uno de nuestros amigos vivía bastante bien y su casa era enorme. Sus padres no estaban y en el patio tenía una alberca y un cuarto de juegos. Todos platicando y bebiendo y pasándola bien, yo veía a José tratar de dar pequeños pasos con Brenda, pero a leguas se veía que ella no estaba interesada en él. Entrada la noche comenzaron a meterse a la alberca y a aventar a aquellos que no se metían a mi me lanzaron y en seguida vi como lanzaron a Brenda, ella al parecer no sabía nadar muy bien y lo noté y me acerque y la tome de sus brazos y en seguida me abrazó como si su vida dependiera de ella. Sentí sus pechos firmes en mi, nade a la parte baje, con mi mano en su cintura y salimos, me acerque a José y le dije "tiene frio, ándale" esperando que le ofreciera su sudadera o algo. Vi que José dijo algo que provocó la risa de Jaime y otros amigos, José se rio con ellos e increíblemente se fue con ellos. Me acerqué a Brenda y le puse una toalla que había y le abracé y comencé a calentarla. Yo ya estaba algo ebrio, su perfume me recordaba a mi ex y su cuerpo firme pegado al mío me provocó una erección.

Le dije "tengo una sudadera en mi auto ¿vamos?" Me dio un silencioso si y caminamos. Al ser un fraccionamiento nuevo, aún no había muchas personas, había casas aún en construcción y eso daba un poco más de privacidad. En medio había un pequeño parque con un lago artificial y una pequeña cabaña con asadores que unía a tierra un puente de madera. Fuimos al auto, saque mi sudadera y ella bajo su vestido, quedando en un bra negro delicioso y dejaba ver ese estomago duro. Le puse mi sudadera que le quedaba obviamente grande y ella bajo todo su vestido. Y lo puso en mi auto.

Me le acerque, puse mi dedo en su barbilla y le di un suave beso, nos miramos fijamente y nos volvimos a besar, daba besos en su cuello y sentía como sus manos buscaban mis nalgas. Me tomó de la mano y me llevo hacía donde los asadores. Estaba solo y oscuro, solo la Luna era testigo de lo que estaba pasando. No parábamos de besarnos, la volteé y baje su lindo calzón de encaje negro, y la penetre lentamente. Sentía su vagina abrirse con cada centímetro que introducía de mi pene. Volteaba a verme, puse mis manos en sus hombres y empuje con fuerza. Gemía con fuerza, la música de la fiesta se escuchaba al fondo. El golpear de mis huevos en su vagina era fuerte, yo bombeaba, por fuera tenia frio, pero mi pene estaba en fuego.

Apreté sus nalgas, le avise que me venía y pregunté entre gemidos si podía correrme dentro. "Si, si, como quieras" me dijo con su voz cortada por gemidos. Empuje con fuerza y sentí mi pene hincharse y descargar semanas de semen dentro de esa húmeda cueva.

Sin tiempo para recuperarme ella se puso de rodillas y comenzó a chupar mi pene, yo estaba sensible, acababa de correrme, mi cabeza roja por la fricción y por el orgasmo. Ella pasaba su lengua por mi glande, con sus manos masajeaba mis huevos y miraba mi cara de placer, yo trataba de hacer que bajara el ritmo, estaba en un limbo de placer, ella seguía chupando, no tomó mucho tiempo, aproximadamente 40 segundos después de haberme corrido en su vagina, me hizo acabar en su boca. Nunca dejo de verme, se levantó y me beso. Paso mi semen de su lengua a mi boca, era un sabor salado y viscoso. Nos besamos, me encendí nuevamente, ella sintió mi grueso pene ponerse duro, me dejo de besar volteó hacia abajo y me dijo "wow, ya estas así otra vez?" Mientras mordía un poco su labio, me dio otro beso y me pidió que la llevara a su casa.

Aquí fue donde caí en la realidad que había tenido sexo con el amor platónico de uno de mis mejores amigos. Se le hice saber, ella entendió y me dijo en una voz increíblemente sexy, dile a José que venga.

Fui con José, estaba realmente ebrio, le dije que me acompañara a dejar a Brenda a su casa, accedió y fuimos. Llegamos a su casa, una casa de dos pisos color café. Totalmente oscura, los padres de Brenda Vivian en Canadá y ella al estar cerca ya de terminar universidad, había decidido terminarla y después irse con sus padres. Entramos, pedí usar el baño y al salir pude ver a José sentado en un sofá de la sala y a Brenda encima de él besándolo. Me quede en la oscuridad viendo. Tímidamente José tomó las nalgas, Brenda hacía el trabajo, bajo el pantalón de José y me volteó a ver a mi. Yo no tengo un gran tamaño y muchas veces el grosor de mi miembro me ha salvado. El pene de José era lo contrario, media unos 12 o 13 centímetros y era delgado. Brenda se levantó y sacó un Condón, expertamente lo colocó y se montó. Pude ver la cara de placer en mi amigo y como uno de sus sueños se cumplía. No tardó mucho, varios gemidos después y escuche a José gritar "Me vengo, me vengo" Brenda se levantó, quitó el condón y beso a José. Pero esté no respondió, se había quedado dormido. Dejando a su hembra de ensueño insatisfecha.

Brenda desnuda, caminó hacía mí y me beso "ya sabía lo que seguía" la llevé al sofá, la coloque al lado del cuerpo de José inconsciente, puse sus piernas en mis hombros e introduje mi pene, "dame, dame verga" me pedía a gritos. No nos importó, los dos gemíamos como si estuviéramos solos, ella llegó al clímax, sus piernas y caderas se tensaron y comenzaron a tener espasmos, pude ver sus ojos ponerse en blanco y sus manos tratando de apartarme, de sacar un poco mi miembro de su vagina. "Ahora me toca a mí" decidido a hacerla "sufrir" después de tener un orgasmo, así como ella lo había hecho en la fiesta. Saque mi pene y lo introduje de golpe y con fuerza, pude ver su cara de placer, su cuerpo se arqueo, gritó y se tomó de la camisa de José, mientras yo empujaba más y más. "Me llega hasta el fondo cabrón, que rico, no mames!" Gritaba mientras José seguía inconsciente. Seguí unos minutos más, su vagina ya era un mar de fluidos, mi semen de hace unas horas y sus fluidos ya eran uno solo. Mi respiración se agitó "te vas a venir?" Me preguntó, yo con la cabeza dije que si. Puso sus manos alrededor de mi cuello y me jalo hacia ella. "Vente adentro, dámelos todos" baje sus piernas de mis hombros y tomando su pelvis empuje y grite de placer.

Ella me besaba, yo no podía porque estaba en un placer increíble. Mis gemidos ya se escuchaban más que los de ella, con su vagina daba unos pequeños "apretones" como si tratará de exprimir cada gota de semen de mi cuerpo. Me tumbe en su pecho, jadeando, y vi a José ahí, derrumbado por el alcohol. Saque mi pene y un rio blanco empezó a fluir de su vagina, ella se levantó, tomo mi mano y me llevo a su cuarto, lo hicimos un par de veces más. Terminamos cerca de las 4 am. Charlamos un poco y me confesó que ella solo quería salir a beber esa noche, sabía que José sentía algo por ella, pero ella no estaba interesada y que termino teniendo sexo con el solo por hacerme sentir algo mejor a mí.

Me vestí, como pudimos subimos a José a mi auto, me despedí de ella, regrese a la fiesta y en el transcurso José revivió, me preguntó que si había tenido sexo con Brenda ya que en sus sueños había escuchado gemidos, le dije "si, si cogieron, te rifaste" y el con una sonrisa se despertó, bajo del auto y vomitó.

Yo seguí hablando con Brenda, no volvimos a tener sexo, pero me contó que lo volvió a hacer con José antes de irse y que ahí José confesó todo, ella lo rechazó y José empezó a llorar y que para calmarlo volvió a tener sexo con él, pregunté como había estado "peor que la primera vez" me sentí un poco mal, José ya está casado y nunca supo de esto.

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