Emprendí un viaje familiar por arreglar papeles a Colombia, las cosas no iban bien con mi matrimonio, estuve varios días en Bogotá y como cosa del destino tuve que ir a Cali a terminar el papeleo.
Hubo un chico que en alguna oportunidad me dio like en alguna publicación de Facebook puesto que tenemos familia en común, pero ni pendiente, todo normal, aunque si se veía simpático.
No fue hasta una noche un cumpleaños de una de mis primas, en las que obvio me arreglé como me gusta y en las que las miradas hablaban por si solas. Sentía no solo la mirada de él, sino de otros. Mi esposo en Venezuela, trabajando y seguramente en alguna relación furtiva.
Atrajo mi atención y yo la de el por completo esa noche. luego de eso intercambiamos mensajes y me elogiaba, me sentía como una jovencita, emocionada y elogiada, me gustaba mucho sentirme así. al cabo de días salimos en familia compartimos, había mucha química, Ya supongo entre más confianza un día nos quedamos solos en un pasillo y se fue sobre mí, me rozó y se me erizo la piel, sentí su paquete y fue una sensación divina. Toda la vida había sido de mi marido.
Me atacó por días, me deseaba, pero no soy de irme a las primeras. Espere, solo un beso y un abrazo nos juntaron en esa oportunidad. En mi regreso a Venezuela, estaba confundida, lo pensaba, lo deseaba y al cabo de unos meses, me la puso fácil mi esposo.
Tenía la coartada de irme pues le descubrí una infidelidad, me inventé un viaje y me fui a Cali a quitarme de encima mi rabia y a matar lo que había quedado pendiente. Me aloje cerca de él. y me trato como una reina, me recibió y todo genial. Bueno llegó el día tenía que consumar lo planeado, el medio torpe pero tosco me beso me desvistió y me sentó encima de él, me hacía sobre el muy duro, se me escapaban los gemidos, su pene no era tan grande pero muy grueso, mi cuquita se sentía apretadita me gustaba como me cogía, aunque el medio precoz, era una experiencia nueva.
Más que por sexo fue una experiencia para quitarme de encima los años de engaño.
Como es normal de esperarse, las cosas no siguieron funcionando en Caracas y al cabo de tres años y con varios meses sin tener sexo, decidí ubicarlo pues aquella vez la cosa no fue tanto sexo sino más compañía.
Lo abordé para ir y nuevamente emprendí el viaje, esta vez sí más sexual el encuentro, me cogía casi todos los días.
Mi cuca se sentía ajustadita, cuando me ponía en 4 veía el cielo, me gustaba mucho. Él se ganó una mamada de güevo, se lo chupe como las diosas, el solo se retorcía del placer, hice que acabara en mi boca. también me sentaba de espaldas y le movía ese culo, en su vida lo habían cogido así. No es muy creativo, pero al menos tuve una experiencia en mi vida.
Nada como marido, pero al menos tuve esa experiencia.