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Carla: Ayuda a Pía a vivir mejor, aceptando caballeros

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Real 100 %.  Carla me lo había adelantado, en el gym se estaba haciendo amiga de una chica de unos 20 o 21 años aparentemente, muy linda, muy muy bien proporcionada, delgadita, y con mínimas tetitas como limoncitos, pero con hermosos pezones duros y saltones.

Por si fuera poco, en la ducha había visto que tiene una preciosa conchi con algo de pelitos, que recorta muy originalmente, en triángulo, desde la comisura superior hacia arriba, y muy recortados en los bordes del triángulo y mas largos hacia el centro.

Cabello (y pelitos) negros, en melena muy corta. Ojos marrones. Hermosa cola. Carla no ve la hora de comérsela.

Obviamente, Carla tomó la iniciativa de conversar al llegar y al irse, de a poco fueron entablando amistad, y se fueron conociendo.

Pía, que así la llamaremos, vive en Montevideo, estudia en una Universidad privada, pero es de una ciudad del litoral oeste, donde viven sus padres.

En Montevideo comparte un mínimo apartamento con otras dos chicas (“hablan tanto que se hace difícil estudiar“) y vive con lo justo o un poquito menos, el sacrificio de sus padres es muy grande para pagar Universidad alimentos y alojamiento, pasando dificultades; “pero espero llegar al fin de los estudios como sea, aún si tengo que seguir haciendo lo de ahora, no voy a abandonar“.

-Y que haces?

-Vi que una de mis compañeras de apartamento a veces acepta alguna cena o salida con caballeros…

-Y lo has hecho?

-Alguna vez, muy necesitada, porque me dijo que casi siempre el encuentro es de sexo, ella lo hace como manera de pagar sus estudios.

-Y te gusta el sexo?

-Sí, pero no puedo perder tiempo teniendo novio, y en esas salidas, casi nunca es satisfactorio, y a cambio obtengo tan poco!!! Además no quiero perjudicar mis estudios, no puedo dedicar mucho tiempo a eso.

-Y cuanto obtenés a cambio de esa salida digamos…

-A veces tres mil pesos a veces cuatro mil.

-Pero es apenas 100 dólares, como máximo!

-Y sí, pero a veces ayuda… tengo que armar mi vida terminando mis estudios, y si sobra algún poquito, al gym para relajarme.

Todo eso es el resumen de lo que Carla me transmitió a lo largo de varias conversaciones entre ellas, por cierto no en un sólo día.

Hasta que, un poco para ayudarla a mejorar su situación, si lo desea, Carla decidió invitarla a tomar un cafecito y seguir conversando.

Temas que van y vienen, en un momento Carla le dice: “me dejaste impresionada de las cifras que me contaste hace unos días…”

-Te pareció mucho?

-Me pareció casi nada! La verdad… tengo amigos que me regalan 10 o mas veces eso!

-No te creo!

-Si… todo depende del nivel. Y de los gustos. Tengo amante, le encanta entregarme a amigos que vamos conociendo; pero claro, son amigos que ni sueñan salir con una chica de 3 o 4 mil… están a otro nivel… y por ahí quedó el tema.

Siguiente salida, otro cafecito en la cafetería del club/gym…

-Sabes que ahora sos vos la que me dejaste intrigada? De verdad hay hombres así? Que pueden pagar y pagan cifras así?

-Sí, créeme que sí.

-Regálame uno! Ja ja ja.

-Ja ja ja… serías capaz? Podés creer? Hay muchos, y si les sumo los que me entrego por placer solamente, a veces hasta tengo que postergar alguno, y siempre alguno quiere traer a otro. Cuando algo te gusta, siempre surgen nuevos. Pero, en serio quieres alguno?

-Te acuerdas que te confesé? A veces he necesitado hacerlo por 3000 o 4000 y me hablas de 5 o 10 veces eso! Uno o dos y soluciono un mes.

-Yo estoy terminando de pagar mi apartamento.

-Y yo pago renta de algo compartido… que diferencia verdad?

-Decidida?

-Decidida.

Te cuento, eso si… tienes que ser de lujo, lencería de primera, calzado de primera, vestirte linda pero sin mostrar lo que vas a hacer, eso en público, en privado cuanto mas putita mejor. Control sanitario máximo de tu parte y de ellos, porque te van a pedir lo máximo…

-O sea?

-Te van a pedir en la boca o adentro…

-Adentro me enloquece aunque nunca los dejo.

-Te lo van a pedir… yo con garantías totales los dejo, hasta les recomendamos el laboratorio indicado, el mejor. Otra cosa, nunca te perfumes salvo que te lo pidan, suelen ser casados… cero labial… nada que pueda mancharlos o denotar que estuvieron contigo. Pero hasta me avergüenzo, parece que te doy clases! Ja ja…

-Genial, ya lo hice, pero me estás mostrando otro mundo, quizás gente de otro comportamiento, los que he estado… medio pelo, nada galantes ni caballeros.

-Todo lo contrario, Sres. muy finos, educados, que esperan lo mismo de ti.

-Hecho… me animo, apenas me faltan lo que queda de este año, casi nada, y dos mas. Y quiero mi apartamento, me gustó esa idea tuya, y que lo concretaras.

-Déjame hablar con alguien… no es el mas pudiente en lo económico, pero tiene todo a favor… seguramente éste llegue a 20 000. Y otra cosa, todos en general son gente muy muy bien, si no aceptas algo les dices NO y listo.

-Ayyy… sí por favor.

-Y no te extrañe si a veces te sientes amiga de alguno o deseas a alguien, lo haces por placer y listo, tenemos junto a mi amante varios amigos así.

-Dijiste que él te entrega y te mira?

-Sí, casi siempre, le encanta participar y verme, excepcionalmente, muy pocas veces, me deja sola con ellos alguna noche. Quedamos así? Te llamo si sé de alguna oportunidad.

-Mil gracias!

Y así quedó el tema.

Conversando todo esto conmigo, por lógica surgió el tema… A quien recomendarle?

Debía ser reconocidamente de confianza, que pudiera ser generoso, por supuesto nuestros amigos son todos sanos y lo pueden demostrar sin lugar a dudas. Estará ella dispuesta a que los veamos la primera vez?

Poco a poco, para una primera vez, rentada, fueron surgiendo dos posibilidades, Pedro el estanciero, pero debe venir desde su campo a Montevideo, nos pareció mejor dejarlo para cuando todo esté en marcha, si ella decide seguir. Y el otro, finalmente elegido, H; el señor  que vive en el edificio frente al Golf, aunque Carla lo hizo por placer, y disfrutamos los tres juntos, al otro día le hizo llegar un mas que interesante regalo, es de total confianza, buena herramienta… casi casi perfecto, falta saber si es que se interesa.

Pase por el edificio, y le dejé un sobre con un mensaje, con encargo al portero de que se lo entregara cuando lo viera solo, sin la esposa. El texto muy simple: “Llámeme, saludos, Sergio”

El portero, de inmediato captó que podría haber algo especial, recordando su visita al apartamento junto al delivery ja ja. Me guiñó un ojo y dijo “Quédese tranquilo, se lo entregaré en el momento adecuado”.

Así lo hizo y recibí la llamada del Sr. H.

Al momento me estaba llamando ja ja… sumamente intrigado. Pensaba mas bien en Carla o en la necesidad de probar una nueva fertilización a Mica, pero le expliqué la idea, y que si aceptaba (estuvo de acuerdo en la cifra sugerida), de ninguna manera estaría implicando que no existan mas encuentros con Carla, “mas bien al contrario, le dije, Carla siente real amistad por ella y quiere que culmine sus estudios”.

Le pareció bien, dijo que anda muy caliente, casi un mes sin sexo, pues es de los que ya no lo hacen con su mujer, y puede disponer de esa cifra, de su cuenta personal donde recibe varias rentas, totalmente aparte de la cuenta conjunta familiar.

A partir de allí, solamente era cuestión de convenir día y hora, si es que Pía aceptaba.

Se comunicó Carla con Pía y le contó lo hablado con H y que aceptaba entusiasmado.

Poco costó que Carla arreglara todo para el sábado pasado, en la mañana, pues la Sra. de H cumplía con eso que parece ser un ritual de Sras. mayores, irse con amigas a Colonia o a Punta del Este por el fin de semana.

Gestionamos descuento con Luis por el apartamento, dado que le explicamos todo y le prometimos invitarlo a alguna fiesta a cambio del descuento. Pagamos nosotros para facilitar todo, y Pía encantada de que estuviéramos pues la tranquilizaba, y H no puso objeción, pues le atrae sentirse observado por Carla, y quizás poder acariciarla o algo mas. Concertamos la hora, pero con Carla y Pia llegando un poco antes, para conversar un poco mas.

-Vas a ver que es muy bien, y hasta vas a gozar, no lo dudes. Fíjate, tengo los papeles de análisis de él… trajiste los tuyos? Te vas a animar? Por favor no le pongas límite de tiempo, a este nivel no se mide tiempo ni prestaciones, es a satisfacción del cliente…

-Sí, entiendo, quiero fidelizarlo, estoy decidida a cambiar de nivel. Tomá mis papeles, fijate.

-Tranquila le vas a gustar muchísimo, sos muy muy linda. Te pregunto algo, has besado a alguna mujer? Si te parece podemos hacer unos juegos previos, para que no estés nerviosa.

-Nunca lo hice, pero me animo, hagámoslo.

Habían combinado ir las dos de vestido casi mini y así lo hicieron, al llegar las vi divinas.

A la hora convenida llega H, muy buen humor, los presentamos, H deja un sobre encima de la mesita central del living y nos ubicamos en los sofás, las chicas en el grande y los varones en los individuales.

Luego de las habituales palabras de cortesía y temas generales, pasamos a una introducción donde Carla ya preguntó a H si Pía le gustaba. -Me encanta! Dijo él… sos una chica preciosa, te veo de buen humor aunque un poquito nerviosa, pero no estés nerviosa, hoy es el primer día de muchos… porque me encantas.

Y ahí, sin mas preámbulos, Carla se giró hacia Pía y comenzo a besarla, primero con los labios cerrados, luego fue abriendo la boca y comenzó a insinuar su lengua en los labios cerrados de Pia… y de a poco se fue dando. Primero se abrieron sus labios, luego, de manera inexperta comenzó a responder con la suya a la introducción de la lengua de Carla. Cero experiencia pero mucha voluntad.

Nosotros mirábamos y disfrutábamos.

De a poco Carla fue aumentando su juego, y obteniendo respuesta no muy perfecta pero sí con voluntad. Pocos minutos y las manos de cada una acariciaban los muslos de la otra chica, los vestidos subían y mostraban la entrepierna, las manos iban a acariciar los senos.

Y como si nada las dos estuvieron el lencería. Por supuesto Carla de negro, bien jugada, mínima. Pía había optado por un color turquesa que le venía muy bien. La tanga no era mínima, era normal digamos, y el brassier, mínimo, dejaba transparentar las tetitas, hermosas y pequeñitas.

Un rato mas de caricias y besos… y Carla se paró, a esa altura H y yo estábamos en boxer, un poco mecánicamente Pía también se puso de pie, y Carla le quitó la tanga, luego el sostén y la acercó a H. - Que te parece H? Te gusta mi amiga? H estaba ensimismado, mirando las tetitas de Pía, no mas grandes que limones, pero con pezones rosados, duritos, erectos.

- Me encanta Pía, dijo H sin dejar de acariciarla… y comenzó a besarla y a acariciar sus nalgas, duritas, redondas… un francés hubiera dicho (sin equivocarse) que tiene un “cul de marbre“ o sea un “culo de mármol” de esos que se tienen a los veinte y pocos años.

Pía respondía bien a los besos, y comenzó a bajarle en boxer mientras se arrodillaba. Al terminar de bajar el boxer, y ver la verga de H a media erección, gruesa, la cabeza cubierta de piel… no pudo contenerse: -Uyyy es grande!

Y Carla… -Ya la disfrutarás… por que no pasan al dormitorio?

Carla y yo, ella en lencería y yo en boxer, nos retrasamos, los dejamos avanzar solos. Y luego los seguimos al dormitorio.

Créase o no, Pía esperaba que llegáramos, mientras se besaban, y entonces volvió a arrodillarse, se llevó la pija a la boca y la chupó suavemente mientras con la lengua trataba de correrle la piel hacia atrás del glande. Pudo hacerlo, y la sacó de la boca para no ahogarse, dura con la cabeza al aire brillando, hermosa.

Se tiraron a la cama, Carla miró fijamente a Pía como diciendo “todo bien” y la respuesta de Pía fue una gran sonrisa.

Ya en 69 se deleitaban haciéndose oral mutuamente y Carla hasta acarició un poco las tetitas de Pía.

Después, H le hizo un concierto de lengua en la conchita y en los pelitos, la dejó super húmeda, y mientras tanto Pía le acariciaba la verga y los testis, y mientras, cogimos con Carla.

Llegaba el momento clave, Carla tomó un sobre de gel, y lo untó en el miembro de H porque por su grosor podría ser difícil la penetración.

Se acomodaron, misionero con piernas de ella sobre los hombros de él y suavemente, a probar! Pía curvó su cuello para ver como le entraba y H hizo todo bien, pequeños empujes, entrando cada vez mas, con ella recibiéndolo con gemidos de placer, que no de dolor. Con todo adentro, el ritmo se fue incrementando, con algunas detenciones para besarla o chuparle las tetas, mordisquear los pezones, cosa que ella aprecia evidentemente.

Y ya al final, lo que nos pareció un toque maestro de H, dijo “me acabo” y la metió bien a fondo, pero a cada chorro la iba sacando un poquito hasta dejar el último chorro bien entre los labios de la concha, y entonces, lenta y delicadamente, se lo fue metiendo nuevamente hasta darle dos o tres bombazos a fondo… Pía con los ojos en blanco no hizo mas que gemir y susurrar “sí sí sí…”

Al salirse de ella, H se dedicó a besarla y acariciarla, y Carla dijo “me dejas?“ y le chupó la concha hasta dejarla limpita, sin desperdiciar nada.

Y luego, una sugerencia… -Pía, deberías limpiarle la pija al Sr”…

-Sííí, y se lanzó a chupársela hasta dejarla brillante.

-Estuve bien Sr? -Ni me digas Sr. decime H, y sí, estuviste súper bien, me encantas, una divina. Espero que en el futuro me sigas recibiendo. -A mi también me encantó, que bien me la puso, y esa acabada interminable, no estoy acostumbrada, y me encantó, quiero seguir aprendiendo contigo. Puedo chuparla un poco mas?

Y se prendió, entusiasta, ofreciéndole la concha en 69. Los mirábamos con Carla, encantados, hasta que H se puso boca arriba y le dijo “montate” y ella, “encantada!”.

Fue muy excitante ver como se montó y como le entró, despacio, los labios de la chuchi dilatados a mas no poder por el grosor del miembro.

Ella subía y bajaba con buena técnica para alguien no muy experimente, hasta que H le dijo “quiero acabar” y ahí ella aceleró y de pronto comenzó como a temblar, acabando antes que él, y luego él, con nosotros viendo como se escurría flujo y leche por el tronco de su miembro.

Ésta vez Carla se encargó de limpiársela a él y luego se fueron H y Pía a ducharse. -Me prometió volver a llamarme, dice que le gusté. Y que hasta podríamos estar los cuatro de nuevo!

-Y que le dijiste?

-Que síí, en las mismas condiciones.

Una vez vestidos, nos despedimos, ofreciendo llevar a Pía hasta su apartamento compartido, lejos de esta zona.

Todo el viaje conversaron con Carla. Pía quedó encantada, no paraba de abrir su cartera y mirar el sobre.

Se manifestada asombrada de la experiencia, tan diferente de las pocas que tuvo con otros hombres, que llegan, la ponen y se van …”Y el regalo”!!!

-Vas a continuar? Si sé de alguien te aviso? Si quieres al avisarte te doy una idea de cuanto sugerirles, puede haber casos diferentes.

-Menos? No estuve bien?

-Nooo al contrario, nunca menos de eso, y muchas veces, más, estuviste genial; y viste que buen trato.

-Ayy sí, un divino… y si surge alguno que sea con análisis por favor, me encanta sentirlos adentro así, esos chorros tibios me enloquecieron.

-Te cuidas con pastillas?

-Sí, obvio.

-Un día de estos te recomiendo unas muy especiales. Te puedo aconsejar algo?

-Sí, claro.

-Comenzá a buscar apartamento, compra cuanto antes, te cambia la vida.

-Obvio que lo haré.

La dejamos a dos calles de su casa para no “marcar” que la llevamos, y Carla, mimosa, la despidió con un beso en los labios, que Pía correspondió un poco sorprendida.

Al bajar del coche dijo “No te olvides, avisame”.

Y Carla: “tranquila”.

Nos fuimos a devolver a Luis la llave del apartamento, conversamos un ratito, se interesó por como era Pía y quedó enloquecido. Pidió cita para el domingo de mañana, y queriendo impresionar bien, dijo -Es un lujo no?

-No lo dudes…aunque ya sabes, delgadita, poca teta pero divinas, un poco inexperiente. Había estado con tres o cuatro pero de esos de mete saca.

-Quiero probarla y asegurarla! Podrá mañana?

-Es domingo, si no tiene prueba el lunes o martes en Facultad quizás pueda…

-La llamas?

-De tarde la llamo y te aviso. (era pasado mediodía, habíamos estado mas de dos horas con H).

-Hola! Pía?

-Sí, como estás?

(continúa)

(8,25)