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Cobrando encontré el placer (4): Después de Adrián

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En otra ocasión seguiré con mis encuentros con Adrián quien fue con quién inicie está aventura del sexo homosexual, pero esta vez relataré otra experiencia.

Seguía en mi trabajo de cobrador a domicilio y me habían asignado un nuevo cliente, quedaba en el distrito de Jesús María acá en Lima, el tipo de llamaba Jorge.

La primera vez que lo vi ambos nos miramos con indiferencia, era un tío de 50 y pico años con una calvicie masculina de cuerpo normal.

En fin iba casi dos veces por semana a su casa pues siempre daba pagos adelantados, pero desde la segunda vez que fui ya su mirada era distinta, había una especie de coqueteo cuando me hablaba, intentaba ser chistoso y galante en pocas palabras se mandaba con todo aún sin yo haber dado muestra de que me gustaba el sexo con hombres.

Siempre me invitaba una bebida y me hacía conversación, que era divorciado con hijos mayores que trabajaba casi siempre desde casa y cosas así, pero ya conforme yo aceptaba sus bebidas el traía más temas como sus amoríos y preferencias en el sexo, poses y demás, y obviamente comenzó a preguntar lo mismo de mi, yo intentaba ser evasivo pero amable.

Un día fui por el pago de siempre y lo encontré más atrevido que nunca, me hizo pasar y no me negué me invitó una cerveza, el ya andaba algo bebido, me quise negar pero insistió y acepte fueron casi 4 cervezas en lata las que tome y me dio de comer pizza, yo quería irme pues debía seguir trabajando, así que me pare fui al baño a orinar y de regreso lo encontré esperándome, me fui a despedir le extendí la mano pero el se lanzó a tomar mi cintura y me empalmó un beso que nuevamente el alcohol me hizo ceder, debo confesar que sus coqueteo me agradaba y siempre me excito saber hasta donde él podía llegar, así que me deje besar sentí sus manos en mi espalda y su lengua en mi boca, y mi pene reventar mis pantalones de la excitación.

Me gustas, me dijo

Me encantas la verdad no sé si soy muy mandado pero me gustas.

Me quedé de una pieza sin saber que decir y ese silencio lo aprovecho me volvió a besar pero esta vez sus manos me recorrieron toda la espalda y tomaron mis nalgas con fuerza y entonces se me escapó un gemido de placer

Eso él lo interpretó como aprobación y continuo llevándome poco a poco hacia el sofá dónde nos encontramos besándonos y acariciándonos ya no pude fingir más moría de las ganas de hacer más, Jorge me fue quitando la ropa y seguía besando mis labios hombros cuello pecho, yo solo gemía y suspiraba, me quito los pantalones y los boxers y así desnudo me tomo de la mano y me llevo a su cuarto donde me tenía reservada una sorpresa

Sergio, me dijo, había hoy planeado esto y no sabía si iba a ligar, pero que bueno que te ha gustado y que yo te gustó, te gustó no??

La verdad si, conteste, me gustas y me excito mucho como me has seducido, a todo esto el me seguía acariciando y besando mientras hablamos, Oh pequeño que rico eres me gustas me pones muy muy caliente, me dijo

En eso abrió un armario y saco varias prendas femeninas, me miró me abrazo y volvimos a besarnos, yo no tenía que esperar a que el dijera lo que quería. Espérame en la sala amor, le dije. Salió y yo comencé a buscar que de esa lencería ponerme, así que opte por un conjunto blanco casi como de novia y unos zapatos de tacón muy alto, al verme al espejo me excito tanto que por poco me vengo ahí mismo sin tocarme.

Salí a la sala y Jorge estaba en el sofá ya desnudo y con una erección preciosa, su pene no era mayor a los 16 cm pero se veía duro y brilloso.

Al verme solo atinó a decir: wow estás bello amor, quiero que hagamos una sesión de amor que nunca olvidemos, ok le dije... me has conquistado me sedujiste... me arrodille ante él y comencé a besar su pene erecto dando besos suaves mientras mis manos acariciando su pecho, piernas y sus huevos, lamía toda esa pieza de carne y mi lengua jugaba en su glande.

El me miraba, suspiraba y gemía, me acariciaba con ternura, entonces metí su pene a mi boca y comencé una mamada fenomenal con gemidos y miradas incluso, Jorge se retorcía del placer.

Aaah Sergio bebito, amor, sigue sigue, yo obedecía así estuve unos 15 minutos entonces Jorge me tomo por los hombros y me sentó de frente a él con mis piernas a los lados y me comenzó a besar con frenesí.

Besos intensos con pasión que yo devolvía, entonces me hizo sin bajarme del sofá que me voltease y dejo mi culo frente a su cara y su pene cerca de mi boca, aparto la tanguita y comenzó a lengüetear mi orificio dándome tal placer que mis gemidos y gritos ya estaban desatados, metí su pene en mi boca y a ese placer en mi culo correspondí con una mamada metiendo ese rico pene duro en mi boca totalmente lubricándolo con saliva así como el metía su lengua en mi hoyo mojándome y dándome sensación de que iba a estallar en un orgasmo.

Jorge entonces como macho me hizo que me sentase de nuevo frente a él, comenzó a besar mi pecho y mis pezones prácticamente se los comió con lo cual ya para mí era imposible no pedir... Cachame, cógeme amor hazlo!!!

El con una mano aparto la tanguita a un lado y puso su pene en la entrada, ambos su pieza y mi culo estaban súper húmedos, lo acomodo y sentí como entro sin dificultades.

Oh aaahhh, siii grite cuál mujer desesperada y loca de placer... dame amor dame grite.

Sergio bebito que rico culo caliente tienes vamos comete toda mi pinga vamos!!! Aaah amorcito Sergio vamos

Y comenzamos a cabalgar... gritos, gemidos besos en la boca cuello mis pezones, mis nalgas estaban fuertemente agarradas por Jorge el sofá iba y venía con nuestros movimientos, fue impresionante porque no cambiamos de posición era la pose de sus fantasías que ya me había contado... Jorge estaba al borde veía su sudor y sus palabras de deseo... bebito, amor, que rico culito mujercita rica... aaah

Jorge! Si papito siii que rica verga así así métela más más mas!

El tiempo fue eterno no se en que instante sentí que chorros de semen salían de mí y cayeron en su pecho, lo cual lo calentó más pues me comenzó a dar más fuerte, yo estaba rendido en su pecho y en eso sentí su... ahhh siii y toda su leche me lleno... me abrazo sin salir de mi nos reclinamos y quedó sobre mi besándonos.

Te quiero mucho Sergio bebito amor, princesita... dime qué está no será la única vez...

No Jorge... aún no me voy...

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