Hola, soy José, este relato es una continuación de mi relato anterior, si quieren saber el contexto, por favor vayan a leerlo.
Como conté en mi anterior relato, yo se la había empezado a chupar a un anciano conserje de mi universidad, acto que termino siendo costumbre ya que prácticamente al terminar las clases, yo iba directo a chupársela, pero poco a poco comenzamos a llevarlo más lejos, ya que no solo se la chupaba en las noches cuando era más seguro, sino que también comencé a chupársela en ratos libres entre clases a plena luz del día, escondidos en algún rincón de la universidad, era bastante excitante la sensación de poder ser atrapados.
Fue en cierto día mientras se la chupaba, el me pidió ver mi culo, así que sin demora bajé mi ropa, y dejé mi culo al aire, de inmediato comencé a sentir como pasaba sus dedos por mi ano, y apretaba mis nalgas, mientras comentaba lo rico que lo tenía. Mientras me chuleaba mi ano, comenzó a meter su dedo lentamente, él tenía unos dedos muy grandes y gruesos, así que estaba siendo muy rico el como hurgaba mi ano lentamente, pronto un dedo se convirtió en dos, y luego en tres.
Mi respiración se había vuelto bastante agitada, cuando súbitamente se detuvo, yo estaba recuperando el aliento para pedirle que continuara, cuando de repente comencé a sentir como su lengua pasaba por completo por mi ano, dándome una sensación de total placer, de ahí en adelante el paso a intercambiar entre su lengua y sus dedos en mi ano, fue tan intensa la situación que me termine viniendo sin necesidad de masturbarme.
Después de que me vine, escuché su risa diciendo si había hecho un buen trabajo, a lo que yo contestaba que sí.
Yo pensé que ya habíamos terminado así que me disponía a volver a ponerme los pantalones, cuando de nuevo comencé a sentir que abría mi culo, y ahí comenzó a trotar su flácida verga por mi ano, estaba usando mi culo para masturbarse, así siguió diciéndome al oído que me quería coger y pronto paso algo inesperado, comencé a sentir algo duro entrando en mi culo, pensé que de nuevo era su dedo ya que como dije en el relato anterior el por su avanzada edad no podía tener erecciones sin embargo, pronto descubrí que no era así ya que se sentía más grueso que sus dedos, cuando gire la cabeza para ver que era, él dijo.
– me tome una pastilla de viagra.
– quiero cogerte.
– solo pienso en eso.
– aunque se me detenga el corazón por la pastilla no hay problema si te puedo coger hasta no poder más.
Yo sonreí, no sabía que estaba tan apegado a mi jeje. Él me dijo si me dolía podía ir más lento, pero yo en agradecimiento por sus palabras, le pedí que se sentara y de un jalón me metí su verga por completo y comencé a cabalgar frenéticamente, tener esa verga dentro era demasiado rico, el sentir que con cada metida tocaba mi próstata era el paraíso, el solo decía:
– qué rico saltas.
– ni mi ex esposa se movía así.
– así que rico, date tu sola putita.
El último comentario no me agrado, pero yo estaba tan excitado por sentir su gruesa verga qué solo me seguí dando de sentones, hasta que comencé a sentir como me depositaba una gran cantidad de semen. Yo me incorpore de nuevo pensando que ya había terminado, pero junto conmigo se levantó el y de una estocada, me volvió a meter por completo su verga y dijo:
– qué no se desperdicie el viagra.
– te cogeré hasta que ya no se me pare.
Y lo cumplió ya que me estuvo cogiendo por una hora o más, a la fecha no se como nadie se enteró o nos descubrió, pero fue un día bastante excitante.