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Cómo descubrí a mi hija con su papá (3)

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Gracias por leer mis anteriores relatos, aquí la última parte de como mi hija cogió con su papá, durante algún tiempo.

Después de la confesión de mi esposo, decidí hablar con Fernanda.

Días después de lo que pasó entre mi esposo y mi hija y del "permiso" que le di para seguirla cogiendo, le pedí que no lo hiciera en unos días, ya que había que protegerla con un anticonceptivo, ya que lo hacían sin condón, aunque no le había echado los mocos dentro de la panocha, todos sabemos que aun así puede haber consecuencias, como un embarazo; le pregunté que si tenía ganas de echárselos en la panocha y él me contestó que era lo que más deseaba, le pedí paciencia y le dije que pronto lo podría hacer.

A los pocos días, en la primera oportunidad que tuve hablé con Fernanda; siempre hemos tenido una muy buena comunicación, de hecho, ella me comentó de su primera vez había sido con un novio de la preparatoria, siempre le inculqué el uso del condón, le enseñé a utilizarlo correctamente, en fin.

Le pregunté que si no había nada que quisiera compartirme, ella me dijo que nada, decidí soltarle todo de una buena vez; sé que has estado cogiendo con tu papá y necesito saber porque lo haces, le dije, ella se quedó callada, obviamente no se esperaba que yo supiera de su relación con su papá, no decía nada, le dije que no estaba enojada ni nada por el estilo, que me tuviera confianza y buscaríamos una solución a este asunto.

Por fin se decidió a hablar, me dijo que nos había escuchado cuando cogíamos, que siempre había tenido la curiosidad de ver y saber porque yo me quejaba tanto, porque se oía la cama moverse tanto y las frases que decíamos, hasta que un día, nos espió, y nos vio por primera vez, recordó que al principio no comprendía que pasaba, porque yo le "besaba" su pene a su papá y él a su vez, porque me "besaba" mi panocha, porque después él se subía en mi o yo en él, fueron varias noches de confusión, hasta que platicas con sus amigas e internet le dieron algunas respuestas, sus papás estaban cogiendo; fueron muchas noches en las que nos vio y nosotros ni en cuenta, hasta que un día, se descubrió a si misma tocándose mientras nos espiaba, siempre había tenido esa curiosidad de saber que se sentiría tener una verga entre las piernas, hasta que tuvo su primera relación, aunque no es muy activa sexualmente hablando, si ha tenido varias parejas con las cuales ha cogido.

Le pregunté que si se protegía como le había enseñado y me dijo que siempre lo hacía.

Le pregunté qué porque su papá, me contestó que era una fantasía que tenía, que lo había visto en una película de internet, no me había comentado nada, porque no sabía cómo lo iba a tomar, pero que decidió hacerlo, porque se dio cuenta de que yo engañaba a su papá, me quedé sorprendida por su respuesta.

Me dijo que no tenía caso que lo negará, ya que ella había escuchado varias ocasiones, en las que hablaba con hombres y quedaba con ellos de que íbamos a coger y que más de una ocasión me había visto llegar a la casa sin tanga o llegaba a cambiármela, me quedé un poco sin habla, nunca pensamos entre mi esposo y yo, que es lo que haríamos si nuestros hijos descubrían nuestras aventuras sexuales.

Le dije que era hora de que supiera algunas cosas; le platique de que yo era muy caliente y de que su papá a veces no me llenaba completamente y de cómo habíamos llegado al acuerdo de que yo tenía "permiso" de coger con quién yo quisiera, también le dije que su papá tenía el mismo "permiso", después de un rato de intercambiar varias impresiones del tema, le pregunté qué pensaba y me contestó, que nunca hubiera imaginado esa situación entre su papá y yo.

Le pregunté qué pensaba hacer, me contestó que respecto al acuerdo que teníamos su papá y yo, nada, pero que ella quería seguir cogiendo con él, ya que le gustaba mucho, le pedí que se tomará unos días para que lo pensará bien, ella respondió, que no tenía nada que pensar, ella estaba decidida a seguir haciéndolo.

Le dije que si ya lo había decidido hacerlo, yo estaba de acuerdo, era mejor que yo lo supiera, pero que también quería pedirle una cosa, que no se enamorara de él, que separa bien sus sentimientos, le dije que yo por ejemplo, aunque tenía un amante desde hace mucho tiempo, nada más era para coger, nunca había habido una situación sentimental con él, ella estuvo de acuerdo, le dije que había que ir al médico a que le recetaran algún anticonceptivo para evitar cualquier sorpresa, ella me dijo que sí, me dio un abrazo y las gracias por comprenderla, me dijo que de haber sabido que lo iba a tomar de esa forma, hubiera hablado conmigo desde hace tiempo.

Esa tarde fuimos al médico y le recetó unas inyecciones mensuales, pero que durante el primer mes debía de evitar cualquier relación de riesgo, esto es, que no tenía que dejar que la penetraran por la panocha, mucho menos dejar que le echarán los mocos dentro de ella, me dijo algo frustrada, que ya quería sentir los mocos de su papá dentro de ella. Le dije que debía aguantarse un poco, que después vendría la recompensa.

Esa noche platicamos los tres de lo sucedido, estábamos sentados en los sillones de la sala, mi esposo y mi hija juntos y yo frente a ellos, estaban abrazados, ella me dijo que si le molestaría que le agarrara la verga a su papá, al principio no supe que decir, le pedí que de momento en lo que me acostumbrada a la nueva situación, no lo hiciera, le dije, mira al rato yo tengo que salir y llegaré tarde, por lo que pueden aprovechar ese tiempo, ella me preguntó que si iba a ver a mi amante, le dije que si, que ya había quedado con él, me dijo que estaba bien y que no me preocupara por su esposo, que ella lo iba a atender muy bien.

Me metí a bañar para después arreglarme, dadas las nuevas circunstancias, le dije que si me ayudaba a hacerlo.

De hecho, ella escogió lo que me iba a poner ese día, una tanga blanca de hilo dental, el cual se perdía entre mis nalgas, por el frente era totalmente transparente, un brasier de media copa, que hacía que mis tetas se vieran más grandes de lo que realmente son, una falda blanca muy pegada que transparentaba mi tanga y una blusa con un ligero escote, me veía y me sentía muy puta, me dijo que iba a ver cómo mi amante me iba a dar una cogida muy rica, le dije que ojalá que si.

Salí de casa y los dos me despidieron desde la puerta, ya había llegado el Uber que me llevaría a gozar.

Cómo se imaginarán, en cuanto llegue a la casa de mi amante, al verme, se le paró la verga inmediatamente, me dijo que me veía increíblemente rica y pasamos a su casa; me dio una de las mejores cogidas de mi vida.

Cuando llegue a casa alrededor de la medianoche, entre a casa sin hacer mucho ruido, quería ver si podía espiar a mi hija coger con su papá, pero no fue posible, me desilusioné un poco, dentro de mi, sentía el deseo de ver qué hacían, pero los encontré dormidos, tapados con la cobija, los destape para decirle a mi hija que se fuera a su recámara, lo que encontré me excito mucho e hizo volar mi imaginación.

Estaban desnudos, mi esposo abrazando a mi hija atrás de ella, él tenía la verga entre las nalgas de mi hija, los separe un poco y pude ver cómo su verga permanecía dentro del culo de mi hija, los desperté y pude ver cómo la verga se le salía del culo y dejaba escapar una buena cantidad de mocos.

Les dije, no desaprovecharon el tiempo verdad? Ellos me dijeron que no; les dije que, solo espero que no hayan olvidado que tenían que evitar meterle la verga en la panocha, me contestó mi esposo que no preocupara, que solo se la había cogido por el culo y que había descargado casi todos los mocos, aunque ya sabes que siempre que sales, te guardo tu ración.

Le dije a mi hija que se fuera a bañar para que se fuera a acostar a su cama.

Siempre que llegó de verme con alguien, mi esposo y yo tenemos la costumbre de que le platique todo lo que me hicieron mientras cogemos, esta vez, cómo era de esperarse, le dije que ahora él tendría que platicarme que pasó, él estuvo de acuerdo.

El me relato lo siguiente: cuando regresamos de dejarte en la puerta, no sentamos en el sillón a platicar un rato, le dije a Fernanda y le dejé en claro, que está relación no podía pasar de lo sexual y que debía separar esto, de nuestro trató diario, que no, porque me la estuviera cogiendo, se iba a aprovechar para abusar de la situación de una familia "normal", ella estuvo de acuerdo y dijo que sabría separar las cosas.

Me dijo que se iba a bañar, que si no quería bañarme con ella, le dije que si, nos metimos al baño y cuando nos estábamos desnudando, cuando la vi, como se quitaba la ropa, se me paro la verga, fue la primera vez que vi como mujer a mi hija, con morbo y deseo; en cuanto estuvimos desnudos, nos metimos a la regadera y ella repego sus nalgas a mi verga, me dijo, que rica se siente tu verga papá, yo le dije que me gustaba sentir sus nalgas con ella, nos empezamos a enjabonar y ella me comenzó a tallar, dándole un tratamiento especial a mi verga, la recorría una y otra vez junto con mis huevos, ella solo suspiraba, a mi me gustaba lo que sentía, luego, ella me pidió que la tallara, le enjabone las tetas mientras se las masajeaba, después baje la mano hacia su panocha, me gusta mucho como se le ve y como se siente, tenía una pequeña mata de vellos, los cuales, con el jabón, cedieron fácilmente al empuje de mi dedo medio, le toque el clítoris, con mucha delicadeza, cuando sintió mi dedo, ella dio un largo suspiró, supe que iba por buen camino, poco a poco, fui abriéndome paso hasta llegar a la entrada de su panocha, jugué un rato con sus labios, hasta que de repente sin que ella se lo esperará, le metí el dedo, lo más profundo que pude, ella se quejó, pero fue de placer y abrió un poco más sus piernas, esto me permitió, meterlo todavía más, iniciando un mete y saca rápido, logrando con esto que se viniera abundantemente, ella gritó disfrutando el momento.

Después la volteé, le talle delicadamente la espalda, la cintura, hasta llegar a sus nalgas, si bien, no son tan grandes y redondas como las tuyas, están pequeñas y firmes, muy ricas; las masajee durante un rato, después se las abrí con mi mano izquierda, mientras que con la derecha buscaba su culo, le toque el culo despacio, hasta que poco a poco, fui metiéndole el dedo, fueron minutos que me parecieron horas, ella nada más gemía, mi dedo llegó al tope y se lo deje un rato dentro, hasta que ella, empezó a mover sus nalgas para que mi dedo entrara y saliera, después al ver qué ya soportaba perfectamente mi dedo, le metí otro más, ella dijo que se sentía muy rico, pero que quería sentir algo más que mis dedos; no lo pidió dos veces, me coloque detrás de ella, coloque la punta de mi verga en la entrada de su culo, como estábamos llenos de jabón y como le había dilatado su rico culo, no me costó nada de trabajo metérsela, se la metí poco a poco, hasta que sentí que ya estaba toda adentro, ahí la dejé un rato y le pregunté que sentía, me dijo que se sentía totalmente llena y que le gustaba mucho, después se la saque toda y nuevamente se la metí lentamente, así durante varios minutos, de a poco fui aumentando el ritmo, hasta que ya lo estaba haciendo de manera frenética, ella me pedía que no parara de hacerlo, que estaba sintiendo muy rico, de repente, ella dio un gran grito y empezó a manifestar la llegada de un orgasmo; me pregunto que le pasaba, le contesté que estaba teniendo un orgasmo anal, su primer orgasmo anal, me dijo que se sentía una dicha y un placer, que nunca pensó que existiera, así seguimos un buen rato, en total por sus movimientos, conté que se vino analmente tres veces, recordando nuestro trató de guardarte un poco de mocos, no me vine. Terminamos de bañarnos y la expresión de nuestra hija era de goce, de gozar que estaba haciendo una travesura más.

Nos secamos y me preguntó que si la dejaba estar desnuda, mi hijo había avisado que no llegaría hasta el día siguiente, le dije que no le veía el inconveniente, así le hizo, se pasó todo el resto del día totalmente desnuda, se veía que disfrutaba de la situación, se notaba muy excitada con estar así.

Yo estaba muy excitado, la prueba era de que en todo momento estuve con la verga parada; me preguntó si le había gustado lo que habíamos hecho, le contesté que si.

Yo para esos momentos al tener la verga de mi esposo dentro de mi culo, me había excitado tanto, que me había venido varias veces, sin que él se moviera como a mi me gusta, que es rápido, muy rápido, lamentablemente así él, no aguanta mucho y se viene a los pocos minutos, también es por eso que me busco quien aguante mucho moviéndose rápidamente, le pregunté que porque los encontré desnudos en la cama, él me dijo que alrededor de las diez de la noche, mi hija le había dicho que ya se fueran a acostar, el aceptó y se fueron a nuestra recámara, se acostaron y mi hija le comenzó a agarrar la verga nuevamente, él le correspondió las caricias, con suaves toques en la panocha, después le mamo las tetas y poco a poco fue bajando, besando cada parte de su cuerpo, llegó a su panocha, la lamió despacio, después le metió la lengua, ella al sentir la lengua se estremeció; le mamo la panocha, logrando que ella se viniera varias veces; tengo que reconocer que mi marido, mama la panocha deliciosamente, tal vez sea el mejor que me la ha mamado en toda la vida.

Cuando terminó, mi hija le dijo que ya no aguantaba más, que quería sentir la verga de mi marido dentro de su panocha, que no importaba si quedaba embarazada o no, el sin dejarse llevar por sus impulsos, le dijo que no, que debían de esperar el momento indicado, pero que harían algo también muy rico, mi esposo se recostó boca arriba, lenta y cariñosamente agarro la cabeza de mi hija y la dirigió hacia su verga, mi hija le dijo que nunca había probado una verga, él le dijo que no se preocupara, que si quería hacerlo, si no más adelante lo intentarían nuevamente, por toda respuesta, mi hija se metió la verga a la boca y torpemente intento mamarle la verga a su papá, el resultado no fue el esperado, ya que después de varias mordidas sin querer, mi esposo la apartó de él y le dijo que más adelante le enseñaría como hacerlo adecuadamente y hacer que al hombre que se la mamara gozará mucho con sus mamadas, es más, le dijo, dile a tu mamá que te enseñe como se debe mamar una verga, ella me dijo que si pensaba que yo lo haría, le contesto que después de todo esto, no creía que se negará a enseñarla, por supuesto que lo haría.

Después se recostaron, el detrás de mi hija, como lo hacemos normalmente él y yo, le coloco la verga en la entrada de su culo, mientras que con la mano derecha, le acariciaba las tetas, con las izquierda, la masturbaba lentamente.

La hizo venirse un par de ocasiones, ella le pidió que ya le metiera la verga, él se la volvió a acomodar en el culo y se la empezó a meter, se tomó su tiempo hasta que llegó al fondo, mi hija gemía fuertemente al sentir que la verga de sus papá estaba totalmente adentro de su culo, él la bombeo, primero lento y después rápidamente, aguanto lo más que pudo, hasta que, le empezó a aventar los mocos lo más profundo que podía, no hasta vaciarse, pero la mayoría fueron a dar a los intestinos de mi hija, así se quedaron dormidos, así fue como los encontré.

Me vine varias veces al terminar el relato, todavía mi esposo tuvo fuerzas para aventarme el resto de sus mocos en el culo, así nos quedamos dormidos también.

Pasaron algunas semanas, en las cuales le enseñe a mamar una verga a mi hija con un juguete que yo tenía, para cuándo hacía falta, siento que aprendió muy bien, ya que mi esposo así me lo hacía saber.

Llegó el momento indicado por el doctor, todos lo sabíamos, yo estaba nerviosa, no sabía si iba a funcionar el anticonceptivo, mi hija estaba muy emocionada, mi esposo anticipando el momento, estuvo casi todo el día con la verga parada.

Él me dijo, que mi hija le había dicho que hoy es el gran día, en que por fin iba a sentir sus mocos en la panocha, el solo le dijo, ya vez todo llega a su tiempo. Para esto y que mi esposo, le pudiera echar una gran cantidad de mocos a mi hija, habíamos convenido, que no cogieran, durante toda la semana.

Mi esposo le dijo que si no quería ver la "primera vez" de su hija, al principio no supe que decir, pero la excitación estaba haciendo presa de mi, le dije que si, pero que como le podríamos hacer, ya que no creía que mi hija aceptará que yo estuviera presente; me dijo que como en algunas ocasiones él se había escondido en el clóset, para ver cómo me cogían algunos amantes, que tuvieron la fortuna de cogerme en nuestra cama, yo me tendría que esconder dentro del clóset, le dije, pero como le haremos para que ella no se diera cuenta de que yo los estaba espiando, él me dijo, que le haríamos creer que yo me iría con uno de mis amantes, para que ellos pudieran estar más a gusto a solas, mi hijo como a menudo lo hacía no llegaba a casa, se quedaba en casa de su novia y no creo que se quedará a rezar verdad?, En fin, yo le dije que si.

Cómo en ya varias ocasiones, mi hija me ayudó a vestirme para irme con mi amante en turno, no sospecho nada, llegado el momento en que me tenía que ir, su papá la mando a la tienda a comprar un refresco, ella se fue y yo aproveche para ponerme algo más cómodo y me metí al clóset, le dije que no se tardarán mucho y el riendo me dijo, que ahora vas a sentir lo que yo siento, esperando a que te metas a la recámara con tu amante, yo solo reí y me metí al clóset, dejando una pequeña abertura para ver bien la acción.

Mi hija regreso de la tienda y pregunto por mí, mi esposo le dijo que ya me había ido, él le dijo a mi hija que se iba a dar una ducha, ella le dijo que si no sería mejor que se bañaran juntos, él le contestó que no comiera ansias, que ya pronto estarían cogiendo como ella quería; el ducho rápido y ella se metió también a ducharse, yo creo que eran tantas sus ganas de tener la verga de su papá, que lo hizo rápidamente, salió solo con una toalla envolviéndole el cuerpo, su papá estaba desnudo, en cuanto la vio la tomó entre sus brazos y por primera vez, se besaron, fue un beso cachondo y cargado de deseo, el lentamente la condujo a la cama y le quitó la toalla, dejando totalmente desnuda a mi hija, él la beso por todo el cuerpo poniendo especial atención en las tetas y la panocha, la cual mamo hasta hacerla venir varías veces, mi hija le pedía que ya se la cogiera, que ya quería sentir su verga en su panocha, el por respuesta la volteó boca abajo, le aplicó el mismo tratamiento, pero cuando llegó a sus nalgas, las beso y se las abrió para mamarle el culo, ella al sentir su lengua soltó un pequeño grito, así estuvieron un buen rato; después mi esposo se acostó boca arriba y le dijo a mi hija que le enseñará lo que había aprendido para mamar la verga, ella se reclinó, para mamarle la verga y se la chupo de una manera excitante, yo estaba totalmente excitada, estaba escurriendo literalmente, metí la mano a mi panocha y me sorprendí al sentirla tan mojada, con un dedo me comencé a masturbar viendo la cachonda escena.

Mi esposo coloco a mi hija boca arriba y le abrió delicadamente las piernas, nunca le había vista la verga tan dura y parada, se colocó en medio de ella, tomó su verga con la mano, empezó a restregarla en toda su panocha, mi hija le suplicaba que ya se la metiera, él tomaba su tiempo, minutos después, el coloco la punta en la entrada de la panocha y le dio un empujón fuerte y contundente, logrando que entrara la mitad de su tamaño, desde donde yo estaba, tenía una visión especial de toda la acción, mi esposo, había dejado una lámpara de buró, hábilmente colocada para que no me perdiera nada de la acción. Poco a poco me metiendo su verga dentro de mi hija, cuando la tuvo hasta dentro, ella tuvo una serie de espasmos, se estaba viniendo con solo tener la verga de su papá dentro de ella, así la dejo un rato, cuando empezó un ligero mete y saca, mi hija empezó a gemir cada vez más fuerte, esto enardeció a mi esposo, comenzó a bombearla rápidamente, mi hija era un océano, por todos los jugos que estaba segregando, así estuvieron un rato, a veces mi esposo se detenía para recuperar un poco el control, no quería echarle los mocos tan pronto, mi hija aprovechaba para mover sus caderas con la verga adentro.

Después él le dijo que se iba a acostar que ella se subiera, mi hija se colocó encima de él y con la mano guío la verga a su panocha, como estaba tan mojada, no costó nada de trabajo, entrar hasta el fondo.

Sus cuerpos estaban perlados del sudor y del esfuerzo, cambiaron varias veces de posición, mi hija gozó de cada una de ellas, después de un buen rato de estarlo haciendo, mi esposo le dijo que era hora de que sintiera sus mocos, él la recostó y levanto sus piernas en sus hombros, la penetró de un solo golpe, sacándole una nueva venida, ella le pedía que ya le echara sus mocos, que los quería sentir lo más profundo que se pudiera, mi esposo se subió en ella haciéndole la posición del caracol, las embestidas eran muy profundas, cuando mi hija llegó a su enésima venida, mi esposo le clavo la verga lo más profundo que pudo y empezó a venirse de una forma de deliciosa, fueron varios segundos en los que soltó y vacío, todo el contenido de sus huevos, cayendo rendido encima de mi hija.

Cuando le saco la verga, estaba muy roja y brillante, lo mismo que la panocha de mi hija, yo para esos momentos ya me había venido varias veces, se besaron nuevamente y me esposo le dijo a mi hija que se fuera a bañar y que se fuera a su recámara a dormir. Ella salió del cuarto, pero se fue directamente a su recámara, mientras mi esposo abría la puerta del clóset y me vio con el pants abajo y varios de mis dedos dentro de mi panocha, me jalo y me aventó a la cama, me quitó el pants y la tanga que traía y me mamo la panocha, con el primer lengüetazo me saco la venida número cinco de la noche, me lo hizo hasta que le regale un par de venidas más, agarro mis piernas y las puso igual que lo había hecho antes a mi hija, me la dejó ir hasta el fondo y se empezó a mover rápidamente como a mi me gusta, tardó muy poco, cuando se subió encima de mi para hacerme el caracol, sentí su venida profunda y sus mocos hasta el fondo, así nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente fui a ver a mi hija, seguía profundamente dormida, estaba desnuda boca abajo, de su panocha seguía escurriendo los mocos que su papá le había echado la noche anterior, había una gran mancha de sus jugos y los de su papá debajo de ella.

Lo goce como nunca, sabía que esa iba a hacer la primera vez de muchas; casi dos años, ellos estuvieron cogiendo, hasta que mi hija encontró a su pareja con la que hoy vive y se olvidó del asunto… al parecer.

Espero que les haya gustado y lo disfruten como los anteriores.

En el próximo, les relataré como, ya destapada la "caja de Pandora", dejé que mi hijo se aprovechara de mi.

(9,28)