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Con el primo de mi primo y el chico del almacén (parte 3)

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-¿Viene el chico del almacén?

-Sí, Toby está bien fuerte y es simpático, pero andá con tiento porque es algo retraído y no sé cómo va a reaccionar.

Lucas enseguida le mandó un mensaje piiéndole que trajera un tercer sándwich para él y unas latas de cerveza y que agregara todo a la cuenta de la tía.

-Estoy a punto de cerrar, respondió Tobías.

-Te esperamos. Si no tenés short de baño, no te preocupes que acá hay.

Ya fuera de la pileta, nos envolvimos en toallas y lo esperamos. Llegó en diez minutos y noté por qué me iba a gustar. Pelo rubio oscuro corto, rulos, ojos claros y pestañas largas. Venía en cuero, con la piel tostada por su trabajo y calzaba unas bermudas color mostaza ajustadas a sus piernas bien torneadas. Nos presentamos y nos sentamos a comer. Lucas le contó que estábamos desnudos debajo de las toallas y le preguntó si le molestaba. Dijo que no, nos comimos los sándwiches y los bajamos con la cerveza. Toby dijo que estaba acalorado por su trabajo y si podía meterse a la pileta.

-Claro, vamos los tres.

Preguntó por el short de baño y Lucas le respondió que no le hacía falta, si le parecía bien. Se quitó las bermudas y lo que vi me puso de nuevo al palo, así que giré para que no viera mi erección, corrí hacia la pileta, sacándome la toalla y tirándome de cabeza.

-¡Qué buen pedazo tenés!, le dijo Lucas, lo que avergonzó un poco a Tobías, pero enseguida se tiró también al agua.

Lucas trajo una pelota y propuso jugar un loco en el agua, guiñándome un ojo. Lo que pretendía era el manoseo mientras jugábamos, como excusa. Y lo consiguió. Él tenía la pelota y había que quitársela. Así fuimos rodeándolo y nos tocábamos los tres. Mi erección era imposible de disimular y ya no me importó. Pude quitarle la pelota y me puse de frente a Lucas, mientras Toby se me acercaba por detrás. Me incliné hacia atrás para pegar mi culo a su pija y noté que ya la tenía parada. Más trataba de sacarme la pelota, más me inclinaba yo contra su cuerpo, hasta que me sacó la pelota.

Lo rodeamos con Lucas hasta acorralarlo con nuestros cuerpos, ya en pleno franeleo. Era muy escurridizo y se nos escapó un par de veces, pero estaba bien empalmado. Volvimos a arrinconarlo y esta vez Lucas lo abrazó por detrás y yo le agarré la pija dura. Abrió los ojos, muy sorprendido, pero se dejó sobar.

-Tranquilo, le susurró Lucas y aflojó un poco el abrazo.

Yo seguía prendido a su miembro y él se relajó, recostando su cabeza hacia atrás sobre Lucas, que no dejaba de acariciarlo y apretar su cuerpo contra su espalda y su traste.

-Hagamos un tren, dijo Lucas, así que sin vacilar me volteé, puse mi culo contra la pija de Tobías y empezamos a hacer un vaivén en el agua, todos al palo. Fuimos y vinimos por toda la pileta, cambiamos posiciones hasta que llegamos a un rincón y empezamos a pajear a dos manos a Tobías y mientras le tocábamos el culo.

Un poco se molestó al principio, pero se dejó llevar y nos empezamos a besar con Lucas, con mucha lengua a fondo. Yo les agarré la pija a los dos, mientras Lucas nos tocaba el culo, hasta que giró un poco y le dio un beso suave a Tobías, que también se dejó hacer por la calentura, se comieron la boca mutuamente y yo me puse detrás de Tobías mientras no dejaba de pajearlo.

Se despegó un poco de Lucas y nos dijo que estaba por acabar, así que paré de sobarlo y le apreté bien fuerte la base del pene para que no se corriera. Me prendí en los besos con los dos y tomé bastante aire para sumergirme y chuparles unos segundos la pija a ambos, al punto de meterme las dos vergas en la boca. Salí a respirar porque casi me ahogo y volvimos a besarnos los tres.

-Salgamos, dijo Lucas y se recostaron sobre las baldosas del borde de la pileta. Me arrodillé entre ellos y empecé a mamarles la pija con entusiasmo, mientras se acariciaban y se besaban con frenesí. Con Toby boca arriba, me puse en cuatro patas sin dejar de chupársela, mientras Lucas me untaba de nuevo el ano con gel. No tardó en empalarme, de a poco, con delicadeza, pero hasta el fondo. Sus embestidas me ayudaban a tragarme la pija de Toby, que ya emanaba líquido seminal.

Le pedí a Lucas que parara y lo dejara a Tobías en su lugar detrás de mí y que se fuera a lavar la pija. Toby no dudó y empezó a cogerme con ganas, mientras yo trataba de acompasar su ritmo. Apenas volvió Lucas con su pija parada y limpia, se la empecé a chupar con todas las ganas, al tiempo que movía mi culo empalado para Toby, que no tardó en eyacular dentro de mí bufando y gimiendo, lo que me puso a mil y aceleré mi mamada a Lucas hasta hacerlo acabar en mi boca. Me dieron arcadas y escupí todo lo que había tragado.

Me tuve que ir a enjuagar la boca y disminuyó mi erección. Se acercaron los dos desnudos y me empezaron a acariciar el culo y la poronga hasta que me recuperé. No tardamos en empezar a besarnos de nuevo y volvimos a calentarnos. Lucas le mostró a Tobías como me la chupaba y le dijo que probara que estaba muy rica. El chico dudó un poco y yo lo seguía besando y acariciando tratando de que se acercara a mi pija dura. Empezó por besarlo a Lucas mientras éste me mamaba y luego se hizo cargo de la tarea, con buena disposición.

Se turnaron para besar y chupar hasta que casi me hacen acabar, por lo que Lucas se posicionó que me lo cogiera, sin que yo dejara de besar a Toby. Puse las piernas de Lucas sobre mis hombros y lo cogí de frente. Fui inclinándome sobre él para besarlo mientras lo bombeaba y al mismo tiempo le ofrecía mi ano a Toby. que me la metió hasta el fondo de una. Me los fui cogiendo a ambos, a uno con la pija y al otro con el culo.

Estuvimos más de diez minutos así hasta que acabé dentro de Lucas. Tobías siguió cogiéndome hasta que Lucas le pidió que se la metiera a él para probarlo. Cedí mi lugar porque ya estaba saciado por el momento y me fui a lavar bien la pija. Los veía y me excité de nuevo, hasta que vi que los dos acabaron otra vez y se recostaban uno al lado del otro.

Me llegué hasta ellos para pasarles protector solar y de paso acariciarlos y besarlos con suavidad, pasando de la boca de uno a la de otro. Noté que Toby estaba algo molesto, se puso serio y le pregunté qué le pasaba.

-No soy puto, me respondió. Me gustan las chicas.

-¿Quién te dijo que sos puto?, le dijo Lucas.

-Por lo que pasó recién, los besos, las cogidas, las mamadas, dijo Toby.

-A nosotros nos gustan las chicas lindas, pero también los chicos lindos. Y vos sos un caramelo para chuparlo todo, le respondió Lucas.

Mientras, yo les limpiaba la pija a los dos, concienzudamente y más que nada para sobarlas, se volvieron a poner duras de nuevo.

-Nunca estuve con una chica, dijo Toby, mientras yo terminaba de limpiarles bien las pijas con agua y jabón, así que simplemente me lancé a chuparlas con ansias. Lucas tomó su celular y llamó a su hermanastra. Yasmine:

-¿Querés venir más tarde a la quinta de la tía a meterte en la pileta? Ya limpiamos todo con Flavio y con Tobías, el jardinero. Dale que te esperamos.

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