De nuevo por aquí, después de convertirme en mamá de nuevo.
Por sugerencia de una amiga del trabajo, abrí una cuenta en la aplicación de moda para conocer hombres, le comenté a mi esposo y estuvo de acuerdo como siempre que le platico mis locuras.
Ideamos una técnica definir si estaba interesada en intimar con los amigos nuevos que iría conociendo.
Nos citaríamos en el bar de conocida cadena de tiendas que ofrece restaurante y bar, además de artículos diversos.
Yo estaría ahí esperando al invitado mientras mi esposo merodeaba por la tienda, al llegar el candidato, le enviaría un mensaje a mi marido en el teléfono para que estuviera atento.
La idea era tener las llaves del auto sobre la mesa siempre al llegar el nuevo amigo.
Y si se daba la química necesaria, yo tomaría las llaves del auto y las guardaría en mi bolso, le enviaría otro mensaje a mi marido para que se acercara y lo presenta al invitado.
Él al llegar, vería si las llaves estaban o no en la mesa entendiendo si me atraía el invitado o no y así saber si quería tener relaciones con ellos, si la llaves ya no estaban, era la señal de que si tenía interés.
De esa manera evitaríamos parecer groseros o herir los sentimientos del otro, no queríamos que se molestaran si no había química.
En fin, subí un par de fotos a la página para que me conocieran en mi faceta coqueta pero discreta y empezaron a llegar los comentarios casi de inmediato.
Inicié contacto con algunos de ellos y me cité con uno de ellos que me gustó.
Quedamos de vernos un viernes por la tarde, le comenté que era casada pero con permiso de mi marido de conocer nuevos "amigos".
No quería parecer muy descarada para evitar problemas así que me arreglé para la ocasión.
Y salimos rumbo al lugar de la cita emocionados.
Era algo diferente porque el hombre con el que me iba a encontrar no sabía nada de mi fama de caliente como lo sabían ya en mi trabajo o familia.
Me puse un conjunto beige, mini falda y saquito con una blusa blanca semitransparente y zapatillas beige de tacón de alfiler.
Llegamos al lugar de la cita mi marido y yo un poco antes de la hora, me despedí temporalmente de él y entré al bar a buscar una mesa para sentarme, escogí una que quedaba justo al fondo de frente a la entrada.
Mi invitado llegó puntual y me ubicó de inmediato, lo saludé de lejos para establecer contacto y se acercó feliz de verme ahí.
Hola, Mariela?
Hola, respondí sonriéndole extendiendo mi mano hacia él y acercando mi rostro al suyo para saludarnos de beso mientras él se sentaba junto a mi.
Noté que su interés de inmediato se dirigió a mis piernas y sonriéndole coquetamente le pregunté:
¿Te gustan? Bajando la mirada hacia mis piernas y regresando a verlo pícaramente mientras acariciaba mis muslos.
¡Vaya que sí! Contestó César, devorando mis piernas mientras notaba excitación en su voz.
Pues que bueno que sea así, tu también me pareces muy guapo dije acariciándole su cara.
Cuando gustes…l e dije acariciando su mano.
Wow! Eres muy atrevida Mariela! ¡Eso me gusta! Me dijo acariciándome las manos mientras nos veíamos empezando a excitarnos.
¡Atrevida y muy intensa soy! Le dije soltando sus manos mientras tomaba mi teléfono celular.
Cuéntame, qué impresión te di al ver mi info en la app?
Rápidamente, el sacó también su teléfono y busco la app de citas y me enseñó mi anuncio.
Ahhh… pues primero me pareciste muy guapa y viendo tus fotos y descripción me interesó mucho conocerte.
Ah pues que bien, dije sonriéndole.
Ahí puse un par de fotos solo para que me puedan conocer.
Ya ni me gustó tu forma de dirigirte a mi y tus fotos.
Dije dejando la mirada bajar hacia su pene que podía ver ya estaba empezando a crecer.
Mira, soy una señora casada, mamá también ya y con permiso de mi esposo de conocer amigos nuevos.
¿Qué buscas tú en este encuentro?
Ni amigo recorrió de nuevo mi cuerpo con mirada lujuriosa y me dijo abiertamente:
Contigo me animé a buscarte precisamente por eso, si eres casada ya seguramente no buscas novio sino sexo cierto?
Jajaja… cierto, muy cierto respondí mojando mis labios y tomando mi teléfono le dije.
No podemos desnudarnos aquí mismo pero te puedo enviar foto mía más íntima.
A ver si te gusta lo que ves, te envío una y me envías una ok?
¡Va! Dijo el tomando su teléfono listo a recibir las fotos.
Le envié una en mi oficina donde se veían mis piernas en primer plano, quién la había tomado obviamente me había visto entre las piernas mientras la tomaba…
¡Uy qué sexy Mariela!
¿Quién te la tomó?
Un amigo dije sonriéndole, ¡vas!
Me envió una dónde estaba sentado en una sala, muy guapo dije.
Le mandé una en bra y tanga que me tomó mi macho negro.
Ay! Exclamó inquieto mientras me acariciaba una pierna y me envió una en traje de baño.
Me gustó mucho su cuerpo!
Le envié una desnuda acostada en la cama rodeada por mis amigos de aquella reunión que tuve con compañeros del trabajo en un hotel…
Wow! Dijo mi nuevo amigo tomando mi teléfono para ver a detalle la foto.
Estaba acostada boca arriba con las piernas abiertas a tope abriéndome la velluda raja mientras mis compañeros de trabajo me tomaban fotos.
Mariela…! ¡Qué bárbara!
¡Qué caliente foto!
Tu turno dije guiñandole un ojo mientras tomaba mi teléfono y buscaba otras fotos más explícitas.
El me envió una acostado en la cama de un hotel con una erección tremenda.
¡Estaba muy vergon! Tenía circuncisión y se veía delicioso su pene.
Sonriendo satisfecha de ver lo que me iba a comer me acerqué un poco más a él y le dije en voz baja:
¿Me quieres coger?
Antes de que me respondiera sonó mi teléfono y respondí de inmediato, era mi niñera y quería saber si le había dejado preparado todo para la cena de mis dos hijos.
-sí, todo está listo solo para calentar, está en el lugar de dormir, ok, adiós, llego temprano…
¿Cuántos hijos tienes? Pregunto curioso mi nuevo amigo.
Dos… soy mamá ya de dos niños.
El se acercó a mi cara y me susurro al oído mientras acariciaba mis muslos debajo de mi minifalda:
Y eres una mamá muy caliente?
Sintiendo sus dedos llegar justo a mi raja le respondí a milímetros de su boca:
Sí, soy una mamá muy caliente que adora conocer machos nuevos que me cojan! besándolo intensamente, dándole mi lengua y dejando que me siguiera acariciando la vagina debajo de la mini falda.
Para los demás parroquianos pasamos como una pareja de enamorados demostrando su alegría de estar juntos.
Tomando las llaves del auto y guardandolas en mi bolso, Time mi teléfono para mandarle un mensaje a mi esposo de que podía unirsenos ya…
Volviendo a besarlo cachondamente, lo abracé mientras él seguía acariciándome las piernas.
Estando con nuestras lenguas bien enlazadas en un beso francés intenso sentí la presencia de mi marido y separándome un momento de mi macho nuevo hice las presentaciones de rigor.
Se sentó al lado mío y quedé entre los dos, recargando mi cabeza en el hombro de mi esposo le dije mientras tomaba de la mano a César y le daba un beso delicado a su mano:
Pues hicimos excelente química dije a mi marido volteando a besarlo en la boca para sorpresa de los demás presentes en el bar, ya nos presentamos y queremos intimar!
Pues me parece muy bien, dijo mi esposo dándome un beso en la mejilla, y tú estás dispuesto a cogerla mientras los veo?
César se acercó más a mi lado y pasándome un brazo por la espalda abrazándome fuerte respondió:
-sí, quiero meterle la verga frente a ti y que la veas venirse conmigo, dijo tomándome el rostro y volteandome hacia él me besó en la boca de nuevo.
Terminado de besarlo voltee hacia mi marido y le dije: nos tomas fotos mientras cogemos?
Sabes bien que me excita mucho dejar un testimonio gráfico de mis relaciones… dándole un beso en la boca.
Ya sabes cuál es la condición, me dijo mi esposo mientras besaba alternadamente a ambos…
¿Cuál es la condición? Preguntó César.
Volteando a ver a César le comenté: él quiere verme siempre mamar a mi nuevo macho hasta que se venga en mi boca, luego enviamos una foto de eso al azar a algún contacto de mi directorio en el teléfono.
Dije bajando la vista ruborizada, me excita mucho exhibirme a los demás.
Desde aquella vez que me descubrió acostándome con uno de sus amigos, me "obligo" a agregar a sus contactos de su trabajo y amigos en mi teléfono, para que si resulta ser alguno de esos contactos el elegido, le envié la foto de su esposa teniendo sexo con alguien más…
Te molesta que envíemos alguna foto de nuestro encuentro a algún conocido de nosotros?
Le pregunté tomando de nuevo su mano y llevándola debajo de mi falda hasta mi raja que estaba mojada ya de excitación.
Nooo… al contrario, dijo él, será un gusto que vean que me estoy cogiendo a tu esposa! Dijo él viendo a mi marido.
Dile cuál es tu debilidad Mary!
Volviendo a bajar la vista ruborizada de nuevo le dije a César:
Me excita mucho mamar, mi felicidad es mamar hasta que se vengan en mi cara o en mi boca!
Acercándome de nuevo a César le dije al oído: déjame mamarte hasta que me des tu semen en la boca mientras mi marido nos toma fotos…te prometo que te va a encantar! Y si me das tu semen así te dejo por mi ano también si quieres…
Al terminar de decir esto, no resistí más y le apreté el pene sobre su pantalón a manera de cerrar la propuesta.
Cesar estaba feliz como niño con juguete nuevo y dijo sí, me encanta la idea dándome de nuevo su lengua mientras nos abrazábamos junto a mi marido.
Terminé de besarlo y me di cuenta que él podía oler ya mi raja caliente que estaba ya destilando jugos precoitales…
Poniéndome de pie Tomé de la mano a ambos y les dije: ¿nos vamos?
Mi marido hizo señas al mesero para la cuenta y nos dijo:
Adelantense uds mientras pago la cuenta, cesar me abrazó y salimos abrazados del bar felices y excitados mientras mi marido pagaba la cuenta.
Continuará…