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Disfrutando coger a mi suegra

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A pesar que hace un par de años estoy separado de su hija,  con Carla mi suegra tengo una relación espectacular, tiene 50 años, pero ni siquiera aparenta 40. Delgada, pelo castaño claro, un cuerpo increíble para la edad, y sobre todo, una mentalidad muy abierta, muy moderna. Fue por la relación que mantenemos que no me sorprendió que me invitase a cenar el viernes a la noche.

-Buenas… Dije ni bien abrió la puerta del departamento y le daba un ramo de flores.

-Hola Fefo, siempre en el detalle vos. Gracias por las flores. Pasa

-Gracias Clara, vos siempre radiante. Todavía no entiendo porque no volviste a formar pareja.

-Mmm Fefo, no tengo ganas de compromisos, estoy bien viviendo mi vida como la vivo.

-Disfrutando…

-Por supuesto. Sentate que ya sirvo la cena. ¿Abrís el vino?

-Ya mismo lo abro.

-¿Cómo andan las cosas con Mariana? Pregunto, Mariana es mi ex, su hija.

-Genial… ella en su casa, yo en la mía. Ni un roce tenemos.

-Sos jodido… El otro día me dijo que te extraña, que está pesando en proponerte volver.

-Para ahí Clara. ¿Me invitaste para decirme eso y tratar de convencerme? Yo vine a cenar con vos, sos mi ex suegra, pero tenemos una muy buena relación, me gusta mucho tu forma de ser, de ver la vida. No para hablar de Mariana. Ella quiso el divorcio hace tres años, yo intenté volver, pero ella no quiso. Basta. Terminó.

-Perdón si sonó así. No, para nada trataría de convencerte. Yo tengo en claro porque se divorciaron. Perdón.

-No hay problema. Carne al horno con papas, me encanta como la haces.

-Por eso la hice. Te sirvo.

Ella sirvió y mientras comíamos hablábamos de mi trabajo, de su negocio, una charla distendida.

-Hoy estoy atrevida… Hace un rato dijiste que te gusta mi forma de ser, de ver la vida. ¿Es cierto?

-Por supuesto, con vos me siento super cómodo charlando, compartiendo tiempo de calidad. Te aseguro que me hubiera gustado conocerte en otras circunstancias.

-¿Cómo es eso?

-Que no seas mi suegra.

-Ex suegra.

-Bueno, ahora.

-¿Y en qué circunstancias y por qué?

-Un viaje de placer, digamos el Caribe, y porque hubiera buscado que pase algo entre los dos…

-Epa… Fefo, eso sí que me descoloca. Sos quince años menor que yo.

-No me importa. A lo que te dije, sumale que tenes un cuerpo maravillo, y te tengo la impresión que sos una tremenda mujer en la cama.

-Gracias por el alago, no sé si soy una tremenda mujer en la cama, sí que me gusta mucho el sexo. No te lo voy a negar.

A partir de ese momento seguimos cenando sin hablar, pero nuestras miradas se cruzaban cada vez más seguido y me fue excitando la idea de ir a la cama con ella. La ayude a levantar la mesa y llevar las cosas a la cocina. En un momento dado, tuve que pasar por detrás de ella luego de dejar los platos en la bacha y tratando de evitar un contacto, la tome de la cintura para pasar.

-Mmm… sí que me agarras firme. Me gusta eso en un hombre, y más en esta posición. Dijo ella.

-Buen dato. Dije atrayéndola hacia mí y besando su cuello.

-Fefo… no empieces algo que no vas a continuar…

-Voy a continuar y acabar…

Ella estaba con una pollera y una camisa. Sin dejar de besar su cuello desabroché la camisa y acaricié sus pechos. No eran muy grandes, pero sí muy firmes. Ella empezó a gemir y acompañar mis manos con las de ella. La pollera callo fácilmente al liberar el cierre que tenía.

-Vamos a mi cuarto. Te aseguro que es más cómodo que la cocina. Dijo sonriendo.

Mientras íbamos le quiete el brazier y cuando llegamos mientras yo me sacaba la camisa ella se sentó en la cama, desabrocho mi jean, abrió el cierre y bajando un poco jean y bóxer se puso a chupar mi pija que ya estaba parada.

-Como me gusta esta pija, por favor, grande pero no exagerada. Dijo ella mientras me la chupaba y yo me terminaba de quitar mi ropa.

Nos tiramos en la cama y ella siguió chupando mi pija sin parar mientras con sus dedos jugaba en su clítoris. Chupaba delicioso, no escatimaba lengua, metérsela por completo en la boca y succionar, besar mis bolas.

-Te voy a ser sincera, hace rato que tenía ganas de esto… pero eras… dijo haciendo un alto mientras me chupaba.

-Pues yo también te tenía muchas ganas, especialmente a ese hermoso culo que tenes.

-Mmm, me gusta la idea…

Siguió chupando y tocándose hasta ponerse a mil… Se puso en cuatro patas y me pidió que se la meta por la concha. La metí y la tomé con fuerza de la cintura.

-Así, agárrame fuerte, cogeme bien cogida Fefo.

Estuve un buen rato bombeando hasta que acabe en su concha y los dos con un grito de placer.

-Dame esa hermosura, quiero limpiarla bien. Dijo Clara y me la chupo hasta dejarla bien limpia.

Fue al baño y luego a buscar whisky y vasos.

-Te cuento que estoy entrando en calor… creo que va a ser una noche para recordar… Dijo ella.

-No tengo dudas, y por varias razones…

-¿Te molesta si incorporo un amiguito que me consuela en las noches de soledad…? Preguntó Clara sonriendo.

-Mientras no lo quieras usar conmigo… Dije yo riendo.

-Tranquilo…

De su mesa de luz saco un consolador de buen tamaño, apenas más pequeño que mi pija y se puso a chuparlo mientras se acostaba transversal a mí para volver a chupar mi pija. Alternaba chupar el consolador y mi pija, mirándome a los ojos demostrándome toda su calentura.

Estuvo así un par de minutos y luego se lo metió en la concha, y lo movía con todo, de la misma forma que chupaba mi pija. Le encantaba chupar y al mismo tiempo darse con el consolador.

Cuando estuve muy caliente, la hice poner otra vez en cuatro y moje con saliva su orto. Ella nunca saco el consolador de su concha. Fui metiendo dedos y abriendo su orto, mientras ella gemía como gata en celo. Tome mi pija y la guie a su culo. Empecé a presionar y lentamente fue entrando.

-Me encanta como estas metiéndola… la quiero toda adentro.

-La vas a tener…

La metí hasta el fondo y fui moviéndome entrando y saliendo de a poco, hasta tomar una buena velocidad y fuerza en las embestidas. Clara empezó a gritar de placer y se daba con todo con el consolador mientras yo le cogía el culo de la misma forma.

-Me volviste muy loca Fefo…

-Eso quiero, tenerte muy loca, totalmente loca para mí.

-Pues lo lograste, estoy muy puta…

-Mi puta, sos mi puta en este momento.

-Si Fefo, soy tu puta.

Escucharla me puso a mil y cada vez embestía con más fuerza y ella gozaba orgasmos fuertes gritando. Estuve casi quince minutos en su culo hasta que acabé llenándoselo de mi leche. Ella tuvo un tremendo orgasmo y cayó en la cama en medio de temblores. Acerque mi pija a su boca y me la chupo por completo.

-Por favor, que cogida hermosa que me pegaste.

-Vos estuviste espectacular… muy caliente como me imaginaba.

-Muy puta… Tu puta.

Tomamos un poco de whisky y le pregunté directamente:

-¿Estuviste con dos hombres?

-No… una fantasía incumplida…

-Si queres, tengo un amigo y podemos cumplirla… pero, vos tenes que cumplir una mía.

-¿Cogernos a Mariana y a mí juntas?

-No era esa justamente… pero no es mala idea…

En la charla que siguió comprobé que mi suegra era una verdadera depravada. Y con la charla se puso muy caliente. Tanto que hablábamos y se puso a masturbarme poniéndola como de piedra.

Esta vez me monto ella dándome la espalda, y se metió mi pija en la concha. Subía y bajaba con todo. Era una maquina esa mujer, no paraba de gemir y apretarse los pechos.

-Dale unos chirlos en el culo a tu puta… Dijo

Le di un par de chirlos y ella reaccionó moviéndose con más fuerza aún.

-Metete el consolador en el culo. Le dije y le di otro chirlo.

-Si… no pares…

Se metió el consolador y lo enterró hasta el fondo mientras yo golpeaba su culo. Estuvo varios minutos hasta que acabe en su concha y ella también acabó. Se quitó de encima de mí, chupo mi pija y recién ahí se sacó el consolador del culo.

Nos dormimos con la promesa de cumplirnos las fantasías.

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