Nuevos relatos publicados: 7

Dos sirvientas sumisas de paseo con su amo (Parte 1)

  • 18
  • 10.441
  • 9,40 (5 Val.)
  • 0

Hace algunos años a través de redes sociales con una amiga travesti entramos en contacto con un hombre que estaba muy interesado en vivir una aventura con dos travestis de closet como nosotras, dado que su mayor placer era dominar, humillar y castigar a mariquitas afeminadas comenzamos a chatear frecuentemente entre los tres, si bien no siempre estábamos todos si comenzamos por este medio a planear un viaje de placer, en donde él nos sometería a su gusto.

Estuvimos conversando así durante algunos meses sobre todas las fantasías que nos gustaría realizar sin pensar que lo pudiéramos hacer pues si bien nosotras vivíamos relativamente cerca, no era el caso de nuestro amigo quien vivía en otra ciudad, fue un sábado en la noche cuando él nos preguntó muy seriamente en una de nuestras sesiones por una fecha en la que pudiéramos hacer un viaje juntos, nos aseguró que lo único que teníamos que definir era un viernes y que él se encargaría de nosotras hasta el domingo en la noche cuando nos regresaría sanas y salvas a nuestras casas, nos prometió que disfrutaríamos mucho, que recibiríamos muchos regalos y que aunque nos iba a castigar no nos haría ningún daño.

Como todo sonaba tan divertido ambas revisamos nuestras agendas y le propusimos un viernes a principios del mes de febrero, el rápidamente nos contestó que era perfecto y después de un momento nos llegó una cita en el calendario a las 5 de la tarde de ese día, en donde fijaba como punto de encuentro un centro comercial muy reconocido que está en el extremo norte de la ciudad. Como nosotras ya nos habíamos encontrado antes nos fácilmente y tras solo unos minutos el llego, ambas lo reconocimos fácilmente por la foto que nos había enviado y antes de que pudiéramos hablar ya nos estaba indicando amablemente que lo acompañáramos para irnos de ese lugar pues se estaba llenando mucho de gente, lo seguimos en dirección a los parqueaderos mientras notábamos la cantidad de gente que estaba llegando y rápidamente nos paramos frente a un carro grande, el abrió las puertas con un control y nos pidió que nos sentáramos juntas atrás. Una vez en el carro y notándonos algo nerviosas él se giró antes de prender el carro y nos dijo no solo su nombre sino que también nos habló de su ocupación, nos contó que disponía de bastante dinero pero debía guardar todo el tiempo las apariencias y un perfil muy bajo, nos dijo que tenía disponible una finca en un pueblo a media hora de viaje, en la cual solo estaríamos los tres y que ya había comprado todo lo que pudiéramos necesitar para ese fin de semana.

Ya más tranquilas por sus palabras y la forma en que nos trataba ambas le dijimos que si queríamos ir de viaje, antes de prender el carro el saco de la guantera dos estuches y nos dijo “princesas, como han aceptado ir en esta aventura se han ganado el primer regalo, en este estuche encontraran un collar con un dije con el nombre que usaran este fin de semana. Durante ese tiempo solo podrán llamarse de esa forma entre ustedes, a mi deben decirme Señor, AMO o Papi según la ocasión” nos entregó a cada una un estuche y arranco el carro mientras nosotras mirábamos nuestros nombres. El mío era Candy, venia en un dije de placa así grabado, mi amiga recibió el nombre de Susi. Nos favoreció en el viaje que íbamos saliendo de la ciudad mientras la mayoría iba entrando y mientras el Señor nos decía la forma en que debíamos comportarnos y las reglas llegamos a una reja que daba entrada a varias fincas de recreo, él dijo un nombre en la portería y pasamos inmediatamente, apenas perdimos de vista la portería y con la confianza que nos daba el hecho de que el carro tenia las ventanas polarizadas nos dijo que nos quedáramos solo en ropa interior, pues habíamos acordado que ambas estaríamos vistiendo pantis y sostenes negros con medias de liguero debajo de nuestra ropa de hombres, apenas estuvimos listas el paro el carro y nos dijo que tomáramos una bolsa blanca que venía en la parte de atrás, cuando miramos notamos por primera vez que además de la bolsa había 4 maletas grandes, dos cajas con alimentos y varias bolsas en la parte de atrás, para alcanzar la bolsa blanca ambas nos pusimos de rodillas en la silla y mientras la cogíamos el Señor nos tocó por primera vez las nalguitas, nos dijo que las abriéramos en esa posición y al obedecerle sentimos como nos metió a cada una un dedito por el culito, cuando encontramos la bolsa y la abrimos había dos uniformes de sirvientas y maquillaje básico (labial y sombras), ambos eran negros y sencillos, constaban de un vestido de falda hasta las rodillas y un delantal, las dos nos colocamos el uniforme y nos maquillamos la una a la otra en esa posición mientras el Señor seguía tocando nuestras nalguitas y cuando estuvimos listas continuamos el camino.

Después de un rato durante la carretera llegamos a la puerta de la finca que íbamos a usar ese fin de semana, estaba alejada de las otras fincas y rodeada por árboles y arbustos, era una casa de un solo piso amplia y rodeada de zona verde, tenía algunos juegos infantiles, jardines y una fuente, dejamos el carro justo en la puerta y esperamos que él nos abriera la puerta. Apenas lo hizo nos bajamos del carro y tomando las puntas de las faldas hicimos una venia cruzando las piernas y levantando la falda mientras decíamos nuestros nombres seguidos de “a su servicio mi Señor”, él nos dijo que lleváramos las maletas y bolsas a la sala y la comida a la cocina, mientras bajábamos todo del carro nos abrió la puerta y siguió hasta uno de los baños, cuando salió nos ordenó que buscáramos en una de las cajas y le sirviéramos algo de tomar. Mientras yo lo obedecía Susi termino de repartir las cosas en su lugar, al terminar nos dijo que lo siguiéramos y mientras tomaba su trago fuimos mirando cada una de las habitaciones de la casa, eran 4, más una pieza pequeña en la cocina para el servicio, la sala era muy amplia y contaba con una terraza con techo con muy buena vista, tenía dos baños grandes y una cocina muy amplia. Cuando llegamos a la habitación principal el Señor nos ordenó que nos pusiéramos de rodillas y poniéndose frente a nosotras nos indicó que le quitáramos el pantalón mientras él se sacaba la camiseta que tenía puesta. Mientras lambiamos juntas su bóxer y los bajábamos con la boquita nos ordenó ir preparando los culitos con saliva y los deditos. Cuando logramos bajar su bóxer entre las dos chupamos, mamamos y lambimos su verga y sus bolas como dos hembras calientes, entonces él le dijo a Susi que se pusiera en cuatro sobre la cama.

Apenas ella lo obedeció el Señor saco su verga de mi boquita y mientras lentamente le metía su rica verga por el culito a mi amiga me dijo que me pusiera delante de Susi para que ella preparara mi culito, yo obedecí y me puse en cuatro pegando mi culito a la boquita de Susi, quien excitada por sentir esa gran verga en el culito me comenzó a chupar entre gemidos metiendo la punta de su lengua por todo mi culito de la forma más deliciosa que se pueda imaginar, estuvimos así un rato hasta que el me llamo a que le ofreciera el culito, yo me moví de rodillas y me puse al lado de mi amiga con el culito bien paradito, el saco la verga del culito de Susi y rápida pero gentilmente comenzó a meterla en mi culito, la sentí muy grande, caliente y muy dura, era gruesa y sentía como me abría toda, me sentía completamente sometida por su verga y apenas era capaz de mover mi culito, el seguía metiendo su verga y cuando la tuve toda adentro se quedó quieto un momento mientras le decía a Susi que me besara. Cuando ella lo hizo me devolvió a mi cuerpo, estaba súper excitada y caliente, feliz de sentir esa verga en mi culito, devolví sus besos mientras el comenzaba a moverse para comerme toda por el culito y hacerme gemir como una puta. Después de darme así por una rato sentí como la verga del Señor se ponía más caliente y el anuncio que debíamos ponernos de rodillas nuevamente pues nos iba a dar su leche en la cara y la boquita a las dos, cuando nos pusimos de rodillas frente a él con nuestros ojos mirando hacia arriba y nuestras boquitas abiertas él se masturbo pegándonos con su verga en la cara a las dos y poniéndola en nuestros labios pintados hasta que vimos cómo nos llenaba la cara con su leche, las dos abrimos la boquita lo más que pudimos recibiendo chorros directos en nuestra garganta y cuando termino nos dedicamos juntas a dejarlo limpio primero y después a lamber de nuestras caritas todo rastro de su leche.

Él nos dijo que preparáramos la cena mientras se duchaba quería nugets de pollo por lo que no demoramos nada preparando la cena para los tres, la teníamos lista cuando el regreso a la sala y nos ordenó que le sirviéramos, cuando lo hicimos nos ordenó que antes de comer nos cambiáramos de ropa, quería que estuviéramos solo en ropa interior para comer, nos indicó que había una maleta para cada una marcada con nuestros nombres, cuando fuimos a la sala las encontramos fácilmente y al abrirlas encontramos mucha ropa femenina, juguetes eróticos y otras cosas, buscamos rápidamente entre las dos un par de conjuntos sostenes y pantis, cuando nos cambiamos y servimos nuestra comida él se paró tomo nuestros platos y los puso a sus pies, las dos entendimos de forma muy sumisa nos pusimos en cuatro y comenzamos a comer del plato usando solo nuestra boquita y lengua para tomar la comida como dos perritas, cuando terminamos nos ordenó recoger los platos y ponernos la pijama, pues estaba cansado y quería acostarse a dormir. Nos levantamos con los platos y después de lavarlos nos fuimos a buscar a nuestras maletas los pijamas que nos pondríamos esa noche. Encontrar las pijamas que el Señor quería que usáramos no fue tan sencillo como con la ropa interior, la cual estaba a primera vista, para dar con las pijamas las dos tuvimos que desempacar casi todo el contenido de la maleta pues estaban en la parte de abajo, mientras lo hacíamos nos mostramos la una a la otra la ropa que el nos había comprado para ese fin de semana, toda estaba nueva, además de vestidos, faldas, pantimedias y otras prendas también nos había dado a cada una dos pares de zapatos, unos tacones y unos tenis, además de chanclas y un par de vestidos de baño, teníamos disfraces eróticos, juguetes eróticos nuevos para cada una, cuando llegamos a las pijamas notamos que cada una tenía 4 todas en bata, además de 2 baby doll uno rosado y uno rojo para cada una, el Señor nos dijo que nos pudiéramos los baby doll rosados con la bata y la ropa interior que quisiéramos, las dos nos pusimos de acuerdo en ponernos batas rosadas de algo parecido a la seda con encaje, medias de liguero blancas y ropita interior de encaje rosada, mientras nos cambiábamos nos tomaos unos tragos y atendimos a nuestro Señor quien a cada rato nos tocaba y humillaba, una vez estuvimos listas él se paró del sillón y después de que fuimos al baño y nos maquillamos bien, nos llamó para una de las habitaciones, para nuestra sorpresa era la que tenía la decoración para niñas, una vez estuvimos en la cama nos ordenó que comenzáramos a besarnos y tocarnos mientras el miraba, lo obedecimos de inmediato fundiéndonos en un beso, mientras con nuestras manos recorríamos el cuerpo completo de la otra sin siquiera subirnos las pijamas. Él nos ordenó que nos acostáramos y nos fue indicando como quería que nos tocáramos, siguiendo sus órdenes hicimos entre otras un 69 de lado, nos pusimos la una encima de la otra, metimos la cabeza entre la pijamita de la otra, luego Susy se puso encima de mi siguiendo sus órdenes y pude ver como el Señor acercaba su Verga dura y caliente al culito de mi amiga, mientras yo tenía su colita en mi boquita.

El no tardó mucho en meterlo todo adentro mientras ella gemía chupando mi colita, yo solo podía ver como sus deliciosas bolas chocaban contra el culito de mi amiga, estuvo así un momento y luego la saco del culito y mirándome fijamente me ordeno que la chupara, yo saque la colita de mi amiga de mi boquita y subiendo la cabeza alcance a lamer la punta de su verga, entonces el paso la punta por mi lengua y luego bajo su cadera llenado mi boquita con su verga, la metió completa dentro de mi boca y mi garganta, ahogándome pero poniéndome súper caliente, se movió sacándola y metiéndola, comiéndome toda por la boquita durante un rato, luego la saco y fue a comerse mi culito todo, así tan caliente me vine toda en la boquita de Susy mientras él nos miraba y le decía que debía tomarse toda la lechita y dejarme bien limpiecita, luego paso a comerse la boquita de Susy y me ordeno que además de chuparla metiera mis deditos por su culito, yo lo hice mientras el metía su verga por su boquita hasta que descargo toda su leche en su boquita, yo sentía como ella tragaba y también como caía una parte de su leche entre mis piernas y mi colita, apenas el señor termino de venirse y mientras seguía limpiando su verga Susy se comenzó a venir en mi boquita gimiendo muy femeninamente, moviéndose para meter su colita toda dentro de mi boquita, me lleno de leche la garganta, yo contenta me relaje y comencé a tomarla directo de su colita sin derramar nada, mientras ella con su lengua limpiaba la verga del Señor y me limpiaba toda todavía encima de mí.

Después de ver que quedáramos limpias y con las pijamas bien puestas el Señor nos ordenó que nos acostáramos a dormir juntas, él se fue a la habitación principal a dormir, Susy y yo conversamos un rato y nos quedamos dormidas fácilmente, pues estábamos cansadas y con muchas ganas de que llegara la mañana, además los tragos que nos habíamos tomado ya hacían su efecto. Despertamos casi a las 10 de la mañana y el Señor seguía dormido, por lo que aprovechamos para ordenar la casa, ir al baño y hacer el desayuno, cuando despertó era casi medio día, escuchamos como iba al baño y cuando salió estamos las dos de rodillas esperándolo en la sala, pues esas eran sus órdenes, el llego con su verga en la mano, se veía mucho más grande y gruesa que la noche anterior, al vernos de rodillas se puso frente a nosotras para que lo chupáramos y después de comernos por la boquita a cada una termino bañando nuestras caritas y llenando nuestras boquitas con su leche, después de limpiarlo bien y limpiarnos las caritas con la lengua ante su atenta mirada fuimos a servir el desayuno y volvimos a comer a sus pies mientras el comía y sobaba nuestras cabezas, al terminar y después de recoger y lavar los platos nos ordenó que nos bañáramos y nos pudiéramos los vestidos eróticos de sirvienta que había puesto en nuestras maletas, ansiosas por lo que seguía nos bañamos juntas y nos vestimos rápidamente con vestidos de sirvienta eróticos de faldita corta, con guantes, medias de liguero y pantis con aberturas en nuestros culitos, también nos maquillamos como dos nenas y nos colocamos los tacones que venían encontrando que nos quedaban un poco apretados. Cuando estuvimos listas el fue a una de las dos maletas que seguían sin abrir y la llevo hasta la mitad de la sala, la abrió y saco primero algunas cuerdas, unos collares gruesos de perra rosados con nuestros nombres, látigos y juguetes eróticos, entonces nos ordenó que saliéramos a la parte de afuera y nos pusiéramos en cuatro pegando nuestras nalguitas cuando llegamos nos comenzó a dar nalgadas, mientras nos calentábamos todas, luego con la cuerda nos amarro juntas por los muslos y la cadera haciendo que nuestros culitos quedaran juntos al estar erguidas y que se pusieran a su disposición cuando nos hacía bajar los pechos hasta el piso, nos puso en las muñecas unas esposas de cuero y comenzó a regar lubricante en nuestras nalguitas mientras nos seguía dando nalgadas.

Después de tenernos así fue a la maleta y saco un juguete nuevo en su estuche y nos lo mostro, yo alcance a leer algo en el texto que decía “doublé doggi dildo” y ver que era de látex, tenía dos extremos iguales, era negro y morado y tenía dos controles que estaban conectados en la mitad del juguete. Escuchamos como lo saco del empaque y luego sentí sus manos en mis caderas, el nos movió de forma que pudo comenzar a meterlo por los dos culito a la vez, si bien no eran tan grueso si era largo y sentí como en la punta había algo duro mientras el resto era más suave, cuando lo tuvimos adentro nos dejó levantar nuestras cabezas y ponernos en cuatro como dos perritas. Tomo una silla y se sentó cerca a nuestros culitos mientras nos decía que quería ver cómo nos mojábamos abotonadas como dos perras calientes, entonces sentí que el juguete en mi culito empezó a vibrar suavemente, eso sumado a sus palabras hizo que comenzáramos a mover las nalguitas suavemente, él nos animó dándonos algunas nalgadas y latigazos mientras subía y bajaba la velocidad de la vibración lo que nos hacía gemir a las dos, tras un momento así nos dijo que ahora íbamos a saber cómo se sentía ser una perrita entonces comencé a sentir como el dildo que tenía dentro de mi culito aumentaba su tamaño, cuando puede vi que él tenía en su mano una bomba de aire negra pequeña y lo que pensé que era un control era una parte manual del juguete que servía para inflar las dos puntas de forma simultánea.

Lentamente, mientras seguía jugando con el vibrador y dándonos nalgadas fue inflando los dildos en nuestros culitos, lo que me hacía calentar toda pero también me causaba algo de dolor cuando de alguna forma separa mi culito del de mi amiga. Cuando termino de inflarlos me sentida completamente llena, sentía mi culito a reventar, completamente lleno, entonces él nos empujó de lado y nos ordenó que nos pudiéramos boca arriba, como pudimos y entre gemidos obedecimos sus órdenes y terminamos con las piernas abiertas, las falditas arriba y completamente abotonadas, él puso la vibración al máximo y tomando la cámara con la que nos había estado filmando comenzó a decirnos que nos tocáramos todas sin quitarnos las pantis pues quería ver como las dejábamos bien mojaditas, las dos completamente excitadas comenzamos a tocarnos por encima de las pantis mientras gemíamos y nos movíamos como dos hembras en celo, él nos filmaba de cerca mientras nos decía que éramos unas perras sucias, una sumisas a su voluntad y muchas otras cosas que nos ponías todavía más calientes, tras un rato así Susy comenzó a mojarse toda y como estábamos tan pegadas su calzón comenzó a mojar más el mío, lo cual me hizo mojar toda entre gemidos menos de un minuto después.

El Amo se paró y mientras nos miraba sonriendo tomo el control de los vibradores y los apago, luego tomo la bomba y pude escuchar que algo hizo clic entonces nos dijo que era normal que las perritas quedaran abotonadas un rato después de ser comida por un perro, que teníamos que esperar que los dildos se desinflaran y salieran de nuestros culitos, lo cual podría tardar una media hora a la velocidad que él había programado. Nos dijo que descansáramos un rato mientras iba a tomar algo y nos dejó en el piso, mojadas, atadas y abotonadas.

Claro que regreso, pero lo que paso después de este descanso prefiero contarlo en una segunda parte, pues este relato ya me está quedando muy largo, publicare la primera parte y luego de que publique la segunda los voy a guardar completo por si alguna persona lo quiere puede escribirme a mi correo [email protected] y con mucho gusto se lo puedo enviar, hago esta oferta porque me encanta recibir correos de todo tipo especialmente de otras sissy que quieren estar acompañadas al estar con un macho dominante o compartir con alguien como ellas, en todo caso si algo de este relato puede haber gustado o excitado a otra persona me gustaría saberlo y sobre todo verlo.

(9,40)