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El capricho de mi prima (I)

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Yo tenía unos años trabajando en una ciudad del occidente del país, contaba con mi departamento y buenas relaciones, me había movido desde el oriente del país, lejos de la mayoría de la familia, de algunos que no tenía muy buena relación y también los deseos de tener más libertad para mí; pero si todos los años me iba unos días de vacaciones a visitar a la familia.

En uno de esos viajes me encontré con una de las primas con las que jugaba de niño, yo era unos dos años mayor, pero tenía años de no verla, de nuevo vi que teníamos buena química, esa semana disfrute más de la compañía de familiares por ese encuentro, de hecho ella me invito a varios paseos con otros familiares, me bombardeaba con preguntas de cómo me sentía estando tan lejos, como era el ambiente en la ciudad donde vivía.

Pasaron varios meses y ella me escribió, dijo que había conseguido un trabajo en ventas, así que le tocaba hacer giras y una de las giras importantes era en la zona donde yo vivía.

-No conozco la zona, crees que me puedas ayudar a conocer mejor el lugar?

Primero dude, porque pensé que sería volver a involucrar a familiares en mi ambiente ideal, pero, bueno… ella me resulto agradable y al final me gustaba su forma de ser. Tome unos días libres para acompañarla, tenía cierta flexibilidad en mi trabajo.

El día que llegó, venia en un carro de la empresa, no venía sola, traía una compañera. Nos saludamos, ella me dio un gran abrazo y beso, luego me presento a la compañera, que claro, fue menos efusiva, además era muy diferente a Isabel.

Para empezar, Isabel era ojos verdes, cabello casi rubio, mejillas rosadas con unas cuantas pecas, una boca siempre sonriente, de labios carnosos, media 1.60 lo que la hacía ver algo rellenita, porque cuando caminaba se mostraba su lado voluptuoso, sus pechos se movían muy sugestivamente y pensar que de chica era una tabla; la compañera, se llamaba Rossy, era más callada, figura delgada, cabello y ojos oscuros, tenía una boca pequeña pero de labios generosos, a pesar de ser tan delgada tenía unas caderas que la hacía lucir atractiva, y media 1.64.

Ella manejaba, yo iría en el asiento trasero, dándoles indicaciones, primero les pegunte a donde debía ir, me dijeron de varios lugares algunas eran pequeñas ciudades periféricas en la que vivía, así que tenía que conocer, presentarse en los negocios a los que visitaban y arreglar tratos, yo desde atrás les indicaba las direcciones, para que se familiarizaran de lleno con el trabajo, me senté detrás de Rossy que iba de copiloto, en ocasiones extendía mi brazo desde atrás y la rozaba, esto la sorprendió, mi prima tenía un humor muy descarado y no se media.

-Oye! Deja de tocar tanto a Rossy!

Y yo me sorprendía, le decía disculpas a Rossy y ella solo decía que no pasaba nada, miraba a Isabel como haciéndole reproche y esta solo se reía. Las dos venían de falda y chaqueta, así que aprecie las piernas de ambas y algo de escote también.

El segundo día ya me tome un poco más de confianza, porque al saludarnos le di un beso en la mejilla y le tome brevemente por la cintura, eso sonrojó a Rossy e Isabel no dijo nada, pero después me lanzo una mirada de picardía.

Isabel quería salir en la noche, así que llame a un amigo y este accedió, pase por ellas en mi carro, para que dejaran el vehículo de la empresa en el hotel, cuando llegamos al bar, ahí estaba mi amigo, a este se le abrieron los ojos al conocer a Isabel, esta lo noto y lo disfrutó, fue Rossy quien se sintió al margen, al no ver la misma reacción con ella; pero ahí metí cuchara, yo le di atención, claro, mi amigo queriendo ganar puntos con Isabel, el ambiente del lugar era muy bueno, tenía buenas entradas para compartir, y una variedad de bebidas. Después de unos dos cocteles y un buen rato, Rossy se puso más comunicativa, contando que siempre fue la chica tímida, hasta que pudo trabajar y tomar un trabajo de ventas donde tenía que salir constantemente en giras por el país.

Isabel se le ocurrió conocer mi casa, así que cancelamos la cuenta, salimos al parqueo y… como mi amigo también traía su auto, él se iría solo… pero cuando estaba por abrirles las puertas del mío, ella saltó que acompañaría a mi amigo; eso dejo sorprendida a Rossy, a quien le dijo que se fuera a mi lado. Isabel simplemente se fue sonriendo haciéndole señas a ella de sonriera.

Ya en mi casa, aunque pequeña, era suficiente para mí, por suerte recién había pasado la limpieza, ya que vivía en un circuito cerrado, tenía sus ventajas. Rossy se sentó en el sofá y yo a la par, recibí una llamada de Isabel diciendo que pasarían comprando algo de comer y para tomar…

-pero tu atiende bien a Rossy, dale amor chico!- me grito por el teléfono, ella sí que era aventada no había duda

Pues después de un rato le dije que si se sentía bien, dijo que le dolían un poco los pies, y sin mucho pensarlo le dije que le daría un masaje de pies, sin darle tiempo a replica tome su pie y le quite el tacón, ella solo se sobresaltó un poco, pero me dejo hacer, comencé a masajearle, primero uno y luego el otro, le dije que subiera los pies al sofá y se sentó de lado, se acomodó la falda, pero, esta no llegaba a cubrir hasta sus rodillas, así que tenía una muy buena vista y a ella le estaba gustando… de pronto ya tocaba sus pantorrillas.

Tenía una piel suave y unas pantorrillas bonitas, a medida que subía hacia sus rodillas, comenzaba a sonrojarse. La distraía preguntándole sobre el trabajo que hacía y se le enredaban las palabras, sin que me detuviera, me acerque más a su cara, poniendo sus piernas sobre mí, así que pase de sus rodillas a sus muslos y a tener su boca frente a la mía, ahí fue cuando ella cedió todo… le dije que me parecía irresistible besarla y ella se quedó en silencio, aproveche a besarla suavemente, apenas respondió, pero me dejo seguir, seguí besando mientras subía con mis manos acariciando sus muslos por debajo de la falda, ella tímidamente paso su mano por mi hombro y cuello. Poco a poco su boca se abrió y ya estaba un poco más dispuesta, metí la lengua en su boca y ella me correspondió, también, mi mano estaba entre sus piernas y ella las apretó y empezó a rozarlas así que estaba disfrutándolo, se apartó un poco para tomar aire y se sonrojo al ver mi mano atrapada entre sus piernas y la falda bien arriba de sus muslos, se reclino hacia atrás y entendí que quería que me fuera sobre ella, así que la recosté y seguimos besándonos, comencé a bajar por su cuello...

El carro paró frente a mi casa y le abrí a Isabel, mi amigo no se bajó, solo se fue, ella entro con unas bolsas de comida rápida y unos refrescos, no dijo mucho, solo nos quedó viendo y como siempre una sonrisa de complicidad.

-espero que tengan hambre y no hayan comido solos…

-pues nos dejaron esperando mucho, así que tenemos hambre

-hicieron algo que les diera más hambre? A ver?

-cállate, no seas descarada!

Rossy se puso más roja y la otra se rio fuerte, y mirándome con un gran brillo en los ojos.

Comimos y platicamos un rato, dijo que mi amigo se tenía que ir, que después le pregunte a Isabel, lo dijo como si nada, al terminar le mostré la casa y ya eran casi la 1 am, así que las llevé a su hotel.

Al día siguiente me llamo como a mediodía, cuando me disponía a almorzar, me dijo que agradecían mucho la atención que les di, pero que ya tenía que salir, que nos veríamos el otro mes posiblemente. Me mando una foto de las dos muy sonrientes posando algo coquetas. Pero después, me envió unos mensajes de los que se borran después de vistos; una foto que se notaba que la tomo a escondidas, donde estaba Rossy apenas con pantaleta y una camiseta haciendo estiramientos, la otra de ella misma entrando a la ducha quitándose la toalla… mi prima era una caliente, la última que me envió fue una selfie de ella misma acostada y en la que sus pechos apenas se escondían en un camisón de tirantes, con Rossy de fondo, viéndose al espejo usando solo una pequeña tanga, la había tomado sin que la otra se diera cuenta; sí que era toda una loca. Pues había pasado unos días desde que estuvieron de visita y hable con mi amigo en usa salida nocturna, me contó que cuando mi prima se subió a su carro, el se emocionó, le dijo que ella deseaba darme a su compañera y a mi espacio para congeniar, que fueran a otro sitio a hacer espera, ella se mostraba coqueta, pero no le dejo hacer avances… hasta que se estacionaron frente a mi casa y ella si le dio un buen morreo y hasta lo dejo tocarle las piernas, pero se despidió y solo le dijo gracias por todo, que yo las llevaría a ellas al hotel, y solo se fue; que lo dejo sorprendido y picado. No me reí frente a él porque entendí su malestar, pero ya sabía lo inesperada que Marisol era, siempre haciendo su capricho; le encantaba calentar y provocar era obvio.

Me aviso que estaban de gira nuevamente, que el día anterior habían llegado, pero que hoy querían salir…

-oye, pero… no llames a tu amigo, vamos a salir con alguien que conocí en la gira pasada.

Otra vez, ella me mando con Rossy, no se inmuto ninguna

Esta vez al llegar a la casa, ella fue más directa, comenzamos a besarnos y explorarnos con avidez, me acosté en el sofá y ella sobre mí, su cabello negro sobre el rostro y sus manos sobre mis hombros, yo agarraba sus caderas con mis manos y comenzamos a sonreírnos y nos dimos una larga comida a besos, fui subiendo la falda hasta que tenía sus nalgas desnudas entre mis manos, ella se alzó y se fue desabrochando la blusa mientras acariciaba sus nalgas y desabrochaba la falda, sus pechos ajustados en su sostén aparecieron ante mi… ella se lanzó a quitarme la camisa y a morderme el pecho y el cuello, nos contorsionamos en el sofá hasta que la ropa comenzó a volar, su blusa, mi camisa, luego su falda y ultimo mi pantalón… entonces cambiamos de posición y me senté en el sofá y ella siempre encima, su sostén desapareció rápidamente en cuanto comencé a chupar sus pechos, eran pequeños pero redondos y firmes, podía disfrutar de lamerlos y frotar sus pezones con mi lengua, tenía bien dura la verga con ella contoneando sus nalgas encima, sus manos me recorrían el pecho, la espalda y bajaban a mi cintura. Nos levantamos y la levante por la cintura, ella era muy ligera y flexible, rodeo las piernas a mi cintura y nos movimos al cuarto.

Ella se tiró a la cama y me fui encima, abrió las piernas envolviéndome, ella me acaricio el miembro mientras me subía a la cama, se divirtió jugando con él, jalándolo y apretándome las bolas, me incline entre sus piernas y bese sus pantorrillas, fui recorriendo hasta sus muslos y lamí entre sus piernas, soltó un largo pujido.

-si, ahí, que rico!!!- la voz se le puso chillona mientras le lamia muy cerca de su coño.

Ella era casi lampiña, apenas tenía un suave vello alrededor, metí la lengua y chilló, fui abriéndole con los dedos y se estremeció, apretó las piernas, pero conmigo en medio no pudo cerrar nada, se puso una almohada sobre la cara en cuanto le di una lamida y metí los dedos entre sus pliegues. Comencé un lengüeteo que hizo que no dejara de mover las piernas y taparse la cara con la almohada, después de un rato le vino un estremecimiento por el cuerpo y se humedeció en cantidad.

Me puse un condón antes de acomodarme entre sus piernas y lleve una sobre mi pecho, se la fui encajando poco a poco y ella contenía el aliento en lo que la punta pasaba por sus labios vaginales, poco a poco hasta que se deslizaba más…

-Que grande! Dale despacito por favor!

Entonces fui moviéndome despacio en lo que se mojaba y se deslizaba dentro de ella, me incline para chupar sus pechos y ella me frotaba la espalda, seguí moviéndome rítmicamente para que le entrara más, cambiamos de posición, esta vez me acosté en la cama y ella se puso encima de mí, sus nalgas sobre mi vientre y nos besamos, luego fue corriéndose poco a poco hacia mi verga, se acomodó y poco a poco se sentó encima, comenzamos a movernos, ella arqueaba la espalda, alcance sus muslos y algo de sus caderas para ayudarla con el movimiento, sonreía de placer moviendo sus caderas al mismo tiempo que las mías, ella era tan ligera que pensé que podría salir volando, la agarre fuerte de la cintura. Estábamos acomodándonos y no sé porque, hice un movimiento rápido de cadera hacia arriba, de forma que empuje con mi verga para entrar más rápido y en vez de eso, ella reacciono estirando las piernas y saliendo impulsada hacia mí, de repente estaba sentada ya no sobre mi entrepierna, sino sobre mi pecho, apoyando las manos en el respaldar de la cama.

-eres un salvaje!

Me gritó, entre sorpresa y risas, también me dio una ligera cachetada, que no me dolió pero me calentó más, ella se excito y en vez de acomodarse de nuevo sobre mi verga, se giró, dándome a la vista sus nalgas y su coño, entonces me quito el condón y empezó a masajearme la verga, a lamerme las bolas, sus pechos se movían de un lado al otro, ahora suspendidos sobre mi vientre, mientras su cara se movía alrededor de mi verga. Le di unas nalgadas y le mordí el muslo, ella me devolvió el gesto mordiéndome la verga y apretándome con sus manos, comenzó a mojarse mucho cuando metí dos dedos y fui frotando y frotando hasta meter tres, comenzaba a dilatarse bien, entonces nos acomodamos de nuevo y esta vez si se sentó sobre mi verga. Entonces ahora ella me tenia dentro, comenzó a mover en círculos las caderas y yo la bombeaba.

-que rico, dale! Dale!

Ella entraba ya en el clímax, puso sus manos sobre mi pecho y se recostó cuando sentí que me corría y ella entraba también al orgasmo, me araño los brazos y su boca me mordía en el pecho cuando ella se estremeció y yo me corrí, por un buen rato nos acompasamos hasta que nos faltó aire y ella se tumbó del todo sobre mi pecho.

Cambiamos otra vez de posición, ella recuperando el aliento y yo me quite el condón, se lo exprimí por las nalgas como masaje y ella solo se acomodó para que la tocara, le recorrí la línea de las nalgas hasta bordear su anito, pero ella se giró quedando los dos frente a frente y comenzó a masajearme la verga, hasta que se me fue endureciendo otra vez, me dio unos lengüetazos para excitarme, luego se giró nuevamente para poner sus pechos pequeños y redondos al alcance de mi boca y que mi verga le rozara las nalgas, así estuvimos hasta dormirnos…

Al día siguiente, casi al filo de las 7 am nos despertamos, ella tomo su ropa y se vistió rápidamente, la lleve al hotel lo más rápido que pude, porque Isabel no respondía llamadas ni mensajes… al llegar subí con ella a la habitación para asegurarme que todo estuviera bien, al llamar a la puerta, tras un rato abrió Isabel, andaba apenas con un pantaloncillo corto y una camiseta de tirantes, nos miró con una gran sonrisa de complacencia, dejo pasar a Rossy rápido para que fuera a asearse, nos despedimos rápidamente ante la mirada cómplice de Isabel, que al pasar le dio una nalgada.

-oye, se ve que la pasaron muy rico- me dijo Isabel, viéndome de forma demasiado curiosa, además que la camiseta que usaba era demasiado ligera, en un momento mis ojos se fueron hacia sus pechos, porque los pezones se le saltaban.

-niño!- exclamo divertida al notar a donde dirigía la mirada, pero no hizo amago de cubrirse, es más, se acercó a mi apretándome el brazo e inclinándose ligeramente hacia mí.

Me empujo con el cuerpo, pegando sus pechos contra mi…

-ya es tarde! Y tenemos mucho que hacer, vete, otra vez nos vemos!

Me empujó hacia afuera y apenas dije adiós para que me escuchara Rossy, pero en el umbral de la puerta ya afuera, Isabel me hizo una seña y frente a mi movió los hombros haciendo que sus pechos se bambolearan y me dieran un pequeño espectáculo, se rio y cerró la puerta.

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