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El día de la vecina

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Aunque me sacaba 9 años (yo tenía 30 y ella 39), estaba loco por ella, segura de sí misma, mucha personalidad y sabía mucho de sexo. Además era preciosa y con un cuerpo, para mí, insuperable.

Ya nos habíamos hecho de todo, ella a mí y yo a ella (léanse si quieren saber "Fui su presa" y "Fui su presa 2").

Hacia buena noche y charlábamos en la terraza cuando vi a la vecina haciendo tareas en su patio. Le conté a mi chica que la había pillado espiándome y que me había puesto cachondo. Ella se reía y quería saber más, le dije que en un momento dado estaba dispuesto a pajearme delante de ella pero se fue antes.

Ella tenía los ojos como platos y me dijo que la conocía, era la camarera china donde desayunaba frecuentemente. Habían hablado muchas veces, sabía que llevaba mucho tiempo viviendo en Madrid y que tenía 48 años. Me sorprendió un poco, la dije que no parecía tener esa edad y me dijo que era una mujer guapa.

Empezó hacerme cosquillas mientras me preguntaba que más cosas tenía por ahí guardadas y le confesé que me había masturbado en la ducha oliendo sus bragas, me miró mordiéndose el labio y algo excitada. Me dijo que era un cochino y empezó a besarme y acariciarme el paquete.

Se me puso dura muy rápido cuando recordé que la vecina podría estar mirando, pero no estaba. Mi chica empezó a pajearme mientras me besaba el cuello y los pezones. Cuando estaba a punto de correrme paro, me dijo que se iba a dormir que estuviera tranquilo, que dejaría sus bragas en el baño. ¡Que narices había pasado! Con el pene como un bate fui al baño y ahí estaban sus bragas, las cogí y terminé de masturbarme con ellas en la nariz. Me fui a dormir muy confundido.

Me desperté tarde, eran más de las 12 y fui directo a despejarme a la ducha. Cuando salí del baño fui a la salita con una toalla en la cintura, quise irme rápido nada más ver que teníamos visita pero mi chica me dijo que me quedara como estaba, no pasaba nada.

La reconocí enseguida, era la vecina china espía, la situación ya me tenía excitado al no saber que estaba pasando, pero ver a Lili, que así se hacía llamar, hizo que tuviese que disimular como pude la erección. Vestía un vestido ceñido hasta las rodillas, que se la remangaba a mitad de los muslos cuando estaba sentada y tenía que taparse para que no se le vieran las bragas. Tenía un escote precioso y escondía unas tetas muy grandes.

Mi chica nos presentó, era la típica china que hace reverencias al saludar y me sentí algo ridículo con la toalla, aunque vino bien para bajar el empalme. No era una jovencita pero era muy guapa y daba mucho morbo sus rasgos asiáticos, deseaba follármela.

Mi novia contó que se despertó recordando la conversación de la terraza y se la ocurrió bajar a desayunar mientras yo dormía. Estuvieron charlando, la contó que nos estábamos espiando mutuamente y le dijo que yo me ponía cachondo, la pregunto que si quería ir a casa, y acepto.

Estuvimos hablando un rato, aunque Lili era muy tímida la conversación se tornó picante, nos contó que llevaba años sola y no follaba desde entonces, estaba roja como un tomate.

Mi chica se sentó en medio de los dos y me preguntó si quería follar con Lili, la mire a los ojos y dije si mientras notaba como se me empalmaba. Cogió la mano ella, la puso en mi paquete y la preguntó si quería follar conmigo mientras restregaba su mano en mi polla, a esas alturas tiesa como un roble. Con una mano en mi pene y la otra tapándose la boca dijo si asintiendo con la cabeza.

Nos agarró las manos y nos llevó a la habitación, nos dijo que empezáramos cuando quisiéramos mientras se desnudaba, dijo que iba a mirar. Mire a Lili, se notaba la timidez, la bese en la boca mientras remangaba su vestido hasta sacarlo como una camiseta, tenía unas tetas enormes moviéndose en todas direcciones y metí la nariz en su escote, con una mano apretaba ni nuca contra sus pechos, con la otra se tapaba la boca y miraba al cielo muy excitada.

La senté en la cama me puse delante de ella y retire la toalla, mi polla estaba muy dura y ella la miraba como hipnotizada, agarre su cabeza y dirigí mi pene a su boca. Empecé a metérsela despacito mientras me miraba a los ojos, me puse a 100 y folle su boca con más ritmo, ella se dejaba hacer, abría y cerraba los ojos con las manos en mis muslos.

Casi me corro cuando escuche y vi a mi chica tocándose y gimiendo mientras me la estaba mamando Lili, la saque de su boca y ella me la agarró y empezó a lamérmela de abajo arriba, quería más, estaba necesitada de polla. Dejé que me la lamiera un poco, la tumbé en la cama y me volví a enganchar con sus tetas, las apretaba contra la cara y lamia sus pezones, ella gritaba y jadeaba siempre con una o las dos manos en la boca, que cachondo me ponía la china.

Me arrodille en el suelo al borde de la cama, ella estaba tumbada, me encantaba ver como la gravedad no podía hacer nada con esos pechos, abrí sus piernas y empecé a darle besitos por encima de las bragas, estaba muy mojada y yo apretaba la nariz contra su clítoris, ella gemía y daba respingos cada vez que apretaba. Cuando de un tirón le saque las bragas no pudo evitar correrse intensamente encorvándose y tapándose el chocho con la mano, fue toda una sorpresa.

Con una mano tapándose los ojos y la otra tapándose el chocho creo que pensaba que había terminado y no había hecho más que empezar. Retire su mano del coño y abrir sus piernas, lo tenía todo rasurado excepto un flequillo lacio, lo lamí de abajo arriba con toda lengua, estaba muy mojado, ella empezó a moverse como una culebrilla mientras se lo chupaba, se tapaba la cara gritaba y gemía.

Tuve que hacer algo de fuerza para sujetarla y acertar en el punto adecuado, se notaba que no podía más y empecé a comerla el culo, dijo: "no no", antes de gritar algo en chino y correrse a chorros en mi boca retorciéndose sin control.

Sin poder demasiado tiempo me seque la cara en sus tetas, abrí sus piernas y la chorreaba el chocho, era una vagina menuda, mi polla tiesa parecía demasiado grande. La metí despacio, notaba como la iba dilatando y ella se encorvaba jadeando, empecé a embestir con ritmo y fuerza, jadeaba y decía cosas en chino entrecortado casi sin poder respirar, me excitaba mucho.

Estaba tan cachondo que ni pensé cuando agarre su cuello y mirándola a los ojos embestí fuerte y rápido. Sus ojos se le pusieron blancos, solté su cuello y un grito ahogado precedió a una intensa eyaculación mientras se retorcía y le temblaba todo el cuerpo.

Yo no podía más, miraba sus tetas como se movían como flanes mientras la seguía embistiendo y se notaba que estaba agotada. Quería correrme en sus pechos, la saque y empecé a pajearme cerca de ellos, ella me la agarró, se la metió en la boca, me miró a los ojos y lo supe, lo quería todo. Escuche como mi chica se corría y eyaculé gimiendo como nunca dentro de la boca de Lili, no dejó de mirarme hasta que me lo sacó todo, que gustazo.

Lo escupió en su mano, mi novia se acercó con un pañuelo, la limpió la mano, la miró, y sin decir nada le beso en la boca. Lili se sorprendió un poco pero no pareció importarle, luego me besó a mí y nos dijo que a la próxima vez jugaríamos todos mientras salía de la habitación.

Lili se incorporó agarró mi cara con las dos manos y me dio el beso más rico que nunca me habían dado, sentí su satisfacción y agradecimiento. Ya no es la vecina espía asiática, ahora es Lili, la vecina.

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