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El plan para follarme a mi madre
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Tiempo de lectura: 9 minutos

Mi nombre es Diego, yo tengo 19 años estoy en la universidad, vivo con mis padres. Mi padre tiene 47 años, alto y gordo. Mi madre tiene 39 años, sonrisa amplia, piel muy clara, es delgada, con buenas tetas y culo, su pelo es de color negro; su trabajo es de secretaria, y es una persona a la que le cuesta pedir favores. Optimista, emocional y con cierta tendencia a preocuparse por los demás. Por lo hermosa que es y su personalidad cariñosa hacia mí, es que generé unos fuertes sentimientos de amor hacia mi madre, con los sentimientos que tenía y que no podía ignorar, decidí empezar actuar para hacerla mía.

Un día estaba pensado en un plan para conseguir que mi madre follara conmigo, para tener ideas para mi plan empecé a leer varios relatos de incesto, después de leer como 12 relatos se me ocurrieron varias ideas para que tuviera sexo conmigo, mi plan consistiría de 3 objetivos muy sencillos, pero tenía que aplicarlos muy bien, ya que, si hacia un movimiento en falso mi plan se arrumaría, terminaría regañado por mi padre y peor se arruinaría la relación que tengo con mi madre, pero tenía que arriesgarme ya no podía con esta excitación.

Al regresar de la uni empezaría a aplicar el primer objetivo, que era conseguir que mi madre y yo nos besáramos como amantes, para eso cambie completamente mi actitud dentro de la casa o cuando solo estaba con mis padres, la actitud que tome era de una persona triste, al parecer dio resultado porque reacción que buscaba llego al cuarto día, antes de ir a la uni, mi madre entro a mi cuarto y me dijo:

—Hijo me gustaría hablar contigo.

Yo ya sabía de qué íbamos hablar así que siguiendo la corriente y con mi actitud triste le contesto a mi madre:

—¿Que paso ma? ¿de qué quieres hablar conmigo?

—Ay hijo es que estado notando que tu actitud a estado cambiando drásticamente, de un día para otro te noto muy triste y eso me preocupa mucho, ¿dime tienes algún problema? sabes que yo estoy para ayudarte con lo que sea, entendido cariño —me dice mientras pasa su mano por mi cara.

—Si ma no te preocupes no me pasa nada, me voy a cambiar para ya irme a la uni.

Seguía con mi personalidad triste y con una actitud deprimida, mi madre lo noto, pero no seguía insistiendo y solo me dijo:

—Está bien cariño nos vemos al rato que tengo que ir a trabajar.

—Si ma, ve con cuidado.

Bien iba muy bien el plan, pero lo crucial iba venir después, la verdad estaba muy nervioso, pero no podía retroceder, más bien no quería hacerlo, así pasaron dos días y seguía con la actitud depresiva, hasta que, en el tercer día en la tarde, mi madre volvió de su trabajo y subió a mi cuarto para volver hablar conmigo, en eso cuando entra a mi habitación, yo estaba en la computadora escuchando música mientras hacia mi tarea, ella se acerca a mí y me dice:

—Hola cariño, ¿qué tal estuvo tu día?

—¡Puf! Pues bien, ma.

—Ay hijo, —me dijo mientras se sentaba en la esquina de mi cama—, por favor si algo te preocupa habla conmigo, sé que te pasa algo y no me voy a ir de aquí hasta me platiques que te pasa.

Me voltee de la silla para verla y la verdad me estaba empezando a excitar, al imaginarme lo que iba a proseguir y por cómo estaba vestida, hacia que me excitara más. Mi madre llevaba una camiseta tejida de canalé con botón delantero, una falda corta con unas medias negras y zapatos de tacón.

Tenía que tranquilizarme y seguir con la actitud depresiva, así bajando la cabeza le digo:

—Es que… no te vas a enojar conmigo si te digo, así dejémoslo así ma.

—No te prometo que no me enojo cariño, tienes mi palabra.

—En serio y tampoco le vas a decir a nadie.

—Te lo prometo, todo lo que hablemos hoy va a quedar en trenos otros, quiero que me veas como tu amiga.

—Está bien te platicaré lo que me pasa.

Le empecé a mentir acerca de por qué estaba triste, ya que había tenido malas experiencias con mujeres ya que al no saber besar me ponía nervioso y arruinaba todo y creía que no iba a encontrar una pareja, ella solo se rio y me dijo:

—No te preocupes cariño solo es cuestión de práctica veras que con el tiempo vas a prender a besar te paciencia.

—Entonces ¿me dejarías practicar contigo?

Ella sé que sorprendida por lo que la había dicho, me mira se pone de pie y me dice:

—Claro que no, eso no podemos hacerlo somos madre e hijo.

Bajé la cabeza con una expresión triste y le digo:

—Está bien ya vi que solo eres mi madre y no mi amiga como habías dicho, puedes irte de mi habitación quiero estar solo.

Ella se acerca a mí, se agacha, me garra del brazo y me dice:

—Entiende amor sabes que eso no lo podemos hacer.

—Si ma te entiendo por favor quiero estar solo, creí que me ayudarías y me comprenderías.

—Hijo…. por favor.

—Mamá sé qué piensas que es imposible besarnos por la relación que tenemos, pero yo quería que tú me ayudaras a practicar, además el besarnos no lo siento como algo malo sino lo veo de otra manera de expresarnos cariño, pero en fin voy a continuar haciendo mi tarea.

Mi madre seguía encuclillas perdida en sus pensamientos, cuando de pronto se pone de pie y me dice:

—Tienes razón amor, también puede ser otra manera de espesarnos el cariño que nos tenemos, y si eso te ayuda también a agarra confianza…. está bien amor vamos a besarnos.

Voltee a mirarla sorprendido y con una sonrisa le digo:

—¿En serio mamá?

—Si, pero tengo una condición.

—¿cuál es?

—Primero solo nos besaremos cuando estemos solos, y no se lo vas a contar a nadie ni a tu padre entendido, ya que ellos no en tenderían lo que vamos hacer.

—Si mamá este será nuestro secreto —dije mientras me levantaba de la silla y me acercaba a ella.

Me puse enfrente de ella; yo era un poco más alto que mi madre, nos miramos mutuamente eso hizo que latiera demasiado rápido, eso me ponía nervioso, baje mi mirada a sus labios; mi madre siempre se ponía un labial rojo intenso, yo solo pensaba que al fin iba a tener esos labios que tanto había fantasiado, sin perder el tiempo procedí a inclinar mi cabeza para besarla, ella también inclino su cara y nos comenzamos a besar.

Pasaron como 2 minutos hasta que nos separamos, y nos volvimos a mirar en eso sonreímos al mismo tiempo y le dije:

—¡Uff! Me gustó mucho y ¿a ti que te pareció mamá?

—Si también me gusto hijo —dijo mi madre mientras se acomoda su cabello suavemente detrás de la oreja—, pero… ¿no que no sabias besar? A mí me pareció no eres tan malo para besar.

—Es que estando contigo me siento completamente seguro, a lo mejor es por eso —dije mientras la garraba de la cintura.

Ella coloca sus manos en mi pecho, mi mira a los ojos y con una sonrisa me dice:

—Qué bueno que me tengas esa confianza.

El objetivo estaba cumplido, pero con eso no me iba a conformar, apenas venia lo bueno. Vuelvo a besar a mi madre esta ves fueron solo 2 minutos, después me separé de ella fui a mi muble para limpiar una parte, mi madre vio lo que estaba haciendo y me dijo:

—¿Qué haces?

Volví a ponerme enfrente de ella, la tomo de la cintura, la llevo al escritorio y la ciento, sonrió y le digo:

—Así vas a estar más cómoda.

Ella pasa sus manos por mis hombros y me dice:

—Que caballeroso eres.

Sin mas volvemos a besarnos yo quería garrarle la pierna, sus pechos, pero no tenia que aguantar, apenas estaba comenzado el plan y no lo tenia que arruinar, así que seguía con mis manos en su cintura, hasta que pasaron 5 minutos cunado mi madre me dijo:

—Mi amor tengo que ir a preparar la cena

Yo no la quería dejar, pero no tenia que ser pesado ya tenia lo que quería así que me separé de ella y le dije:

—Si ma también tengo que hacer mi tarea, me gusto mucho este momento que pasamos.

—a mi también me gusto hijo.

En ese día no paso nada más, los siguientes días fueron iguales, cabes que llegaba mi madre de su trabajo nos besábamos, cada día intentaba más cosas la besaba en las noches o en la cocina, no quería limitarme solo besarnos en esa hora, al cuarto día le pregunte a mi madre si podíamos intentar el beso francés al principio dudaba, pero la logre convencer y fue un beso fantástico que hiso que me excitara mucho.

Al siguiente día iba a intentar el objetivo 2 hacer que me masturbara, yo estaba en mi escritorio esperando a que llegara mi madre, cuando escucho la puerta principal abrirse, me empecé a emocionar ya que por fin avanzaría a unos simple besos, mi madre toca mi puerta del cuarto y le digo que pase, ella entra y ¡uff! Que sexi se veía, siempre me excitaban sus predas de secretaria, en esta ocasión ella tenía puesto una blusa blanca de cuello con solapa de botón delantero, una falda ajustada que le llagaba por las rodillas, unas medias grises y unos tacones rojos.

Mi madre se ha cerca a mí para darme un beso de pico y me dice:

—¿Como estuvo tu día amor?

—Bien ma hoy me dejaron poca tarea.

—Que bueno cariño, espero que no repruebes ninguna tarea —me dijo mientras se sentaba en mis piernas.

En estos días mi madre se ha comportado más cariñosa, pareciendo más una novia que una madre, la actitud que había obtenido de mi madre nunca los espere, pero esto era favorable para mí, porque sería más fácil que ella aceptara mi pedido.

—No claro que no reprobare, además cada día me siento más feliz y eso me motiva a echarle ganas la uni —dije mientras le acariciaba la pierna.

—Me alegra escuchar que te sientes más feliz cariño —dijo mientras se acercaba para besarme.

Estuvimos besándonos casi como 10 minutos, yo seguía acariciando su pierna intentada subir mi mano a su parte intima, ella me dejaba todo el camino libre, ya con esa excitación decidí empezar el objetivo.

—Oye ma de echo tengo un problema, al principio no quería decírtelo, pero decidí contártelo por que me demostraste que puedo confiar en ti y espero que lo que te cuente no arruine esta relación y que te alejes de mí.

—Gracias amor por confiar en mí y ten por seguro que no me alejare de ti, así que ¿cuál es tu problema?

—Es que eh tenido varios problemas para masturbarme.

—¿y eso? Por que no has podido masturbarte.

—lo que pasa es que cada vez que intentaba masturbarme al final… pensaba en ti.

Ella se sorprende, se separa de mí y se pone de pie dándome la espalda, y me dice:

—Entiendo que te llegue a excitar, pero no tiene que tener ese pensamiento, ya que solo somos madre e hijo a si que trata de verme así.

—Ya lo se mamá, pero no puedo evitarlo y como tu dices tengo que evitarlo, pero a consecuencia de ello me duele mucho el pene, ya que no me eh corrido, siento que este dolor y frustración que tengo va a crecer más, y no sé qué va a pasar.

Ella se volteo a verme y me dice:

—También lo comprendo, me imagino que también sientes culpa, y por eso te has estado conteniendo, pero al final eso va a afectar a tu vida —Ella se acerca y con su mano me hace una caricia en mi cara— nos tenemos tanta confianza mas que otras familias y eso me alegra cariño, así que no te contengas y mastúrbate pensado en mí, no lo tomare a mal hijo al contrario me siento a legada que me veas así a una vieja como yo.

—No eres una vieja, eres hermosa mamá, la mujer más hermosa que eh conocido, así que no digas eso.

—Gracias amor haces que me sonrojar, bueno te dejo solo para que puedas ocuparte de tu amigo.

La conversación iba de maravilla, pero ahí no iba a quedar, no tenía que dejar que se fuera hasta que completara mi plan así agarrando su mano le digo:

—Mamá se que te puedes ofender, pero me ayudaría mucho que mientras me masturbo me dejes verte en ropa interior.

—Pero hijo eso no podemos hacerlo, no podemos cruzar esa línea.

—Mamá no vamos hacer nada malo, solo me masturbare mientras te veo con tu ropa interior, solo es eso, en serio me ayudaría mucho por favor, por favor, por favor —dije mientras me hincaba.

Ella se quedo pensado, hasta que me dijo:

—Esta bien que niño tan consentido tengo, pero ya sabes esto nadie lo tiene que saber ¿entendido?

—Si mamá

Me puse de pie, me baje los pantalones con los calzones y me senté en la silla, observe a mi madre que se estaba quitando su blusa y bajándose la falda, que dándose con su ropa interior que era negra. Ella volteo su cabeza hacia un lado y me dijo:

—Puede comenzar cuando quieras.

—Si

Me puse a masturbarme, y durante ese tiempo note como mi madre volteaba a verme mi miembro de reojo, yo seguía concentrado hasta que acabe, ella me acerca el papel de baño para que me limpiara, yo me limpie y le dije a mi madre:

—Muchas gracias por entenderme mí y cumplir mi petición eres la mejor madre del mundo.

Ella se estaba poniendo de vuelta su ropa y me dice:

—De nada amor es pero que no tengas mas problemas

—No claro que no tendré tendiéndote a ti —dije mientras sonreía.

Una vez que se volvió a poner la ropa salió del cuarto para ir hacer la cena, yo sabia que ella ya no retrocedería en las peticiones que le pidiera.

Después de tres días, un sábado por la tarde mi madre volvió de se su trabajo y fue directo a mi habitación para la sesión de besos, mientras nos besábamos noto como empieza respirar fuete, sus manos me agarraban mi cabeza, como si estuviera excitada, en eso me separo de ella, le pido de vuelta que, si me puedo masturbar enfrente de ella, ella asiente y se empieza a quitar la ropa, en eso mientras me masturbaba le digo:

—Mamá te gustaría masturbarme.

Ella voltea a verme con los ojos muy abiertos y me dice:

—No ya te dije que podemos cruzar esa línea, solo puedo hacer esto por ti.

Sabía que ella quería hacerlo, pero no lo iba aceptar, así que decidí darle un empujón, me paro de la silla, me acercó a ella, ella solo se limita a decirme

—Hijo ¿que planeas hacer? No hagas ninguna locura.

Sin hacerle caso me pongo de frente de ella pongo mi mano en su cabeza y hago que se ponga de rodillas, para que tenga mi verga en frente de ella, en esa posición le digo:

—Vamos mamá sé que quieres hacerlo, eh notado que miras mi verga, hazlo ma hazme una chaqueta y no te preocupes nadie se va a enterar, ya sabes este será nuestro secreto.

Mi madre no decía nada solo estaba viendo mi verga, cuando le venta su mano y empieza a tocar mi verga, después de estarla tocando, empieza a hacerme una paja, al principio iba lento pero después acelero el ritmo haciendo que me corriera en su cara y su cuerpo, ella sin decir nada agarra su ropa y sale corriendo de la habitación, yo solo me recosté en mi cama, pensado que iba a decirle ya que ella de seguro iba a querer volver a la relación que teníamos sin besos y sin masturbarme en frente de ella, y eso no lo iba aceptar quería hacerla mi mujer y estaba a un paso.

Había pasado una hora y decidí hablar con ella, fui a la cocina, pero no estaba, fui al baño y tampoco, entonces fui a su cuarto tratando de abrir su puerta, pero le había puesto seguro, yo le dije:

—Mamá abre quiero hablar contigo, por favor abre.

Ella no decía respondía, iba a forzar la puerta para abrirla cuando escucho que llega mi padre, ella abre la puerta del cuarto y pasando de mi baja la escalera para saluda a mi padre, ella sabía que no intentaría nada estando mi padre, así el resto del día no volvió ha balarme, ya en la noche medio sed así que fui por agua a la cocina, cuando regresaba escuche ruidos en el cuarto de mis padres, pensé que mi madre le iba a contar a mi padre sobre lo que estábamos haciendo así con miedo me acercó a escuchar de que hablaban.

—No puedo hoy estoy muy cansado -dijo mi padre.

—Pero cariño llevamos 2 años sin hacerlo y hoy tengo muchas ganas.

—Sabes que ya no tengo las mismas energías que antes además hoy fue un día pesado déjame descansar.

—Siempre es lo mismo contigo, sabes que yo también tengo necesidades.

—Por favor mujer no quiero paliar, déjame descansar.

—Entonces duérmete infeliz.

—¿Adónde vas?

—Me voy a la sala no quiero estar contigo esta noche.

—Has lo que quieras.

Al escuchar que ella iba salir de la habitación me fui rápido a mi cuarto, abrí tantito la puerta y vi bajar a mi madre hacia la sala, sabia que esta era una buena oportunidad para completar mi último objetivo follarmela, y sin duda iba aprovechar este momento.

Continuara…

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