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Ella era especial

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Hace algunos años por razones de trabajo hice habitual todas las madrugadas pasar a un local de comida rápida,  como a las 2 o 3 de la mañana de lunes a viernes, ahí atendía una joven de unos 23 o 24 años que en realidad era transgénero, siempre fui muy caballero con ella y respetuoso, había estúpidos que la molestaban por cómo era o su opción de vida, yo siempre la respete y la trate como a una mujer, al fin y al cabo, solo iba a comer.

Pero una noche que pase tarde, pasado las 3:30 am estaban por cerrar, pero igual ella me preparo mi comida. Mientras yo comía ella pedía su radio taxi, pero algo le paso al conductor y le dijo que no llegaría, a esa hora quedo sin movilización, luego de unos minutos me acerqué a ella y le ofrecí llevarla. Camino a casa conversamos distintos temas y un poco antes de llegar a su casa me pidió parar, me dijo que quería fumar un cigarro.

Mientras fumaba fue siendo más audaz en sus comentarios, ella comenzó a insinuarse, movía su pelo coquetamente, se hacía una coleta y en la soledad de la noche, solos dentro de la camioneta la verdad comencé a calentarme una cosa lleva a lo otra, tomé su mano y la puse en mi paquete, ella apretó con ganas, me apretaba el pene y los testículos con deseo, estaba caliente, sin pedirle nada se fue derechito a mi cinturón, botón del pantalón y cierre. Ya cuando llego a mi bóxer lo tenía parado y cabezón, ella estaba muy caliente, al parecer la volvía loca chuparlo, rápidamente lo saco de mi ropa interior, lo tomo con ambas manos, lo quedo mirando por unos segundos absorta y comenzó a chuparme la verga, yo la deje…

La verdad es que yo la deje, al principio fue incómodo para mí, pero luego de unos minutos fue fantástico, creo que ha sido uno de los mejores sexos orales que me han hecho, lo hacía con una dedicación única, mejor que muchas mujeres que he conocido, mejor que muchas amantes, cambiaba de ritmo, me acariciaba con sus uñas los huevos, lo hacía fuerte, se lo refregaba por sus labios y cara, hasta que me hizo eyacular y hasta en eso lo hizo fantástico. Sumisamente tomo toda la leche, luego con su lengua comenzó a limpiarlo por completo. Hasta la última gota, finalmente muy preocupada me arreglo mi ropa interior, me ayudo a cerrar mi pantalón, luego encendió un segundo cigarrillo.

No hubo caricias o besos, solo fue eso. Luego de terminar el cigarro la fui a dejar a su casa.

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