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En los probadores con mi hermana

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¡Hola! Me presento, mi nombre es Roberto, soy un chico de 20 años, alto y con cabello medio largo oscuro, no estoy ni gordito y ni delgado.

Mi hermana se llama Dayna y tiene 21, es alta como yo, cabello lacio, largo y oscuro, pechos y trasero ni muy chicos ni muy grandes, pero con unas caderas muy bien curveadas.

Quisiera empezar diciendo que nunca he visto a mi hermana de otra forma más que como mi hermana. Todo empezó un día que mi hermana y yo salimos a la plaza comercial a comprar algo de ropa que ella necesitaba y yo la acompañé porque quedé de verme con mi novia en unas horas.

Siempre he ayudado a mi hermana a buscar ropa de su agrado, siempre hemos sido un buen equipo; en esta ocasión estábamos buscando ropa para una pijamada que tenía planeada con sus amigas. Yo me separé de ella un rato para ver ropa para mí. Después de unos minutos la estaba buscando en la ropa para damas y pijamas, pero no la encontraba. Me acerqué al área de lencería porque siempre me ha gustado ver encajes o lencería que me gustaría que mi novia usara para cuando vamos al motel ya que le apena usar ese tipo de ropa solo paso a ver.

Al llegar a ese departamento vi que mi hermana estaba ahí, llegué por detrás para asustarla:

Dayna: ¡Ay menso!, ¡Me asustaste!

Yo: ¿Pues qué haces aquí?, ¿No necesitabas pijama para tu pequeña pijamada?

Dayna: Ah si sí, pero veces me gusta ver lencería porque… bueno, no te incumbe

Yo: ¿A poco usas lencería con tu novio?

Dayna: A mi me gusta pero a él no, dice que de todos modos para que uso si voy a estar desnuda

Yo: wow jaja mucha información

Dayna: Bueno y tú, ¿qué haces aquí?

Yo: Pues te andaba buscando mensa, te me perdiste; además la neta me gusta venir a ver lencería que mi novia pudiera usar

Dayna: ¿Le compras su lencería?

Yo: Nah, le apena usarla, pero siempre paso a ver para fantasear un poco con ella usándola…

La verdad esta conversación con mi hermana me estaba calentando un poco.

Dayna: mmm ya veo, ay mi cuñis, con lo bien que le sentaría ponerse este tipo de cosas

Mi hermana agarró unas medias de estilo de látex, como me gustan

Yo: Si la verdad me gustan esas medias, no soy del tipo que disfruta el BDSM pero si me gusta mucho la lencería tipo látex

Dayna: A mi igual pero nunca he podido ver cómo me queda

A un lado de donde estaban las medias había diferentes vestidos sexys con espalda descubierta y mi hermana les empezó a dar una hojeada. Yo mientras me puse a ver el celular tratando de bajar mi calentura.

Dayna: ¡Mira lo que encontré!

Mi hermana me enseñó un vestido estilo látex con la espalda descubierta, súper sexy, cuando lo vi sentí como mi pene empezaba a crecer y apretar en mi pantalón.

Yo: wow, está muy sexy, deberías probártelo y ver si te lo llevas, no creo que tu novio le ponga un pero

Le decía esto para que fuera a los probadores y poder ocultar un poco mi erección

Dayna: Nah no vale la pena, me molestaría mucho llevármelo y que él no lo aprecie

Yo: Mira, pruébate el vestido con las medias y cuando te veas al espejo y te guste, sabrás que a él también

Yo solo quería deshacerme de ella ya que mi novia llegaría pronto y con la calentura que tenía quería convencerla de entrar a un probador y me hiciera un oral al menos

Dayna: mmm bueno, pero no te alejes mucho eh

Yo: No te preocupes, te aviso si me tengo que ir o algo

Mi hermana se metió con el vestido de látex y las medias para probárselas y mientras yo esperaba a que mi novia me mandara mensaje o algo. Después de unos minutos de esperar y seguir viendo lencería, mi novia me envió mensaje de que le sería imposible llegar a la cita por un pequeño problema que tuvo. Obviamente me molesté, pero fue por la gran calentura que tenía, solo le dije que se cuidara mucho y espero que todo saliera bien.

Ahora no tenía nada que hacer y seguía muy caliente, mi pene se seguía oprimiendo contra mi pantalón y me dolía, consideré masturbarme en el baño de la tienda, pero le prometí a mi hermana que no me alejaría. Habían pasado máximo 10 minutos cuando mi hermana me envió un mensaje de si estaba cerca porque necesitaba ayuda. Me paré frente a los probadores y mi hermana me dijo que me acercara al probador donde estaba ella.

Dayna: Anda acércate un poco porque no estoy del todo convencida, necesito la opinión de un hombre

Yo: No puedo, son los probadores de damas, además te metiste en el de discapacitados y ¿si alguien me ve?

Dayna: No seas menso, está bien solo por aquí, si quieres yo salgo para que no te cause tanto problema

Yo: Nono, está bien, yo voy

Me fijé si nadie nos veía, pero mi hermana tenía razón, estaba muy solo ya que era algo temprano.

Dayna: Pero tapate los ojos al entrar porque quiero ver tu primera impresión cuando me veas

Yo: Esto es ridículo, soy tu hermano…

Dayna: Pero eres hombre, ándale por favor, solo quiero ver tu primera impresión

Yo: Ok está bien, ya voy para allá

Me tapé los ojos con mi mano de manera que solo podía ver el piso para saber hacia dónde estaba caminando. Cuando llegué al probador donde estaba mi hermana, me tomó de mi brazo y escuché que cerró la puerta con seguro. Me giró frente al espejo y se puso en frente de mí, lo supe porque vi sus pies cubiertos por las medias de látex.

Dayna: Bueno, ojos en mi…

Cuando mi vista se aclaró, mi pene se puso muy duro, pues se había bajado un poco con la noticia de que mi novia no vendría a la cita, pero cuando vi a mi hermana con el vestido y esas medias me quedé sin aliento, lucia tan sexy con esas medias y ese vestido. En el espejo vi la espalda descubierta y como lucia su trasero de manera tan sexy. Me quedé con la boca abierta y una gran erección.

Dayna: Bueno… ya puedes cerrar la boca y decirme que piensas

Yo: Yo… amm… perdón pero no esperaba… wow, la verdad se te ve muy bien

Dayna: Gracias, la verdad no estaba convencida pero viendo tu reacción creo que si he de llevarlo jaja

Ambos estábamos rojos, esa situación con nuestras parejas nos llevaría a nuestros más oscuros deseos y terminar cogiendo dentro de los probadores.

Dayna: Bueno, quería probármelos con unos tacones altos pero creo que tienes tu cita con tu novia

Yo: No, no te preocupes, me canceló hace poco

Dayna: Ah bueno, entonces me esperas en lo que busco unos tacones? Te importa si me cambio en frente de ti? Es que no quiero dejar aquí porque está muy grande y tiene un silloncito muy cómodo

Yo: Si si no hay problema, deja me tapo los ojos

Me tapé los ojos con la mano y por más que le pedía a mi cuerpo tratar de no ver, abría una poco los dedos para poder espiar, pero la muy astuta me dio la espalda así que no pude ver más que su sexy trasero y su tanga negro. No podía creer lo que pasaba por mi cabeza, pero ver a mi hermana de esa forma me excitaba tanto, imaginaba tantas cosas para hacer con ella, mi imaginación volaba y me excitaba mucho, pero era mi hermana, estaba prohibido pensar todo esto.

Dayna: Bueno, vi unos tacones que quedarían perfectos con el conjunto y eran de mi talla, vuelvo rápido

En cuento salió de los probadores, cerré la puerta y saqué mi pene para liberar un poco la presión. Empecé a masturbarme tan rápido que casi me lastimo, pero no me importaba, estaba que reventaba de la excitación. Escuché unos pasos y rápido subí mi pantalón y oculté mi pene rápido dentro de mis calzones.

Dayna: Hermanito, traje los tacones y algo más para complementar al conjunto, no tardo eh

Salí un momento y me di cuenta de que la tienda estaba más sola, hasta la música se escuchaba un poco más alta.

Dayna: ¡Hermanito!, ¡Pásale!

Esta vez pasé sin taparme los ojos. Cuando entré no podía creer que mi hermana se veía más sexy con aquellos tacones altos y brillantes, las medias negras, el vestido y unos guantes largos de latex haciendo que se viera perfecta y tan sexy. Tuve una erección tan difícil de esconder que me puse rojo de la excitación y la vergüenza

Dayna: Jeje me alegra que a ti y a tu amiguito les gustara, significa que a mi novio debe gustarle también

Yo: oh… si mi… perdón pero es que… que pena jaja perdón

Dayna: No te preocupes, es normal cuando ves algo que te excita solo no puedes ocultarlo

Dijo esto mientras veía mi pene marcado por mi pantalón y se mordía un poco el labio inferior. En ese momento la atmosfera era tensa y excitante, no podíamos ocultar que ambos estábamos a reventar de la excitación

Dayna: Espera, me acaba de llegar un mensaje

Yo: ¿Qué pasó?

Dayna: Pues… que se canceló mi pijamada

Yo: Vaya, que lastima que tus amigas…

Dayna: (Interrumpiéndome) es que no iba con mis amigas, mi novio y yo teníamos toda la noche planeada para cenar y después ir al motel a coger.

Era raro escuchar a mi hermana tan abierta conmigo, solo me acerqué y la tomé de un hombro para demostrarle que ahí estaba con ella. Se quitó las mangas de látex y le contestó molesta a su novio. Dejó su celular a un lado y me acerqué para abrazarla. Al oído me dijo que más que estar molesta porque le hayan cancelado era la calentura aculada. Era claro que se sentía como yo y ese abrazo no ayudó a sentirnos menos calientes pues prácticamente restregaba mi pene cerca de su vagina y mis brazos bajaban inconscientemente por su espalda. Ese abrazo duró más de lo que esperaba pero estaba tan excitado que quería seguir sintiendo su calor. Vi por el espejo su espalda y redondo trasero y sufría no poder hacer nada. Me separé un poco de ella y quedamos con los cuerpos pegados por la cintura

Dayna: (Muy roja de la cara y sin verme fijamente) ¿sabes?, probarme todo este conjunto hizo volar mi imaginación y excitarme un poco

Yo: Ni que lo digas, ha sido un día divertido, no imaginaba que mi hermana me excitara tanto jaja

Dije esto de forma inconsciente, me puse rojo de la vergüenza y me asusté un poco por ver cuál sería su reacción, pero ella al fin me vio a los ojos con la boca medio abierta. No podía dejar de ver sus labios carnosos, mi hermana no era mi hermana en ese momento, ambos abrazados aún de la cintura no pudimos más. Le agarré la cabeza por detrás algo salvaje para atraerla a mi y puse mis labios en los de ella, nos besábamos con ferocidad, algo agresivos y con pequeñas mordidas en sus labios, eso notablemente la excitaba un poco más. Puse mi lengua en sus labios para pedirle permiso de poder meterla en su boca y ella me respondió metiendo la suya en mi boca. Finalmente, nos separamos un poco para agarrar aire, nos miramos a los ojos buscando una respuesta clara a lo que acababa de pasar, hermanos a punto de hacer algo tan prohibido, sabíamos que podíamos retroceder, pero no queríamos dar vuelta atrás.

Dayna: Hermano, no debemos pero no me puedo controlar, mi vagina me pide más y más

Yo: Lo sé, lo sé, pero ve como esta mi pene, realmente pensaba desahogarme con mi novia hoy pero necesito esto

Dayna: Ay hermanito, que lastima que nos dejaron con las ganas, espero poder ayudarte

Dijo esto mientras se sentaba en el sillón que estaba en los probadores.

Dayna: Pero ya estamos aquí para apoyarnos hermanito

Era una escena tan sexy, acercó su boca a mi pantalón y lo empezó a lamer por encima, se sentía muy bien, lo hacía de manera tan experta, una escena tan prohibida.

Dayna: (Con una voz ronca y pervertida) ¿Quieres que la chupe?

Decía esto mientras me veía con cara tierna y pervertida

Yo: Por favor, ya no puedo más

No tardó mucho en quitarme el cinturón y bajar el pantalón, aun quedaba mi pene atrapado por mis calzones. Empezó a lamer un poco más rápido mientras me veía, era como un reto para ver cuanto aguantaba. Yo solo levantaba la cabeza y ahogaba mis gemidos por si había alguien cerca.

Bajó mis calzones mientras besaba la base de mi pene, aquello me volvía loco, eran unos segundos pero parecía una eternidad. Finalmente, mi pene saltó frente su cara, ella lo tomó con sus manos y me masturbaba lento, ella lo veía y como que lo estudiaba. Yo estaba excitado pero quería sentir más.

Dayna: (En voz baja) ay hermanito, se ve y se siente muy rico, me pregunto, ¿cómo sabrá?

Yo: Ay hermanita, me estas matando, por favor ponlo en tu boquita

Mi hermana dio una pequeña risita pícara mientras me veía y luego antepuso la lengua, probó la punta de mi pene y mientras me veía se lo metió completo en la boca.

Yo estaba en la gloria, tenía un excelente ritmo para chuparla, lo hacía de una forma y un ritmo tan placentero. No lo podía creer, se lo sacaba un poco para agarrar aire y me masturbaba con su mano mientras.

Yo: (Controlando mi respiración y en voz baja) lo haces delicioso, ¿dónde voy a terminar?

Dayna: mmm puedes terminar donde quieras, pero apenas empezamos hermanito

No entendía a que se refería pero no me importaba, estaba en la gloria, me chupaba delicioso, me volvía loco

Dayna: Espero que te guste esto hermanito

Dirigió su boca a mis bolas y empezó a lamerlas mientras me masturbaba rápido. Yo no podía, sentía que estaba cerca de terminar

Yo: Aaaay hermanita, ya casi termino, no pares

Dayna: No espera, no quiero que termines

Se paró en frente de mi y me empezó a besar, ahora el beso se sentía más húmedo por la cantidad de saliva que tenía en su boca. Mientras me besaba, me masturbaba lento y yo la tome de su trasero y hacia círculos con la intención de acercarme más a su vagina

Yo: Siéntate de nuevo

Mi hermana obedeció y yo me quité todo el pantalón. Me agaché en frente de ella y empecé a besarle por debajo de sus rodillas hasta llegar a sus pies. Le quite los tacones y le besaba los pies cubiertos por las medias de látex. Mi hermana se veía muy excitada por aquella escena porque la veía a los ojos, se mordía los labios y se tocaba los pechos. Subí rápido y levanté su vestido, su pequeña tanga se notaba mojada de la excitación. Levante sus piernas y tenía mi cara cerca de su vagina. Empecé a lamer un poco por encima, me excitaba tanto empezar este oral, se sentía demasiado diferente a como se lo hacía a mi novia.

Yo: Hermanita, tu tanga me estorba un poco

Dayna: Quítamela ya

Agarré el tanga desde su cintura y lo quité por completo. Abrió las piernas de nuevo y la volteé a ver, su carita tan preciosa pidiéndome que lo hiciera de una vez será algo que nunca olvidaré. Metí mi cara directo a su vagina y empecé a lamer de arriba hacia abajo, en círculos y zig-zag de vez en cuando, me encantaba verla retorcerse, con una mano me agarraba de la cabeza y con la otra se tapaba la boca para no dejar escapar sus gemidos. Con mis dedos le tocaba directamente el clítoris haciendo círculos. Puse mi dedo índice en la entrada de su vagina y poco a poco lo metí por completo mientras le lamia el clítoris.

Dayna: Aaaay me vuelves loca, lo haces muy bien hermanito

Mi pene estaba muy duro, sacaba poco semen de la excitación y me lastimaba un poco. Ahora metí mi dedo medio en su vagina y de lo mojada que estaba algo se iba al ano así que con mi dedo anular lo penetré y casi hizo que soltara un grito pero la empecé a besar antes de que gritara. Aceleré mi ritmo con mis dedos penetrándola, uno en el ano y la otra en la vagina.

Dayna: Aaaay hermanito, ya casi acabo, sigue, sigue

Me separé un poco de su cara y con mi mano libre la agarré de su pecho derecho aun cubierto por el hermoso vestido de latex. La veía a los ojos mientras ella me veía con la boca abierta tratando de ocultar un gran gemido. Me agarro de atrás del cuello y me atrajo a sus labios. Se empezó a mover más, se sentía que estaba cerca de su primer orgasmo. Me besaba y mordía los labios muy fuerte pero eso no me importaba. Su respiración aumentó y era casi imposible ocultarlo. Yo seguí penetrándola con mis dedos y de repente dejó de besarme, solo abrió la boca muy grande y empezó a temblar, me agarraba con sus brazos buscando como sostenerse. Era claro que acababa de tener su primer orgasmo. Se relajó y se sentó bien en el pequeño sillón.

Dayna: uuff hermanito, hacía mucho que no tenía un orgasmo tan bueno, me siento mal de no haberte hecho terminar aun

Yo: No te preocupes pero oye, ya nos tenemos que ir, llevamos mucho tiempo aquí

Dayna: No te preocupes por eso, nadie vio que entramos.

Se paró en frente de mi y me besó, tomó mi pene con su mano izquierda mientras que con la derecha tomaba mi cabeza. Yo la tomaba del trasero con una mano y desde atrás le masajeaba su vagina un poco. Noté como rápidamente esto la calentaba.

Dayna: Siéntate hermanito, te toca a ti

Me senté el sillón y ella tomó su cabello con una liga. Yo solo veía su hermosa figura con aquellas medias y ese vestido, me excitaba tanto verla así.

Dayna: Siéntate en la orilla del sillón para tener un poco más de espacio

Me senté como ella me lo indicó y ella se empezó a acomodar frente a mi para meterse mi pene en esa posición.

Yo: Espera, no tengo condón

Dayna: No te preocupes, elegí este día porque soy menos fértil

Esto me excito tanto, la ayudé a acercarse. Tomó mi pene con su mano y lo dirigió a la entrada de su vagina. La sensación de penetrarla poco a poco era indescriptible, me sentía en el cielo, se sentía tan caliente y apretado a la vez. Al fin logramos que entrara completa.

Dayna: Ay hermanito, estas un poco más grueso que mi novio

Yo: ¿Quieres que la saque?

Dayna: no, se empieza a sentir muy bien

Tenía sus piernas en los descansabrazos del sillón ya que de esta forma la podía penetrar de forma más sencilla. Se empezó a mover arriba y debajo de forma lenta mientras me veía a los ojos. Me empezó a besar mientras se movía lentamente. Era una situación tan morbosa, mi hermana siendo penetrada en los probadores de una tienda casi vacía.

Yo: Hermanita, quédate un poco levantada para penetrarte a mi ritmo

Mi hermana me hizo caso y dejó su vagina a mitad de mi pene. Empecé a subir y bajar lentamente para acostumbrarnos a esta posición

Dayna: No puedo más hermanito, hazme terminar de nuevo por favor

La vi a los ojos mientras aceleraba mis movimientos

Dayna: Aaah siii así por favor

Yo: sisi se siente tan bien hermanita

La tomé del trasero con mis manos, la penetraba con ganas y me sentía cerca de terminar pero no quería

Dayna: No me dejes terminar hermanito, quiero más por favor

Me detuve un poco, estábamos cansados pero nuestra calentura no nos dejaba parar. Mi hermana se levantó y por el calor se quitó el vestido, era la primera vez que veía sus hermosos pechos, me excité mucho al verla así. Yo me quité la camisa que traía puesta y me levanté del sillón. Ella me miró con una cara picara y se apoyó frente al espejo. Me coloqué detrás de ella para penetrarla

Dayna: Métemela hermanito, quiero que me penetres en esta posición

Acomodé mi pene en la entrada de su vagina y la penetré poco a poco. Gracias al espejo logré ver su cara de excitación.

Dayna: Hazme terminar, métela rápido hermanito, te lo ruego por favor

Nunca lo había hecho de esta forma así que me esforcé lo más que pude y la penetraba rápido. Con mi mano derecha le masajeaba el clítoris y con la izquierda le agarraba los pechos.

Dayna: Ya casiii, sigue así por favor

Yo: aaay hermanita yo también estoy cerca

Nuestros gemidos eran imposibles de esconder, aceleré el ritmo y me sentía más y más cerca de terminar. Dejé de tomar los pechos de mi hermana y le empecé a tapar la boca para tratar de esconder sus gemidos un poco. Sentí como ella aceleraba el ritmo inconscientemente. Apretó el cuerpo y su vagina lubricaba mucho más, me mordió un dedo para ocultar su grito al tener su segundo orgasmo. Yo solo sentía como mi pene más caliente y como lo apretaba.

Era tan excitante vernos a los ojos a través del espejo, una situación tan prohibida, incestuosa y caliente.

Mientras pensaba todo esto, sentí una corriente eléctrica por todo mi cuerpo y por un milisegundo, ambos nos detuvimos volteando hacia el techo, dejando todo mi semen dentro de ella y sintiendo como ella temblaba por tener un orgasmo tan fuerte.

A los pocos segundos, me separé de ella y me tumbé en el sillón cansado y con mucho sudor. Mi hermana se sentó arriba de mi quedando de frente y recostó su cabeza en mi cuello. Levantó su mirada hacia mí y me empezó a besar lentamente. De pronto escuchamos que alguien entró al probador de a lado y nos asustamos terriblemente. Nuestros corazones se aceleraron y sabíamos que teníamos que salir pronto.

Yo: (En voz baja) voy a salir primero para que nadie sospeche

Rápido me puse mi pantalón y mi camisa, salí pronto de los probadores algo sudado y me tranquilicé de que no había nade cerca. A los 2 minutos mi hermana salió con la ropa que había entrado a la plaza comercial y las prendas de látex en su brazo derecho. No nos podíamos ver a los ojos después de lo que había pasado

Dayna: Bueno, vámonos

Yo: Te vas a llevar eso o lo dejamos

Dayna: Si me lo llevo, ya lo manché un poco jaja

Después de pasar un momento incomodo al pagar con la cajera, nos dirigimos al auto para ir de regreso a nuestra casa. En el camino ninguno de nosotros dijimos una sola palabra. Por mi cabeza pasaban muchos pensamientos y seguramente ella estaba igual. Este viaje a casa parecía una eternidad. Llegamos a la casa finalmente y mi hermana me detuvo antes de bajarnos del auto.

Dayna: Gracias por ayudarme con todo, sabias que necesitaba algo y me ayudaste

Yo: Cuando necesites algo no temas en pedírmelo, para eso estoy, hermanita

La tomé de la mano y le di un pequeño beso en la palma.

CONTINUARÁ.

¡Hola!, Soy Calvin, el autor de esta historia. Gracias por leer mi primer relato, la verdad fue un poco difícil animarme a hacer esto, pero espero que les guste tanto como a mi escribirlo.

Si tienen alguna sugerencia o comentario personal, me pueden escribir a mi correo: calvin122416ahotmail.com.

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