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Fantasía hecha realidad: Sexo con mi tía

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Hola, mi nombre es Alejandro y quiero contarles como pude realizar una de mis fantasías, el poder cogerme a mi tía materna.

Todo comienza un 24 de diciembre, mis padres nos llevaron con los abuelos a pasar las fiestas de fin de año en Puebla, tenía 10 años que no veía a la familia de mamá, todo era alegría y festejo, mi abuela como siempre de consentidora, me dio la recámara pequeña que estaba hasta el fondo del corredor, frente a la de la tía Erika, una tía divorciada de 40 años que le encantaba tomar y bailar mucho, la saludé y me fui a bañar para bajar a la fiesta.

La fiesta estaba muy alegre y divertida, pero como todo festejo había mucho alcohol y empezaron a caer algunos, entre ellos mi tía Erika que ya no podía estar en pie, de hecho ni hablar, el tío Ricardo la llevó a su recámara y bajó enseguida para romper la piñata y seguir bailando.

Pasaron 2 horas más y me empezó a ganar el sueño, me despedí de todos y subí a mi recámara, el corredor estaba oscuro, pero una luz hasta el fondo iluminaba la última recámara, era la ventana de la recámara de mi tía Erika, su puerta estaba entreabierta, me asomé para ver si estaba bien, pero cuál fue mi sorpresa al verla tirada boca abajo y con la falda alzada, dejaba ver sus enormes glúteos blancos y su tanga negra de encaje, mi corazón empezó a retumbar y a golpetear fuertemente, no sé si por el alcohol o por mi morbo, me empezó a dar unas enormes ganas de tocarla, de acariciar ese culo tan grande y hermoso.

Nervioso le hablé para despertarla, pero por más que la movía no respondía, solo se escuchaban sus fuertes ronquidos, eso me dio valor para llevar a cabo mi morbosidad, cerré la puerta y le coloqué seguro, me acerqué a ella y la empecé a tocar, tenía unas nalgotas suaves y firmes, recorrí un poco su tanga, dejando ver su hermoso agujero el cual acariciaba suavemente con mi dedo, me lo llevé a la boca para chuparlo no sin antes olfatear su rico aroma, después acerqué mi lengua y la empecé a lamer, mi corazón no dejaba de latir fuertemente, era excitante saborear ese culo riquísimo, mi pene estaba durísimo, tenía ganas de meterlo en su culo, pero me contuve.

Decidí voltearla boca arriba, poco a poco la fui acomodando abriéndole las piernas y le retiré la tanga, pude ver su riquísimo bizcocho depilado, rosado y carnoso, no me pude contener y se la empecé a mamar, le chupé hasta dejarla seca, después le abrí la blusa y le saqué unos enormes pechos, con pezones color café, los cuales succione como bebé.

De repente se movió y balbuceo, mi corazón estaba sorprendido, tenía ganas de salir corriendo, pero no pasó nada, se volvió a quedar dormida, me apresuré para darle la vuelta con mucho cuidado y chupé de nuevo su agujero, lo dejé mojado y saqué mi pito bien parado, le unté saliva y lo empecé a meter poco a poco, oooh por Dios sentía riquísimo, lo tenía apretadito y tibio, estaba excitado.

La empecé a bombear rítmicamente, estaba a punto de venirme cuando mi tía se despertó y me espanté tanto que me quedé petrificado, y me dijo con voz baja:

-¿qué estás haciendo? Esto no se hace Alejandro soy tu tía, primero avisa papi, ven chiquito ¿creíste que estaba dormida? No papi, te estaba esperando desde que te vi bañándote se me calentó la panocha y planeé todo esto sobrino, tengo 5 años sin coger papito y tenía que hacer algo para ver si se te antojaba mi cuquita o de plano pasabas de largo, pero ven dame tu pito que te lo voy a dejar limpio.

Y sin decir nada más se arrodilló y me empezó a succionar el pene, todavía estaba yo en shock, pero al sentir su lengua y sus labios húmedos en mi verga me deje llevar y sin decir nada la tomé de la cabeza y me empecé a mover en círculos para que me la chupara más, sentía riquísimo y no aguanté más me vine completamente en su boca, mientras mi tía se tomaba cada gota de mi leche, le veía su cara colorada y excitada lamiéndose los labios y los dedos.

Pero mi pito todavía estaba firme y quería cogerse ese culote, así que le dije que se volteara y se colocara en posición de perrito en la orilla de la cama, le empecé a mamar el culo mientras ella gemía despacito, “así, así mi niño que rico”, la chupé por 5 minutos y después acerqué mi pene y se lo empecé a meter poco a poco, hasta bombearla fuertemente, ella gemía más fuerte, ya no nos importaba si nos escuchaban, estábamos muy calientes y gritaba, “ay mijo me vas hacer cagar papi, así, así, muévete más rápido, rómpeme el culooo papiii”.

Le dije que se girara y le chupé la panochita, estaba escurriendo, el sabor agridulce de mi tía me volvía loco, succionaba su clítoris con delicadeza, pero con una tremenda lujuria, coloqué mi pito en su vagina y la empecé a penetrar fuertemente y rápido, se podía escuchar el chacoteo, como pequeñas nalgadas rítmicas, le pedí que se masturbara mientras me la cogía fuertemente y ella empezó a gritar “me vengo, me vengo papi” y empezó a orinarse, lo cual aproveché para agacharme y tomarme toda su bebida tibia y salada.

Por último le di vuelta y le metí mi verga por el ano, ella gemía “ay paapii, así, así, siento que me cago, sácame la caca mi niño, sácame la caca, la siento hasta la panza”, mi tía sacó un vibrador pequeño del cajón de su buró y se lo colocó en la verija, mientras yo la seguía penetrando, sus ojos los ponía en blanco mientras me decía, “yaaa, papiii, me vengo, me vengo, échame tu leche en mi culo”, mientras yo pujaba al mismo tiempo que me venía dentro de su hoyo, “aggg, aggg”, gritaba yo, saqué mi pito mientras su culo escurría mi leche por su entrepierna, cayó boca arriba y con una sonrisa de satisfacción me dijo “despacito, gracias mi niño, hacía mucho que no me sentía mujer”.

Pues esté es mi relato de cuando tenía 19 años y tengo muchos más, ya que a mis 40 años he tenido muchas experiencias y fantasías realizadas, espero les haya gustado.

Mi correo es:

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