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Inicio de un matrimonio abierto (7)

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Después de que Alicia fue dada de alta nos manda mensaje Gerardo para hacer videollamada el martes por la noche, ya que todos hayamos regresado de trabajar, quedamos a la 21 h.

Nos conectamos en el ordenador y después de saludarnos y felicitar a Alicia por su restablecimiento, la plática se encaminó al terreno sexual, Gerardo fue el primero contando que Alicia no paraba de pedirle permiso para salir conmigo solos, mi esposa en son de broma le pregunto ¿Y te lo vas a coger Alicia?, respondiéndole también en broma, " no, solo platicaremos toda la noche" jajaja.

Quedé de pasar por Alicia el viernes a la 22 h.

Miércoles y jueves mi esposa no me hizo caso cuando la abrazaba diciéndome, ni te calientes porque tienes compromiso el viernes y no vas a quedar mal

El viernes me depile, me bañé y me arregle con una camisa beige y traje azul sin corbata con zapatos casuales, le pregunto a mi esposa ¿Cómo me veo?, me dice muy bien diviértanse, y cogen mucho y celebramos con un beso.

Pasé por Alicia a las 10 de la noche y me deja impresionado con su arreglo, recortó y se tiño el pelo de rubio, ella tiene el pelo castaño, arregló sus manos y uñas de manos y pies, también se depiló y perfumo y se maquilló, se puso un vestido corto color negro transparente en la parte superior dejando ver su brassier de media copa revelando parte de sus senos, liguero medias y tanga también transparente también de color negro, venía echando tiros como decimos por acá, le dije te ves hermosa al sentarse dejo ver sus piernas con parte del liguero, con eso bastó para que se me parara la verga.

Nos enfilamos a cenar a un restaurante en donde sirven un cabrito delicioso se llama el Correo Español, estuvimos platicando de lo bien que se veía y me dijo que todo lo arregló Gerardo para que fuera una gran noche, que el compró el vestido y lencería e hizo la cita en el salón.

Después de cenar nos fuimos hacia un salón de baile con el ambiente cargado de erotismo como preámbulo para el encuentro, tomamos unas copas y bailamos acaricié sus nalgas y ella sintió mi erección le besé el cuello y oído excitándola, me susurró al oído, vamos al hotel ya no aguanto, quiero sentir tu verga, agarrarla, mamártela y que me la metas, pedimos la cuenta y nos enfilamos al hotel boutique que está por el periférico en Tlalnepantla, previamente había reservado la habitación con arreglo romántico consistente en un camino de pétalos de rosa rojos de la entrada a la cama, una botella de vino espumoso frío, una caja con chocolates, y velas aromáticas en la zona del jacuzzi, cama redonda con tubo para pole dance, la idea fue de mi esposa ya que alguna vez festejamos así un aniversario.

Llegamos y un valet parking nos recibió en el estacionamiento, pasamos a la recepción y pedimos la reserva a mi nombre, todo el personal muy amable y sabiendo que vas a coger no hay risillas ni miradas incómodas, nos dieron las llaves y pasamos al elevador, Alicia estaba encantada, nunca había estado en un hotel como éste, le gustó mucho, tanto que me susurró al oído con éstos detalles hasta el culo te doy, sonreí y le dije, si te lo acepto, no creas que te las voy a perdonar, después del estreno con tu marido, me quedé con las ganas, sonrió y me dijo ya vengo preparada.

Entramos a la habitación y se sorprendió aún más con los detalles, me abrazo y me dio un beso muy fogoso metiéndome la lengua, yo que ya estaba muy excitado le agarré sus nalgas y las sobe sobre el vestido, ella se volteó para que le besara la nuca y me pidió que le dijera palabras sucias que eso la prende, le dije eres una puta que le encanta mamar y coger, que desde que la vi por primera vez me encantó su culo, levanté su vestido hasta la cintura y le metí la mano entre la tanga para introducir un dedo y masturbarla, esto la éxito aún más parando sus nalgas para sentir mi verga que reclamaba salir de su prisión, saque su vestido por la parte de arriba y bajé un poco su brassier para darle un buena mamada a sus pechos, después de unos minutos ella bajo a la bragueta para abrirla y sacarme la verga, se inclinó y se la metió a la boca haciendo que me trasladará al paraíso, paró un poco lo que aproveche para llevarle a la cama y fundirme con ella en rico 69 hasta que nos venimos los dos casi al mismo tiempo, descansamos unos minutos y me dio un beso nuevamente aún tenía un poco de mi semen el cual probé por primera vez, me dijo que te pareció, le respondí que mi esposa nunca me había besado después de eyacular en su boca, y que fue excitante, me comentó que con Gerardo lo hacía frecuentemente y que a él le excitaba mucho.

Fue al buró para sacar un tubo de lubricante anal y con picardía me dijo, ya ves como si vengo preparada, me volvió a parar y besar hasta volver a pararlo, puso lubricante en su ano y se empinó de a perrito y me pidió que ahora se la clavara en esa posición, ni tardó ni perezoso apunté en su entrada para clavarla despacio sintiendo como le taladraba ese agujero casi virgen, ya que estuvo todo adentro la tomé por las caderas para iniciar un ritmo tranquilo para disfrutar al máximo ese momento, no tardó en tener un orgasmo prolongado, poco después me vine yo echándole mi leche en su interior, cuando se lo saque escurrió sobre sus piernas nos recostamos y quedamos abrazados un rato poco después la llevé al jacuzzi, encendimos las velas aromáticas y accionamos el agua para disfrutar el masaje, estuvimos abrazados por casi media hora, nos secamos y distendimos la cama para descansar un rato.

Me desperté cuando sentí que de nuevo me lo estaba mamando, y me dijo quiero otro más, ahora vaginal, abrió sus piernas y en posición del misionero se lo metí para bombearla despacio, me abrazó con sus piernas y se movió cada vez más rápido hasta que se vino gimiendo y gritando, me clavo las uñas en la espalda, yo todavía estuve unos minutos más pero fue imposible resistir mucho tiempo termine viniéndome, ya no fue tan abundante mi leche, pues ya eran tres.

Pedimos el desayuno en la habitación fue bueno y en porciones suficientes, posteriormente nos bañamos y salimos del hotel, en el camino fuimos platicando de la experiencia y me dijo que le había gustado mucho, que cada encuentro ha tenido su magia y no podría decir cuál ha sido el mejor, que la relación de pareja se ha fortalecido al no guardar secretos sobre sus necesidades sexuales y ya no hay celos cuando comparten su opinión de cada salida, cuando Gerardo me contó cómo le fue a solas con tu esposa, me calenté mucho de oírlo, tanto que me moje y sin poder hacer nada pues estaba convaleciente y hoy segura de que en cuánto yo le platique lo que hicimos me va a pedir que follemos.

¿Y ustedes? ¿Cómo les ha ido?, Le dije que también se había desvanecido el fantasma de la monotonía que nos estaba llevando a la separación y que de igual forma que ellos nos excitaba platicar los encuentros y la forma en que lo hacíamos, que solo era sexo y que el amor no se mezclaba porque ese solo era de nosotros.

Llegamos a su casa y la recibió Gerardo en la puerta con un cálido beso en la boca, agitando la mano nos s despedimos.

Poco después yo llegué también a casa y mi esposa me recibió muy cariñosa, me preguntó cómo nos había ido y le platiqué con detalles, me abrasó y me dijo tienes que reponerte pues en la semana me toca cogerte, asentí y le prometí que lo gozaría.

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