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Karina (Parte 2)

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Hola, esta vez les contaré todo lo que ocurrió después de haber probado el néctar de aquel guarda de seguridad, en la fiesta de fin de año de la empresa de mi esposa…

Al reponerme de aquel baño de semen que me había dado mi macho, el guarda de seguridad me tomó del hombro un poco fuerte y me dijo: Vamos perra a buscar a tu ama…

Sabía que esto me iba a traer más problemas ya que mi cara, cuerpo y ropa estaban totalmente empapadas de semen además que el olor de este néctar es inconfundible, estaba aterrada de solo pensar lo que diría mi esposa al verme así, teniendo en cuenta que ella es una enferma tomadora de semen y notaría de inmediato lo que yo había estado haciendo..

El guarda de seguridad, tomó su radio y se comunicó con otra persona indicándole que acudiera de forma inmediata que le tenía una sorpresa, algo dentro de mi supo que la noche iba a ser larga, continuamos nuestro camino y durante el trayecto no pronunció palabra, me apretaba muy duro el brazo y yo solo le hacía caso y caminaba a su lado sin abrir mi boca para nada.

Mientras caminábamos hacia el salón donde debía encontrarme con mi esposa el sonido de la fiesta se escuchaba cada vez más lejos, eso me aterraba ya que pensaba en lo que nos pudieran hacer a mi esposa y a mí en un lugar tan solo y alejado.

El camino cada vez era más oscuro y dentro los arbustos se notaba la luz de una linterna que apuntaba a mi cara no podía ver quien era, pero presentía que era la persona con la que se había comunicado el guarda, al fin pude observar y vi acercarse un hombre de unos 35 años, de estatura media, de barba y piel blanca, el uniforme le quedaba perfecto podía verse a simple vista que hacia ejercicio tenía un pecho súper formado y unos brazos musculosos, la verdad no era para nada feo, es más me gustó desde que li vi, me pareció muy sexy.

Al llegar se miraron de frente y el guarda maduro que había descargado toda su leche en mi cara y boca, le dijo al más joven: te acuerdas de aquel favorcillo que me hiciste y del cual quedé en deuda contigo? Ha llegado la hora de agradecerte, el joven lo miró se sonrió y le dijo: vaya pensé que nunca me ibas a pagar ese favor, pero veo que tienes palabra, a lo cual me miró de arriba abajo acercándose lentamente a lo que dijo: pero por Dios Antonio esta perra huele a semen, ¿te la has comido y te has derramado en su boca?

Antonio que era el veterano le contestó: si Oscar la encontré paseándose por estos lugares así vestida como una puta calentona, le pregunté qué hacía en este lugar y sabes que me respondió? Que era idea de su esposa y que iba camino a encontrarse con ella, los dos se rieron y Oscar el guarda más joven le contestó: no le creo nada y así como tú le has dado su merecido por entrar a propiedad privada yo haré lo mismo, sabes Antonio lo que me calientan estas travestis, a lo que respondí: no me hagan nada, les juro que mi esposa me citó en este lugar y ella en este momento se encuentra en la fiesta y en cualquier momento debe llegar para aclarar todo, por favor no nos hagan nada, se los pido…

Oscar, me miró, se acercó y me dijo al oído: tranquila si te portas bien no le contaremos a tu esposa lo perra que eres, metió su lengua en mi oreja lo que estremeció todo mi cuerpo, mi ano se contrajo produciendo que mi piel se pusiera como de gallina, no lo podía creer a pesar de la angustia y el susto que todo esto me producía solo quería que este hombre musculoso me tomara y me hiciera sentir su perrita.

Antonio, pudo notar mi reacción y le dijo a Oscar: Mira como esta perra se puso cuando le metiste la lengua, se nota que solo quiere verga, esas palabras me calentaron y solo pude mover mi cabeza en señal de aceptación, Antonio me tomo por la cintura mientras me besaba el cuello, el solo sentir sus labios rodeando mi nuca hizo que de inmediato tuviera una fuerte erección levantando mi pequeña faldita, Oscar se acercó y me besó de una forma salvaje, mientras sentía la verga de Antonio rozando en mi culo, el pene grueso de Oscar pude sentirlo en mi ombligo.

El momento era muy caliente, jamás había pensado que todas esas noches y días de calentura en los que me quedaba solo travestido y fantaseando con varios hombres, aquella noche se estaba convirtiendo en realidad, la reacción que tuve en ese momento fue tomar un dedo de la mano de Oscar y meterlo en mi boca para besarlo y llenarlo de saliva, a lo que me dijo lo chupas muy rico mami, me tomó por la cintura y me dio la vuelta pegándome su rica y dura verga en mi hambriento culo.

Oscar Jugueteó con mi tanga hasta correrla y meter su dedo en mi ano, la sensación era lo mejor, lo saco y puso su dedo nuevamente en mi boca para llenarlo de saliva yo muy caliente se lo chupé y le dije: mételo en mi culo, estoy muy caliente papi, como una fiera tomé de la mano a Antonio y lo incorporé a la juerga, él estaba a un lado haciéndose una paja, tenía entre sus manos aquel pedazo de carne venoso el cual ya había descargado su leche en mi cara y boca.

Tome la verga de Antonio en mis manos y empecé a pajearlo, por instinto me agache para meterlo en mi boca, el olor a macho y a semen se sentían en el ambiente, de un solo movimiento me metí aquella polla en la boca y empecé a succionarla suavemente, mi lengua jugaba con su glande el cual parecía iba a estallar, mientras yo mamaba aquella verga sentí entrar el dedo de Oscar en mi culo, lo que me hizo temblar y doblar las rodillas por un momento, mi cuerpo temblaba.

Mientras seguía en mi mamada con la verga de Antonio, Oscar me besaba el culo hasta que sacó su dedo juguetón y me empezó a mamar el ano con su lengua, sentía como me violaba con su lengua, mi verga estaba a punto de estallar de un momento a otro, ya que Oscar con el solo meter su lengua me iba a provocar el más grande orgasmo de mi vida, y eso lo sabía porque un fino hilo de lubricante salía de la punta de mi verga llegando al piso…

Era un momento de lujuria, solo quería sentir a ese par de machos clavándome hasta lo más profundo de mi ser, quería sentir sus huevos gigantes golpeando en mis nalgas y me hicieran sentir la mujer más sexy del planeta, estaba a punto de correrme pero quería más, por lo cual paré la mamada que le estaba haciendo a Antonio y retiré la lengua de Oscar de mi culo, los miré y les dije:

Nunca me han penetrado y estoy ansiosa por sentirlos dentro de mí, así que por favor derramen toda su leche en mi ano, quiero que me llenen ese culo de leche, esta noche seré su perra, hagan lo que quieran.., al decirle estas palabras a mis hombres, pude observar a Claudia mi esposa quien me miraba fijamente a los ojos, lo único que se me pasó por la mente fue decirle: amor, llevas mucho tiempo viéndonos? Contestándome: lo suficiente como para saber que eres una maldita puta, lo sabía desde hace unos años, pero quería ratificarlo, no puedo creerlo te gusta más la verga de lo que me imaginaba.

Sentí que el mundo se me caía a pedazos, que ahí terminaba mi matrimonio y todo el mundo se enteraría de mis gustos y mis andanzas, no sabía qué hacer, solo decirle: Claudia amor no es lo que parece, ella sonrió me miró de arriba abajo, y me dijo: todo está dicho me casé con una mariquita a la que le gustan los penes, hoy lo ratifiqué o acaso creíste que nunca me daría cuenta que te probabas mi ropa y andabas como toda una perra por la casa? Nunca llegaste a pensar que en uno de tus viajes podía instalar cámaras en el apartamento? Después que ella dijo estas palabras quedé frio, sabía que todo estaba dicho…

Debía aceptar como todo un hombre mis errores, a lo cual le dije: Claudia perdóname y tienes toda la razón no merezco que me perdones soy un cabron y si te quieres separar o ir de la casa no te detendré yo soy el culpable y merezco tener un merecido por lo que acaba de suceder y de lo que fuiste testigo.

Claudia: es bueno que aceptes tus errores, pero es mejor que los enmiendes de alguna manera, la mire y le pregunte: y como puedo arreglar mis errores?

Claudia, con una sonrisa macabra me dice: hay una forma de arreglar este problema, mirando a los guardas de seguridad y pasando su lengua por toda su boca…

En la tercera y última entrega… Claudia sabrá qué clase de esposo tiene y yo que clase de esposa tengo...

(9,60)