Esto que voy a contarles, me lo contó mi mujer, sólo presencié la última parte de su encuentro con el cadete de la verdulería porque en el momento que empezó a suceder, yo no estaba en casa.
Creo que es la primera vez que hace algo así, y me lo dice porque, como todos mis lectores saben, disfruta metiéndome los cuernos y yo sabiendo que lo hace o directamente viendo cuando otros hombres se la cogen.
Un día de semana, yo había salido temprano y mi mujer fue a la verdulería a la que va habitualmente a hacer las compras de sus productos.
Al llegar observa que hay un chico que no conocía acomodando unos cajones, el joven es un morocho muy atractivo, de muy, pero muy buen físico, se ve que el trabajo de mover y acomodar cajones le han cultivado el lomo, es alto con espalda ancha y brazos musculosos, digamos un ejemplar hermoso para mi mujer que es rependejera.
A Laura le fascinan los hombres de físico trabajado y bien jóvenes, una típica Milf, una mujer madura atractiva a la que le gustan los amantes jóvenes.
Por supuesto puso los ojos sobre este chico que al verlo, enseguida se le hizo agua la boca, por no decir que se le hizo agua la conchita.
Hizo la compra pensando en como podía hacer para llevarse al pendejo a la cama y no dejaba de mirarlo, el chico que se llama Matías, notó esto y a pesar de su extrema timidez, comenzó a mirarla también, aunque cada vez que se cruzaban la vista, él bajaba la cabeza.
Esa actitud le encantó a mi mujercita y le provocó empeñarse aún más en hacer algo para conseguir su objetivo, quería volteárselo ese mismo día.
Laura como ya conté en otros relatos tiene 50 años y está muy buena para una mujer de su edad, y no es nada disimulada cuando se siente atraída por un hombre, y más con las características de éste pibe, que por su cuerpo parecía más grande, pero que apenas tenía 18 años recién cumplidos.
Hacía poco que había llegado de un alejado pueblo del interior, y no tenía ninguna experiencia con mujeres, salvo algún pequeño escarceo con alguna chica de su edad.
A Laura se le ocurrió acercarse a él y preguntarle si haciendo una compra grande era posible que le lleve las bolsas a su casa, Matías le respondió que sí pero que las entregas las hacía después de las 13 y hasta las 17 que era el horario en el que el local cerraba, y descaradamente y con una sonrisa pícara le dijo…
– pero vas a venir vos a traerme las cosas ¿no?
– si, si. (contestó él)
No era cosa que viniera alguna otra persona y que hacer esa compra sea en su mayoría inútil, porque nosotros dos solos no consumimos demasiadas verduras y se echan a perder.
Por otro lado pensó que si tenía cuatro horas libres, podría llevar a cabo su plan, que claramente era llevárselo a la cama.
Entonces le rogó que por favor viniera puntualmente a las 13 horas, para asegurarse que fuera él y pensando que le diera el tiempo para seducirlo, cosa que empezó a hacer en ese mismo momento, al decirle casi al oído y guiñándole un ojo…
-si no tenés que volver enseguida al local y te podes quedar un rato, podés aprovechar y darte un chapuzón en la piscina.
-pero no tengo short de baño.
-no te preocupes, eso es lo de menos, vamos a ver como nos arreglamos.
Para cualquier chico más o menos despierto, las palabras y actitud corporal de Laura hubieran sido muy evidentes, pero Matías era aparentemente muy inocente y pareció no darse cuenta o por lo menos, así se lo hizo creer a mi mujer.
A la una y diez minutos de la tarde, el joven llegó con las cuatro bolsas bien cargadas de mercadería, Laura lo recibió con una bikini diminuta, cuya parte de arriba deja ver muy bien sus lindas tetas, y la tanguita es en realidad una microtanga, (la compro en un sex shop) que adelante tiene un muy pequeño triangulito que apenas tapa su conchita casi totalmente depilada, y hasta permite ver el comienzo de una rayita muy finita de vello púbico, que ella se deja y que la hace súper sexi.
Así lo hizo pasar, le preguntó cómo se llamaba y se presentaron, el chico se quedó pasmado cuando la vio casi desnuda, ella le pidió que le lleve las cosas a la cocina y si podía hacerle el favor de ayudarla a acomodar algunas cosas en la heladera, cuando entraron a la cocina Lau le dijo que aguarde un minutito que iba a sacar algunas cosas que podían estar demasiado maduras en el cajón de abajo.
Por supuesto se agachó delante de él y le dejó ver su extraordinario ojete, la tanga por detrás era solo un hilo dental y se le metía en el ano que estaba casi a la vista y hasta se le ve parte de sus labios vaginales, o sea, como decirles, estaba prácticamente desnuda.
Cuando ella se volvió a dar vuelta hacia donde estaba parado el chico, lo vio embobado con la boca abierta por el asombro y un enorme bulto se notaba a través de su pantalón blanco muy finito y ajustado.
Ella sonrió y le dijo como despabilándolo…
-nene, nene, Matías, jaja mírame, deja las cosas sobre la mesada, yo después las acomodo mejor, ¿te gustó algo de lo que estabas mirando?
Siempre tan sutil mi mujercita, el pobre chico se puso colorado y tímidamente dijo balbuceando….
-perdón señora, pero es que usted es hermosa.
-bueno gracias, pero no debo ser la primer mujer que ves así.
-y si, es la primera vez que veo a una mujer como usted casi sin nada puesto.
Ella pensó, esta es la mía y siguió preguntando
-bueno, decime que te gustó más
-perdón señora, me da vergüenza, pero usted tiene un cuerpo hermoso, todo me gusta, sus pechos y su cola me parecen muy lindos, perdón por el atrevimiento.
-no te avergüences, me encanta que te guste mi cuerpo.
Y ya lanzada al vacío siguió…
-me imagino que nunca estuviste con una mujer y nunca tocaste una.
-no nunca estuve con ninguna mujer desnuda, solo besé en la boca una chica en mi pueblo.
-¿te gustaría tocarme un poco?
Esto último lo dijo tocándose sensualmente los pechos, y antes que el sorprendido por su buena suerte pudiera responder, se quitó el corpiño y dejó que el chico vea sus lindas tetas y sus apetitosos pezones que ya estaban duritos, Matías se acercó y le acarició los pechos muy suave y tímidamente, mi mujer lo alentó a que se los apriete un poco y le estire los timbrecitos.
Laura miró su bulto que ya estaba totalmente duro y parado como un mástil, haciendo una carpa en su pantalón, ni lerda ni perezosa se lo tocó, el chico se sobresaltó un poco y ella entonces le preguntó si le molestaba que lo haga.
Obvio que el chico dijo que no, y ahí estaban, él tocándole las tetas y ella la verga, a quién dos horas antes no había visto en su vida.
Mi mujer no se iba a conformar con tan poco y le dijo que se quite el pantalón, y él preguntó…
-¿y si viene su marido?
-a él no le importa.
-¿cómo que no le importa?
-no le importa que yo esté con otros hombres y si viene y nos encuentra, es seguro que se quede mirando sin decir ni una palabra.
El chico ya más tranquilo, se sacó el pantalón y el bóxer, Laura levanto su remera, le hizo pasar el cuello por la cabeza y lo dejó totalmente desnudo, al fin tenía ante sus ojos a ese bombón con físico de hombre y mentalidad de adolescente y encima virgen, lo miró de arriba a abajo contemplando su hermoso cuerpo y sobretodo, la magnífica pijota que tenía de no menos de 18 x 6, o sea no demasiado larga y bastante gruesa a la que le sobresalía una estupenda cabezota gorda.
Al verla ella quedó absorta ante esa belleza y dijo…
-sos muy lindo Mati.
-gracias, usted es mucho más linda.
-¿de verdad te parezco atractiva por lo menos?
-usted es hermosa, es un sueño para mi.
Entonces tomándole la pija con una mano y los huevos re grandes con la otra, le preguntó…
-¿hasta que hora te podes quedar?
-hasta 15 minutos antes de las cinco, tengo que estar cuando abren.
-bueno, creo que por hoy va a ser suficiente, vamos a aprovechar el tiempo. ¿me dejas que te la chupe un poquito?
El chico se quedó mudo y paralizado frente a ella, entonces sin decir ni una palabra más se puso de rodillas a sus pies y comenzó a besarle los huevos y lamer la cabezota de su verga, la pija se le puso inmediatamente a full, tiene 18 años, ¿que se puede esperar de un chico a esa edad?
El chico empezó a gemir y respirar muy aceleradamente, parecía que se iba a venir de inmediato, al advertirlo ella aflojó con la mamada y le dijo mirándolo desde abajo y todavía con sus manos en la pija y huevos…
-no acabes todavía mi vida, voy a desvirgarte antes que te vayas de mi casa, vas a hacerme el amor.
Se reincorporó y al ponerse de pie, lo tomó de una mano y lo llevó al dormitorio, allí se acostó de costadito y le pidió a él que se recueste detrás de ella de la misma manera, él estaba en silencio y obedecía ciegamente, ella lo manejaba como quería, le tomó una mano y agarrando solo el dedo medio con la suya, se lo llevó hasta el borde de su ano e hizo que se lo frote muy delicadamente con la yema del dedo, obviamente después de correr a un lado el hilo dental que apenas lo cubría.
Él lo hizo muy suavemente, parecía tener mucho miedo de hacerle daño y ella empezó a gemir y retorcer su cuerpo moviendo la caderas y la cola, Laura estaba muy excitada y casi enseguida cambió de posición, fue tan rápida que el chico pensó que estaba haciendo algo mal, se quitó la tanguita del todo, tomó un condón de la mesa de noche, y al mismo tiempo que le chupaba la pija se lo puso con la boca, (una experta para hacer eso).
Seguidamente se acostó boca arriba y con las piernas súper separadas extendió sus brazos y con sus manos tomó la cabeza de Matías y la llevó a su entrepierna y casi como una orden imposible de desobedecer le indicó que ponga la boca en la vagina, él lo hizo obviamente y ella dijo…
-chupame toda bebé, pásame esa lengua por toda la concha mi amor, haceme gozar chiquito, ahhh mmm dale bebé frotame bien, mojame toda.
El chico estaba en el paraíso, si hubiera tenido un segundo para poder pensar, no hubiese sabido cómo llegó hasta ahí, para él era tocar el cielo con la lengua.
Enseguida y ella más consciente que él de la hora que era ya, prácticamente le suplicó…
-veni amor, méteme la pija, cogeme cielito, hacelo, hacelo ya mi chiquito, dámela toda sin miedo bebé, no me vas a lastimar, métela hasta el fondo, hoy soy tu puta y vos mi machito.
El pibe puso su boca sobre las tetas de mi mujer y se las chupo mientras la penetraba, se la puso hasta los huevos, tal como ella pedía y deseaba y mi mujer bien experta en estas lides, lo guio tomándolo de las caderas y las nalgas haciéndole llevar el ritmo de la penetración como a ella le gusta.
Yo llegué cuando el chico estaba montándola y cabalgando a mi potra, y observé ese hermoso espécimen de varón, acostado entre las piernas abiertas de mi mujer, y noté también su hermoso culo bien torneado, redondo, joven y lampiño que a pesar de que no me gustan los culos de hombres, no dejo de apreciar algo bello.
Cuando los vi, me quedé mirando desde la puerta, no quise espantar al amante de mi señora que no tenía el gusto de conocer, solo escuché que la trataba de usted y pensé que esta hija de puta había asaltado un jardín de infantes, pero por suerte me anoticie de que por lo menos era mayor de edad.
Poco pude ver del magnífico espectáculo porque un par de minutos después que me acomodé para verlos coger, los dos acabaron como brutos animales, si viviéramos en un edificio de departamentos, los vecinos morirían de la envidia por los gritos que pega esta turra.
Los vi terminar y noté la cara de satisfacción de mi putita, y la de felicidad de ese chico, al verle la cara me di cuenta que era poco más que un adolescente.
Se levantaron, ella me presentó como su marido y le dijo…
-¿viste que no tenías que preocuparte porque él llegue? Ya sabes que podés venir alguna tarde a usar la piscina o lo que prefieras usar, y también podés venir una noche después del trabajo, ya ves que no hay drama en esta casa.
El joven se dio cuenta que ya era un poco tarde y disculpándose por irse casi corriendo, saludó a Laura con un beso en la mejilla y a mi me dio un apretón de manos, hasta ternura me dio tanta inocencia.
Antes de que se vaya, Laura le dio anotado en un papel, su número de teléfono y le dijo que la llame cuando quiera venir a verla.
Después nos quedamos con Lau charlando sobre lo que había hecho y me contó todo con lujo de detalles para que yo muera de deseo por verla coger con ese chico alguna vez desde el principio, y pueda relatarle a ustedes todo lo que hizo con él.
También hablamos de que le gustaría repetir la experiencia de estar a solas con él toda la tarde, me dijo que le había dado mucho morbo, seducirlo al chico sin que yo lo sepa, sentía que me estaba metiendo los cuernos como hacen muchas mujeres y por supuesto también los hombres, pero con el plus de saber que al llegar a casa, yo no diría nada y por el contrario, disfrutaría mis cuernos.
Por otro lado me contó que le entusiasmaba la idea de moldearlo a su manera, porque el chico no tenía ni maldad ni vicios, era ideal para hacerlo a su gusto y al mío, si yo quería.
Sobre esto último le dije que lo quería pensar, el chico era hermoso y tiene una pija muy deseable, pero no estoy seguro de querer de alguna manera, pervertirlo, además me confesó que le rompía la cabeza la idea de que la garche sin protección y tragarse su leche.
CONTINUARÁ….
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Besos a todos mis lectores.