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La puta de mi mujer

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No podía dejar de pensar en ver a mi mujer con más de un tipo, ella siempre necesito ser bien cogida y cada día está más puta que nunca, eso hace que piense como puedo verla plena y temblando a gemidos, soy dueño de empresas y ella me viene a buscar con esos vestidos donde se le marcan las tetas y sabe bien que si ella esta sexy, yo enloquezco, me calienta que mueva ese culo hermoso por los pasillos de las oficinas, que la miren y deseen, ayer se sentó en la sala de esperas y desde el confortable sillón que está frente a los ventanales de las oficinas de personal, se podía ver que tenía ligas y no usaba bragas.

Contraté hace poco a dos cadetes, pensando en que se la cojan en ese sillón, sé que ella la excita la idea de coger tipos que estén bajo mi mando, prepare todo para hoy, a ellos les dije que se queden para hacer unos inventarios y a ella le pedí que supervise esa tarea. La muy puta se vistió para la ocasión, pollera ajustada a las rodillas, medias, tacones, camisa de seda con muchos botones y un saco que no podía cerrarse por los pechos tan grandes que se dejan ver por la transparencia del lienzo de esa camisa que usa sin soutiens, se toca los pezones al solo efecto que se le paren y los tipos se les para la verga. Yo le dije que me no estaría y que ella haga lo que le gusta, sumando a ese comentario una sonrisa cómplice, mientras la abrazaba y metía mi mano en su concha húmeda, la conozco la tiene lubricada porque está pensando en coger.

Yo me escondí, luego de que salude a los cadetes a la orden de que complazcan los pedidos de mi mujer, mande a poner un vidrio frente a esas oficinas donde yo puedo ver todo y nadie puede verme a mi, ella llega, ellos la miran y le dicen, venga señora su marido nos dio órdenes,

Ella pone música y les dice que ama escuchar ópera mientras cuenta cosas, se saca el saco, se sienta frente a ellos, en ese sillón que está fuera de la oficina de personal y les dice empiecen y yo me voy a relajar, los cadetes trabajan y notan que ella se recuesta en el sillón y se desprende uno a uno los botones, no llega a sacarse la camisa, pero se puede ver uno de los pezones por el borde de la tela, para estas alturas veo que los pibes tiene la pija dura, se les nota, la miran se miran, la desea.

Ella al compás de Carmen mueve los pie y se sube la pollera, se ven las medias, los portaligas y sin mediar palabra se empieza a masturbar, que linda puta que es, está preparada para cogerse esas pijas jóvenes y llenas de leche, uno de ellos se levanta y se dirige donde ella esta, la mira, ella lo toca sobre el pantalón y aparece una verga dura, venosa, gorda, ella abre la boca y su lengua empieza a lamer la punta, el otro cadete, sale y mira, no puede creer esto, él le dice mientras ve como mi mujer chupa pija sin parar, y yo que hago, ella saca la pija de la boca y le dice, veni chiquito que me entras dos sin ningún problema.

No tardaron en estar en bolas los tres, yo sentado en mi escritorio sabía que ella no dudaba en pensar que yo la miraba, hacia todo lo que me vuelve loco, arrodillada chupaba las vergas al mismo tiempo, le entraban las dos, lamia los huevos, escupía y miraba el vidrio espejado donde yo estaba resguardado. Sacaba la lengua y ellos le refregaban las pijas por la cara, le tocaban las tetas y ella seguía mirando al vidrio.

Uno se sienta y la da vuelta para cogerle la concha, el otro no tardo en meterle la pija en el culo, ella se chupaba los pezones y ellos la cogían sin parar, eran un solo cuerpo, la besaban la penetraban al mismo tiempo, en eso yo dejo caer un jarrón y ellos quedan quietos, salgo los miro y les digo, ni se les ocurra dejarla caliente, síganla cogiendo, ellos empiezan a cogerla más duro, ella grita y me dice, mírame hijo de puta, mírame bien perra, así, deciles lo que querés ver, y yo comienzo a decirles lo que deseo, le digo que la llenes de leche, y que la pongan en cuatro sobre el escritorio, me sumo y ella me chupa la pija, mientras la siguen cogiendo, ellos lamen y meten lengua, uno le saca la pija de la concha y se la chupa, le pido a los dos que se la chupen mientras yo le sigo cogiendo la boca, le aprieto las tetas y cojo esa garganta, se mea, acaba, grita, los baña en su néctar, y nuevamente la cogen, pero esta vez le meten las dos pijas en la concha, y yo voy por el orto, que hermosa triple que se está comiendo.

Estamos por acabar y quiero ver como del culo sale leche, le pido a uno que la coja y voy a la boca, ellos dicen que se vienen el de la concha se acerca a la boca y ella chupa las dos vergas, le llenamos de leche, traga traga enloquecida, y el otro acaba en el culo y la sigue cogiendo, la leche chorrea por las pierna y ella sigue caliente, estos pendejos siguen con la verga como un palo, yo la beso, la limpio y me siento a ver como la siguen cogiendo...

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