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Las tangas de mi madre insatisfecha (Parte III): Final

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Una de las cosas más lujuriosas que hicimos fue cuando nos fuimos de vacaciones a la playa, la idea era ir con mi mamá solamente pero no había pretexto para dejar a mi papá, así que nos lo llevamos, fuimos a puerto Ángel de vacaciones por unos 4 días, rente un cuarto doble para que durmiéramos todos juntos ya saben con el pretexto de que es más barato, pero la idea era que mi mamá me entregara su chocho en las noches, por suerte o por gracia desde el primer día mi papá comió mariscos y se enfermó del estómago, por lo tanto un par de días no salió del hotel para nada.

Mientras mi mamá y yo aprovechábamos para ir de paseo juntos, mi mami se había comprado unos bikinis muy chicos que le tapaban medio culo, también se había depilado un poco su panocha, se veía muy sexi, cuando salimos a la playa la tomaba de la cintura le agarraba las nalgas pues al fin no sabían que era madre e hijo, más bien parecíamos una pareja.

Ese viaje fue de ensueño, por las noches mi mamá se pasaba a mi cama para montarse en mi verga como una zorra en celo, por los medicamentos mi papá dormía mucho, así que podíamos hacer ruido y no pasaba nada, llenarle de leche su coñito era un deleite, cogíamos un par de veces por noche, con mi esperma dentro de ella se regresaba a su cama como si nada.

El segundo día de viaje fuimos a una playa nudista sin avisar a mi papá quien apenas está saliendo de su malestar, en esta playa había muchas pareja que cogían al aire libre, pero nosotros más discretos nos íbamos algo lejos, mi madre recostada en la arena con las piernas abiertas y levantadas al aire mientras me rogaba para que le metiera mi verga era un sueño hecho realidad, me la cogía sin piedad, al principio traba de ser amable pero a estas alturas y después de tanto, me gustaba cogérmela duro, le metía la punta para estimular su clítoris y cuando menos se lo esperaba se la metía toda de golpe, con eso ella se venía a chorros, le daba topes durísimos, para que mi verga tocará la entra de su útero mientras más adentro llegará más se corría mi madre.

Gracias a mi tratamiento siempre tenía esperma en abundancia, el chocho de mi madre quedaba inundado del jugo de mi verga, verla desnuda con su chocho escurriendo de semen era el logro más grande que había tenido, esa tarde en aquella playa cogidos varias veces, regresamos exhaustos a dormir.

Para el tercer día mi papá estaba bien, pero para su mala suerte estuvo lloviendo todo el día, así que le di dinero para que fuera al casino del hotel, me quede a solas con mi madre quien solo espero a que mi papá saliera para empezar a sobarme la verga, me bajo el short, mi pito totalmente erecto goteaba de tal excitación, tomo su mano y empezó a masturbarte poco a poco, luego me agarró de la verga y me llevo hasta la cama me tiro, se quitó su blusa y el brassier, ella sabía muy bien que follarmela con sus bragas puestas me vuelve loco, así que se puso un par de las que se había comprado recientemente, se subió la falda y con sus pequeñas manos de puta empezó a rozar si cabeza con la entrada de su panocha, hasta que ella poco a poco se empezó a meter todo el tronco, no aguante muchos pues ella se movía como una diosa y una enorme carga de leche salió dispara hacía sus paredes uterinas.

Me pare de la cama cargándola mientras me la seguía cogiendo, follamos como perros esa tarde por unas 2 horas más o menos sin embargo después de haber disparado mi semen dentro de ella en la última cogida mi papá llegó y trato de abrir la puerta de la habitación para fortuna nuestra había metido mal la tarjeta, mi madre sin blusa ni brassier, solo con una tanga rosa de lado, con su panocha escurriendo de semen se alcanzó a meter al baño, las sábanas manchas de la corrida de mi madre las quite y las metí debajo de la cama, en esa ocasión siento que el sospecho algo, ya que vio el brassier tirado en el piso, la maleta estaba abierta con varios pares de bragas de mi madre tiradas a su lado, me empezó a pregunta que habíamos hecho en su ausencia, y cosas así, todo el día no nos quitó la mirada de en sima, no lo culpo mientras él jugaba yo me tiraba a mi madre, la verdad no me sentí mal, le di 2000 pesos y los perdió en el Casino, pues ese día solo decía yo en mi mente “hoy mi mamá valió 2000 pesos, cuál scort pague para cogérmela, estamos a mano”.

El último día fuimos todos juntos al malecón, las cosas se habían calmado pero ese día no cogimos por si acaso, ya tendría tiempo regresando para llenar de leche ese coño.

Los siguientes meses fueron normales, ya saben cogíamos a menudo, lo que no puedo negar es que llegó el punto dónde entendí que la única vagina que me saciaba sería la de ella, verán en todo ese lapso cogí un par de veces con amigas, pero ninguno de ellas siquiera le llegaba a las rodillas a mi madre, no hablo de moverse, simplemente su vagina era inigualable quizás sería por haber quedada descuidado mucho tiempo, o por qué es pequeña y mi verga larga que le metía se amoldaba perfectamente, era como meter la llave en una perilla, solo mi verga era la única que encajaba perfectamente con ella y ella lo sabía.

En una ocasión por cuestiones mecánicas mi carro se fue al taller esa tarde teníamos un compromiso con algunos familiares en un pueblo que queda a una hora de la casa, mis papás Iban a ser padrinos de bebida, mi papá rento un taxi ya que no encontró una camioneta, metimos los cartones de cerveza, mi papá se fue en la parte del copiloto mi madre y yo atrás junto a los cartones, sin embargo no había mucho espacio, así que ella se fue sentado sobre mí, en el trayecto la verga se me empezó a para, le decía a mi mamá en el odio que se subirá un poco su vestido que me la quería coger, ella se negaba por qué nos podían ver, pero mi papá estaba muy metido en la plática de política con el taxista, la logré convencer, se subió poco a poco su vestido holgado, deja entrever una linda tanga medían de color melón con encajes y un bordado hermoso, se la hice de lado ella se acomodó un poco, me saque la verga y se la fui colocando poco a poco en su concha, que dicho sea de paso ya estaba mojada, la perrita se hizo de rogar cuando su chocho pedía mi verga a gritos, la cabeza ya había entrado quise metérsela poco a poco, sin embargo el taxi paso por un bache y sin querer por el movimiento se la ensarte toda la verga de golpe, ella exclamó un enorme gemido, pues todo el tronco hasta la base de mis bolas le entró sin aviso, yo sentí como el prepucio se me bajo con tal fuerza que me sentía en las nubes había sido de las penetración más ricas que ha sentido mi verga que estaba como piedra de dura, ella se quería para un poco y sacarse la pero yo no la deje, la tome de la cintura y no deje que se la sacará al contrario el movimiento de arriba y abajo le empezó a gustar a ella que ya no peleó más, solo agachaba la cabeza para que no vieran su expresión de puta y se tapa la boca para no sacar ningún gemido.

Habremos estado varios minutos hacía hasta que me corrí dentro de ella, deje mi verga adentro hasta que se hizo flácida y salió sola, le acomode su tangas mancha de mecos y seguimos en el viaje, al llegar ella me dio un manotazo, pues no llevas más ropa interior y ahora estaría toda la fiesta con mi leche dentro de ella y en sus bragas, le di una nalgada y le sonreí nada más. Esa fue una buena fiesta comimos, bailamos y regresamos a casa, ella cogida yo deslechado qué más puedo pedir.

Con el tiempo vistamos decenas de moteles con mi mama, le hice de todo, cogimos en infinidad de lugares, trataba de cogerme su culo, pero nunca quiso y la verdad está bien su pequeño culo sé que jamás superar su chocho, pero eso si hasta decente me salió la zorrita.

Duramos con esa intensidad a como dos años más o menos, después de ello nos aburrimos del sexo, ya habíamos hecho de todo, así que cada vez fue menos el sexo, paso de ser 5 veces al día unas 2 o 1, hasta convertirse a 3 por semana, un segundo aire llegó cuando compre mi casa en la ciudad donde estudie, ella se iba de visita por meses y cogíamos a voluntad, no les miento ella andaba en ligeros y tangas todo el día, mientras limpiaba o cocinaba, yo iba le hacía a un lado su tanga se la metía descargaba mi semen dentro de ella le daba una nalgada y me iba, me abre corrido dentro de ellas unas 3000 veces quizás o más.

Después ese entonces regresamos a la normalidad el sexo era ocasiona cuando ella me visitaba o yo a ella, por su propia boca me dijo que le regrese esa juventud que no tuvo con mi papa y que ahora está totalmente satisfecha, ya que tuvo todo lo que quiso, a mi padre a quien ama y tuvo mi verga quien la hizo llegar al cielo del placer.

Los tips para hacer esto son simples, llévense bien con su madre, que les tenga confianza, diga se secretos para que ella les diga los suyos, poco a poco leve la al terreno sexual, y si todo sale bien se la cogerán muy pronto, revisen su ropa interior eso habla mucho del tipo de mujer que es.

Si quieren un consejo se los podría dar, pero a veces solo pienso que tuve suerte, suerte de haber tenido a un madre ingenua, pueblerina, insatisfecha, manejable y lujuriosa, que dejo que su hijo se corriera más veces dentro de ella hasta el cansancio.

Las partes anteriores están en mi perfil.

Fin

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