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MaryCarmen y el chico del antro

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Después de haber terminado con su novio Sergio, y a pesar de haber tenido algunos acercamientos con un futbolista llamado Rolando, MaryCarmen era ahora una mujer libre, no tenía ninguna atadura a nadie, y estaba en plan de disfrutar la vida, es por eso que cuando Brenda y Liliana la invitaron el fin de semana a bailar, ella aceptó con gusto, en busca de una noche loca.

Así que se pusieron de acuerdo, y era Brenda quien pasaría a recogerlas a ambas alrededor de las 10 de la noche, y así sucedió, y cerca de las 10:20 estaban llegando a una zona de antros, pagaron el estacionamiento y se dirigieron al de mayor fama.

La fila para ingresar era bastante larga. Pero siempre existe la posibilidad de que un grupo de chicas se aventurara y se mostrara directamente con el cadenero, y es lo hicieron y claro, si tenemos en cuenta que esté trío de chicas estaba formado por, Brenda, la pelirroja de grandes senos, que llevaba unos jeans y blusa vaquera, con los suficientes botones sueltos como para que cualquiera pudiera notar que, no había nada detrás de esa blusa. También estaba Liliana, la chica con 4 o 5 kg de más, pero con un culo espectacular y una cara angelical, y por supuesto, su culo completamente embarrado en unos jeans, los cuales resaltaban aún más la figura redonda que ella orgullosamente presumía. Por último, estaba MaryCarmen, la morena de 1.75 m de estatura, con un cuerpo atlético y que presumía unas hermosas piernas torneadas debajo de un vestido blanco de una sola pieza, que le llegaba justo a medio muslo, tal vez unos 8 o 9 cm por encima de la rodilla. Cuando el cadenero las vio, simplemente sonrió y les permitió el acceso.

Ya adentro, la intención era buscar una mesa libre, esto resultó ser imposible, todas las mesas se encontraban ocupadas y parecía ser que no tardarían mucho en dejar de permitir el acceso. Entonces, las chicas se acercaron a la barra y pidieron 3 botellas de agua, por supuesto, la intención de las chicas era no gastar más de lo necesario. Así que tomaron sus botellas y se alejaron de la barra y caminaron un poco alrededor de la pista, pasaron tal vez 20 minutos, cuando el primer chico en probar suerte, lo hizo con Liliana, sin embargo, algo no le agradó ella y el chico terminó por retirarse, no pasaron ni 30 segundos cuando un chico bastante apuesto se acercó al grupo Y después de dirigir sendos piropos a cada una, se dirigió a Brenda y le pidió que, si bailaba con él, Brenda aceptó, y se dirigió con el chico a la pista. Un par de minutos después, se acercó un chico de camisa blanca desabotonada a la altura del pecho, un pantalón gris de gabardina sin una sola arruga, alto, por encima del 1.80 o 1.85 m tal vez, cabello castaño, tez aperlada y con una sonrisa perfecta, saludo primero a Liliana y luego a MaryCarmen, detrás de él, llegó otro chico, quien repitió la acción, saludando a Liliana y posteriormente a MaryCarmen, el chico de camisa blanca se acercó al oído de esta última y le pregunto que si gustaba bailar, ella sonrió y asintió con la cabeza. El entonces, le ofreció su mano izquierda, para aquella que lo tomara con la derecha y guio el camino, mientras colocaba su mano derecha en la parte superior de la espalda de ella, de una manera por demás sutil.

A un lado de ellos caminaba también el otro chico, guiando también a Liliana por la espalda, ambas parejas se dirigieron a la pista, aunque tomaron destinos diferentes. Mientras caminaba hacia la pista, MaryCarmen logró ver a Brenda a bailar animadamente con el chico que la había saca. Al llegar a la pista, la música electrónica estaba en su auge, y ambos comenzaron a bailar con la misma pista llena, no había mucho espacio entre ellos 2, pero el chico que se encontraba detrás de MaryCarmen, parecía bastante dispuesto a impresionar a la chica en turno, con algunos pasos sumamente exagerados, y terminó empujando a MaryCarmen en un par de ocasiones, tras el segundo empujón, volteó molesta, pero el chico parecía no importarle nada, entonces la pareja de baile de MaryCarmen, la tomó por las manos y la hizo cambiar de posición. Nuevamente el efusivo bailarín realizó sus movimientos exagerados, pero en esta ocasión se estampo con un muro, y en lugar de empujar, salió rebotado, tras su tercer intento de reclamar el territorio, el bailarín claudicó y se retiró a otra parte de la pista. Entonces el chico sonrió, se acercó a MaryCarmen y compartió una broma sobre el bailarín en su oído, pero al terminar no retrocedió lo andado y permaneció a la misma distancia. Sus cuerpos prácticamente se rozaban, él no retrocedía y ella no quería mostrar cobardía, no esa noche, pasaron unos 15 o 20 minutos y el ritmo de la música poco a poco se fue desacelerando. Liliana pasó por un costado de la pareja, meneando como solo ella sabía ese gran culo, pero ahora iba acompañada de otro chico y Brenda ya no bailaba, ahora estaba tomando una copa en una mesa con el mismo chico con el que había salido a bailar, el cual no dejaba de devorarle el escote con la mirada.

Cuando el ritmo de la música obligó a que hubiera contacto entre los bailarines, el chico puso su mano derecha sobre La mitad de la espalda de ella, atrayéndola unos cuantos centímetros más hacia él, ella correspondió estirando la mano derecha y tomando la mano izquierda del chico, aceptando el contacto. Sus cuerpos ahora estaban en pleno contacto, mientras bailaban los pechos de ella se frotaban contra el pecho de él, al ritmo de la música. La mano derecha de él bajaba de manera lenta y prácticamente imperceptible, y su pierna derecha se encontraba entre las 2 piernas de él, ella podía sentir el roce de su pantalón entre sus rodillas y poco a poco se iban cerrando los espacios que había entre sus cuerpos, aunque el contacto no era total, la excitación de él era más que evidente y ella pudo percibirla después.

El ritmo de la música poco a poco empezaba a cambiar, y antes que la oportunidad se escurriese como agua entre sus manos, el chico, que ya tenía su mano, posada parcialmente sobre el culo de MaryCarmen, le propuso a esta tomar una copa, ella aceptó y mientras ambos caminaban hacia la barra, la mano del chico, no se apartó ningún milisegundo del cuerpo de ella, más aún, su mano ahora estaba descaradamente posada sobre la parte derecha de su culo. Al llegar a la barra ella colocó su codo derecho sobre esta mientras él pedía las bebidas.

La mano de él se separó solo lo suficiente para poder acomodarse frente a ella y nuevamente colocó la mano, ahora sobre su cintura, bajando un poco los dedos sobre la cadera, en ese momento, la barra se encontraba bastante socorrida, lo cual fue el pretexto ideal, para que él diera paso y medio hacia el frente, y su mano pudiera hacer mejor contacto con el cuerpo de ella. Desde la posición en la que él se encontraba, podía observar perfectamente lo que bondadosamente dejaba ver el pequeño escote el vestido de MaryCarmen, se inclinaba levemente sobre ella para decirle algunas palabras. y aprovechaba para mirar con más descaro. la plática era trivial. tanto en el caso de él como en el caso de ella. solo era una excusa poner los cuerpos cercanos, la mano de él pudo detectar, bajo la tela del vestido blanco de MaryCarmen, lo que podría adivinarse como una tanga, ese pedazo de tela bastante delgado y delicado que apenas se percibía.

Llegan las bebidas y el chico maldice hacia sus adentros, con un evidente mal humor en su cara, saca el dinero, y el billete con el que paga es por mucho superior al costo de las bebidas, sin embargo, el chico le dice que se quede con el cambio, evidentemente no desea ser interrumpido nuevamente, MaryCarmen toma su bebida y da un pequeño sorbo, humedeciendo con ella sus labios, nuevamente el intercambio de palabras triviales, hablando un poco sobre las bebidas, pero en esta ocasión el chico aprovecha y en un movimiento rápido atrapa los labios de MaryCarmen con su propia boca, ella no rechaza el movimiento, y cuando la lengua de él presiona para entrar en la boca de ella, la acepta gustosa y es su propia lengua la que le da la bienvenida. Nuevamente las manos intervienen en el contacto, ella posa su mano derecha en el cuello de él, y él retoma el camino donde lo había dejado antes sobre su cadera, pero esta vez sus movimientos no son tímidos, su mano sube y baja por el costado de la cadera de ella, hasta que uno de sus dedos se engancha el borde del vestido, y poco a poco sus dedos se mueven de manera hábil, levantando ese vestido hasta que su mano completa está por debajo de él.

El cuerpo de ella y la barra misma impiden que alguien más pueda observar sus movimientos, la mano del chico sube nuevamente, lo suficiente para comprobar lo que hacía rato había sospechado, debajo de ese vestido hay un diminuto tanga, el pequeño hilo alrededor de la cintura de MaryCarmen es la prueba de ello, ella al sentir el contacto sobre su prenda le sujeta la mano. Aunque sus cuerpos no se separan ni un milímetro, él motivado por la excitación que siente y qué MaryCarmen es capaz de sentir tocando su vientre, le susurra al oído que si quiere ir a otro sitio, ella no contesta, y mirándolo fijamente a los ojos y sin soltar la mano que segundos antes le había tomado, se dirige hacia la salida jalándolo de la mano, se dirigieron hacia el mismo estacionamiento en el que Brenda había dejado su carro. Él le abre la puerta y ella sube y mientras él sube al lado del conductor, ella saca de su bolso su teléfono, y le manda un texto a las chicas para explicarles que ella volverá a casa por su cuenta. Mientras él conduce ella guarda su teléfono y saca un labial para retocarse los labios frente al espejo de la visera, él, mientras tanto, coloca su mano sobre su pierna desnuda, y la mueve acariciando el muslo, MaryCarmen solo sonríe.

El viaje al motel no tarda más de 4 minutos. Tras cerrarse la puerta automática, MaryCarmen recompone su vestido, esperando a que le abra la puerta del coche, cuando él lo hace ella sale sonriente, camina directo hacia las escaleras rumbo a la habitación. Al entrar en ella, MaryCarmen suelta su bolso sobre un pequeño sillón que se encontraba ahí, y comienza a caminar observando la habitación. Tras él va el chico quien la ve caminar y finalmente se sienta en la cama. Él le pregunta a ella si desea algo de beber, ella niega con la cabeza, mientras él se acerca lentamente a ella. Y cuando el se encuentra a menos de medio metro, tira de su cinturón y se deshace de el, posteriormente, va tras su pantalón y lo deja deslizarse por sus piernas., dejando ver un bóxer completamente negro, tras el cual se marcaba perfectamente una erección de gran tamaño, deslizó sus dedos por el elástico y comenzó a bajarlo de manera lenta, la erección brincó frente a ella, y no dudo en tomarla con su mano derecha, y con su lengua empezó a lamer la punta, dibujaba círculos alrededor de ella, mientras su mano seguía un movimiento rítmico y pausada, en un momento MaryCarmen volvió los ojos hacia arriba y vio la cara del chico, con los ojos cerrados, disfrutando lo que ella hacía, entonces ella comenzó a meterla dentro de su boca, primero lentamente, calculando qué tan profundo podía llegar. El ruido de su boca chupando ese falo, empezó a combinarse con los gemidos de él.

MaryCarmen sintió una de sus manos colocándose sobre su cabeza. Ella continuó concentrada en lo que estaba haciendo, y tras, tal vez un par de minutos, esa mano intentaba frenéticamente disminuir el ritmo de ella. Entonces ella, tras abrir los ojos, disminuyó el ritmo y nuevamente volvió la vista arriba y lo observó con respiración completamente agitada y su camisa ahora completamente abierta, ella se separa un poco de su pene, tratando de darle un descanso al chico, quien, poco a poco recupero el aliento. Él se deshace por completo de su camisa y posteriormente dejo el pantalón, que aún se encontraba en sus tobillos, en el piso. Ella sonreía mientras lo miraba hacer y él le ofreció las manos invitándole a que se levantara, y así lo hizo ella. Sus bocas nuevamente volvieron a funcionar de manera autónoma, y mientras se besaban él recorrió con ambas manos su espalda, llegó a su culo y lo apretó y continuó bajando hasta encontrar el final de su vestido, en los bordes de este y comenzó a levantarlo lentamente, sus cuerpos se separaban únicamente para dejar subir la tela y finalmente, cuando fue necesario y sólo entonces, ella levantó los brazos y separó su boca de la de él.

Ahora él podía admirar el cuerpo que había estado palpando durante buena parte de la noche, y finalmente pudo comprobar lo que había deducido tiempo atrás, ella llevaba un tanga de color blanco, diminuto, con el sostén a juego. Las manos de él buscaron inmediatamente el broche del sostén, mientras su boca se ocupaba mordisquear, chupar y besar el cuello de MaryCarmen. Después de que el sostén cayera, a un costado de donde había quedado su vestido. Él la tomó por la cintura y levantándola un poco, la depositó en la cama. Su boca empezó a bajar, llegó a los senos de ella y su lengua tocó sus pezones cafés. MaryCarmen arqueó la espalda, ofreciéndole por completo sus pechos, pero él no se quedó ahí, continuó bajando, su lengua recorrió las abdominales de ella y llegó a su ombligo, lo rodeó y antes de que llegara a la meta, sus manos se adelantaron. Una de ellas se metió entre la piel y el delgado hilo, y la otra fue directamente a tocar ese centro de placer. La prenda ya se encontraba húmeda, y al contacto de los dedos de él, MaryCarmen respondió con un gemido ahogado.

No había tiempo para más, MaryCarmen inmediatamente enredo sus dedos entre el cabello rizado de él, tiró un poco de é, quien enseguida retiró la prenda, era hora de retribuir lo que minutos antes MaryCarmen había hecho por él. Él se dirigió rápidamente al clítoris de ella, y con pericia empezó a jugar con él, ella, con las rodillas flexionadas y los pies apoyados sobre el colchón, controlaba la intensidad subiendo y bajando la pelvis. Pero cuando el chico bajó más y metió su lengua entre los labios, con su dedo índice continuó frotando el botoncito de ella, perdió el control y se dejó llevar. No pasó mucho tiempo para que su cuerpo explotará en placer, la cantidad de fluidos que salieron de MaryCarmen provocaron una sonrisa en el chico, quién satisfecho por su trabajo, fue y buscó el preservativo que se encontraba en la mesita de la habitación, se lo colocó y retornó hacia donde estaba ella y colocando las piernas de ella sobre sus hombros, la penetró, los fluidos de ella lo hicieron muy sencillo.

Tras unos segundos en los que ambos acoplaron su cuerpo al del otro, el comenzó a bombear lentamente, para poco a poco empezar a acelerar el ritmo, ambos los disfrutaban, ambos jadeaban y MariyCarmen daba gracias a Dios por la flexibilidad y elasticidad con que contaba en esos años. Tras un par de minutos él disminuyó el ritmo y MaryCarmen se lo recriminó en con la mirada, pero para darle un respiro, le pidió que cambiaran de posición. Ahora él se recostó y era ella la que estaba encima. Con la mano dirigió la dura erección hacia la entrada de su vagina y con delicadeza fue dejándose caer. Posteriormente se reclinó hacia el frente, ofreciéndole una magnífica vista de sus pechos y entonces comenzó a mover las caderas arriba y abajo, despacio, intentando llenarse por completo poco a poco. Complementaba el sube y baja con un movimiento circular. Posteriormente incrementó el ritmo, cuando pudo calcular todo el recorrido. Llegaba a salir casi por completo para después dejarse caer sobre la erección del chico de una manera salvaje, pero que ella disfrutaba de alguna manera. Cuando MaryCarmen notó tensión en la cara del chico, aceleró sus movimientos, la corrida era inminente y lo que ella buscaba era alcanzarlo, tras unos segundos el cuerpo de él se tensó y su pene comenzó a moverse dentro de ella, entonces ella también se dejó llevar, podía sentir esos movimientos en su interior, y se dejó caer sobre el cuerpo de él.

Permanecieron así, durante varios minutos. Lo único que se escuchaba en la habitación era la respiración agitada de ambos, MaryCarmen podía sentir el subir y el bajar de su pecho. Cuando ella finalmente se recuperó, se recostó a un lado de él, acarició su pecho después su abdomen y finalmente tomó su pene y comenzó a masturbarlo de manera lenta y pausada, mientras ella besaba y mordisqueaba su pecho. Batalló un poco, pero finalmente, la erección volvió a aparecer ella no dejó de masturbarlo, hasta que comprobó que la dureza era total y entonces levantó la cara lo miró a los ojos y sonrió, él no perdió el tiempo y volvió a coger un nuevo preservativo, esta vez de la billetera que se encontraba en su pantalón. Mientras se lo colocaba MaryCarmen se acercó a la orilla de la cama y se colocó en cuatro, ofreciéndole una magnífica vista de su culo, él no dudó y la penetró de inmediato, con sus manos tomaba sus pechos y pellizcaba sus pezones, mientras ella se dedicaba a disfrutar la penetración. Esta vez el chico duro mucho más. Lo que permitió que Mary Carmen llegará el clímax antes que él. Después de hacerlo, MaryCarmen se dispuso a terminar lo que hace un momento no le habían permitido, le retiró el preservativo y continuó con la mamada. Esta vez no había quién lo detuviera, no pasó ni un minuto cuando él se corrió en el interior de su boca, ella no se retiró y cuando él terminó le limpió los pocos restos que quedaban en la punta. Ahora era él quien se recostaba a su lado Con los dedos recorría ambos pezones mientras se recuperaba. Ella se levantó y caminó hacia el baño cerrando la puerta tras de sí, abrió la ducha y se lavó el cuerpo, se secó y abrió nuevamente la puerta, él se encontraba en la orilla de la cama sentado. Ella tomó el tanga y se lo puso y posteriormente su vestido, enrolló el sostén y lo guardó en su bolso. Él se acercó a ella tratando de obtener algo, pero ella estaba satisfecha y además estaba convencida de que él no podría lograr una tercera ronda, se sentó en el sofá, cruzó las piernas y comenzó a observar cómo él se vestía, sin perder ningún detalle.

Mientras él se colocaba los zapatos, MaryCarmen abrió la puerta de la habitación, bajo las escaleras y subió directamente el auto, 2 minutos después, él seguía las indicaciones de ella para acercarla a su casa. Estando ya a 2 cuadras, ella le pidió detenerse, cuando lo hizo, él le preguntó si podían intercambiar sus números telefónicos, ella como respuesta, se acercó a él, beso sus labios y tocó su lengua con la suya, después se separó, bajó del auto y antes de cerrar la puerta dijo:

-Por supuesto que no.

Y comenzó a caminar en sentido contrario a la circulación.

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