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Masaje a mi novia y final feliz

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Hoy ha venido mi novia a comer al piso, estamos solo Pedro y yo, porque Jorge se ha ido este fin de semana a su pueblo a ver a su novia.

Hemos estado los tres en el bar de abajo de casa tomando unas cañas y nos hemos subido a comer.

Yo no dejaba de pensar que la semana pasada Pedro se había follado a mi novia y eso me ponía cachondo.

Lucila y Pedro estaban como si nada, hasta que Pedro preguntó si nos apetecía un porro, Lucila dijo que no, que ya sabía lo que podía pasar.

Pedro le preguntó, ¿no te lo pasaste bien? y Lucila dijo, “por lo visto sí, pero no me acuerdo, y yo quiere acordarme de lo que hago".

Así que dejamos lo del porro y seguimos hablando.

A mi me estaba doliendo un poco la espalda y Pedro, que estaba estudiando 4° de fisioterapia me dijo que me podía hacer un masaje para descargar los músculos que debía tener tensionados.

Me eché en la cama boca abajo en calzoncillos y Pedro me estuvo masajeando la espalda, y las piernas. Por lo visto la zona lumbar la tenía muy rígida. Después de la sesión, me encontré un poco mejor.

Le pregunté a Lucila si quería ella también, que se iba quedar muy bien y dijo que sí y yo me preparé para grabarlo con el móvil, quería poder verlo de vez en cuando.

Se quedó en bragas y sujetador y se echó en la cama.

Llevaba unas braguitas que dejaban media nalga a la vista, estaba súper sexi y yo súper empalmado y todavía ni había empezado el masaje.

Pedro utiliza un aceite esencial que se absorbe rápidamente, se lo echó en la espalda y empezó el masaje.

Le dijo a Lucila que si se podía quitar el sujetador para hacer el masaje mejor, y ella se lo quitó.

Empezó por el cuello y los hombros, y fue bajando por la columna vertebral, presionando con los dedos. Así estuvo un rato hasta que bajo al culo.

Metía la mano por debajo de las bragas y le daba el masaje por todas las nalgas, subía de nuevo a la zona lumbar y volvía bajar al culo.

Yo no dejaba de grabar desde distintas tomas.

Para facilitar el masaje, le pidió que se quitara las bragas, y ella accedió sin problemas.

Volvía a estar totalmente desnuda delante de otro hombre y yo allí mirando y grabando.

Siguió un rato tocándole el culo y metiendo sus dedos en la raja, ella se movía suavemente gimiendo en voz baja. Cuando metía los dedos por la raja del culo, a mi me entraba taquicardia, estuve a punto de correrme en ese momento.

Pedro estaba lanzado, ya nada de masaje terapéutico, era un tocamiento a mi novia en toda regla, y ella con cara de estar disfrutando un montón, estaba totalmente entregada y esta vez no había ningún porro por medio.

Pedro le separo un poco las piernas y dejo a la vista su chocho. Le pasaba los dedos separando sus labios y le acariciaba el clítoris con suavidad. Ella no dejaba de contonearse y jadear.

Llevaba sus dedos de la vulva al ano y viceversa.

Lucila se dio la vuelta y se puso boca arriba, Pedro empezó a acariciarle las tetas y ella se moría de gusto.

Bajo sus manos al coño y empezó a masturbarla, ella no paraba de moverse y gemir, esta vez ya en voz alta.

Pedro se desnudó y dejo a la vista esa polla enorme que tiene. Como mi novia no se acordaba de lo del otro día se sorprendió cuando la vio e inmediatamente se la cogió con la mano.

Pedro se puso encima de ella de rodillas y pasaba su verga por su vulva, acariciando el clítoris con la punta, pero sin llegar a metérsela

Un momento antes de que se corriera le dijo que se pusiera de espaldas de nuevo y volvió a pasar sus dedos por el chocho hasta su ano, una de las veces, con mucha suavidad le metió el dedo gordo en el culo.

Ella dio un respingo, pero le dejó que continuara. Estuvo un rato metiendo y sacando el dedo en el culo y a ella cada vez le gustaba más, entonces Pedro la cogió y le puso el culo en pompa, metió su cara en la raja y le lamió el ano.

Finalmente, cuando ya no podía más, se puso el condón le lubricó bien el ano y quiso follarla por el culo.

Pero ese ano era virgen y la polla de Pedro demasiado grande y no pudo meterla, hacía daño a Lucila y podía provocarle alguna herida.

Ese ano hay que trabajarlo más, cosa a lo que me comprometo para que no le vuelva a pasar.

Como no pudo ser por el culo, volvió a la vulva, pasando su polla por toda su raja, deteniéndose en el clítoris, que estaba muy excitado y erecto.

Pedro de rodillas, la cogió por las caderas y la elevo hasta la altura de su verga, lentamente se la fue metiendo hasta el final y comenzó un mete-saca lento, para que mi novia disfrutase más, estuvo unos minutos follándola y ella estaba loca de placer.

Yo mientras grabando todo. Ver como esa enorme polla entraba y salía en el chocho de mi novia me tenía muy excitado. Me puse a masturbarme encima de ella y me corrí al momento, toda la leche cayó sobre sus tetas.

Luego nos dijo que su polla medía sobre unos 18 cm y sobre todo, unos 5 cm de diámetro.

Comparando con la mía que mide unos 15 cm y 3,5 cm de grosor.

No me extraña que mi novia se ponga como loca.

Quedó más que satisfecha y la experiencia le gustó mucho

Para la próxima vez, le dijimos, tiene que estar tu novia, ok?

De acuerdo, dijo Pedro.

Y en eso quedamos, pero ese será otro relato.

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