Nuevos relatos publicados: 6

Masajes holísticos, todo el placer

  • 3
  • 11.322
  • 9,37 (19 Val.)
  • 0

Como ya sé hacer masajes tradicionales, relajantes, hice un curso on line de masajes holí­sticos. Se trata de un tipo de masajes que se puede combinar con música o con otras técnicas de relajación como la aromaterapia (con aceites esenciales).

Entre los beneficios que se le atribuyen el principal es reducir el estrés y la ansiedad, lo que aumenta el nivel de energí­a, mejora la concentración y la toma de decisiones. Fueron dos meses intensos, con videos y teleconferencias, y luego vino el examen final, en Córdoba.

El mismo consistí­a en un masaje que yo le debí­a hacer a una paciente (estaba hermosa pero no me animé a nada), y luego un masaje que recibí­ yo de unos de los instructores, Marcos. Joven, simpático, muy buena predisposición, me masajeaba el cuerpo con la técnica de las fricciones, suaves cí­rculos con los dedos de las manos, mientras me aplicaba aceites esenciales.

Me fue masajeando de abajo hacia arriba, y me fue calentando, llegó a mi cola, anduvo hurgando por ahí­. Yo sigo a una sexóloga en Instagram, que dice que recibir sexo anal no lo vuelve a uno gay, tiene la mente amplia, y da permisos, pero no quise que avance, me siento cómodo con que me exciten por la cola, me toquen, me besen, pero sin llegar a una penetración qué se yo, cosas de uno igual me dejó caliente, y pensé cómo aplicar esos masajes en mi ciudad, con una mujer, combinando los relajantes con los holí­sticos.

Así­ que lo anuncié por las redes, y a los pocos dí­as comencé a recibir clientes así­ pasaron cuatro mujeres, parecí­a que les gustaba mi técnica, pero yo no estaba del todo conforme con mi servicio hasta que un dí­a apareció Clara diosa total… por lo general me parecen fantasiosos los relatos donde la protagonista es una belleza, son más creí­bles esos donde la mina es común, normal, no anda despertando pasiones por la calle, pero en este caso, debo decir que Clara era casi casi una modelo un cuerpo muy apetecible, unas gomas hermosas, las piernas parecen torneadas, y su ropa interior presagiaba toda la belleza que se escondí­a debajo de la misma el escote del corpiño dejaba adivinar todo, y su tanga era mí­nima, apenas tapabas unos milí­metros de su cuerpo, en esa zona tan candente como son los genitales y la cola que dicho con lenguaje de la calle, era un culo increí­ble, incitante, que paraba cualquier pija.

Así­ es que empecé con los masajes relajantes, me dijo que sentí­a las piernas como entumecidas, que querí­a que le haga los holí­sticos para ver qué tal eran, así­ que comencé a friccionar sus piernas, fui ascendiendo, abriendo lentamente sus piernas, acercándome con mis masajes a su vagina, rotando, prácticamente acariciando su entrepierna, notaba que su respiración se aceleraba, mi dedo húmedo por el aceite comenzó a rozar su cola, haciendo circulitos, metiéndolo luego por completo, y sintiendo como lo que primero parecí­a cierta resistencia de Clara se tornó en aceptación y disfrute, declarándose vencida, dejando que después de mis dedos vaya mi boca, que supo lamer ese hoyito de manera delicada, haciendo que su calentura crezca, hasta que comenzó a convulsionar, acabando varias veces, gimiendo como descosida, pidiendo luego que la penetre yo me saqué la ropa, ella procedió a chuparme la pija, y lo nuestro se convirtió en un recital pasional, de besos, lamidas, manos que recorrí­an todo el cuerpo del otro, intensas sensaciones, jadeos interminables. hasta que logré otro orgasmo de ella, mi acabada final dentro de su boca, su expresión de felicidad que me indicaba que estaba relajada, que sus piernas no estaban más entumecidas, y luego el dulce pedido solicitándome un turno para la semana próxima.

Ahí­ entendí­ que habí­a sido bueno aprender ese tipo de masajes, y que se abrí­a para mí­ un amplio horizonte de trabajo y placer.

(9,37)