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Me convertí en esclava sexual durante la cuarentena

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Tenemos muy gratos recuerdos de nuestras experiencias sexuales, tuvimos la fortuna de encontrar a las personas idóneas con las que vivimos fantásticos e inolvidables vivencias, que cada vez que las recuerdo las revivo en mi memoria y doy gracias por la vida que me ha tocado.  Quiero platicar nuestra última experiencia, donde me convertí en esclava sexual y a la vez conseguí a un par de sirvientes, la historia comienza así:

Como todos, experimentamos el confinamiento, Frances y yo vivimos solos desde hace varios años, nuestras hijas se aislaron en sus casas y la comunicación era por medio de video llamadas, pasaron los días y nos manteníamos en contacto por whatsapp con nuestros familiares y amigos, excepto uno de ellos nuestro gran amigo Carlos que radica en Monterrey, llamaba 2 o 3 veces al día para decirnos que se sentía muy solo, el forma parte de las estadísticas de divorcios, sus hijos ya no vivían con él por lo que literalmente si estaba solo. Trataba de convencernos de que le diéramos cobijo en casa, que haría lo que le pidiéramos y se portaría bien, fue tanta su insistencia que le dije que aceptaría, siempre y cuando cumpliera lo que le ofreció. Me lo agradeció varias veces y lanzo un grito de júbilo, me dice saldré mañana por la mañana, viajare en mi auto, nos veremos pronto.

Al colgar Frances me dice, “por fin te convenció” y asentí con un movimiento de cabeza. Gran parte del día siguiente me dedique a arreglar una pequeña casita de visitas que se encuentra en la parte trasera de la casa, tenía mucho polvo ya que muy pocas veces se utiliza. Cuando salí de darme un merecido baño me aviso Frances que Carlos le llamo para informarle que estaba entrando a Guadalajara, por lo que no tardaría en llegar. Había dejado las llaves pegadas a la puerta, agua, cervezas y alimentos en el refri y un par de botellas en el serví bar, procuré que no requiriese nada por un par de días.

Llamo al estar frente al portón del garaje de la casa, vimos por la cámara de vigilancia para checar que todo estuviera bien, mientras entraba le dije, te vas derechito a la casa, si necesitas algo nos avisas por el interfono, te das un baño y toda tu ropa la llevas al canasto que te puse en el centro de lavado, descansa y nos hablamos más tarde.

No llamo hasta el día siguiente, el viaje lo había cansado, platicamos y reímos y llegamos a las condiciones para su estancia en casa. Carlos tendrás que estar recluido 2 semanas, no queremos correr ningún riesgo, si te llegas a sentir mal de cualquier cosa, inmediatamente nos avisas, mañana haremos el pedido de la despensa por lo que me envías un mensaje con todo lo que necesites, sé que no tendrás problemas para tu comida porque te gusta cocinar, la estufa funciona perfectamente, te deje todos los utensilios y sartenes que necesitas, si me falto algo te lo hago llegar y ya no te sientas solo, cuando pasen estas dos semanas estaremos los tres juntos.

Pasaron los días, tenía que salir y desde lejos saludarlo no se cansaba de darme las gracias por recibirlo, su estado de ánimo se la mejoro y trabajaba en sus inversiones con mucho entusiasmo.

Conocimos a Carlos en una Expo Industrial que se celebró en Guadalajara, nos interesó una maquinaria de su empresa. Se ofreció ir a visitar nuestro negocio para saber a ciencia cierta cuál era la maquina más idónea para satisfacer nuestras necesidades de ese momento y futuras. Le dimos la dirección y acordamos vernos a la 1 de la tarde. Nos dio una excelente explicación y lo invitamos a comer para cerrar el trato. Hubo mucha química entre los 3 es simpatiquísimo y ocurrente al igual que mi esposo es de nuestra edad y nos entendimos a la perfección.

Paso aproximadamente un mes y recibimos su llamada para informarnos que la maquina ya estaba lista, que le había dado prioridad a nuestro pedido porque lo habíamos invitado a comer y le habíamos caído muy bien y que vendría con el técnico para agilizar y supervisar la instalación.

Recuerdo ese día, me llamo Frances para pedirme que fuera para que viera la maquina funcionando y de paso a saludar a Carlos que pregunto si acudiría a la fábrica para ver el funcionamiento de la máquina. Después de ver su funcionamiento se despidió no sin antes pedirnos que aceptáramos su invitación de ir a cenar, tenía que regresar a Monterrey al día siguiente por lo que tendría que ser ese mismo día. No teníamos ningún compromiso y Carlos nos había agradado por lo que aceptamos la invitación al lugar que nosotros elegimos obviamente porque él no conocía y nos pidió que fuésemos nosotros los que eligiéramos el lugar que tenía que ser algo tradicional en Guadalajara.

Pasamos al hotel donde se hospedo y nos dirigimos a Tlaquepaque, clásico en el camino preguntamos y nos preguntó de todo, nos enteramos que tenía 5 años de divorciado, que tenía 2 hijos y sin novia, debido a la carga de trabajo que había sido el causante según el de su divorcio, pero que lo disfrutaba mucho y por el momento eso lo satisfacía. Comimos y bebimos mucho tequila, dieron las 11 de la noche, pagamos y nos fuimos a dejarlo, cuando bajo del auto se despidió muy amablemente le dijo a Frances que lo envidiaba por tener una mujer tan atractiva, que me cuidara mucho y me consintiera porque era alguien muy especial. Le dimos las gracias por sus palabras y por la invitación, que se cuidara y descansara ya que tenía que levantarse temprano para tomar el vuelo.

Al día siguiente Frances me llamo para decirme que encontró un portafolio que pertenecía a Carlos, que ya lo había tratado de localizar, pero el celular estaba apagado y aun no llegaba a la oficina, deje recado de que se comunique con nosotros, si te llama a ti, pregúntale si gusta que se lo enviamos por paquetería.

Más tarde recibí su llamada,

-Hola señora buenos días soy Carlos G., trate de comunicarme con su esposo, pero me informaron que se encontraba con unos clientes y que me comunicara con usted, dígame en que puedo ayudarlos.

-Que tal Carlos, te busco mi esposo porque encontró un portafolios que te pertenece, me interrumpió para agradecerme ya que él no sabía dónde lo había perdido, estaba seguro que se le olvido en el hotel.

-Llegué tarde a la oficina porque estuve en el Aeropuerto para que revisaran si no lo había dejado en el avión.

-Pues ya no te preocupes, tenemos la dirección de tu empresa, te lo enviaremos hoy mismo y lo tengas mañana mismo.

-No sabe que gran peso me ha quitado, estoy en deuda con ustedes agrego.

-Carlos quiero agradecerte por las lindas palabras que dijiste de mí el día de ayer, ¿Te puedo pedir algo y hacerte una pregunta?

-Por supuesto dígame

-No me digas señora, me llamo Romina y así prefiero que me digas, ¿de acuerdo?

-Gracias por la confianza, como no voy a estar de acuerdo y que me quieres preguntar

-Bueno, te comento que percibí que te agrado como mujer, tú eres muy atractivo, educado y muy simpático. Te voy a decir algo, si no va con tu forma de pensar descártalo y hagamos de cuenta que estas palabras nunca se dijeron. Somos un matrimonio abierto, nos gusta divertirnos y hemos experimentado varias cosas, pero lo que más nos agrada es tener relaciones sexuales entre 3, yo, Frances y un tercero, él es 100% hetero sexual, pero disfruta mucho el verme gozar. Por lo que te quiero preguntar si te interesaría vivir una experiencia como esta, hubo una pequeña pausa el silencio se hizo presente.

-Romina, te pido me creas que lo te voy a decir, desde que te conocí no he podido dejar de pensar en ti, pero… ¿Frances está de acuerdo?

-La que decide con quien comparte su cuerpo soy yo y me gustaría mucho poder disfrutarte,

- ¿Cuándo quieres que vaya?

-A mí me gusta tener sexo sin condones, por lo que te pido no tengas relaciones por 15 días y realízate unos exámenes para descartar cualquier enfermedad, incluso la de Elisa, desde hace unos meses no he tenido relaciones con otro que no sea mi esposo, pero te ofrezco lo mismo.

Y así fue como conocimos a Carlos, la primera experiencia con él será otra historia, pero desde ese entonces, sabe que debe hacer si quiere intimar conmigo.

Vuelvo a la historia, disculpen, termino la cuarentena para él y se volvió loco abrasándome y llenarme de besos, esa tarde ya comimos juntos, bebimos juntos y cogimos juntos. Fueron unos días muy pesados para mí, ya que, aunque me ayudaban, el tener sexo diario con 2 hombres y los quehaceres de la casa es muy cansado. Era por la mañana, o por la tarde o noche, a mi esposo le enciende que otro hombre me desee, me quitaban la ropa, solo me dejaban en pantaleta y con el mandil si estaba haciendo la comida, hacían su trabajo rápido y empezaban a manosearme, hasta que les puse un alto.

Señores, esto no puede seguir así, estoy muy cansada, lo disfruto, pero no podemos seguir así, por lo que solo tendremos sexo 2 veces a la semana, así que me dejaran de coger por 3 días para descansar y les pido que no me estén hostigando, porque una no es de palo y siento, fin de la charla.

Se quedaron mudos, no acertaron a decir nada, pasaron dos días y terminar de comer, me piden los acompañé a la sala, debían decirme algo, no sabía que querían decirme, sabía que habían estado platicando los días anteriores muy silenciosos, no tuve curiosidad de entrometerme en su conversación.

-Querida, hemos platicado y queremos ayudarte a que te sientas bien, Carlos te dirá la propuesta que te queremos hacer.

-Romina, te pido una disculpa por ser tan imprudentes y no considerarte, hemos platicado mucho y queremos seguir viviendo esta pandemia disfrutando lo que tanto nos gusta con la mujer más increíble que existe, por lo que seremos tus sirvientes, tu solo ordenaras y nosotros haremos absolutamente todo, yo me encargare de las comidas y las tareas del hogar ya nos las dividimos y estás en tu derecho de corregirnos lo que hagamos mal. A cambio tú serás nuestra esclava sexual, estarás obligada a satisfacer nuestras fantasías cada tercer día, en un horario de las 8 de la noche hasta que estemos agotados, eso sí deberás estar siempre con baby doll o lencería. Descansaras y estarás cuidando esa hermosa cara y exquisito cuerpo ¿Aceptas?

-Lo dijo con tanta seriedad que descarté reírme por la ocurrencia, por lo que les pedí hicieran un contrato detallando como deberíamos de proceder y en caso de incumplimiento por parte de ellos, quedaría automáticamente cancelado el acuerdo y no habría más sexo a menos que yo quisiera, Frances intervino y dirigiéndose a Carlos le pidió que agregara una cláusula en el contrato, donde se me exigía que yo debía de estar permanentemente maquillada, peinada con Baby Doll o lencería sin faltar zapatillas, seria severamente castigada si incumplía esa cláusula.

-Pregunte ¿qué tipo de castigo?

-Todo relacionado al sexo, no te preocupes, contesto Frances.

Pasaron los días y realmente me gusto ser atendida como reina, me levantaba a la hora que quería, descansaba sin preocuparme absolutamente de nada, trataba de comunicarme con mis hijas antes de maquillarme.

El sexo se volvió muy intenso, nos entregábamos con mucha pasión, no hubo nada que nos probáramos se esforzaban en darme el máximo de placer, regularmente me quedaba en cama desfallecida llena de semen, esos días dormía sola, Frances se quedaba en una habitación que fue ocupada por una de mis hijas y Carlos dormía en su casita.

Un día subieron, ya sabían que antes de ducharme y arreglarme hablaba con mis hijas y riéndose me dicen, “Incumpliste el contrato, serás castigada” lo habían planeado, se las había ocurrido hacerme algo que seguramente no me agrada. Me amenazaron diciéndome que al día siguiente recibiría mi castigo.

Llego el día de mi castigo, como de costumbre llegue y me sirvieron mi vino tinto muy frio, me abrazaron y besaron, ambos me toman de la mano y me llevan a un banco de la cantina que colocaron en el centro de la sala, me ayudaron a acomodarme porque es alto y se retiran, tomaron asiento. Tomo la palabra mi esposo.

-Romina somos dos jueces, por lo que recibirás doble castigo, primero Carlos te dirá que deberás cumplir.

-Yo quiero que me lamas el culo, yo estaré de pie con las piernas abiertas y mientras lo haces, me estarás masturbando, lo harás hasta que consigas que me venga, para lo que te avisare para que me pongas tus senos y eyacule en ellos.

-Solo asentí con la cabeza

-Yo quiero que recibas mi semen en tu boca, nunca lo has permitido, pero es algo que deseo sentir, así que empecemos los castigos serán al final.

No fue desagradable como lo imaginaba, ahora es algo que hacemos y lo disfruto.

Gracias por leerme y el próximo relato será como me festejaron mi cumpleaños, besos y hasta pronto.

Romina y Frances

(9,50)