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Mi alumna y su novio me cogen en una playa desierta
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Tiempo de lectura: 6 minutos

Todo empezó cuando con Agostina nos encontramos en un boliche de Pinamar, un viernes a la noche. Ella de 28 años, yo de cuarenta; ella casi una bomba sexual, yo una mujer bella, aún con los atributos casi intactos, bien mantenida; ella modelo y de las top, yo ex modelo top; ella con su novio, yo… sola, mi marido en Buenos Aires.

Cuando yo estaba en la cúspide de mi carrera, ella empezaba. Por alguna razón, diez años atrás trabamos una hermosa amistad, aun dentro de la mierda de nuestro ambiente y de las diferencias de edad, trayectoria. Cuando yo deje hace 6 años, me fui a vivir al interior, y salvo mails no habíamos vuelto a tener contacto.

-¿Clara sos vos?

-Si… hola amiguita.

-Diosa, que lindo verte, por favor. Dijo ella con lágrimas en los ojos y me dio un beso y un abrazo tremendo.

-Lo mismo digo. Estas… Diosa total. Y bien arriba de todas. La número uno.

-Nooo. Vos sos la uno, siempre lo serás. Nunca tuve una compañera, colega tan grande como persona como vos. Fuiste mi maestra.

-Mentirosa. ¿Tu guardaespaldas?

-Noo. Perdón. Tobías, mi novio. Tobi ella fue “la modelo”, la única que me tendió la mano cuando empecé. Si me habrá bancado noches de llanto, angustia; me criticaba despiadadamente y lo la odiaba, pero todo lo que me enseño, por favor. Por ella llegué.

-Wow. La conozco de nombre y por lo que Agos me ha contado. Un placer conocerla.

-Conocerte, boludo. Tampoco soy una anciana. Un gusto.

-Busquemos un lugar para charlar tranquilas. Dijo Agos.

Fuimos a un café y pasamos la noche hablando, tomando whisky y café. Nos contamos todo. Tobías nos miraba sin hablar. Ya se acercaba amanecer cuando Agos me recordó algo:

-Carla… me debes algo… ¿Te acordás?

-No. No me acuerdo nada. Perdí la memoria por completo.

-No sea chanta. Tobi, esta yegua, tuvo un novio que era… un Edonis, algo increíble. Un francés creo. Y una noche, las dos en nuestra habitación de hotel, creo que en Rosario, balde de champagne en el piso, botella de champagne casi vacía, le pedí que me lo preste cuando volvíamos a Bs.As. La yegua me dijo: “Te lo presto, con la condición que primero pasas por mí, y después las dos con él”

-La boluda se cago en las patas, nunca más me jodió con eso.

-Tenía 18 años… nunca había estado con una mujer y en esa época… era distinto…

-Perdiste la oportunidad… ya no está más.

-Hija de puta… Me arrepiento tanto…

-¿Por él o por mí?

-Yegua…

-Ahora vos tenes novio y muy lindo… Dije

-“Te lo presto, con la condición que primero pasas por mí, y después las dos con él”

-Mmm, Acepto, con una condición, yo elijo el lugar, y que sea… al amanecer, falta una hora.

-De acuerdo.

-Perdón, pero creo que me involucra y nadie me pidió opinión. Dijo Tobías.

-Tobi… amor… si vos no queres vuélvete a Bs.As. Yo voy con Clara, nos debemos algo, y quizás encontremos a un macho que quiera venir.

-Mi opinión es favorable.

-Mejor así. Dijo ella.

Pasamos por su hotel, se pusieron las mallas yo pase por la mía y en mi camioneta fuimos a una playa alejada. Tiramos varias lonas haciendo un cuadrado grande y nos quedamos en malla las dos.

-Sos una hija de puta, que lugar, amanecer sin nubes… falta el champagne.

-Tenemos demasiada ropa para el champagne. Dije y me quite la malla.

-Tenes razón. Dijo ella y Tobías nos miraba con los ojos desorbitados.

Fui a la caja de la camioneta y de un cajón que en realidad era una heladera portátil, saque tres copas, una botella de champagne y la abrí.

-Siempre hay que estar preparada, sea hombre o mujer. Dije.

-Dejame a mí. Por vos amiga. Gracias, lo que soy, lo soy por vos.

-Te quiero pendeja.

Brindamos y bromeamos un poco. Vi que estaba por amanecer y le dije a Tobías:

-Tobi, por favor, anda a la esquina a ver si llueve.

El chico miro a ambos lados de la costa y me miro. Le indique un lado y Agostina se largó a reír con todo.

Con Agos nos empezamos a besar ni bien se alejó dos metros. Besarnos, acariciarnos, tocarnos, darnos placer sin parar. Nuestras manos reconocían el cuerpo de la otra sin parar. Chupamos nuestros pechos, acariciamos la concha de la otra, metimos dedos. Hicimos un 69 hermoso y nos sacamos varios orgasmos.

-De mis mejores veces, top 3. Dije

-Mi primera vez. Top 1. Dijo.

-Te mataste mirando porno, sos tremenda.

-Un poco. Justo. Vuelve, ¿Habrá encontrado la esquina?

-No creo.

-¿Qué vas a hacer con Tobi? Pregunto ella.

-Si me dejas, volverlo loco, pero vos también… Dije.

-No me voy a quedar afuera ni loca.

-Hola, no encontré la esquina, y en Gessel no llueve. Dijo Tobías.

-Que suerte, ay Clara, no te sentís medio entonada…

-Si… nos pegó lo que chupamos.

-Hijas de puta…

-Quiero ver si sos capaz de emborracharnos a las dos. Dije.

-¿A las dos juntas?

-Agos… este pendejo nunca estuvo con una veterana. Si me das una mano… no se levanta por el resto del día. Dije.

-Mano, boca, lo que necesites… Dijo Agos.

De inmediato, con el parado, nos pusimos a chuparle las dos la pija. Un minuto y gemía como loco. Las dos le chupábamos la pija, le besábamos las bolas, lamíamos la pija desde el tronco hasta la punta.

-Vos te quisiste meter conmigo… ahora vas a ver. Dijo Agos.

Agos siguió chupando y yo me puse a chuparle las tetillas y succionarlas, mientras lo acariciaba y guiaba el ritmo de chupada de Agos tomando su cabeza.

-Hijas de puta, estamos en la playa… hay gente pescando…

Me puse detrás y mientras le acariciaba el pecho fui bajando, apretando mis tetas contra su espalda. Los gemidos de Tobi eran tremendos. Separe sus cachetes y le empecé a dar unos besos negros tremendos. Jugaba con mi lengua en su orto y el gritaba de placer.

-Yegua increíble voy a acabar.

-Ni se te ocurra pendejo. ¿Te crees que vos solo vas a gozar?

Agos, mira. Apretas aquí, y le cortas el orgasmo. Pero sigue funcionando no tenes que esperar.

-No la sabía, gracias.

-No seas tan guacha.

-Acostate pendejo, te pienso coger bien cogido. Dije.

Se acostó y lo monté. Mi concha recibió su pija con alegría era de muy buen tamaño por cierto. Le dije a Agos que se siente en su boca y las dos nos empezamos a besar y a acariciar los pechos. Yo lo montaba sin piedad, de la misma forma que Tobi chupaba la concha de Agos, que no paraba de gritar y tener orgasmos.

Como podía Tobi gritaba cada vez que yo me dejaba caer brutalmente sobre su pija, después, volvía a moverme con tranquilidad, pero cada tanto, sentir esa pija entrando con furia, que placer por favor. En cada caída tenía un orgasmo. Empecé a notar que él estaba por acabar y me corrí, para anularle el orgasmo.

-Agos, todo tuyo ahora.

-Gracias. Dale, cogeme bien cogida. Dijo Agos poniéndose en cuatro patas.

-Tremendas hijas de puta… no doy más… Puedo, puedo… Decía Tobías mientras la cogía.

-Quiero chuparte. Me dijo Agos.

Me senté frente a ella y me chupaba con todo. Las dos estábamos super calientes. No tardó en empezar nuevamente con los orgasmos y lo mismo yo. Me miro y solo moviendo sus labios me dijo: “Después el orto”. Asentí con la cabeza y lo dejamos seguir cogiéndola por la concha. Agos gritaba y chupaba sin parar. De pronto ella dio un saldo hacia adelante y le apretó la pija. Yo busque la crema.

-Mira el sol… amanece Agos… y nosotros cogiendo juntas.

-Hermoso por favor. Genial idea…

-Por favor, déjenme acabar…. Gritó Tobi.

-No hermoso. Mira… esta cerda quiere que le hagas el culo y yo como soy muy buena amiga, se lo estoy preparando. Mira como mis dedos entran en su orto, y como se mueve la yegua, muy caliente esta… Mmm ya tres… uno más y boom, metes tu cañón…

-Me estas volviendo loco Clara, para de hablar…

-No… mira, entro el cuarto y ni se mosquea, mmm… todo tuyo. Dije.

Él la empezó a penetrar lentamente. Yo volví a chupale las tetillas, acariciarle las pelotas, Tobi no paraba de gemir y de insultarnos. Me puse delante de Agos, le di un beso tremendo y le dije al oído.

-Ojo, porque te va a destrozar ahora.

Ella se sonrió y me guiño un ojo. Fui detrás de Tobías e hice que separe sus rodillas. Desde atrás, fui reptando boca arriba hasta poder chuparle la concha a Agostina que cuando sintió mi boca me insulto y empezó a gritar de placer.

-Así te quiero Agos bien caliente para tu macho.

-Sos una yegua…

Me corrí un poco y me puse a chuparle el orto a Tobi. Sus insultos, como sus embestidas eran brutales. Agarrando a Agos para que no se pueda volver soltar y cortarle otro orgasmo, embestía como un toro enfurecido, Agos gritaba de placer como nunca escuche a otra mujer hacerlo. Él acabó en medio de un grito gutural, y ella en otro. Los dos cayeron rendidos en las lonas.

Me acerque a Tobi y me puse a chuparle la pija y a limpiarla. Agos me miro y se unió a la tarea.

-Agos, si queres vengarte de un tipo que te emborracha de placer, mira, chupas un poco el dedo y apenas se lo metes en el orto acaricias su próstata. Y lo empezas a chupar como desesperada, vamos las dos.

-No sean hijas de puta, yeguas de mierda cuando me pueda recuperar… no podes hacerme esto Agos, soy tu novio. Dijo sintiendo como el dedo de Agos entraba en su culo.

-Tremendo hijo de puta sos. Vos quisiste estar conmigo. Ahora báncate las consecuencias.

Lo masturbamos y chupamos con todo hasta que hicimos que acaba nuevamente en nuestras bocas. Agos y yo nos besamos y fuimos a meternos al agua. Tobi quedo tirado en las lonas. Estuvimos un rato en el agua, nos dimos unos besos y volvimos.

Las dos le dimos tremendos besos y nos quedamos sentadas preparando el mate.

-Agos, ¿te gustaría un mate de leche?

-Si… me encantaría… ¿Le quedara?

-No sean yeguas, más de lo que son, son una tropilla de yeguas.

-¿Gozaste Tobi?

-Que pregunta pelotuda, por favor. Dijo.

-¿Agos?

-Nunca, nunca en mi vida hice un trio. Nunca en mi vida estuve con una mujer como vos, terrible hija de puta, mañera. Nunca estuve con un macho como vos Tobías, impresionante. Ah, precioso, fuiste el primero en entrar en ese orto.

-Fue genial… me encanto hacerlo con Uds. a la mierda todo. Dije.

-Seguís siendo mi maestra. Dijo Agostina.

-Vi vos mi mejor alumna. Dije.

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