Confieso que escribo esto porque estoy esperando a mi marido, quien seguramente hoy llegará borracho. Me pongo a ver fotos de mi amante, del único trío que hice, para calentarme: para escribir este relato, con la mano derecha en el tablero y la izquierda acariciando mi panocha, paso a ver fotos y videos de eyaculaciones que he recibido.
Desde que me atreví a dejar mi correo a la vista, he recibido comunicación de hombres de todas las edades, casualmente, pocos escriben comentarios en mis relatos. Algunos correos vienen acompañados de fotos y videos; vergas de todo tipo, color y tamaño, casi todas antojables, también algunas de huevos ricos, pero ningunos como los de Ber, que han sido motivo de muchas de mis pajas y pudimos darnos amor en enero de este año (ver “Un sueño cumplido”, escrito por Ber, y “Ber, Bernabé y yo” que yo publiqué. Con Ber y algunos otros, principalmente los lectores frecuentes y autores a quienes sigo, ya habíamos intercambiado correos desde 2015.
La foto del avatar (que cambió, pues antes era una caricatura) del autor Orestes Santoyo, de un pene completamente rasurado (Orestes anda en los setenta y tantos años de edad, y escribe muy bien) me dejó alelada. Aunque ya habíamos intercambiado mensajes en los comentarios de nuestros respectivos relatos, me atreví a enviarle un correo preguntando si esa foto era de él y me contestó
"Sí, esa es foto mía. Cuando tomé el riesgo de cambiar mi avatar (del anónimo muñeco a una parte de mi cuerpo) nunca pensé en las consecuencias. Quisiera que los recuerdos despertados formen parte del placer acumulado que lo acompañan a uno por la vida. En prueba de la autenticidad, le anexo una foto más."
¡Y qué foto la de Orestes, es la de un verdadero semental! Le correspondí a su gentileza con una foto de mi raja abierta, recién penetrada, y otras más donde mi amante me está dando lengua.
Este relato nace de una idea que me dio “Gio”, un hombre chileno de 27 años, de 1.84, y la verga del tamaño de un envase grande de shampoo, con la cual gustoso le partiría esa rica panocha de hembra madura y casada (a las MUJERES). Pues le pedí, como lo he hecho con muchos otros lectores, que me enviara “una foto o un video donde se vea cómo te sale la leche y queda regada por el tronco y tus bolas”.
Me contestó “Me encanta que seas así de golosa y quieras verme eyaculando, tengo el vídeo que quieres ver y me encantaría hacer que te corras viéndolo y que luego hagas un relato de esta experiencia virtual, quisiera leer cada detalle y que disfrutes imaginando” acompañada de un video y con texto siguiente: “Te adjunto el vídeo y si te gusta lo suficiente como para hacer un relato de esto quiero que escribas que estoy disponible para tus lectoras casadas y maduras y si alguna quiere contactarse conmigo tú estás autorizada a compartirle mi correo (solo a mujeres)” Así que, señoras maduras y casadas que estén interesadas, puedo enviarles el correo de “Gio” y una foto de la herramienta que él porta.
Confieso que el video no me impresionó mucho, debido a la toma tan cerrada y algo desafocada por el movimiento. Sí le hice los honores y me vine en la tercera repetición, justo en el momento en que “Gio” está eyaculando.
Aprovecho que me referí a Chile, para enviarle un saludo, un beso y una chupada al autor y buen amigo “Kama Luxuria”, quien me ha dado excelentes ideas y hecho relatos de nuestras fantasías. (No te me pierdas tanto).
A veces son sólo fotos que muestran el trabajo manual. Por ejemplo, otro lector, Jonathan, me mando unas fotos donde me aclara: “Si me masturbe con tus fotos, ehhh” y vienen tres fotos. En una aparece la verga, donde se ve la base del tronco con los vellos pegados por la leche; otras con la mano brillosa de semen; en la última se ve un hilito blanco que va del dedo anular al glande, el dedo porta la argolla matrimonial. ¡Cómo se me antojó lamerle la mano y el pene!
Después, Jonathan y yo hicimos algunos comentarios sobre nuestros consortes, porque le retribuí con “una foto donde también se nota que soy casada, y también muy puta…” En mi foto, con la mano derecha estoy dirigiendo el pene de Bernardo, mi amante, hacia mi vagina (ya entró el glande); y con los dedos índice y anular (con argolla matrimonial) de la mano izquierda estoy abriendo los labios de la panocha.
Otro caso memorable es el de Diego, de quien ya escribí algo, refiriéndome a su pene y lo machito que es en sus correos. Diego el cabezón, tiene unos huevos ricos y verga larga. Es un chico malhumorado y con espíritu de machín que no va conmigo. Me envió dos venidas sin gran chiste por el punto de vista de la toma y por el fondo que es un retrete donde él obliga a que caiga el semen; así, sólo se mira un pequeño chorro que sale del glande y pronto se oculta por el pene debido a la manera en que está tomada la escena.
Su peculiaridad es la enorme cabeza que tiene esa pija. No es que me haga de la boca chiquita, sí me gusta mamar verga hasta sacarles el semen. Pero a mí no se me antoja hacerlo con esa, ¡qué tal si me ahogo! Esa cabeza está más bien para que recorra el útero haciendo sentir una gran bola que pasea de afuera hacia adentro y viceversa, imaginar eso sí me ayudó en la masturbación que hice en su honor.
Otro joven a quien le gustan las maduras, es Luis de Arcadia quien también escribe relatos. Me manda un video donde se ve cómo se hace la chaqueta, se la jala desde los huevos, ¡se ve ríco! Luego me pero manda otro de la culminación: ¡salen seis chorros! (el último fue una burbuja que bañó el glande) ¡Qué ganas de mamárselo! Ese video me ha sacado varios orgasmos que agradezco sinceramente.
Hay varias fotos de Luis donde se ve el escurrimiento en el tronco y huevos que las gotas en la base de éstos van a formar un hilo grueso que caerá al piso sin una lengua que lo aproveche, lástima… ¡Te la limpio, papacito! Mi lengua sabe hacerlo muy bien.
Hay otro video muy bonito de Miguel Ángel. En éste, se la jala y toma el video con el punto de vista desde su cara, se mira cómo sale la cabeza desde su puño y luego la oculta el prepucio; varias veces ocurre esto, el movimiento se acelera cada vez más hasta que sale el esperma como de una regadera y baña el esternón, el ombligo y los costados del vientre, luego aminora la velocidad y salen borbotones ya sin fuerza, pero escurren desde el glande dejando el hilo plateado en cada vez que el prepucio deja ver el grumo de espesa leche.
Yo miro y me tallo la raja y su interior con más fuerza, al tiempo que abro la boca sacando la lengua queriendo que me toque algo del manjar…
En fin, hay muchas venidas, pero me encantan las de Luis, un español de pene pequeño, sin descapullar, pero con un pellejo que se antoja para estirar con los labios y meter la lengua para llegar a la cabecita. Pueden leer sobre esto en “Consecuencias de las videocorridas recibidas”. Él me dedicó unas deliciosas videocorridas en las fotos que bajó del sitio donde las habíamos subido mi amante y yo (ya lo cerraron dos veces y aún no lo han vuelto a abrir), donde no se me ve el rostro, o éste está cubierto con una plasta negra.
Con lo caliente que me ponía al escuchar su voz al tiempo que eyaculaba, se mereció ser mi amante virtual y recibir fotos de cuerpo completo, mostrando el rostro y la última fue desde las chiches hasta la cabeza. Imprimió la foto y me mandó las respectivas videocorridas donde me dice "Tómate mi leche, Mar, chúpamela toda, cariño", se mira cómo sale la leche para cubrir mi foto, yo imagino que me baña de esperma y abro la boca para satisfacer su deseo, mis dedos adentro de mi raja hacen que me venga rico con ese video de mi amor…
Puedo seguir describiendo otros casos y cómo me masturbo con esos regalos, pero creo que con esta muestra basta. Besos a mis lectores y gracias por los tributos que me hacen al leerme o ver mis fotos y a las constancias que de ellos me mandan por correo. No se olviden de escribir un comentario cuando les guste algún relato, no sólo me escriban correos.