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Mi esposa, la puta de la empresa (II)

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Tras descubrir que mi esposa me era infiel con casi toda su empresa mientras tuve su teléfono mi vida dio un vuelco. Mi mente rebotaba entre un enojo enorme y una excitación constante. Mi ego, mi orgullo, estaban heridos, pero mi verga se ponía dura cada vez que repasaba los episodios de mi esposa con algunos de sus amantes. Incluso había podido descargar algunos videos y fotos de Gaby follando con esos tipos. Los guardaba y revisaba celosamente y siempre terminaba en una paja monumental.

Todo aquello había despertado un livido muy interesante, veía a Gaby y me entraban unas ganas de atenazar sus anchas caderas y penetrarla en cualquier sitio, muchas veces lo hice, ella siempre se dejaba, incluso me decía que le gustaba mucho ese nuevo yo. Pensé que mi nueva actitud podría satisfacer sus necesidades y tal vez dejara de ver a sus amantes pero no fue el caso.

Establecí una rutina para estar siempre oculto en la acera del frente del motel que Gaby frecuentaba. A diario salía del trabajo, compraba un sándwich para almorzar, estacionaba a dos cuadras y caminaba para ubicarme detrás de un árbol para no ser visto y poder ver.

Tres veces por semana un auto distinto llegaba a la misma hora, al mediodía, uno de ellos tenía vidrios polarizados, los otros dos dejaban ver a las personas dentro. Podía identificar a Gaby y estoy seguro que también era ella quien iba en el auto con vidrios oscuros. Siempre entraban a la habitación 201 y cuando ya estaban dentro yo entraba a la 202 con la intención de oír lo que más pudiera.

No sé si estaba recopilando material para el divorcio o si era un fetiche, me sentía confundido. Solo me sentaba allí a escuchar y me masturbaba. A veces llevaba una prostituta, sentía que era como una venganza. Bebía y me quedaba con la puta incluso después de que oía a Gaby salir del lugar. A veces llevaba dos putas, a veces tres, les regalaba dinero, me embriagaba, lloraba en ocasiones. Mi rendimiento decayó en el trabajo y empecé a recibir advertencias por mis ausencias, un desastre.

No me atrevía a enfrentar a mi esposa, temía que de hacerlo ella se decantara por sus aventuras y me abandonara. La amaba y follabamos mucho, para mi era mejor compartirla que no tenerla.

Habían pasado un par de meses tras el accidente que desencadenó todo esto, llegaba diciembre, se acercaba la fiesta de fin de año de la empresa. En años anteriores Gaby había llegado a las 4 o 5 de la mañana de aquella celebración siempre algo tomada. En aquel entonces, cuando confiaba plenamente en ella, para mi no era motivo de preocupación, pero ahora tras saber que era la puta de la empresa me imaginaba que habría hecho hasta esas horas y con tal cantidad de alcohol en su sistema. Veía los videos y me pajeaba. Me gustaba especialmente uno en el que ella estaba en cuatro recibiendo verga mientras el tipo le encajaba el dedo gordo en el culo.

Llegó el día de la fiesta y yo quería saberlo todo. Gaby me dijo cuál era el lugar y me informó que las parejas no estaban invitadas como de costumbre. A eso de las 7pm la vi salir del baño con un vestido negro con detalles rojos ajustado al cuerpo y que llegaba a la mitad de sus muslos. Elegante y apropiado. Se me paró al ver sus gruesos muslos e imaginar como se los abría a sus compañeros de trabajo. Fui hasta ella y le levanté el vestido, no tenía ropa interior.

Ay amor, aún no me terminó de poner todo - me dijo.

No creí su mentira pero no me importó, abrí mi bragueta y saqué mi verga tiesa para apuntarla entre sus piernas y allí mismo, frente al espejo de nuestro cuarto empecé a follarmela.

uff papi, que rico papi - me dijo.

¿Te gusta mi amor?

Me encanta papi, dame duro

¿De quién es este culo? - Le dije mientras le encajaba un dedo en el ano.

aaah solo tuyo bebé!

La llevé a la cama y la puse en cuatro. Posé mi verga sobre su ano y la empujé. Mi falo entró suave y no pude evitar pensar que aquella amplitud no era gracias a mi sino a sus compañeros de trabajo y todo lo que le trabajaban el culo. Me excité más, me vine dentro de su culo y me metí al baño.

Mi amor me voy - me gritó mientras yo estaba en la ducha.

Que te diviertas - Respondí con la cabeza gacha.

Compré un bigote falso y una peluca rubia y tras crear mi personaje salí en mi auto rumbo a mi prostíbulo habitual. Elegí a Carolina, una chica con una cara un poco brusca pero con un culo de campeonato y un porte elegante, como para pasar desapercibidos. Le pedí que se pusiera lo más elegante que tuviera y nos subimos a mi auto con dirección a la discoteca donde se iba a desarrollar la fiesta de fin de año de la empresa de mi esposa.

Estacioné lo más lejos posible para evitar que fuera a detectar mi presencia. Entré al lugar con mi ridícula peluca y mi bigote postizo y pedí una mesa en la periferia del lugar, en la sombra, una ubicación apropiada para ver todo el lugar que era bastante grande.

¿Por qué tienes puesto eso? - Me preguntó riendo Carolina, la puta.

estoy espiando a mi mujer y no quiero que me vea

¿Tu mujer está aquí?!

Pronto llegará

Amigo no quiero problemas, ¿qué tal nos vea?

No nos verá, te lo aseguro, tranquilizate

Bueno, lo que usted diga señor

Pedí unos tragos, pasó una media hora y vi llegar a un grupo de persona a una mesa grande al otro extremo del lugar, entre ellos Gaby. Un tipo posaba su mano en su espalda y la llevaba a una silla. Ya no tenía el vestido negro con rojo, tenía un vestido blanco escotado y muy corto. Sus tetas se apretaban y se querían salir de la prenda y juro que pude verle una nalga cuando se sentó.

Se me paró y le metí mano a Carolina. La besé y gracias a nuestra mesa alejada y oscura pude lograr que me agarrara un poco la verga. En la mesa de Gaby había unas 25 personas, no era toda la empresa sino un grupo particular. No sé bajo qué criterios. Eran más mujeres que hombres. Un tipo sacó a bailar a Gaby y durante la danza le hablaba al oído y reían, también deslizaba su mano sobre la parte superior de las nalgas de mi esposa y pude ver como en un rápido movimiento ella deslizó su mano sobre el pené del hombre y la retiró rápidamente. Todos la invitaban a bailar y ella aceptaba encantada.

Quiero que vayas y averigues que dicen - Le dije a Carolina.

¿Quieres que espie a tu esposa?

Si

Amigo, tu me pagas por follar, no por investigar

Te pago el doble pero hazlo ya

No le resultó muy complicado conseguir una pareja con ese par de piernas y ese culo tieso. Pronto estaba bailando cerca a Gaby que bailaba con el tipo que le tocó la espalda al llegar. Terminada la canción volvió a la mesa.

Van a esperar que se vaya la mayoría y después se van a ir a un motel, ella dijo “que sean varios” - fue lo que averiguó Carolina.

La cosa siguió igual, baile, risa, coqueteos y yo iracundo y excitado. Gaby se veía espectacular, sexy, deseable, todos sus atributos desbordaban y sus nalgas aparecían de ves en cuando cuando le hacia twerking a alguno de los tipos. Tomé a Carolina de la mano y la llevé al automóvil, entré en la silla trasera y me senté liberando mi falo. Ella se sentó encima de mí dándome la espalda y se ensartó mi verga y empezó a moverse. Saqué mi teléfono y le escribí a Gaby.

¿Cómo va tu reunión mi amor? - Le dije.

Muy bien amor, estamos charlando - Respondió.

¿Quieres que pase por tí?

No amor tranquilo, yo llego, el papá de Ángela me va a llevar

Te veías muy bonita hoy, me voy a poner celoso de que te miren

jajaja bobito, sabes que yo te amo a ti

Tuve ganas de decirle que era una maldita puta mentirosa, pero recordar su cuerpo adornado por aquel ajustado vestido me emocionó, aunque otros la tuvieran yo también podría tenerla, era estúpidamente suficiente. Volvimos a la mesa.

Se hicieron las 12, la mayoría de la gente de la empresa de Gaby se había ido, quedaban cuatro hombres, Gaby y otra chica gordita. Todos se notaban altamente alicorados. Uno de los tipos sacó a bailar a mi esposa y durante la danza la besó en la boca, ella respondió. Él le agarró fuerte una nalga arrastrando su vestido y dejando al descubierto su culazo. Gaby se acomodó la falda, lo miró y pude distinguir un “vamos” en sus labios.

Me apresuré a salir primero y llegar a mi auto con Carolina con la intención de seguirlos, aunque sabía hacia donde iban.

¿Como aguantas esto? - Me preguntó Carolina en el trayecto.

No lo sé, creo que la amo

Se está cogiendo a todos…

Lo sé

Te mereces algo de respeto

¿Qué sabe una puta como tú de respeto?

No tienes que ser grosero, es mi trabajo, así soy yo. En cambio tu esposa es una mentirosa y te trata como un idiota -

Llegué primero y pedí la habitación 202 con la absoluta certeza de que mi esposa llevaría a su amante a la 201. No me equivocaba, pero no estaba del todo en lo correcto, no llegó solo con uno sino con cuatro tipos y la chica gordita.

Carolina entró al baño y yo fui directamente a la pared que separaba las habitaciones. Oía risas primero, pero después pusieron música a alto volumen y aquello bloqueó cualquier conversación que pudiera escuchar. Carolina se acercó.

Amigo, entiendo tu situación, debe ser muy difícil, pero podemos hacerlo divertido para que te olvides por un rato de esa maldita - me dijo.

Yo estaba alcoholizado y vi como esa hermosa morena se plantó frente a mi y se quitó su vestido, el más elegante que tenía, quedó en una ropa interior de encaje negra, se inclinó frente a mi, bajó mi pantalón y empinando sus duras nalgas empezó a chuparmela. Un espejo justo enfrente me daba una vista de la entrepierna de Carolina, su par de muslos duros terminaban en una diminuta tanga que se adentraba en su culo.

Me quité la ropa, me acosté en la cama boca arriba. Un espejo gigante sobre la cama me daba la vista ideal. Carolina se puso en cuatro entre mis piernas y siguió mamando. Su trabajada figura se contoneaba para mi.

En este momento varios tipos se deben estar cogiendo a tu mujer. Le deben tener abierto cada agujero. ¿Te imaginas? El amor de vida atragantada con la verga de otro - Me dijo y dio en el clavo.

Mi excitación explotó hasta la luna, me incorporé y fui detrás de Carolina, me bajé la tanga bruscamente y busqué su ano. La taladré con sevicia.

Ufff que rico papi!!! Así tienen a tu esposa - Dijo Carolina.

Disfruté de aquella diosa a pagos. Pero pronto mi atención volvió al otro cuarto. Habían apagado la música.

Jajaja es fácil, solo tienes que relajarlo - Era la voz de Gaby.

Es que me duele - otra voz femenina, probablemente la gordita.

Yo quería ver. Me acomodé la peluca y el bigote, me vestí, tomé una cerveza del minibar y me dirigí a la 201. Toqué la puerta. Un hombre apareció.

¿Qué pasó? - me dijo mirándome confundido. Escondía su desnudes tras la puerta.

Pidieron una cerveza a esta habitación- Le dije.

¿Alguien pidió una cerveza? - gritó para dentro de la habitación.

Nadie respondió.

No hemos pedido eso amigo - y empujó la puerta para cerrarla.

Evité que se cerrara completamente y esperé con la esperanza de que no se diera cuenta. Pasados unos segundos sin ningún intento de manipular la puerta nuevamente la empujé sutilmente para ver adentro.

Wow, la habitación 201 era un palacio, un espacio enorme con 2 camas, jacuzzi, muebles, una ducha muy fancy, un tubo y un arnés colgado del techo. Entendí por qué Gaby escogía esa habitación, la muy puta lo disfrutaba en grande con todos los juguetes.

En una de las camas estaba la chica gordita en cuatro, su culo en alto era una delicia, una nalgas redonditas y blancas. Tenía cara de circunstancia. La circunstancia era que uno de los hombres trataba de penetrarla por el culo pero parecía estar complicada la misión. A su lado estaba mi esposa de rodillas sobre la cama, hacia mi empinaba ese culo abundante mientras sujetaba la verga del tipo tratando de empujarla dentro de la gordita.

Gaby se veía deliciosa, había adelgazado, su cinturita anticipaba un culo perfecto, su cabello castaño caía sobre su espalda arqueada, ufff.

Gaby, ¿quieres? - dijo un tipo desde otro punto del cuarto.

Mi esposa volteó a ver. El tipo tenía sendas líneas de polvo blanco sobre un mesón.

Siii quiero - dijo Gaby.

Se bajó de la cama y en puntillas levitó hasta la ubicación del sujeto. Al acercase al polvo él la detuvo.

No mi amor… aquí - Dijo el tipo soltando algo del polvo sobre su verga tiesa.

Mi esposa lo miró, se mordió el labio inferior y cayó de rodillas. Puso un dedo sobre su nariz y se inclinó para inhalar todo aquello. Mi esposa se drogaba, además. Se tragó la verga del tipo por un momento y se puso de pie.

Uh que rico - Grito Gaby. Y con tres saltitos se arrojó sobre la cama aterrizando en cuatro para hacer twerking. - ¡¡¡quiero verga!!! - volvió a gritar.

Uno de los tipos se aproximó y se la folló en cuatro. Yo saqué mi teléfono y empecé a grabar como podía. Podrían ser pruebas para el divorció pero en realidad los quería para mi, para verlos.

Dame duro papi, parteme el chocho, parteme el chochito - Decía Gaby.

Mami que rica estás, lastima que no seas solo para mi -

jajaja ni para ti ni para nadie, este culo es del mundo! quiero más coca!

Tenía la verga a mil viendo como se follaban a mi mujer, en su nariz había una mancha blanca, estaba desatada.

¡Quiero una por el culo! - dijo.

Pronto habían dos hombres trabajando a mi esposa por sus dos agujeros. Por su lado el otro tipo había logrado penetrar por el culo a la gordita que solo sabía gemir. El cuarto hombre estaba sentado en una esquina aún vestido viendo su teléfono.

Eran las dos de la mañana y le escribí.

Mi amor, ¿cómo va la reunión? - Envié el mensaje. Pude ver como ella notó que vibraba su teléfono que estaba sobre la cama, lo tomó y accionó.

Todo bien mi amor, acá charlando con la gente -

¿Quieres que vaya por ti? -

No amor tranquilo, el papá de Ángela nos va a llevar -

Me respondía mientras movía su culote en cuatro con dos tipos dandole duro.

¡Ahh diooos que rico! ¡Denme duro! - Gritaba.

Más que ira tuve celos. Decidí llamarla. Al oír su teléfono timbrar se incorporó.

¡Silencio!, hagan todos silencio, es mi esposo - Les dijo y todos se callaron.

Hola amor, ¿como va todo?- Le dije.

Todo está bien mi amor, divertido

¿Dónde están?

En la disco

No se oye música…

Es que salí a tomar aire - Tras decir esto miró fijamente a uno de los tipos, el mismo con el que estuvo más cercana durante la fiesta. Se arrodilló frente a él y sin quitar su mirada de la de él abrió la boca y se tragó su falo.

¿Con quién estás?

¿Qué pasa amor? ¿Qué son todas estas preguntas? Tú no eres así.

Por supuesto maldita perra, porque no te conocía del todo.

En una hora y media paso por ti a la disco - le dije.

No amor, ya te dije que el papá de Ángela me va a llevar

No. En una hora y media paso por tí, chao - Sentencié.

Al colgar la llamada miró al tipo al que se la estaba chupando.

Dame coca y revientame a verga papi, que en una hora me tengo que ir - dijo.

Siguieron follando, seguí grabando. Gaby se subió al arnés, se la follaron en el jacuzzi, se la follaron en los muebles, se drogó hasta el copete. Faltando media hora para el momento acordado en el que la recogería en la disco se metió a la ducha y se bañó, se vistió y se despidió besando en la boca a cada una de las personas en el cuarto. Tomé mi auto y llevé a Carolina al prostíbulo para después seguir a la disco donde me estaría esperando mi infiel esposa.

Al llegar al sitio Gaby estaba parada en la puerta del lugar. Llevaba su vestido negro con detalles rojos, sonrió al verme, normal, como si nada hubiera pasado. Se subió al auto.

Amor ¿por qué esta intensidad con venir a buscarme? Sabes que siempre me llevan - Me dijo. Yo decidí ser sincero.

Tengo muchas ganas de follar contigo rico, ¿a donde me vas a llevar?- me dijo mordiéndose los labios mientras se inclinaba sobre mí para chuparmela.

Conduje directamente al motel en el que había pasado las últimas horas. No hubo una sola reacción que la pusiera en evidencia cuando llegamos. Pedí la 202. Estaba disponible. Entramos. Delante de mí estaba el culo más rico que conocía, el culo de la puta de mi esposa, la abracé, levanté su falda, tenía una tanga, había pensado todo.

La llevé al mismo sitio en el que se la cogieron en cuatro después de inhalar. La puse en cuatro y me arrodillé frente a su culo. Introduje mi lengua y empecé a juguetear.

Papi que rico, mamame el culito, limpiamelo con tu lengua mi amor - Dijo entre gemidos.

Pasado un rato le pedí que me la chupara.

Lo que quiera mi rey - respondió.

Se arrodilló frente a mí y agarrando mi verga desde la base abrió su boca y se la tragó. Tomé mi celular y puse los videos que había tomado un rato atrás. Nos metimos al jacuzzi, nos empapamos en espuma. La besé.

¿Qué quieres que haga? - le dije.

Imagina que tengo esposo, y que tu eres mi amante

¿y dónde está tu esposo?

En casa durmiendo

La llevé a la cama.

Te amo, más que a mi vida - le dije.

Y yo a ti mi amor

¿De quién es este culo?

Es tuyo mi rey

¿Solo mio?

Únicamente tuyo

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