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Mi hermoso angelito
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Tiempo de lectura: 3 minutos

Sofía solo paraba su hermoso culito esperando al imponente hombre detrás de ella. Los shorts cortos que siempre usaba dentro de su casa ya se encontraban tirados en el suelo. Lo único que tenía puesto eran sus pequeñas bragas, las cuales ya estaban siendo retiradas por ella misma.

No podía creer que le estuviera entregando sus pequeñas y tiernas nalgas a un viejo gordo y feo. Supongo que para una mujer es natural obedecer a un hombre superior. Me hacía entender que ella nunca me vio como un hombre de verdad.

Es evidente que durante este tiempo me comparo con ese hombre y llego a la obvia conclusión de que él era mucho más superior a mi.

El hombre apunto su enorme macana hacia la pequeña y virgen entrada de Sofía. Ella estaba más que lista para recibir a su hombre.

La morena y gorda verga resaltaba al lado de las preciosas nalgas pálidas de ella.

El hombre empezó a hacer pequeños empujones con la cabeza de su pene.

Se introducía a su vagina de forma lenta y segura. Dejaba en claro que ella no estaba siendo obligada. Ella se entregó completamente a él.

El hombre logro meter la cabeza de su verga en la apretada vagina de Sofía. Ella ya empezaba a dar pequeños sollozos por el dolor que sentía.

Sin embargo el hombre no paro de meterle la verga hasta que llego a la mitad.

La joven de 20 años le rogaba que fuera más lento. Obviamente una joven tan frágil como ella no iba a soportar un miembro de ese calibre.

Paso el tiempo y después de unos 10 minutos el hombre ya le estaba pegando el mejor culiadón de su vida a Sofía.

Era más que obvio que ella no regresaría a mis brazos. Después de experimentar esa clase de sexo con un hombre de verdad era imposible que yo le hiciera sentir algo a ella.

Las fuertes embestidas provocaban un fuerte sonido al chocar en las nalguitas de Sofía. El color de su trasero se tornaba rojo pero ella parecía solo sentir placer.

Sofía sollozaba tiernos gemidos, dando a entender que se la estaban culeando demasiado bien.

Yo seguía sin entender como era posible que semejante falo de carne entrara en un cuerpo tan pequeño y delicado como el de Sofía. Incluso podía ver como el hombre se movía dentro de ella de manera difícil. El coño de Sofía era tan apretado que la enorme verga del hombre entraba y salía con dificultad de ella.

Después de unos minutos los grandes y pesados huevos del hombre parecían listos para vaciar su contenido dentro del pequeño útero de Sofía.

El hombre dio una última embestida y se mantuvo completamente dentro de ella mientras dejaba escapar un fuerte sonido de placer.

Podía visualizar en mi mente como aquel macho se vaciaba y llenaba el útero de mi hermosa y tierna novia. Al parecer ella pudo sentir el caliente y espeso líquido ingresando en lo más profundo de su cuerpo, porque dejo salir un gran gemido de placer y gritaba "lléname de leche" "soy tuya".

Nunca imagine escuchar decir a Sofía ese tipo de cosas. Me quedaba claro que yo no era lo suficientemente hombre como para lograr hacer sentir así a mi novia.

Ella nunca me dejo tocarla de manera sexual, era muy reservada conmigo. Pero después de esto, me dejo en claro que el problema era yo. No era digno de estar al lado de semejante mujer.

Después de la tremenda culeada que el hombre le pego a Sofía, el seguía con la macana bien erecta y los huevos parecían seguir llenos de leche.

Seguí observando desde la ventana y veía como el hombre le enseñaba a Sofía a como dar una mamada. Ella apenas podía meter la cabeza de aquella madura y morena verga dentro de su pequeña boca.

Odio admitirlo, pero mi novia se veía mil veces más bonita cuando mamaba la gran verga de aquel hombre. Se veía muy tierna la manera en que le daba pequeños besos a todo el largo de la morena verga. Sofía estaba completamente enamorada de esa macana.

Al terminar la felación ella se tragó toda la corrida sin desperdiciar una sola gota. Al parecer se quedó con ganas de leche porque no dejo de chupar incluso después de que el macho eyaculara violentamente en su boca.

Paso el tiempo y ella termino la relación conmigo. Me contó todo lo que hizo y lo que iba a hacer con él.

Le pregunte como fue que todo termino así y me contó que ese hombre era el amante de su madre. Me dijo que ella intento detener al hombre para que dejara de culearse a su mamá, pero termino rendida a sus pies. Se dio cuenta de porque su mamá le ponía los cuernos a su papá con este hombre.

Después de un tiempo perdí contacto con Sofía. Lo últimos mensajes que recibí de ella fueron fotos de ella y su mamá chupando la macana del hombre al mismo tiempo. Incluso me mando vídeos de como ella y su mamá eran culeadas por el vergon del hombre.

La foto que me dejo sin palabras fue una en la que aparecía el gran miembro viril del hombre reposando en el angelical rostro de mi exnovia. La grotesca y masculina verga era más larga que el rostro de Sofía. Ella se veía exageradamente hermosa, me enamore nuevamente de ella al ver esa foto. Sin embargo, yo ya no contaba ni con la más mínima oportunidad de volver a estar a su lado.

Y así fue como perdí a la niña perfecta a manos de un hombre superior a mi en todos los sentidos.

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