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Mi inicio. Mi primo me folla mientras me hago el dormido

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Soy una persona sin complicaciones, ante el sexo pienso que se debe explorar y hacer de todo. Así como he tenido experiencias sexuales agradables con mujeres, lo he tenido con hombres, pues la vida está para eso, para disfrutar de todo, de la diversidad.

Podría decir que soy bisexual.

Y de este modo podré contarles mi primera vez, mi primer contacto gay, y fue con un primo.

La relación con mi primo siempre fue buena, cada vez que venía de vacaciones hablábamos de todo, jugábamos y la pasábamos bien, cuando se daba la oportunidad pues somos tres hermanos en casa y él se distraía con todos. Pasaron los años y nunca pasó algo indebido, así que en verdad fue algo sorpresivo cuando intervino la parte sexual entre él y yo.

Así que un día mi primo, se llama Darío, ya con 19 años tuvo una oportunidad de trabajar en algo durante sus vacaciones cerca de nuestra casa y pidió a mi madre si podía hospedarse con nosotros mientras trabajaba. Mi mamá con gusto accedió pues lo aprecian mucho.

La casa no es muy grande así que él debía compartir habitación, y claro, también la cama conmigo.

Como dije siempre no la llevábamos bien, el ambiente resultaba chévere, hablamos de sus estudios, tema de chicas, desamores, jugamos video juegos… de todo. Pasaron como 4 o 5 días y todo normal, hablábamos, nos divertíamos jugando y al dormir, nada pasaba, todo tranqui.

Hasta que un día, sobre mi posición para dormir favorita, que es recostado sobre mi hombro izquierdo, así como de cucharita, sentí un roce leve sobre mi culo, una mano agarrando mis nalgas, y la verdad me quedé sin saber qué hacer, quería decirle que pare, pero se sentía bien y quería saber que más haría, así decidí hacerme el dormido y dejarlo que haga lo que quiera.

No sé si las anteriores noche hizo algo similar, pero fue hasta ese día que sentí y después de manosearme un poco, metió lentamente la mano debajo de mi bóxer hasta tocar mi ano virgen de toda caricia, sorpresa la mía de que sacó su mano ahí mismo y bajó mi bóxer con suavidad hasta la mitad de mis nalgas, no podía bajar más, y al ratico volví a sentir sus dedos untado saliva en mi huequito, y hacia eso, delicadamente untar saliva y masajear como en círculos mi culo, y haciendo en algunas ocasiones presión suave con algún dedo como querido penetrarme, pero nada más allá.

Sentía como él se estaba masturbando mientras me hacía eso con su otra mano, creo que lo hacía hasta que estaba a punto de correrse pues en algún momento me subía el bóxer y se iba al baño, y ya, la noche terminaba así, él con su orgasmo y yo con el culo todo untado de saliva.

Pasaron varios días así, que en el día yo hacía como que nada pasaba, y en la noche pasan acontecimientos similares a lo que conté y admito que esperaba las noches y deseaba que él hiciera lo mismo siempre, tanto así que ya llegué a sentir que quería que me metiera algo YA, así sea sus dedos o su pene.

Obviamente sé que él se dio cuenta de que me gustaba lo que él hacía y yo era totalmente consciente en las noches de todo lo que pasaba, y más aún con el hecho de que empecé a dormir igual, de cucharita, pero empinando más mi culo, como provocándolo más y cuando me bajaba el bóxer me levantaba un poco para que pueda bajarlo todo.

Él es corpulento, de unos 170 cm de altura, tez canelita y con una verga de 18-19 cm y gruesita.

Era cuestión de tiempo y llegó el momento en que me despertó el toque de sus manos en mis nalgas, me desnudó y untó saliva, ya mi ano estaba acostumbrado y lo estimulaba fácil, lo deseaba, sentí como se quitó su bóxer él también y se acercó a mí, y por primera vez puso su verga en mi culo, jugo con ella pasándomela entre mi raja varias veces, me hacía desearlo.

Luego la puso en la entrada de mi culo, y empezó a empujar, la verdad es que se sentía rico, me había hecho desear querer sentir algo entrando en mí.

Unto más saliva en su pene e intento meterlo, pero no podía, se resbalaba hacia abajo cuando empujaba, yo, con tantas ganas, saque mi culo aún más como para que le quede más fácil metérmelo. Intento de nuevo y poco a poco pudo ir metiéndolo, sentí como su cabeza entró, lo tenía dentro, unos 4 cm, poquito, pero ahora el problema fue que aún con tantas ganas que tenía, me dolía demasiado, aunque seguía estando demasiado excitado. Pero no quería que siga metiéndolo, ahí me gustaba, más centímetros me dolía, entonces apreté mis nalgas y él lo noto, y estuvimos en eso, en un mete y saca con su puntica, como entre me lo mete y no, ahí si literal fue solo la puntica y él en algún momento eyaculo sobre mi ano y terminó ahí, él fue a traer papel, me limpio y nos dormimos.

Pasaron dos días y volvimos a lo mismo, yo tenía muchas ganas de nuevo, pero esta vez hubo algo nuevo y es que él después de desnudarme, bajo a chuparme el culo, a lamer mi ano y fue espectacular, realmente era increíble sentir su lengua como jugueteaba con mi colita, me dejó más que listo y con el culo lleno de saliva.

Subió de nuevo, yo ya con mi culo más que empinado así en cucharita y puso su pene queriendo meterlo, pero estaba intentando, e intentando y me estaba haciendo presión sobre otro punto y no en la entrada de mi culo, hizo que me desesperara y movía mi cola como queriendo le avisar que estaba mal, hasta que no pude más y cogí su pene con mi mano (era una verga muy linda, gruesa y suavecita), y la puse directamente en mi ano y empuje hacia atrás.

Note como a él le encantó esa iniciativa que tuve y empezó a empujar lento mientras agarro mis nalgas y las abría, y yo empecé a mover mis caderas, empujando mi culo hacia atrás para que lo meta todo, esta vez ya entro, pero no todo, solo la mitad, pues me dolía mucho, siento que tenía una verga muy gruesa, aunque en verdad era delicioso sentirlo ya adentro, y me follo el culo, sin meterlo todo, siempre hasta la mitad, no le permitía meterlo más y así estuvo durante un ratico, él gozando, a tope y yo delirando entre el dolor y lo rico de qué me estén follando, hasta que me lleno el culito de semen.

Lo curioso es que nunca, entre todo lo que sucedió, nadie dijo una sola palabra durante los actos sexuales, como no queriendo comprometernos.

Él debió irse antes de tiempo a su casa por cuestiones familiares, así que esa vez fue la experiencia que sucedió en aquellas vacaciones.

De ahí pasaron años para que volviéramos a tener o hacer algo similar, donde si me lo metió todo y me dejo re abierto, pero eso se los contaré en otro relato, pues es más corto, pero más excitante.

Espero les haya gustado lo que acabo de contarles, espero poder leer sus comentarios de si les gustó, que puedo mejorar o qué quieren saber.

(9,33)