Hola a todos, les sigo narrando mis vivencias de aquel verano.
Me encontraba sentado en el autobús viendo por la ventana como pasaban las personas y demás vehículos y no dejaba de pensar en Flavia y lo mucho que había disfrutado este último encuentro que aunque rápido fue de lo más placentero, creo que para ambos, sacudí mi cabeza con fuerza para poder enfocarme en el ahora y dejar de fantasear ya que estaba a punto de pasarme la parada del Mall. Finalmente llegue al punto de encuentro y empecé a buscar un poco impaciente donde se encontraba Glenda, tome mi celular dispuesto a llamarla cuando sentí que dos pequeñas manos me tapaban los ojos.
– ¿Quién soy? -Me dijo Glenda forzando su voz para que sea lo más gruesa posible… no tuvo mucho éxito.
– jajaja Ya basta Glen… -Glenda no me dejo completar mi frase se puso delante mío y poniéndose en las puntas de sus pies se elevó para darme un suave y tierno beso en los labios.
– Te extrañe… ¿A dónde vamos primero?
– Tengo algo de hambre y creo que tú también no?
– No sé de qué hablas, yo tomé un buen desayuno. – Me dijo mientras me abrazaba por el cuello y me daba una pícara sonrisa.
– Jajaja, ya enserio, qué te parece si vamos por una pizza y mientras escogemos qué película vemos. -mientras le decía esto sentía como mi verga se ponía dura nuevamente.
– Está bien, vamos por una pizza.
Me tomó del brazo y empezamos a caminar por el centro comercial paramos en una que otra tienda para curiosear que es lo que había, pero en realidad no teníamos la intención de comprar nada, llegamos al restaurante y pedimos una pizza hawaiana, era su favorita, yo por mi parte prefiero las pizzas sin frutas, pero bueno ese día la estaba consintiendo así que no se la iba a negar, mientras almorzamos nos pusimos a elegir una película, y como imaginaran terminamos escogiendo la típica comedia romántica de esas que le encantan a las chicas de su edad, no son de mis preferidas pero de nuevo, mi idea era engreír a lo más que pueda.
Entramos a la sala con un poco de pop corn y unas sodas, y nos sentamos en las butacas que están agrupadas de 3 en 3 en los extremos de la sala y nos fuimos lo más al fondo posible, al parecer por el horario de la película no había mucha gente en la sala, la mayoría parejas y cada una lejos de la otra habríamos sido en total 14 personas como máximo, hasta la mitad de la película la pasamos muy bien riendo y jugando un poco con el pop corn, una cosa llevó a la otra y empezamos a besarnos, sentir sus dulces labios era lo mejor del mundo, Glenda siempre empezaba besándome muy torpemente pero al pasar los segundos se acoplaba perfectamente al movimiento de mis labios, sentir su lengua moverse dentro de mi boca buscando la mía siempre lo hacía de forma rápida hasta que la encontraba para luego enlazarla dulcemente y pareciera que no quería dejarla ir, pase mi brazo por detrás de su cintura para acercarla más a mi y ella puso una de sus manos en mi rostro, de pronto llevo dos de sus dedos a mis labios y me los metió en la boca, me estaba haciendo probar la humedad de su rajita y yo la devore con gusto, sentir ese sabor en mi boca me saco fuera de mis cabales, me agache en el piso de la sala tome el borde de sus shorts negros ya desabotonados y los tire suavemente hacia abajo con todo y sus panties que ya estaban empapadas luego de la sesión de besos que acabábamos de tener, tome sus rodillas y abrí lo mas que pude sus delicadas piernas la mire hacia arriba buscando su rostro y la vi mirándome fijamente mordiéndose el labio, le sonreí y ella asintió con su cabeza como diciéndome que empiece de una vez, no la deje esperar mas y metí mi rostro entre sus piernas con mi lengua por delante, le di unas fuertes lamidas a su clítoris mientras mi nariz se hundía en la pequeña mata de bellos que tenia en su monte de venus, el sabor de su rajita me tenia hecho un loco sentía que en cualquier momento me iba a sacar la verga y la haría mía en esa sala de cine a la vista de todos los presente, mientras oía a Glenda ahogar sus gemidos lo mejor que podía al mirar hacia arriba nuevamente la vi con una cara de placer total.
– Mmmmm. -La escuche gemir mientras con una mano tomaba el reposabrazos y con la otra presionaba mi cabeza contra su rajita.
Al sentir este accionar sabía que estaba a punto de venirse así que empecé con un movimiento circular con la lengua frotando suave pero rápido su clítoris, no se pudo contener más y estallo tomando con su mano un puñado de mis cabellos y frotando su pelvis contra mis rostro, yo sentía sus piernas temblando y al levantar la mirada la vi tapándose la boca con la mano que tenía libre mientras se arqueaba contra su asiento, cuando al fin empezó a relajarse aproveche para darle dos lamidas más a su rajita lo que hizo que se tapara con una mano su clítoris indicando que ya era suficiente y que estaba muy sensible, yo terco y aun a mil le hice la mano a un lado y le di una larga lamida desde la parte más baja de su vagina hasta toparme con los vellos de su monte de venus.
– Ahhh mmm… -Dijo fuertemente por mi accionar, menos mal que justo fue en una escena musical durante la película y nadie notó su fuerte gemido.
Tome unas servilletas que teníamos y me limpie el rostro de los rastros de su humedad, mientras ella subía disimuladamente sus shorts y pantie, me senté en mi asiento y le susurre al oído:
– No sabes lo mucho que me gusta tu sabor. – Mientras lamia el lóbulo de su oreja.
Glenda me tomó de la cara y me dio un dulce beso en los labios y me dijo.
– Puedes comerme cuando quieras las veces que quieras, pero debes de ser más consciente del lugar no crees? jajaja.- Me dijo mientras reía y me guiñaba el ojo sugerentemente.
Le respondí con una sonrisa cuando de pronto ella tomó con firmeza mi verga por encima de mi pantalón y me dijo:
– Ahora es mi turno.
Tomó el zipper de mi pantalón con dos dedos y cuando lo iba a empezar a bajar las luces de la sala se encendieron, la película había acabado y empezamos a ver a las demás parejas ir hacia la salida, yo suspire mientras tome su mano para evitar que siga con su accionar, le di una sonrisa, un beso en la mejilla y mientras le guiñé un ojo le dije:
– Me la debes.
Me respondió con una gran sonrisa y me dio otro beso en los labios, esperamos unos minutos a que mi erección deje de ser tan notoria y caminamos de la mano hacia la salida, Salimos del cine y caminamos nuevamente por el centro comercial parábamos cada cierto tiempo para darnos un beso y luego seguíamos caminando hacia ningún lugar en específico, para serles sinceros recuerdo ese día a la perfección, fue una salida increíble y Glenda se portó como una perfecta señorita todo el tiempo, siempre con una alegre sonrisa y perfectamente educada con todo el mundo desde el mesero del restaurante hasta el vendedor de golosinas en el cine, a todos los trataba con respeto y con el mejor ánimo posible y por este comportamiento todos la trataban muy bien, no puedo negarles que me sentí un poco celoso con las sonrisas y las miradas que mi primita recibía y que asombrosamente no eran solo por su físico si no por su forma de ser, pero al mismo tiempo me inflaba el pecho por que la persona que ella escogió como acompañante ese día fui yo, me preguntaba que habría ocurrido entre ella y Flavia para que siempre que estaban en casa ella se encerrara en su habitación sin querer tener contacto con nadie, como es posible que Glenda teniendo la personalidad que tiene no tenga prácticamente amigos, todo me parecía muy raro pero sentía que no era el momento indicado para hacerle este tipo de preguntas.
Caminamos un poco más mientras me di cuenta que el sol se estaba ocultando, eran las 6:00 pm aproximadamente y tenía que volver a casa porque Flavia me estaba esperando, revise mi celular y justo vi un mensaje de ella con una foto suya frente al espejo que decía, "esperándote primito", le respondí con una emoji con ojos de corazones y le dije que nos veíamos en un rato.
– Glenda, creo que es hora de ir a casa he quedado con uno de mis grupos de estudio y no puedo faltar.
– ¿Tienes grupos de estudio durante vacaciones? .- Me respondió mientras me levantaba una ceja, como dije antes Glenda es muy inteligente y no sería fácil de engañar.
– Si, claro que si, no sé si lo sabes pero yo soy estudiante becado y no puedo darme el lujo de comenzar un semestre mal preparado, lo que hacemos es ir adelantando temas para sacarle el mayor provecho posible a las vacaciones y entrar con más conocimientos que el promedio de estudiantes .- Le contestes mientras la abrazaba por la cintura y le daba una sonrisa de confianza, de hecho esto último sí es cierto y durante las vacaciones tenía varias sesiones de estudio con no uno, sino 3 grupos de estudio.
– Si recuerdo que mi papá nos comentó que eras muy inteligente y que no hiciéramos mucha bulla cuando estés en casa porque probablemente estarías estudiando.
– Es correcto, que bueno que sepas entender, sabía que eras más madura de lo que aparentas.
Me dio otro beso en los labios a modo de respuesta y caminamos hacia la parada de autobús, tal cual como habíamos venido ella tomó un bus primero yo la seguí en el siguiente que paso, me envió un mensaje diciéndome que tomaría una ducha al llegar y que nos veríamos en la noche en "Nuestro Balcón", ya que no quería interrumpir mi sesión de estudio. Al llegar a la casa fui directamente a mi habitación y al pasar por el segundo piso escuche un sonido a regadera y vi la puerta de Flavia cerrada con la luz apagada, esto último me sorprendió un poco y me disponía a llamarla por teléfono al llegar a mi habitación cuando al llegar al tercer piso la encontré parada delante del mesón del kitchenet dándome la espalda.
– Te estaba esperando "Primito".
Me dijo Flavia mientras giraba, estaba completamente hermosa, tenía puesto unos zapatos de tacón de esos que son prácticamente unas sandalias dejando ver lo mas posible de sus delicados pies, sus tacones no eran muy altos pero servían para marcar aún mas sus perfectas piernas y su redondo culo, unos shorts de mezclilla claros que llegaban hasta la mitad de sus mulos con una correa café muy delgada alrededor de su cintura, una blusa de color Blanco pegada al cuerpo con un escote perfecto sin mostrar de mas pero lo suficiente como para sacarte un suspiro las mangas recogidas hasta debajo de los codos dejando ver su suave y blanca piel, el cabello suelto y perfectamente alisado que con su color castaño claro pareciera que tenía brillo propio, tenía un maquillaje muy sobrio y un labial color rojo que hacía ver incluso mas apetecibles sus hermosos labios, todo esto acompañados con sus pendientes pulseras y collar dorados le daban un toque subli, definitivamente era totalmente opuesta a su hermana sin embargo a su manera era igual o mas hermosa que ella.
– Creo que deberías limpiarte la baba de la boca e irte a cambiar, o si no no llegaremos ir a ningún lado. -Me dijo estas palabras con su típico tono burlón y desafiante y me trajo de vuelta a la tierra.
– Tienes razón me daré una ducha rápida y me cambio, qué te parece si vas adelantando y escoges el lugar? Glenda ya está en casa y no quiero que tenga una mala idea de nosotros si nos ve salir juntos.- Le dije esperando que accediera, no quería ni imaginarme del lío que se podría armar si estas hermanas que por nada pelean se enterasen de que su primo se las anda comiendo a ambas, ni hablar si mis tíos se enteran me quedaré en la calle.
– Si claro, me parece perfecto, no quiero que esa niñata se meta en mis asuntos… pero apúrate si, me puse linda solo para ti. -Me guiño el ojo y salió de la pequeña sala pasando por mi lado y dejándome ebrio con el olor de su perfume.
Me metí rápido al baño y me di fugas ducha de agua caliente me vestí lo mejor que pude para ir acorde a como Flavia iba vestida, ya que desconocía el lugar que iba a escoger y no quería verme mal al lado de una belleza como ella. Antes de salir de la casa le escribí para que me diga a donde iríamos, me paso la dirección y no estaba muy lejos pero como quería llegar rápido tome un taxi ni bien salí de la casa, llegue a la dirección y era un restaurante Italiano muy bonito por fuera y me llamo mucho la atención la decoración que tenía por fuera, tenía como unas columnas y un arco en la entrada de madera con plantas enredaderas, me parecía muy curioso porque no estaba acostumbrado a ir a restaurantes de ese tipo, me acerque a la entrada y me recibió una anfitriona que me pregunto si tenía una reservación, le dije que me estaban esperando y que si estaba la señorita Flavia ya en el lugar, me dijo que aún no llegaba pero si tenía una mesa reservada para nosotros y me guio a una mesa ubicada en la segunda planta del restaurante, estaba en el banco tenía un mantel de color blanco encima y una vela encendida en el medio, me senté a esperar a Flavia y apenas unos minutos después llego con un pequeño paquete envuelto con un lazo azul encima, me pare a saludarla y al tiempo que me daba un beso en los labios me entregaba el presente diciéndome:
– Esto es para ti Luis, es mi forma de pedirte perdón por mi actitud y para darte las gracias por llegar a mi vida, no sabes lo bien que me has hecho estos últimos días.- Yo no sabía que decirle solo le sonreía mientras pensaba en que lo que le hice no estaba nada bien y no entendía cómo era que ella se sentía agradecida por esto.
– No debiste molestarte Flavia, yo no creo merecer ningún regalo.
– Cállate, claro que lo mereces, eres la única persona que se supo plantar delante mío y hacer frente a mis coqueteos estúpidos, y de verdad no sabes lo mucho que me alegra tenerte cerca.
Me dio un abrazo y otro beso en los labios nos sentamos uno frente al otro y me hizo una seña como de que habrá el regalo, yo simplemente no podia dejar de verla a la cara, para mi estar con ella compartiendo una cena era el mejor regalo que podía tener, empecé abriendo el regalo quitando el lazo azul y rompiendo la envoltura café que lo cubría, dentro había una caja negra de terciopelo y dentro de esta un hermoso anillo de acero pulido que en la parte de encima tenía un dragón alrededor de una piedra de ónix negro.
Sé que no me he descrito con anterioridad y no lo quería hacer para que ustedes dejen a su imaginación la parte masculina en la narración, pero al ver que varios correos me piden que me describa o me preguntan como soy aprovecho este espacio para describirme: Mido 1.80 m en el momento en que pasan los relatos pesaba 92 kg, era bastante fornido con unos hombros anchos al igual que mis piernas y brazos ya que hacia ejercicio cada vez que podía incluso tenía un juego de pesas con el que me ejercitaba, siempre llevaba el cabello corto con un low fade a 2, si son de ir a la barbería sabrán a que me refiero, en esa época llevaba una barba no tan larga, de hecho, para nada larga pero fue justo ahí cuando me la deje crecer hasta llegar a mi manzana de Adam algo que recuerdo muy bien porque fue una semana antes de mudarme la última vez que me afeite totalmente el rostro, no tengo tatuajes ni pircing y la mayoría de ropa que usaba la combinada con tonos negros, grises verdes y blancos que son mis colores preferidos, tenía una pulsera de plata que me regalo mi padre al ingresar a la universidad que nunca me la quitaba y varios anillos de acero con diseños que iba cambiando según lo que me provocaba usar ese día, ahh y para terminar y que ya no me dejen correos al respecto, no no usaba lentes ni mucho menos me vestía como nerd o era desaliñado tampoco me considero un adonis, pero se sorprenderían la cantidad de comentarios que me llegan de por no describirme antes no creen posible que mis dos primas se fijaran en mí, sé que seguiré recibiendo comentarios al respecto por correo pero espero que esta aclaración los calme un poco y recuerden el contexto en el que relato las cosas), me encanto el regalo y mi cara lo reflejaba totalmente.
– te gusto verdad? .- Me pregunto Flavia al ver mi cara iluminada de alegría.
– Me encanta, está increíble hace tiempo que buscaba uno así.
– Que bueno que te guste, te tengo otro regalo llegando a casa, espero que te guste tanto como este.- Mientras me decía esto último me guiño un ojo de forma provocativa, no les voy a negar que me emocione al instante y hasta mi verga dio un tirón de la emoción.
– Te había visto con algunos y supuse que te gustaban, además mira te queda perfecto y va con tu outfit.- Me dijo mientras veía que me lo probaba en el dedo anular izquierdo, la verdad es que me quedaba perfecto parecía hecho a mi medida.
– Oye de verdad gracias, me gusta mas de lo que crees.- Tome su mano con la mía y la acaricie suavemente.
Después de esto llegó la mesera a tomar nuestra orden, Flavia pidió por ambos, para ella una ensalada caprese y para mi unos fetuccini a la carbonara, pidió también una botella de vino la cual luego se convirtió en dos y luego en tres mientras avanzaba la velada entre anécdotas de cuando éramos pequeños y las pocas veces que nos veíamos hacíamos travesuras en la casa de mis abuelos, también hablamos de mi vida universitaria y cómo hacía para trabajar y estudiar al mismo tiempo estando tan joven porque ella no se imaginaba haciéndolo, incluso hablamos del hecho de que mi familia estaba lejos y como esto me estaba afectando, de verdad sentía que ella trataba de entender mi posición, me contó también de sus ex novios y de cómo uno hasta ahora la acosaba constantemente apareciendo en la casa y como su mamá siempre lo dejaba pasar porque pensaba que era un buen partido para ella, y claro con lo hermosa que es era obvio que tuviera a más de un pretendiente o ex novio loco tras de ella, en un momento quise hablar de su relación con Glenda y porque se llevaban tan pesado, pero cambio rápido de tema como si le fastidiara tan solo mencionarla.
Luego de las 3 botellas ya estábamos un poco ebrios así que decidimos regresar a casa en el mismo taxi, ya eran casi las 11:30 pm cuando entramos a la sala del primer piso y sin hacer ruido subimos las escaleras hasta el tercer piso, era como si no hubiéramos, nadie se había dado cuenta de nuestra llegada, nos sentamos en el sofá de la salita y empezamos a besarnos con desesperación, yo sentía que toda mi ropa me estorbaba y solo quería sentir su piel sobre la mía, bese sus labios y me dirigí hacia su cuello suspirando fuertemente como si quisiera consumir todo su perfume con mi respiración.
– shhh Luis no hagas tanto ruido, mis papás ya están en la casa ahhmmm.- Me decía mientras ahogaba un gemido mordiendo su mano izquierda.
Asentí con mi cabeza mientras que pare un momento para ver sus hermosos ojos color caramelo le di otro largo beso en los labios y con fuerza abrí su blusa haciendo que varios botones salgan disparados por el piso de la sala dejando a mi vista sus hermosos senos cubiertos por un bra de color blanco, metí mi cara entre sus senos y empecé a besarlos con locura mientras Flavia se terminada de quitar su blusa y desabrochaba su bra, al verlos libres no dude un segundo y me devoré como un desquiciado sus rosados pezones haciendo que su rostro se ponga rojo de la excitación y como siempre adoptaba su actitud tímida tapándose la cara y disimilando lo mejor que podía sus gemidos, de pronto tomo mi cabeza con sus manos para parar mi accionar y me dijo:
– Listo para tu segundo regalo? Me dijo susurrando y poniéndose muy muy roja.
– Claro que sí.- Le respondí sonriéndole todo el tiempo
se paró del sofá y se arrodillo delante mío con una actitud muy sumisa me desabotono los pantalones y bajó el zipper yo solo la miraba a la cara y le sonreía mientras veía como sacaba mi verga de dentro de mis boxers y tímidamente la masajeaba de arriba para abajo casi parecía que tenía miedo de romperla, luego acercó sus labios y le dio un tímido beso en la cabeza para luego pasar su lengua desde la base hasta la cabeza nuevamente, no se sentía nada mal pero definitivamente no lo hacía como su hermana, note en Flavia más inocencia ya que era evidente que era la primera vez que hacía algo como esto tome su bella cara con mi mano izquierda y empecé a guiar sus movimientos, ya lo hacía un poco mejor cuando de pronto se metió la cabeza de mi verga por completo en su boca y empezó a juguetear con su lengua mientras no paraba la suave paja con su mano, con la otra tapaba sus pezones pero al ver bien me di cuenta que lo que hacía era frotarse los, Flavia era de las mujeres que disfrutaba mucho el tacto en sus senos y yo al notar esto estire la mano derecha y le empecé acariciar sus senos como podía lo que le hizo soltar un gemido que ahogo esta ves sobre mi verga, me encantaba tocarlos eran tan suaves y hermosos a la vista, sin lugar a dudas las mejores tetas que había visto hasta ese momento , solté su bello rostro y estruje con ambas manos sus senos y los coloque cobre mi verga para empezar a hacerme una deliciosa cubana, Flavia se asustó por mi accionar y trato de que soltara sus senos, pero no se lo permití, con una mano la tome del cuello y la acerque a mi verga para que continuara con su felación, y así lo hizo mientras yo movía sus senos de arriba para abajo con mis manos ella acompañaba el movimiento con su boca sobre mi verga, yo estaba en la gloria y me sorprendió el momento en que Flavia logro quitar mis manos de sus senos y ella misma los apretaba con las suyas sobre mi verga, baje la miraba para ver lo que hacía y me sorprendí al verla con el ceño fruncido como enojada por no dejar que ella misma haga las cosas, cerró los ojos y continuo su labor, yo no podía aguantar mucho mas y estaba listo para venirme en su dulce boca cuando de pronto escuchamos una puerta cerrarse con mucha fuerza y una voz que decía "En donde se metió esta muchachita", al instante escuchamos el celular de Flavia vibrar dentro de su bolso se puso de pie y quiso ponerse su blusa, yo estaba demasiado excitado y no iba a dejar que se vaya y me deje así, aproveche que me dio la espalda para recoger alguno de los botones de su blusa y la abrace por la cintura susurrándole al oído:
– No pienses que te vas a ir y dejarme a medio terminar, me tienes que dar mi regalo completo.
Mientras le susurraba esto ya había desabrochado su pequeña correa y estaba desabotonando sus shorts y como siempre que me pongo dominante ella no dijo palabra alguna, baje con fuerza sus shorts y panties que estaban ya muy mojados y la jale de la cintura hacia a mi, me senté en el sofá y colocando mis manos en su cadera hice que se siente suavemente sobre mi verga, yo disfrutaba centímetro a centímetro penetrar esa apretada y húmeda rajita mientras sentía sus piernas temblar al sentir un intruso entre ellas, finalmente sus nalgas chocaron con mis piernas y yo empecé a penetrarla cada vez más rápido, Flavia arqueo su espalda hacia atrás prácticamente echándose sobre mi pecho, por mi parte tome sus muslos con mis manos y los levanté dejando sus piernas en el aire y a ella a la merced de mis embestidas las cuales recibía a gusto.
– Conmigo no tienes que contenerte… – Le susurre al oído.
En ese instante ella empezó a tocar y pellizcar sus pezones y senos con mucha fuerza mientras abría la boca tomando mucho aire para no empezar a gemir como loca, yo no podía aguantar más, solté una de sus piernas y empecé a frotar fuertemente su clítoris mientras la embestía con todas mis fuerzas, sus nalgas rebotaban sobre mis piernas haciendo un sonido de aplauso al tiempo en que empecé a correrme como un loco dentro de ella, al tiempo que Flavia aceleró sus movimientos indicándose que ella también estaba teniendo un fuerte orgasmo que ahogó con su mano derecha mientras con la izquierda aun frotaba sus pechos. Los dos estábamos bañados en sudor yo tirado en el sofá y ella tirada sobre mi con mi verga adentro y mi leche corriendo por nuestras piernas, se echó en mi hombro y giró su rostro para darme un largo beso mientras recuperaba el aliento luego se paró y tomo su celular, le escribió un mensaje a su papá disculpándose por la hora y que ya estaba llegando a la casa, se vistió rápidamente mientras yo aún la miraba sentado en el sofá, tomó los botones de su blusa, me beso despidiéndose y salió caminando rápidamente hacia mi habitación.
Abrí los ojos como desesperado tratando de decirle que no baje por las escaleras del balcón ya que Glenda seguro estaba esperándome ahí, me levanté y tropecé con mis pantalones que tenía aun abajo intentando llegar hasta ella pero fue imposible abrió la puerta y la vi desaparecer por el balcón…
Muchas gracias por leer hasta el final y estar siguiendo esta serie de relatos, muchas gracias de nuevo a todos los que me escriben a mi correo [email protected] con comentarios y sugerencias.
Saludos.