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Fantasías de medianoche

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Buenas noches queridos lectores, vengo a contarles mi extensa experiencia en el sexo variado y afrodisíaco, desde el punto de vista de una ninfomanía. Donde el sexo llegó a ser una adición al alcance de la mano, pero donde el placer se convirtió en un esfuerzo adicional.

La esencia de lo que quiero recordar y transmitir es el ¿Que se sintió? Siendo así los relatos que les voy a narrar una mera guía sensorial para que su imaginación perversa parta en vuelo.

El origen, la verdad esto no se generó al primer contacto con mi sexualidad, mi primera vez la pase terriblemente mal pero la persona y yo nos llevábamos bien. El apresuró mucho el asunto y yo simplemente me quede con ganas de más. Los años pasaron y la verdad es que después de probar aquella amarga experiencia solo me quedó un enorme desierto vacío de nada de sexo en mi vida, tenía mis limitaciones personales que fui rompiendo. Haciéndome cada día más suelta y más coqueta. Llegue a un punto de cinismo total y para mi fortuna ese día que todo cambio y dio inicio a esta hambre fue con el chico con el que tuve mi primera relación.

Nosotros estábamos en videollamada conversando de nuestras cosas, mi atrevimiento sumado a sus hormonas solo género que la conversación subiera de tema y se nos saliera de las manos. O de los pantalones mejor dicho

Yo recuerdo estar en directo viendo como me restregaba en tono de antojar su aparato reproductor. Me sentí de muchas maneras confundida y cálida, deseada pero no me terminaba de convencer lo que veía. Entonces me di el lujo de contemplar a detalle, cada vena, el tamaño, los músculos que acompañan a la zona pélvica y al abdomen. Me decidí en ese momento que lo que veía era muy poco y aunque más de una persona se conformaría con eso. Yo no, yo necesitaba algo más, y ese fue el evento que desató todo.

Lo siguiente que recuerdo es mi cuerpo temblando, como si recién me hubiesen exprimido mis jugos con mucha fuerza, viscosidad y calor apasionante, estrés fuera y todo lo que estuviera más lejos del charco de la sabana, la cabeza del aromático y deseable pene, que apuntaba siempre a mis labios y más profundo, que tenía la clara intención de entrar el un beso, profundo beso entre un aparato reproductor y mi lengua. Un húmedo beso con la intención de transgredir, penetrar, explotar y soltar una enorme carga de fertilidad. Guardada en unos sacos enormes, que generan miles de hormonas que están ahí, pendientes a salir solo para mi, me encanta el hecho de que el hombre esté dispuesto a derramar sobre mí, todo todo eso que tanto me gusta.

Es una obra candente que me da pensar que soy una persona deseada.

Mi beneficio en esto es que ustedes gocen y conozcan el placer de mis relatos.

Recuerdo muchas cosas como él profundizar en una persona, romper mis límites más allá de las apariencias y las negatividades inculcadas, recuerdo divertirme y tener orgasmos para reír y llorar del gozo, tener sexo en la intimidad y lo animal en público, recuerdo ser impertinente, arrogante y sobre todo yo recuerdo aquella noche. En qué nos encontramos.

¿Cuándo será la siguiente y con qué maravilla me iré a sorprender?

Ardo en ganas de sentirlo y vivo para probarlo.

¿Y tú? ¿Eres entregado a tus pasiones? ¿Relajado llegaste más lejos? ¿Dolió de placer? ¿Llegó lejos y fuiste poderoso?

(9,20)