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Mi prima Lupe (Parte II)
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Tiempo de lectura: 4 minutos

La música a todo volumen, todos estaban bailando y disfrutando de la celebración, pero ella seguía pegada dándome tremendo oral y es que ese día se veía buenísima a mas no poder y es que ya no podía verla como mi prima, el morbo, la excitación y el incesto me dominaban.

Su minivestido negro, enseñando sus ricas piernas y marcando sus nalgas, me la pararon en instantes, ¡mi esposa no fue conmigo por lo cual fue más sencillo llevarla a la cocina de la casa de mi primo y desde ahí observar la fiesta mientras Lupe se tragaba mi verga!

L: ¡Así prima, que rico, sigue así!

Lu: ¡Esto es peligroso, nos pueden descubrir!

L: Yo vigilo, ¡tu continua!

Sus chupadas eran magnificas, tragaba por completo mi verga, yo la miraba como cerraba sus ojos al momento de devorarla, sus manos apretaban mis bolas y sus tetas masturbaban en forma de rusa mi verga erecta.

Le subí el minivestido sacándole la tanga de encaje que traía puesta, me baje a mamarle su burrito afeitado, tenía un olor magnifico, ya deseaba tenerla dentro de ella, ¡pero primero me decidí comer un poco de su elixir!

Mi lengua entraba con facilidad, estaba mojada, Lupe era mi puta personal y por eso abría sus piernas para que mi lengua y dedos entraran en ella, le apretaba el clítoris para que s endureciera, se retorcía y jadeaba rico, ¡yo la tenía durísima y lista para darle fuego!

En lo que ella estaba sentada, le abrí las piernas y agachándome un poco la penetre fuerte, ¡le tome la cintura y acelere mis movimientos mientras nos besábamos con pasión!

Lu: ¡Apúrate, nos descubrirá mi novio o peor aún mi papa!

L: ¿Eso te da miedo o te excita más?

Lu: Uf, no lo sé, ¡no quiero que pase!

L: No quieres que vean cómo te cojo, como tu primo mayor te hace su puta, como jadeas y te quejas del placer de tenerme dentro, ¿eso no quieres?

Mis palabras la pusieron muy caliente, se quitó el vestido totalmente mientras apoyándose en la silla me paraba las nalgas y me pedía la ensartara fuerte, yo la obedecí y tomándola de sus muslos la penetre con fuerza, ella jadeaba y se movía riquísimo, ¡yo disfrutaba ver a mi prima tragando mi verga como una experta amante!

Se la empujaba tan fuerte como podía, le jalaba el cabello y le daba de nalgadas, no me importaba que su novio o mi tío nos descubrieran, ¡yo quería gozar a esa joven puta!

Me senté en la silla y ella subió en mí, le besaba las tetas y su boca, tomándole la cintura la levantaba y la dejaba caer en mi verga dura, sus movimientos eran fuertes, mi verga chocaba con la parte de debajo de ella y el sonido a pesar de la música era muy fuerte, nos mordíamos el cuello mutuamente, mis manos apretaban sus ricas nalgas y la empujaba con todo.

Lu: ¡Primo, que rico, que rico coges!

L: Tú te has vuelto muy buena, te encanta ser mi perra, gózala, ¡gózala toda!

Lu: ¡Si, soy tu perra, cógeme, cógeme rico!

¡Mis testículos empezaron a inflarse, ella se daba sentones muy ricos moviendo las nalgas, mi verga estaba siendo maltratada por una joven de 19 años, que poco a poco se volvía una puta! Le apretaba las tetas, le pellizcaba sus pezones le mordía el cuello, la joven se movía delicioso, ¡no pude aguantar más y terminé dentro de ella!

Lu: ¡Que haces? Sácala, dios sácala!

L: ¡Uf, no te gusta recibirla uf!

Lu: ¡Dios mío, que placer, pero me embarazaras!

L: ¡Te doy pastillas, uf, uf prima!

Lu: ¡Luis, que rico!

¡El orgasmo fue maravilloso, yo quería más, pero escuchamos que abrían la puerta así que corrimos a la zote huela para escondernos, era su novio y mi primo José, fueron por cervezas, pero se quedaron charlando, Lupe estaba nerviosa, pero yo aún estaba durísimo pese a venirme dentro de ella!

La besaba y ella peleaba porque la dejara ya que ahí estaba su novio y nuestro primo, no quería ser descubierta, la puse frente a un lavadero, ella se recargo, yo le abrí las nalgas y observe su culo, apretado y sin decirle nada mi cabeza empezó a penetrarla, ¡ella respiraba agitadamente y se mordía los labios!

Lu: ¡Augh! ¡Que haces por ahí no, dio, no!

L: ¡Uf, que apretado, eso te pasa por ser tan perra!

Lu: Dios me duele, que duro, no, sácala, ¡sácala!

La tomé de la cabeza con fuerza y de la cintura mientras mi verga entraba más y más, abriéndole su virgen ano, comencé a moverme tapándole la boca, ella sudaba frio y se piloerectaba por completo, ¡le mordía su cuello y de reojo observaba a ambos en la cocina charlando aun!

L: ¿Quieres que te vea tu novio, como te violo?

Lu: Ah, que rico, el dolor desapareció, uf, aunque arde, ¡uf!

L: ¡Si prima, todo es placer, tómala, toma mi verga en tu culo!

Lu: ¡Si dámela, uf, dámela rico!

Me deleite penetrando su culo, lo apretaba riquísimo y cuando se acostumbró a atenerla dentro, sus movimientos eran maravillosos, nos olvidamos de los intrusos por un momento, nuestro acto de perversión e incesto estaba en su punto más alto

¡Ella se agacho tocando sus pies y se puso de frente hacia la ventana, su enrome trasero quedo listo para mí y mi verga entro fuerte en su culo!

Lu: ¡Así primo, dámela rico, uf, que rico!

L: ¡Que puta!, aprietas rico!

Lu: ¡Dámela, dámela rey, uf, uf!

Le arañaba la espalda, y le daba de nalgadas, ellos seguían charlando, Lupe se movía como lavadora de chaca y chaca, yo también gozaba demasiado, le tome los brazos y la penetre salvajemente, mis movimientos eran tan brutales que su cabeza choco con una saeta, por suerte no se descalabro ni nos escucharon, ¡yo seguí dándole por su culo hasta que sentí como me estaba preparando para expulsar leche!

¡Ella también comenzó a escurrirse, se movía fantástico y sus fluidos mostraban lo rico que me la estaba cogiendo!

Lu: ¡Primo, me vengo, me vengo!

L: ¡yo también prima, me vengo!

Lu: ¡Dámelo en el culo, dame tu leche en mi culo!

¡Ambos nos venimos juntos, mi leche llenaba su culo dilatado, reposamos unos minutos y esperamos a que se fueran!

Salimos y nos unimos a la fiesta, ¡ella se notaba adolorida pero lo bailado nadie se lo quitaba!

El resto de la velada la pasmaos bailando y lanzándonos miradas provocadoras, ¡aunque ella se tomaba la cintura, demostrando que mi verga ¡le había dado una buena culeada!

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