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Mi primera visita a un motel

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Hola, soy Alexa y para los que son nuevos en mis relatos tengo 26 añitos vivo en Playa del Carmen estoy a un tris de obtener mi Maestría en Contabilidad, la verdad no me siento bonita pero mis piernas largas son muy atractivas para la gente, tengo un par de kilos de mas entonces me veo mas caderona con el culito paradito, acinturada, cabello largo negro y unas tetitas ricas en su lugar duritas para ver, besar, mordisquear, etc.

No he sido y no era muy noviera, en ese entonces tenía apenas mis 19 añitos cumplidos, esta aventura pasó con Carlos que era mi primer novio en esa Universidad, cursábamos tercer semestre de contabilidad allá en la Ciudad de México.

No tenía mucho que teníamos de novios y aunque ya habíamos cogido riquísimo aun seguíamos aprendiendo lo que nos gustaba a cada uno para disfrutar cada que podíamos. Ya habíamos cogido en cada rincón de su casa, en su recamara, en la de su hermanito, una vez sin luz en la cama de sus papás, en su azotea, en la cocina, tenía un estudio, parados en su garaje, en ese entonces aún no lo había presentado en mi casa entonces hasta ese momento solo habíamos tenido un rapidito en su auto fuera de mi casa.

Como todos los jueves después de clases, Carlos y yo fuimos a comer con algunos amigos de la universidad, después fuimos a recoger a mi cuñadito del entrenamiento del fútbol americano, llegamos a su casa y no había nadie. Metimos al niño a bañar, Carlos y yo empezamos a besarnos, con los besotes empezaron las caricias y apresurándonos, Carlos bajó el cierre de sus jeans, sacó su animal y empecé a mamárselo, mientras subía y bajaba de su animal dentro de mi boca me desabroche los jeans y los baje a las rodillas, me coloque en la orilla de su cama poniéndome en 4 para que me penetrara por demás, para ese entonces yo ya estaba escurriendo de placer, sabía que me encantaba que lo sacara todo y volviera a meterlo completamente, estaba empezando a disfrutar nuestro "rapidín" cuando escuchamos que mi cuñadito salía de su recámara, inmediatamente nos acomodamos la ropa y nos pusimos a platicar como si nada hubiera pasado.

Obviamente, yo estaba empapada y me había quedado con muchas ganas, igual que Carlos pero ni modo, seguiríamos al otro día, ya estaba todo planeado ya que era nuestro aniversario de 6 meses. Sus papás se irían a Valle de Bravo con unos amigos y se llevarían al cuñadito, nosotros iríamos a una supuesta boda a Cuernavaca con unos amigos. Todo estaba perfecto.

Después de unas horas me fui a mi casa repasando lo que tenía que arreglar para nuestro fin de semana, ya había seleccionado lo más básico: era un vestido negro entallado entonces solo busque una tanga de encaje negra súper pequeñita que no se notara y un bra strapples para resaltar mis tetas en ese vestido. Al llegar a mi casa metí un micro bikini, un short, blusas y todo lo que necesitamos las mujeres, shampoo, perfume, crema para cara y cuerpo… cené y me preparé para dormir, necesitaba descansar para el rico fin de semana que me esperaba.

Era viernes por la mañana y ya tenía todo listo, me fui a la universidad, entré a clases y regrese a casa cuando me llego un mensaje: -Hola, la casa de Cuernavaca la desocupan hasta en la noche, está una tía pero si se van hoy, entonces tenemos que hacer tiempo- Maldita Maldición!

Yo tenía que salir de casa bañada y arreglada para una boda con un equipaje ligero porque además regresaría hasta el domingo, como saldríamos a carretera no podíamos salir tarde, qué hacer qué hacer entonces salió la opción de ir a un Motel.

Nunca me había gustado la opción del Motel se me hacía para putas o que estaban sucios además porque me fueran ver llegar y entrar o salir y que diría la gente de mi, la verdad quería hasta cancelar todo o irnos al cine primero o algo pero yo ya iba arreglada para matar a alguien de calentura sexual además de que me estaba muriendo por coger.

Paso Carlos por mi ya con botanas, quesos, vinos, saliendo por Tlalpan rumbo a Cuernavaca me dijo que iríamos primero al Cuore, un motel que está antes del estadio Azteca con corazones y que ya me había dado mucha curiosidad pero iba insegura además de que iba súper linda para meterme a un motel.

Yo vivía por Balbuena entonces salir a Cuernavaca por Tlalpan si tardamos al menos 45 min, en donde yo decía puras tonterías por que iba nerviosa no estaba segura del Motel y él me controlaba y decía cositas lindas además de que con su mano libre recorría mis piernas que me veía lindísima en ese vestido, maquillaje ligero me alise el cabello y peine hacia atrás unos aretes discretos y de verdad que ese bra y el mismo corte del vestido me hacían ver extremadamente sexy en ese momento. Aprovechando que íbamos en su camioneta fui tocándolo por encima del pantalón, sabía que eso le gustaba, quería bajarle el cierre y convencerlo de seguirnos derecho pero en ese momento ya estábamos en la entrada del Cuore.

Eran las siete de la tarde aproximadamente y había medio oscurecido, sentí que todo mundo nos vería entrar, solo recuerdo que me agache y me quise esconder en el asiento de la camioneta jaja. En cuanto entramos, la excitación se apoderó de mí, sentí como me empapaba y ni siquiera nos habíamos estacionado, un tipo se acercó a la ventanilla de la camioneta, Carlos bajó el vidrio y simplemente nos preguntó "¿Sencilla o doble?" al ver nuestra cara de confusión nos planteó la pregunta en otros términos "¿de paso o toda la noche?". Carlos volteó a verme y dije doble, nos cobró los $1000 y nos indicó el número de habitación.

La cochera estaba abierta, Carlos se estacionó y el tipo de la entrada se acercó, le dio un paquete de condones y apretó un botón para que se bajara la puerta del garaje, yo me había bajado de la camioneta y el chico me vio, solo alcanzo a ver a Carlos y le sonrió. Se encendieron las luces y la mezcla de nervios y mi excitación se hizo más evidente, abrimos la puerta y prendimos las luces, tal y como lo habían contado mis amigas. La habitación era grande, el baño en la entrada a la izquierda, con las puertas de la regadera de vidrio, un espejo enorme en el baño y otro más frente a la cama, un tubo de striptease, pantalla, cama king size tubular, dos silloncitos y una mesa.

Carlos entró al baño y yo me senté en la cama, prendí la pantalla y vi a una chavita de mi edad montando a un negro descomunal, estaba pensando en cómo empezar nuestra sesión cuando escuché que tocaban la puerta, me asusté y solo dijeron "soy la camarista traigo las cervezas de cortesía". Las dejaron en un compartimento junto a la puerta, abrí una y empecé a tomar cuando salió Carlos.

Ahí estábamos de pie y yo con una cerveza en la mano, nos empezamos a besar, iríamos a una boda entonces desanude su corbata y desabroche su camisa dejando su torso denudo frente a mi, no era muy marcadito pero estaba delicioso así como me gustan a mi, llegó al cierre de mi vestido y lo empezó a bajar justamente el cierre para en donde mi espalda pierde su nombre, cayó mi vestido al suelo y lo recosté en la cama, tenía frente a mí su animal a media erección, empecé a besarle alrededor del pito, lo tomé con la mano y lo metí poco a poco a mi boca, estuve chupándolo como a él le gusta, pasar la lengua por la punta y bajar hasta los huevos, chupar la punta mientras con la mano lo masturbo, así hasta que él me avisaba que se iba a venir y me echaba el semen en las pompas.

Para mi sorpresa no me avisó y se vino en mi boca, no me desagradó pero no estaba preparada para recibir su semen caliente en mi boca, ¡me lo tragué todo!

Regresé y vimos el tubo con las luces tenues y sabía lo que tenía que hacer, aun tenía mi lencería y zapatillas puestas, yo no tenía ni idea, pero empecé a moverme lo más sexy que pude, se puso de pie y se fue directo a mis senos y me di cuenta que ya tenía otra erección. Me giré hacia él y empezamos a tocarnos, a besarnos, él me chupaba y mordisqueaba las tetas, el bra ya estorbaba y lo quite, con su otra mano entró bajo mi tanga empapada llegando a mi clítoris, lo frotaba riquísimo mientras un dedo se metía ya en mi panocha completamente empapada, que ya estaba chorreando. Nos separamos un momento para que pudiera ponerse el condón, se acostó y yo me puse sobre él, hice mi tanga de lado y lo monté despacio para sentir todo su pene abrirse espacio dentro de mi, me encanta sentir esa verga taladrarme a mi ritmo, fui acelerando mis movimientos, él no dejaba de decirme que me movía riquísimo, me tocaba las nalgas, y me chupaba las tetas, nos separamos y ahora yo me recosté, subí las piernas a sus hombros y me la clavó, la metía y la sacaba completa y rápidamente, yo movía las caderas y no dejaba de gritar, me excitaba ver en el espejo como me estaba cogiendo Carlos y además escuchaba los gemidos de la habitación de al lado. Cambiamos de posición, y me puse en 4, Carlos no tardó en darme un par de nalgadas provocando que tuviera un orgasmo fenomenal, yo me desvanecí debajo de él mientras me seguía penetrando terminado un poco después que yo.

Nos abrazamos de cucharita en la cama, nos pusimos a ver la tele y descansamos un poco, pedimos unas hamburguesas y nos la llevaron a la habitación. Estuvimos fajando un rato para después darle un show en la regadera, la fiesta de nuestros vecinos seguía, nos divertíamos escuchando a la vecina gritar como loca, me dieron muchas ganas de tener un orgasmo de esos increíbles.

Mientras veíamos una película porno, en la que la protagonista se masturbaba frente a su pareja, Carlos me pidió que hiciera lo mismo, no soy fan de tocarme a mi misma, prefiero tocar y me toquen, ¿por qué hacerlo si otros lo pueden hacer? En fin, me quité su camisa y empecé a tocarme las bubis, fui bajando hasta llegar a mi pubis que está totalmente depilado, busqué mi clítoris y lo frote despacio, hasta que empecé a mojarme, luego metí un dedo. Carlos se acercó y me metió su verga a mi boca, Carlos me puso en 4 y me jaló la cola del cabello, me penetró hasta sentir sus huevos chocar con mis nalgas, las nalgadas eran cada vez más fuertes y hacía sentir sus mordiscos en mi espalda y hombros, yo solo gritaba por el placer que sentía, los dos alcanzamos otro orgasmo y al terminar, Carlos me chupaba y besaba las nalgas, que ya estaba rojas de tanto nalgadas que me había dado.

Caímos dormidos, embarrados de nuestros fluidos y de nuestras babas, descubrí lo rico que es dormir desnuda, lo desperté con unas lamidas a su animal que reaccionó inmediatamente, me subí en él y me moví lentamente hasta tener un nuevo orgasmo juntos, lo deje terminar en mi por primera vez y no me quite hasta que bajo su erección y salió dentro de mi. Le ordené que me bañara, me secara, me pusiera crema en todo mi cuerpo, me vistiera con el bikini y short para salir ahora si a Cuernavaca donde seguimos con nuestro fin de semana. Desde ese momento cada que podíamos visitábamos moteles en la Ciudad de México que nos recomendaban. Unos meses después terminamos, yo me mudé a Playa del Carmen terminando ese semestre, aun somos amigos.

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