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Mi suegra, su amiga Sonia y yo

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Hace tiempo, mi esposa supo de las preferencias de mi suegra y de su pareja de ser swingers y aunque a ella le disgusta, a mí no, lo que me convierte en un single a escondidas. Al saberlo, busqué la forma de acercarme a mi suegra y de coger con ella, no pasó mucho tiempo cuando cogimos durante una noche entera y buscamos repetir la ocasión durante la semana pasada.

Esto porque por cuestiones de trabajo, mi esposa realizó un viaje de dos semanas, lo que me dio la oportunidad de invitar a mi suegra y a su novio a formar un trío, pero al llamarla me encontré con la sorpresa de que su novio también había salido de la ciudad y que ella no tenía inconveniente de salir conmigo. Sin embargo, ese fin de semana se comprometió a pasarlo en la casa de su amiga y me comentó que si quería, podía pasar por ella a su trabajo, llevarla a donde tenía su compromiso y si se daba oportunidad, haríamos lo que deseaba; obviamente, acepté.

Al pasar a su trabajo, ella salió vistiendo su uniforme, algo entallado y pudoroso, ya que es maestra de secundaria pero inmediatamente al subir al auto, se desabrochó su blusa hasta dejarme ver su sostén y sus tetas riquísimas. Más adelante, en un semáforo, nos besamos y me dijo al oído “estoy bien caliente, tócame”, enseguida le puse mi mano entre sus piernas y comencé a acariciarla mientras seguía conduciendo hasta que de pronto, se desabrochó el pantalón un poco más, tomó mi mano y se la introdujo entre su pantaleta negra con encaje y su vagina un poco velluda y continué frotándosela mientras sentía como escurría.

Luego llegamos a la casa de su amiga y me estacioné de forma que tuviéramos un poco de tiempo a solas, enseguida le bajamos su pantalón hasta las rodillas y le desabroché su blusa mientras nos besábamos; por su parte, ella me bajó mi cierre y me sacó mi pene, que ya se estaba muy erecto y se acomodó de modo que mientras me hacía una mamada, yo pudiera acariciarle sus nalgas y jugar con su culo. Después de un rato, le pedí que se volteara un poco, para meterle mi lengua en su culo grande y jugoso, algo que se negó y se acomodó su vestimenta, diciéndome “dame 15 minutos y subes al departamento 14” y dejándome con tremenda erección, acepté y esperé.

Pasados los 15 minutos, subí, toqué a la puerta del departamento indicado y abrió mi suegra, ya usando un coordinado negro con encaje y unos tacones altos, enseguida entré y me dijo “quítate la ropa”. Enseguida le obedecí y mientras me quitaba la ropa, ella sirvió unos tragos y se paró frente a mí, diciéndome “¿te gusta?, lo compré para los dos” refiriéndose a su novio y a mí, añadiendo “lástima que él no lo va disfrutar contigo”. A continuación, me dio mi trago y se sentó en mis piernas, bebimos un poco y seguimos besándonos mientras le acariciaba sus senos y ella tomaba mi pene con fuerza y lo jugaba, después le quité el sostén y le lamía sus tetas cuando se abrió la puerta de la recámara, de la que salió su amiga So, usando una tanga negra, sin sostén y con unas zapatillas rojas.

Al verla, mi suegra se levantó, me tomó de la mano y me llevó hasta ella, nos presentó y comenzamos a besarnos, luego los tres entramos a la habitación, donde a un lado estaba la cama y previamente preparado por ellas en el suelo, se encontraban unos cojines. Cuando me senté, mi suegra inmediatamente se puso en cuatro patas, acercándome su culo a la cara mientras que su amiga se quitó la tanga y sentada frente a mi suegra, abrió sus piernas para que ella le chupara la panocha.

Estando el culo de mi suegra chorreando, me levanté y le acerque mi pene a la boca de So, quien me lo mamaba igual de rico, como mi suegra le mamaba la pucha hasta que mi suegra me pidió que la penetrara, por lo que volví a sentarme y de frente, se empotró y mientras le agarraba las nalgas, ella subía y bajaba, diciéndome “así, papito, así, así, qué rica la tienes, ya te extrañaba”. Mientras tanto, So se masturbaba un poco y nos veía hasta que mi suegra no pudo más y se vino pero yo aún con ganas de tenerla ensartada, la hice a un lado y me acerqué a So, enseguida le levanté sus piernas hasta mis hombros y la penetré.

Con eso, ella gemía de modo que lo hacía muy bajo de tono, lo que me impulsaba a hacérselo de manera más rápida hasta que no pude más y me vine dentro ella, enseguida mi suegra se nos acercó y comenzó a lamernos alternadamente mi pene y la vagina de So, provocándome una nueva erección. De pronto, sonó el teléfono y So dijo “mi marido”, enseguida se levantó, tomó el teléfono y contestó mientras me ponía de pie, levantando a mi suegra y empinándola un poco, para ensartarla por el ano, por lo que contenía sus gritos y de placer.

Rápidamente, So colgó apresurada, luego acercó una silla, se inclinó y dejó que mi suegra le chupara su ano mientras yo la embestía por el ano hasta que un poco cansado de la pose y con mi suegra chorreando, cambiamos de posición, ahora me senté en la silla y de espaldas a mí, So dejó entrar a mi verga por su ano y chupándole las tetas a mi suegra. De esa manera, los tres cogíamos y So nos decía “ay, papi, si mi esposo supiera lo que estoy haciendo” mientras se venía, luego se levantó dejándole el lugar a mi suegra, quien se montó de frente y con su vagina muy húmeda, no pasó mucho tiempo para que explotáramos juntos y la llenara de leche.

Después de descansar un poco, So revisó la hora y argumentando el no tardar de su marido, recogimos todos nuestras ropas y me vestí, al igual que mi suegra y So, entonces me despedí de ambas y salí del departamento, quedando de acuerdo en volver a visitarla y en regresar al día siguiente por mi suegra, para llevarla a pasear y también, a coger.

 

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