Nuevos relatos publicados: 22

Mi trauma de ser un cornudo observador

  • 2
  • 10.802
  • 10,00 (1 Val.)
  • 12

Como saben, es difícil vivir nuevas experiencias sobre todo en el entorno del sexo, en mi caso para quienes ya han leído antes mis relatos saben que a lo largo de vivir esas nuevas experiencias, descubrí como me excita ver a mi novia follar con otros hombres en mi presencia, solamente mientras los observo.

Incluso he planeado como poco a poco inducir a uno de mis primos a que se folle a mi novia pero he puesto un alto a esa fantasía, pues me preocupa involucrar a familia en esto y que algo salga mal; me recuerdo a cuando ambos mientras hablábamos de sexo, chicas y fantasías y nos hacíamos la paja viendo porno en el cuarto por la madrugada y su grande y verga gruesa eyaculaba, así que no me parece mal que un día tenga un encuentro con el coño de mi novia.

Sin embargo algo que me pasa es esa horrible sensación que me invade en el momento en que estoy viendo como se follan a mi novia, esa sensación de celos y humillación golpea mi ego de hombre con mucha fuerza, a tal grado que mis manos tiemblan, me sudan y siento retorcido mi estómago, como si ya en ese momento me arrepiento de estar compartiendo a mi chica con otro tipo. Es esa inseguridad de pensar si lo disfruta igual conmigo que con ellos, somos jóvenes, y no sé si eso tenga que ver, si tengo que aprender a dominar esas sensaciones, por el momento no he podido por más que lo he intentado en todos nuestros encuentros.

En el caso de mi amigo Eduard y su primo, quienes son los únicos hombres aparte de mí con quienes mi novia ha estado, no sé si se trata de ellos o no, me explico...

Ellos son hombres muy maduros literalmente, de 12 o más años mayores a nosotros, con otra mentalidad y experiencia sexual mucho más desarrollada a la mía incluso a la de mi novia. Por momentos cuando tengo esos lapsus pensando en esos ratos y recuerdo como han usado a mi novia, en serio, esas poses tan hijueputas con sus vergas grandes como han abierto el ojete y desatado todas, literalmente todas sus fantasías sexuales con ella, haciéndola a su gusto y placer aun cuando ella era tan sumisa y reservada a ser esa zorra tragadora de semen de esos tipos, me carcome de celos, y aunque luego en esos momentos de encuentros con esos sentimientos y sensaciones sé que lo disfruto mientras los veo, es cierto que también me afecta al pensar en ello. No sé cómo llevar las situaciones complejas con las que mi mente choca.

Lo que me parece hasta raro de mi parte es que mientras fantaseo con el próximo encuentro y planeo como hacerlo siento que lo disfruto, pero una vez que estoy en el momento, todo aquello vuelve.

(10,00)