Nuevos relatos publicados: 7

Mi vecina Nerea y su amiga de la infancia

  • 7
  • 32.376
  • 9,41 (44 Val.)
  • 0

He bajado a casa de Nerea como todas las tardes para tomarnos una taza de café, los dos sentados en el sofá, me comenta que en estos días tiene familia en casa, un primo suyo que está en la ciudad por asuntos laborales, continuamos hablando y me dice, Carlos nos conocemos realmente hace poco tiempo, pero hemos congeniado e intimidado bastante, te voy a contar si puedo con pelos y señales, mi primera relación sexual con una mujer. A lo que le comento, soy todo oídos, y esto quedará entre los tres.

Nerea ¿Los tres?

Carlos. Si, Nerea, tú y tú amiga, que sois las protagonistas y ahora yo. Eso si no se lo contaste antes a otros. Por ello te digo que eso quedará entre los tres.

Nerea. Sonríe, y comenta, como siempre haciendo bromas con todos los asuntos, para ti no hay problemas en la vida. Te voy a contar.

“Hace unos siete u ocho años, mantuve una relación sexual con mi mejor amiga de la infancia, mi amiga Natacha, fue excitante y sorprendente, que fíjate cuanto tiempo que aún hoy cuando lo recuerdo me excito y caliento.

Natacha es rubia, delgadita con un cuerpo sencillo pero bonito con unos labios insinuantes, era un día de lluvia y quedamos en su casa, una antigua casona, habíamos quedado para conversar de nuestros planes del fin de semana próximo, me comentaba que había tenido unas palabras con nuestro amigo Javier, uno de los chicos de la pandilla, Natacha estaba colada por Javier, aunque este no le hacía ni el menor caso, ya que Javier estaba colado por Sonia. Natacha con cómodas ropas de estar por casa, hablábamos mientras íbamos navegado por internet, de pronto Natacha se para en un video de YouTube, donde se vía a una joven rubia masturbándose, penetrando su coño son sus dedos.

Ambas nos miramos, estábamos sentadas muy cerca una de la otra y casi de frente, esta imagen del video, cambio el ambiente de la habitación y nuestros cuerpos se estremecían, nos miramos fijamente, ambas nos estábamos tocando individualmente Natacha sus pechos, yo mi entrepierna, con tanta calor y nuestra mutua atracción, Natacha se acerca a mí y empieza a besarme en la boca, yo respondo e introduzco mi lengua en su boca, nuestras lenguas se unen y juegan laboreándose mutuamente, Natacha se desprende de sus ropas, quedándose con los pechos al aire, y yo le sigo con lo mismo, me he quitado la camisa y el pantalón, quedándome en bragas, (unas braguitas transparentes de encajes y de color rosa), Natacha, se queda en un tanga tipo brasileño, donde queda muy marcada la raja de su vulva. Nos besamos y acariciamos nuestros pechos, Natacha me da su mano para levantarme de la silla en la que me encontraba y nos acercamos al borde de su cama, allí de pie, nos besamos nuevamente y recorrimos nuestros cuerpos con nuestras manos, Natacha, lleva una de sus manos a mi entrepiernas para acariciar mis muslos y pasar con suavidad a mi coño, el cual acaricia por encima de las braguitas, yo le correspondo con estos mismos movimientos, pero al llegar a sus tanga, lo noto muy mojado y meto dentro de ellas una de mis manos, siento como su coño esta jugoso y deseando ser penetrado.

Natacha me empuja con suavidad para que me quede tendida en la cama, y se inclina sobre mi pelvis y me baja las bragas, para dejar descubierto mi coño, también mojado como el de ella, y comienza a darme suaves lametones pasando de lametones a una rica comida de coño, su cara pegada a mi vagina. Me pellizca los pezones

Natacha. Se te están poniendo duros.

Nerea. Aparté su mano, pero con la otra volvió a pellizcarme el otro pezón.

Esta vez con suavidad, lo que me excitó, yo subí mis manos para tocar sus pequeños pechos, pero de una forma redondeada que le hacían unos pechos bonitos. Mis pechos son medianos y duros, Natacha vuelve a besarme en la boca con su lengua dentro de mi boca y le acompañe en aquel suave y rico beso.

Me dejo caer en la cama, totalmente desnuda y Natacha comenzaba a recorrer con su lengua todo mi cuerpo hasta mi pelvis, y posteriormente bajar hasta mi coño, me besaba con sus labios húmedos, me acariciaba con sus dos manos, y comenzó a lamer mi coño, abrió mis labios y empezó a chupar mi clítoris para después hundir su lengua dentro de mi coño, pegando su cara a mi coño, que ardía en este momento, ella seguía metiendo su lengua dentro de mí, sentí una gran oleada de calor que me llevo a una excitación y una corrida como nunca la había sentido, algo brutal, sentí las sacudidas seguidas y las oleadas de placer, cuando creía que estas ya habían terminado, regresaban nuevamente, Natacha continuo con su boca pegada a mi coño, moviendo rítmicamente su lengua compasando sus movimientos con mis espasmos y apagando con su arte sexual mi fuego intenso, que sentía en mi interior.

Una vez me había recuperado de esta experiencia, entendí que debería corresponder a Natacha, con una comida de coño, igual o mejor que le que ella acaba de hacerme.

Así que la tumbe sobre la cama, la bese fuertemente con mi lengua dentro de ella. Fue un sabor extraño, al notar el sabor fuerte de mi sexo cubrían toda su boca, pero eso me gusto y me encendió aún más. Pasé rápidamente con mi lengua desde sus pechos hasta su pelvis, para centrarme en ese coño rosado que me pedía le diera juego. Natacha tenía su coño bien lubricado y Yo deseando traspasar ese coño metiendo dentro de él y lo más profundo que pueda mi lengua en ese jugoso coño que me ofrecía mi amiga, Natacha levanta un poco su pelvis y la agarro por sus caderas, ella se agarró fuertemente sus tobillos para separar sus piernas de dejar su coño bien abierto, comencé a comerme aquellos labios y aquel clítoris, pro al tener su culito tan abierto, fui taladrando también su culo con uno de mis dedos, joder Nerea que rico, me vas a matar me susurro entre sus gemidos, yo continúe comiéndome ese coño y perforando con mis dedos su culo, comencé a sentir cada vez más calor y mayores líquidos en aquel coño, yo iba tragando estos cálidos líquidos, deseaba que mi amiga se corriera en mi boca, note sus contracciones sobre mi lengua, sentí yo también placer al ver que ella se correa en mi boca.

Nos quedamos las dos extenuadas y nos tumbamos en la cama abrazada y desnuda, quedándonos dormidas”.

Esta fue mi primera experiencia, la cual no he olvidado por que me encantó. Desde hace unos años no tengo contacto con Natacha, ya que ella actualmente está trabajando en Berlín

Tras esta detallada narración que me ha comentado Nerea, me he quedo extenuado, y la he mirado fijamente, donde ella me ha comprendido, y me comenta, que como no nos veamos en tu casa, no podremos hacer nada nosotros, aquí está mi primo.

Le comento, que lo dejamos para otro momento, pero que me has puesto muy cachondo y no sé si podré aguantar que tengas un rato disponible para nosotros. Así que con la calentura que me había provocado mi vecina, me despido de ella con un fuerte y apretado beso, acariciándole su culo, y me voy para casa, pero con el pensamiento en el cuerpo de mi vecina Nerea.

Llego a casa y sin pensármelo mucho, me voy a la ducha, y con el gel me cubro todo mi cuerpo y pienso en mi vecina Nerea y como me la fallaría si estuviese en la ducha ahora conmigo, me masturbo cada vez más hasta que tengo una buena corrida, que me lleva a una relajación, termino mi ducha y tras salir del baño, me siento para ver la tele y tomarme una cerveza.

(9,41)