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Mi vida de joven

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Cuando somos jóvenes solemos tener varias relaciones a la vez, como en mi caso que me encontraba de novia con un joven que me gustaba, pero tenía mis andanzas con hombres mucho más grandes de edad. Le pido disculpa a mi novio de ese entonces por haberle sido infiel y por haber probado un par de porongas antes que la de él.

Imagínense a una chica muy bonita e inocente como yo, sola en un auto con un hombre mucho más grande de edad, ahora imagínense como me manoseaban estos hombres en la parte trasera de sus autos. Eran experiencias que con mi novio no pasaban y que yo quería sentir ya que me encontraba en plena etapa de exploración sexual.

No sólo era manoseada por los hombres con los que salía sino que también ellos me pedían que les hiciera el favor y yo me ponía en cuatro patas sobre el asiento y bajaba la cabeza para comerles las porongas. Cuando empecé a hacer estas cosas, mi novio recién me había empezado a tocar un poquito así que la cosa iba medio lenta con él.

La primera mamada siempre es especial porque el hombre te da algunas indicaciones de cómo hacerlo y luego cuando terminas recibís un feedback por parte de él. Luego ya la segunda vez no necesitas ninguna indicación porque resulta ser algo sencillo, es como comer un helado, a veces lo lames un poco por los costados y en otra te lo tragas un poco, la diferencia con comer un helado sería que una pija no se derrite y algunas vienen rellenas con una buena cantidad de leche calentita.

Un par de hombres no me avisaban cuando se venían así que me pasó que un par de veces me llenaban la boca con su semen cuando se las estaba chupando y yo por supuesto me lo tragaba. También había otros hombres digamos más respetuosos que me avisaban, pero me hacían poner la cara para recibirlo y terminaba también tragando porque me limpiaba con un dedo y luego ese dedo terminaba en mi boca.

Entonces cuando empecé a chuparle la pija a mi novio de aquel entonces yo ya me sentía una profesional del sexo oral así que le hacía de todo, lo malo era que él no duraba demasiado y a veces no me avisaba que se venía y terminaba expulsando leche hacia arriba que luego caía sobre mi pelo y eso sí que me resultaba asqueroso porque no se quitaba tan fácilmente.

Como les decía anteriormente la relación con mi novio iba lenta así que cuando empecé a chuparle la pija ya con mis otras parejas habíamos pasado a otro nivel y ya me estaba rompiendo el culo a pijazos.

La mayoría de los hombres con los que salía eran hombres de familia así que no me podían llevar a sus casas y tampoco querían pagar un albergue transitorio porque no querían dejar pista alguna así que mayormente me garchaban en la parte trasera de sus autos salvo en un par de ocasiones.

La primera siempre duele, pero que lo vamos hacer, es el costo inicial que hay que pagar para iniciarse en el placer sexual. A pesar de eso me encantaba ponerme en cuatro patas sobre el asiento y que me rompan el culo a pijazos y recibir algún que otro insulto por parte de ellos. También me encantaba agarrarme del apoya cabeza del asiento de adelante para deslizarme hacia arriba y hacia abajo haciendo que sus pijas entrasen y saliesen y era un placer divino. Lo mejor era que siempre se cuidaban, no querían dejarme embarazada y tener problemas con sus familias.

Tener sexo con ellos no fue la etapa final de mi exploración sexual sino que fue una etapa previa para lo que vino después.

Un día uno de estos hombres me llevo al cumpleaños de un amigo y resultó ser que era la única mujer entre varios hombres que querían divertirse conmigo y eso terminó en una orgia en donde tuve que comerle las pijas a cada uno de ellos y dejarme follar por todos ellos. No hubo orificio alguno de mi cuerpo que no haya sido penetrado y llenado con contenido seminal. Terminé con el culo reventado y durmiendo desnuda con el cumpleañero.

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