Esta es una breve historia de Samuel, la vida no le llenaba de nada todo le aburría pensaba que las cosas seguirían así por un largo tiempo, pero un día normal como cualquiera laborando en la oficina anuncian llegada de personal nuevo, pensó “quizás tener personas nuevas de un aire nuevo a la oficina”, pasaban las horas y poco a poco llega la gente nuevo, se encontró con un viejo amigo, alguien que conoció en el colegio, entablaron una conversación breve ya que se acercaba la hora de presentar a todos llegados, casi al final vio que entraba una chica, era hermosa pensó, latina su corazón fuerte una sensación que creyó que había sido extinta hace mucho, todos tomaron asiento y solo quería saber cuál era su nombre.
Llego las 10 am hora de presentar a los recién llegados, toma la palabra uno de los superiores y empieza a presentarlo uno a uno varias chicas y chicos con nervios y motivados se iban presentando, pero a Samuel no les prestó atención a ellos cada vez que se iban acercando más y más al turno de ella, se encontraba impaciente, quería conocer a esa persona que lo había cautivado desde el primer momento que la vio, cuando al fin se levantó para presentarse ella dijo:
“Buenos días a todos, mi nombre es Emma tengo 24 años soy estudiante y…”
Emma, pensó, mientras seguía hablando la mira directamente a los ojos era una chica preciosa su voz le cautivó quería saber más y más, luego de unas breves últimas palabras de los superiores empezaron con la ubicación de los puestos, “por favor que la ubiquen alado mío” pensaba, pero la suerte nunca está del lado de Samuel, la pusieron a un extremo de donde él estaba, pensó: “quizás luego tenga tiempo de conocerla”.
Pasaron las horas y luego, llego la hora de ir a almorzar, todos los recién llegados, algunos compañeros de Samuel y el fueron juntos a un restaurante no tan lejos y no tan caro, con nervios, mientras iba caminando cada uno conversaba, Samuel era tímido y solo entablo conversación con su viejo amigo de colegio, al llegar al restaurante Samuel se armó de valor y se sentó al lado de Emma quizás sin ser sospechoso, trataba de ocultar sus nervios mirando el teléfono pero no le prestaba a lo que veía en él, de reojo la contemplaba, empezaron a hablar del trabajo de que como les fue en sus primeras horas en el trabajo; era algo que Samuel conocía muy bien, les dijo a todos que pudieran contar con él en caso de que tengan dificultades, pero él sabía que solo se lo decía a ella, al finalizar la comida y luego de pagar la cuenta se dirigieron todos de vuelta a la oficina mientras caminaban Emma le pregunto a Samuel como era trabajar ahí, se puso nervioso no creyó que ella iba a iniciar una conversación, el comento su experiencia, de lo que había aprendido y vivido en los años que llevaba ahí, obvio intentaba ocultar su felicidad.
Luego de un día que se hizo tan corto para el regreso a casa pensando en todo lo había pasado, no podía estar más a gusto y descanso tranquilo.
Los días pasaban, pero cada día se hacía más ameno los compañeros nuevos y sobre todo Emma llenaban de vida el lugar, ella era un cariñosa con todos, al punto que a pesar de la vergüenza que sentía cada vez que iban a comer todos juntos y conversaban durante el camino ella agarraba a Samuel por el brazo mientras caminaban, él se sentía como si llevara a una princesa por un altar.
Todos los días trascurrían normal hasta que el la invito a comer algo diferente, a un conocido restaurante y mientras caminaban, reían y ella sosteniendo su brazo como era habitual, él se atrevió y pregunto:
“oye Emma ¿tú tienes pareja?” dijo Samuel.
“la verdad hace poco comencé una relación con alguien de mi universidad”, dijo Emma.
“oh que bueno”, dijo Samuel devastado, pero conservaba su compostura, después de todo no era la primera vez que sentía como se rompía el corazón.
“¿y tú Samuel?” pregunto Emma.
“yo no, por el momento no tengo a nadie”, exclamo Samuel.
Rápidamente el intentaba cambiar de conversación, así que mientras caminaban se sentía que quedaba muchísimo más por llegar, luego se sentarse y seguir hablando y riendo, el escondía su profundo dolor ese día lo había cambiado todo.
Samuel y Emma cada día se hacían más amigos se hacían bromas y parecía que había encontrado a alguien especial, a pesar de su corazón destrozado todo iba bien para ellos, su amistad crecía con el pasar de los días, cada mañana se saludaban y abrazaban alguna vez desayunaban juntos, pero el sentía que quería más, quería algo más de ella, pero su temor por arruinar una bella amistad lo ponía en dudas.
Una mañana Samuel la abrazo por la espalda la saludaba y conversaban como era habitual, pero mientras pasaba eso, el sintió el trasero de Emma y en un descuido él tuvo una erección tratando de que ella ignorara eso trato de alejarse rápidamente, pero se sentía bien, el sentir de que sus partes se estuviese rozando lo nublaba de actuar con razón, Emma continuaba la conversación mientras todo esto sucedía el con mucho pesar la soltó, y pensó: “no dijo nada que raro, creí que se iba a molestar”.
Al día siguiente volvió a hacer lo mismo la abrazaba y rozaba su pene con su trasero, Samuel se sentía confundido pero excitado por como Emma lo tomaba, así pasaban los días, cada vez los inofensivos abrazos, le causaban placer; hasta que un día intento que, durante los abrazos habituales, rozar sus senos, con temor no lo pudo hacer, pero Emma se percatado de lo que hacía:
“si me di cuenta de lo que intentas, ¿crees que no siento tu pene?, dijo Emma.
“bueno es que el también necesita un saludo cada mañana”, dijo Samuel
Entre risas se abrazaron y ella puso sus senos sobre él, duro tan lento ese momento que no pudo disfrutar el momento, ella se fue de la habitación mientras Samuel intentaba pensar en lo que había sucedido.
A la mañana siguiente Samuel la saludaba como ya era habitual rozando su trasero, pero intentando de que no vuelva a pasar lo del día anterior, ese día se quedaron solos durante la hora de almuerzo y pidieron algo de comer, mientras esperaban él la volvió a abrazar, pero esta vez su erección era más fuerte y mientras ella en silencio no decía nada de lo que pasaba, Samuel le alzo sus brazos y le empezó a tocar los senos, Emma solo se dejaba, rápidamente Samuel le beso el cuello mientras le rozaba con más fuerza su trasero con pene, Emma voltea rápidamente y mientras mira a Samuel a los ojos dice:
“lo siento, no podemos hacer esto yo tengo novio”, exclamo Emma
“si está bien entiendo solo que me deje llevar lo siento”, dijo Samuel
“está bien no te preocupes”, le contesto Emma mientras lo abrazaba
Llego la comida y en silencio empezaron a comer el ambiente estaba un poco incómodo él no sabía que decir ni cómo actuar, solo quería terminar lo que habían empezado.
Al día siguiente, se saludaron como ya cualquier día, solo conversaban hacían bromas sobre como Samuel le rozaba el pene a Emma, reían como siempre lo habían hecho, cada día todo era más normal este pequeño juego que hacían.
Un día que fueron juntos a comer tomados de la mano pasaron por un hotel muy caro y en broma Samuel dijo:
“a que te llevo a ese hotel y pago una de esas habitaciones”, exclamo Samuel a Emma.
“ja no creo que puedo pagarlo”, dijo Emma entre risas.
Samuel saca su billetera y dice:
“mira tengo mi tarjeta si cobran entramos ¿Qué dices?”
“bueno vamos a ver” dijo Emma.
Se acercaron al hotel pasaron a la recepción y Samuel le da tarjeta a la recepcionista, Samuel confiado sabía que le sobraba algo de dinero, aunque sabiendo que no le iba a quedar para comer el resto de la semana, la intriga de que va a pasar cuando entren lo mataba de curiosidad.
Pasan por el pasillo y en silencio ambos van a la habitación que le asignaron:
“bueno si vez que si pude pagarla” dijo Samuel.
“pero te salió caro tu bromita” exclamo entre risas Emma.
Rápidamente Samuel la abraza por la espalda como ya era habitual y esta vez no pudo controlar su nada de lo que lo pesaba solo se dejó llevar por el placer mientras la abraza y le rozaba su pene la empezó a acariciar, recorría la cintura de Emma hasta llegar a sus senos donde los apretó fuerte, Emma se dejaba llevar y lo beso, Samuel la besaba apasionadamente mientras botón a botón le quitaba la blusa e Emma, ella le acariciaba la cabeza y en un rápido movimiento con su mano derecha le agarro el pene lo sujetaba con fuerza mientras que Samuel le quitaba el sostén, vio sus voluptuosos senos y manoseaba suavemente mientras Emma le baja el cierre a Samuel y metía mano dentro de su pantalón, con suavidad y lujuria lo acariciaba de arriba abajo, Emma se voltea y poco a poco le va quitando el cinturón a Samuel, el mientras la sigue besando le acaricia y aprieta el trasero de Emma su mente estaba nublada por el placer solo quería continuar desvistiéndola, ella saca el pene y lo agarra fuertemente mientras lo agita, Samuel no puede más y le baja el pantalón ella observa su ropa interior y mete su mano por debajo para tocar su trasero.
Emma se separa de sus labios y se arrodilla se mete el pene de Samuel a su boca y lo piensa a agitar y a tocar con su lengua, Samuel mientras siente como su pene es devorado, el gentilmente le acaricia el cabello, Emma mientras tiene los ojos cerrados sigue continua moviendo su cabeza, él la levanta y acuesta sobre la cama, poco a poco le va quitando la ropa interior a Emma, besa sus piernas y poco a poco se va acercando a su vagina, cuando llega saca su lengua y la empieza a lamer, ella empieza a gemir, cada rincón de la vagina de Emma es tocado por la lengua de Samuel, poco a poco él va recorriendo el cuerpo de Emma hasta llegar a su senos donde los besa y aprieta fuertemente Emma, sus ojos se encuentran mientras yace Samuel encima de Emma y se empiezan a besar ella con sus piernas envuelve a Samuel, de mientras el pene de Samuel está rozando el exterior de la vagina de Emma, él se mueve de arriba abajo mientras se continúan besando, Emma extiende su brazo agarra el pene de Samuel y lo introduce sobre ella.
Samuel envuelto en pasión empieza a moverse cada vez más y más mientras observa como Emma cierra los ojos para gemir en cada movimiento que realiza al introducirlo profundamente dentro de Emma, cada vez él lo introduce más rápido y los gemidos de Emma envuelven la habitación, Samuel mientras la sigue penetrando empieza a sobarle el clítoris observa como Emma continua gimiendo ella se levanta y lo empieza a besar, Samuel se acuesta y Emma se sube a él introduciéndose el pene para empezar a moverse de atrás hacia adelante, Samuel sentía como el interior de Emma estaba muy caliente y mientras ella se movía aprovecha para apretar sus hermosos senos, no podía crear lo que estaba pasando la chica que le volvía loco estaba ahí encima de él moviéndose en su pene y gimiendo, ella se detiene para besarlo y Samuel la levanta de la cama la acuesta y la voltea, Emma se apoya sobre sus rodillas alza el trasero y acuesta su cabeza sobre la cama Samuel mete su pene nuevamente dentro de su vagina la sostiene por la cintura se empieza a mover, Emma envuelta en placer alza su cabeza solo para gemir, el aprovecha para apretar su trasero y darle un nalgada.
Emma gime con fuerza, mientras siguen le viene a la mente de Samuel que tienen que regresar a trabajar, pero no le importa solo quería seguir estar ahí con su amada, Samuel sigue metiendo con fuerza y rapidez su pene dentro de ella, se detiene solo para voltearla, tumbarse sobre ella y seguir metiendo su pene mientras la besa sentía como ella gemía más y más fuerte, el aprovecha para volverle a acariciar el clítoris, Emma da un gemido fuerte sus piernas lo abrazan fuertemente a Samuel y tiemblan ella había llegado a su clímax, Samuel no se detiene y cada mes lo mete más rápido hasta que el saca su pene solo para eyacular sobre sus senos, ella excitada se agarra los senos llenos de semen y los empieza a esparcir por todo su pecho, Samuel acerca su pene a la boca de ella donde Emma saca hasta la última gota, mientras respiraban fuertemente de cansancio Samuel se acuesta a su lado y le dice: “me la pase muy bien contigo”, ella le sonríe y le contesta: “yo también”, Emma se levanta y se dirige al baño a limpiarse, la conciencia de Samuel vuelve y se viste rápidamente le toca la puerta del baño a Emma para decir que tienen que regresar que su hora de almorzar casi acaba.
Emma sale y lo besa apasionamiento, y le contesta: “si ya es hora de que regresemos”, Emma se viste y ambos salen de la habitación tomados de la mano, no se dicen nada hasta salir del hotel donde Samuel exclama:
“al final no comimos nada, pero tu si comiste bien” dice Samuel mientras la mira a los ojos.
“ja tonto, vamos comprando algo para comer de mientras en la oficina” contesta Emma.
Pasan por una pequeña tienda comprando galletas y bebidas para calmar el hambre en lo que dure el día, Samuel no podía estar más feliz le temblaban las piernas mientras se dirigían a la oficina, ambos con una sonrisa y charlando de lo sucedido, no podía evitar pensar si Emma se sentía culpable de tener sexo con él a pesar de tener novio, quiso evitar el tema y no preguntarle nada, llegaron a la oficina y todo transcurrió como si nada hubiese pasado; cada día transcurrió normal, cada mañana hacían su rutina y evitan lo que paso ese día en el hotel, esperando que se presente de nuevo la ocasión para ir con su amada de vuelta por aquel hotel que resguardaba su secreto.