Nuevos relatos publicados: 8

Otro encuentro con el taxista maduro

  • 4
  • 18.365
  • 9,65 (20 Val.)
  • 1

Un día viernes luego de salir del trabajo llamé a mi taxista preferido (El señor del anterior relato) Pedro, Me dijo que me llevaría con gusto, pero primero debía pasar a su casa a buscar unas cosas que se le habían quedado, yo le dije que estaba bien que pasáramos y luego me iba a dejar a mi casa, El taxista estuvo conduciendo por unos 10 minutos, nos alejamos un poco del pueblo pero no le tomé mucha importancia.

Llegamos a su casa, era de dos pisos pero bastante normal, dijo que vivía solo desde hace un buen tiempo, me invitó a pasar y acepte gustosa, me condujo a la sala donde tomé asiento mientras él iba por sus cosas, se tardó un poco pero cuando volvió lo hizo con dos vasos de bebida me ofreció uno y lo bebí, el empezó a contarme que era divorciado hace ya unos 10 años, su ex señora lo había engañado, nunca tuvo hijos y tampoco tenía hermanos así que era un señor muy solitario, me dio algo de pena así que me acerque y lo abracé, me correspondió el abrazo pero luego bajó sus manos hasta mis nalgas y las acarició suavemente...

Me puse un poco nerviosa pero no lo detuve al contrario lo empuje un poco para que se sentará en uno de los sillones para sentarme sobre sus piernas, el seguía acariciándome las nalgas diciéndome cosas sucias como: "que ricas nalgas tienes mijita" "me pones el pene duro", yo ya estaba con la carita roja y ya andaba muy cachonda, comencé a frotar mi vagina contra su pene mientras gemía suavemente, él me tomó de las caderas con algo de fuerza y me dijo: "uff mija ya andas bien caliente, vamos a mi cama mejor".

Así fuimos a su habitación, tenía cama de dos plazas y todo muy ordenado, me empecé a quitar la ropa frente a él, me quite todo menos mi ropa interior (de color rosa) él me comía con la mirada, se sacó los zapatos y pantalones, me dijo: "ven mija chúpamela un poco para que se ponga bien dura", se quitó el bóxer y se sentó en la cama mientras yo me acercaban el admirando su pene paradito y grueso que ya sabía yo que era delicioso, me arrodille frente a él y me acomode entre sus piernas, le dije: "uuuy papi te la voy a mamar hasta que me des leche", metí su pene en mi boca (no cabía todo) mientras se lo mamaba le acariciaba los huevos, comencé a lamer la puntita de su pene y bajaba hasta sus huevos los cuales chupe mientras lo masturbaba algo rápido, el taxista gemía bien excitado y cachondo "mijaa me voy a correr en tu boca de putita" me tomo del pelo y metió su pene en mi boca hasta el fondo, me atragante un poco pero no me opuse, se movía rápido contra mi boca hasta que se corrió soltando su semen caliente el cual bebí muy gustosa.

Me levante y me acosté boca arriba en la cama con las piernas abiertas: "Señor venga a romperme mi conchita por favor..." le dije con voz suave casi suplicando. Él se acercó inmediatamente me agarró de las caderas y se acomodó para meterme su pene, lo frotaba contra mi agujero y ¡zaz! Lo metió de golpe... solté un gemido de dolor y placer, si bien no era virgen hace ya tiempo no me cogían y menos alguien con un pene tan gordito y grande: "mmmm papi rómpeme" mis palabras lo prendían aún más así que empezó a moverse frenéticamente sentía como su pene me abría cada vez más, sus penetraciones eran duras y profundas, se inclinó para acercarse a mis pechos... los lamia y mordía con un poco de rudeza mientras yo solo gemía y gritaba de placer...

Después de unos 20 minutos de cogerme él dijo que ya se correría que no aguantaba más, empezó a hacer más profundas sus penetraciones sentía que me golpeaba el útero... nunca pensé que un señor de 50 me diera tan fuerte y llegara hasta ahí, me decía: "uuu putita me correré en tu conchita" y así lo hizo. Se vino dentro de mí a chorros y se acostó sobre mi sin recargar todo su peso: "mmmm papi me llenaste de leche...". Se tumbó a mi lado en la cama y me abrazó: "en un rato te voy a dejar a tu casa, descansa perrita".

Ya andaba cansada así que me dormí como 2 horas abrazada a él. Luego me vestí y me llevó a casa diciéndome que ojalá se repitan luego estos encuentros y que a la próxima me reventaría el culo.

(9,65)