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Perla, la dueña de la tienda

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Tenía rato sin escribir y hoy vengo a contarles un nuevo relato. Todo empezó hace unos meses, en el fraccionamiento donde vivo hay una tienda cerca, casi siempre voy a comprar cosas cuando ocupo cocinar algo y ya no tengo en la alacena. La tienda la atiende una señora llamada Perla, tiene 52 años que no aparenta esa edad, es bajita de estatura, piel blanca, pelo rubio, tetas no muy grandes pero atractivas, un culo redondo y unas piernas marcadas. Lo que tiene esta señora es que siempre viste sensual, pantalones muy pegados, blusas escotadas, shorts muy cortos, vestidos cortos y provocativos. Siempre se ha dado a respetar pese a su manera de vestir, la verdad que ya tenía rato dedicándole algunas pajas pensando en ella.

Lo que hice fue buscarla en Facebook, lo cual la agregué y me aceptó. Empecé a platicar con ella, temas normales, después las pláticas fueron subiendo de tono, pero siempre con respeto.

Ya pasando los días fui a la tienda y la saludaba de beso en el cachete y le daba pequeñas caricias en la mano cuando le pagaba lo que consumía.

Volvimos hablar por Facebook y ya comenzamos hacernos preguntas sobre sexo. Como que posición te gusta? Te gusta el sexo oral? Arriba o abajo? Y cosas así subidas de todo eso me prendía y tenía que ir hacerme una paja, después seguimos con las fotografías calientes, la verdad tenía muy buena concha se le veía de color rosada y un buen clítoris, en sus tetas se marcaban las venas color verde.

La invité a salir a dar la vuelta, ella accedió pero solo quedo en dar la vuelta y tomar unas cervezas, pasamos muy bien la noche. Después yo iba a la tienda y ya me quedaba más tiempo con ella platicando, pero no accedía a tener relaciones. Llegó un día que ella llevaba un vestido muy corto, yo llegue la saludé y le di un beso en la boca, ella me correspondió, pero luego se separó y me dijo que podrían vernos los clientes por lo que la moví atrás del mostrador, le agarre la cintura y le empecé a besar el cuello hasta bajar a sus piernas, me metí debajo del vestido, y comencé a bajar un calzón amarillo de encaje pude ver su gran concha e iba devorármela, comencé a pasarle mi lengua por sus labios vaginales después de un rato le daba lamidas a su clítoris, comenzaba a mojarse su concha y ella comenzaba a disfrutar del sexo oral, abría más sus piernas, con una mano agarraba mi cabeza y la sostenía en su vagina, yo seguía lamiendo y metiendo mi lengua en su vagina, ella se recata gana en el mostrador disfrutando.

Llegó una persona a comprar yo solo me acomodé para que no me fuera a ver pero seguía mamando su vagina, ella disimulaba los gemidos que salían de su boca, trataba de contenerse, pero no podía por rato soltaba tremendos suspiros, se acercó el cliente a pagar y ella estaba retorciéndose estaba teniendo un orgasmo, yo disfrutaba del líquido que salía por su vagina, el cliente le preguntó:

Se siente bien.

Perla: me me siento ahhh, de ma maravilla

Cliente: la noto un poco agitada y sus ojos se mueven de un lado al otro

Perla: no no pasa nadaaahh.

El cliente se fue con cara de preocupación pero ella seguía disfrutando del sexo oral. Comencé a masturbarla con dos dedos, estaba toda mojada, escurría líquido vaginal por sus piernas, después de un rato masturbándola volvió a correrse, me levante del mostrador y le dije que estaba caliente que quería culearla.

Perla: ven vamos atrás donde no vea nadie

Yo: no vas a cerrar la tienda

Perla: no así vamos

Levante su calzón y nos fuimos atrás y en una mesa la puse boca abajo agarre sus manos y las puse sobre su espalda, tome un mecate que estaba cerca y le amarré las manos, le abrí un poco las piernas y le fui introduciendo mi pene poco a poco hasta llegar al fondo, comencé a darle a un ritmo lento y poco a poco fui subiendo el ritmo, ella gemía, y cuando salían gemidos de su boca le pegaba unas nalgadas, después de un rato en esa posición la desamarré y la puse boca arriba de la mesa, coloqué sus piernas en mis hombros y comencé a darle, era mucho líquido lo que estaba saliendo de su vagina, ella me dijo que estaba excitada que si la podía ahorcar, pero no tan fuerte, accedí hacerle caso, ella gemía y sus ojos se ponían blancos de placer, le hice saber que me iba a terminar.

Perla: vente dentro de mi quiero sentir esa leche caliente dentro.

Y sin más por hacer descargue toda mi leche dentro de ella, estaba satisfecha y yo también. Le dije que le quería dar por el culo, un culito con un agujero rosadito.

Perla: quieres el trofeo ese pero en la primera cita no lo obtendrás, tienes que trabajar por ese trofeo.

Me dio un beso y me dijo vístete luego te veo.

Así empezó una aventura con mi vecina Perla y seguimos teniendo reacciones apasionadas y un poco eróticas porque le gusta que la sometan, luego les contaré sobre lo demás.

Espero les haya gustado y comenten que les pareció, se despide su gran amigo golozo69.

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