Nuevos relatos publicados: 10

Primera vez haciendo oral con taxista

  • 6
  • 9.136
  • 10,00 (1 Val.)
  • 1

Después de haberlo hecho con mi compañero no volví a tener sexo con él, aunque de vez en cuando si había oportunidad me tocaba. Aun así quería volver a hacerlo con alguien y sentir de nuevo ese placer tan rico, tal vez era por mi edad, las hormonas o simplemente la lujuria pero me excitaba la idea de seguir teniendo experiencias pero no me quería arriesgar a que fuera algún conocido cercano y de la escuela realmente no me atraía nadie.

Así que decidí buscar a alguna persona a través de internet, entre a chats pero no me convencía nada, así que deje de buscar, luego vi un comentario donde promovían una página en Facebook y me llamo la atención la imagen y el nombre, decidí ver de que trataba y había hombres que publicaban sus números de teléfonos y localidades con la finalidad de hacerse pasar por taxistas pero en lugar de pagarles con dinero, se pagaba con "favorcitos".

Me llamo la atención eso, sonaba excitante, así que empecé a ver más para ver si alguno quedaba cerca de mi zona, agregue a uno que quedaba cerca y empecé a platicar con él. Era un hombre de 34 años, casado, alto, moreno, formal, un poco robusto.

Después de platicar una semana quedamos en que pasaría por mí a la escuela, ese día me salí un poco antes con la excusa de que tenía cita médica, así mis amigos no me verían con quien me iba. Hubiera faltado pero quedamos en que sería solo rato.

Me espere en el parque que estaba adelante de la escuela y me empecé a sentir nerviosa, de repente se me vinieron pensamientos como y que tal que es un "psicópata o un maleante?" o "qué tal que ya no me deja ir" obviamente no pasó nada de eso.

Manejaba un taxi, ya me había mandado foto del modelo del auto y las placas, obviamente una foto de él también, cuando lo vi me acerque nos saludamos y entre al auto, platicamos en el camino ya no tanto de cosas para conocernos pues eso ya lo habíamos hecho por mensaje fue más bien del porque habíamos entrado en la página.

Se quedó estacionado en un parque que se encontraba a un kilómetro de donde nos quedamos de ver y continuamos platicando, al igual que yo dijo que era la primera vez que hacía algo así, para mí era la primera vez en dos cosas, en tener un encuentro casual y el estar con un hombre mayor que yo.

Después de un rato cambio el tema, me empezó a cortejar, acariciaba mi cabello o pellizcaba dulcemente mi mejilla y yo respondía aun tímidamente, me dijo "es excitante tu timidez" puso su mano en mi pierna, ese día llevaba pantalón, me dijo que podía poner mis cosas en el asiento de atrás y así lo hice, me dio una chamarra que tenía y me dijo "póntela en las piernas y baja tu pantalón y calzones quiero acariciarte bien" así lo hice, me había puesto nuevamente nerviosa, cuando ya había hecho lo que me pidió, empezó a acariciar mi pierna, hasta llegar a mi vagina, que por cierto ya empezaba a mojarse.

Me pregunto si conocía alguna calle que estuviera sola, le dije que sí, y le empecé a decir por dónde. Al llegar se estaciono por donde había un árbol grande, con ramas y hojas colgadas, lo suficiente para tapar aunque sea un poco. Se acercó a mí para besarme y siguió acariciándome, hizo el asiento hacia atrás de forma que quede casi acostada, bajo el cierre de mi chamarra y subió mi playera y brasier, empezó a pellizcar suavemente mis senos, hizo que poco a poco se fueran poniendo duritos mis pezones, ya estaba muy mojada y a él se le notaba su pene erecto.

-Gustas que te lo chupe?- le pregunté

-será todo un placer-

Se acomodó en el asiento del conductor y le desabroche el pantalón y deje al descubierto se pene, me excito ver que su pene era más grueso que el de mi compañero.

-no creo que tal pedazo de carne entre completo a mi boca.

-yo te ayudo princesa.

Empecé primero a mamarle su glande, como si fuera una paleta después fui metiéndolo poco a poco en mi boca, lo metía lo más que podía, luego el me sujeto del cabello y comenzó a empujar mi cabeza de tal modo que me entrara completo en mi boca, me empezaba a escurrir saliva por los lados de mi boca de tanto que me atragantaba con su pene, lo sacaba de mi boca y lo lamía todo lo largo.

Después se bajó más el pantalón y me hizo probar sus huevos mientras acariciaba su verga y el tocaba mis senos, volví a meter su pene en mi boca se empezó a mover para que me entrara mejor mientras también empujaba mi cabeza hacia él, me empezaba a doler las mejillas de tanto mamársela.

-que rico chupas princesa, lo haces bien rico.

-Es la primera vez que hago sexo oral.

-no parece, chupas como toda una puta- yo creo que en ese momento me ruborice porque me dijo -así me gustas, tímida pero bien putita.

Me besó en la boca y mientras lo hacía sentía como pasaba sus dedos sobre mi piel, pellizcaba mis pezones, luego los empezó a succionar mientras metía sus dedos en mi vagina, yo gemía, sentía muy rico, estaba súper mojada, quería que me penetrara, quería sentir su rico pene en mi vagina, sin embargo había pasado rápido el tiempo, el recibió una llamada y dijo que teníamos que irnos. Antes de que me dejara acomodar la ropa me agarró del cabello y volví a chuparle su pene un rato, como había bajado mi pantalón y estaba empinada chupándolo, me daba de nalgadas, iba dándomelas más fuerte cada vez y yo con su verga en mi boca gemía, me excito que hiciera eso, empecé a sentir un poco de ardor y calor en ellas cuando me dijo:

-ya te deje tus nalgotas rosaditas, te daría más fuerte para que cada vez que te sientes te acuerdes de mí, pero no te quiero lastimar.

Me dijo que me podía dejar a unas cuantas cuadras de mi casa, antes de que arrancará me dijo que solo me acomodara el brasier y la blusa, y que en el trayecto con una mano los masturbara y con la otra metiera 3 de mis dedos en mi panocha. Así lo hice me masturbaba y lo masturbaba a el, hasta que sentí como termino en mi mano. Acomode mi ropa y antes de salir me dijo

-esta riquísima princesa, agradezco que me hayas dado está oportunidad. Si fueras mi hija te castigaría bien rico por tanta travesura que haces-

-bueno me darías un motivo para portarme mal cada día.

Después de esa vez no volví a tener encuentro con el.

(10,00)